INFORMACIÓN EXCLUSIVA
NOTAS DE LA DIRECTORA...
A los 18 años me agredieron sexualmente y tan solo tres meses después empecé a estudiar cine. Aunque mi agresión fue distinta a la relatada en esta ficción, siempre supe que llegaría el momento de hacer esta película.
Desde la aparición del movimiento MeToo ha habido una explosión de productos audiovisuales orbitando estas temáticas. Aunque han abierto una vereda muy necesaria todavía falta profundizar muchísimo en todas las ramificaciones y consecuencias de los actos de violencia sexual. Con esta película tratamos de abrir más caminos narrativos, aportando una mirada sucia y rabiosa, o profundizando en cómo el entorno a menudo actúa y se impone sin tener en cuenta el dolor, las necesidades y los deseos de la víctima, robándole su lugar.
Me pregunto si como sociedad hemos encontrado el equilibrio entre justicia y moral o nos parece insuficiente y por ello nos sentimos con la necesidad de seguir trazando el camino y la sentencia por nuestra cuenta.
Me da miedo la insaciable sed de castigo y venganza que tenemos como comunidad, como si generar más dolor nos ayudara a reparar el propio. Como si la solución fuera esa. Creo firmemente que la violencia genera más violencia y nos aleja de lo verdaderamente importante; la reparación.
Pero esta no es una película sobre la superación de un trauma, sino sobre la oscuridad que éste genera. No está contada desde la delicadeza ni la fragilidad. Ni mucho menos desde lo panfletario. Se acerca a una furia que nosotras, las mujeres, también llevamos por dentro y tenemos derecho a transitar. Esta película es mi venganza creativa y me moría de ganas de contarla gritando, rugiendo, desde la garra, desde lo sucio, la oscuridad y la violencia.
NOTAS DE LA PRODUCTORA...
Como productora creo que las películas nos tocan y despiertan la forma de relacionarnos con el mundo. Creo que las películas pueden cambiar nuestra forma de ver las cosas; crean un impacto. Esto, espero, ocurrirá con La Furia. Una película que tiene un significado y es agitadora.
Desde el primer momento, la historia de Gemma me invitó a unirme al viaje de la protagonista. Es el tipo de película que quiero producir porque es una película que emociona y que conlleva un mensaje fuerte. Además de poseer un enfoque visual único, atractivo e hipnótico.
La película habla sobre la violación a una mujer, un tema actual, pero lo hace desde una mirada nueva. A través de esta historia vemos cómo el enfoque masculino y más paternalista aleja a la víctima, y cómo los amigos o la familia son de vital importancia para abordar lo vivido e intentar seguir con tu vida.
Además, la directora Gemma Blasco, cuenta la historia desde un lugar desgarrador, donde no hay espacio para romanticismos y donde se muestra la crudeza de lo que está viviendo nuestra protagonista Alexandra. Encarnada por una espectacular Ángela Cervantes.
El ritmo es frenético y los universos son hipnóticos. Tanto las guionistas, como el montador, como todo el equipo, han trabajado una gran propuesta que tendrá al público pegado a su asiento durante todo el metraje.
NOTAS DE DIRECCIÓN...
Para su directora, “aunque recientemente se ha abierto una puerta muy necesaria a abordar temáticas como las que trata nuestra película, creo que todavía falta profundizar muchísimo en todas las ramificaciones y consecuencias de los actos de violencia sexual. Es necesario abrir más caminos narrativos y en nuestro caso queremos aportar esta mirada femenina sucia y rabiosa. O profundizar en cómo el entorno familiar trata de solucionar el problema sin tener en cuenta las necesidades y deseos de la víctima”.
“Me pregunto si como sociedad hemos encontrado el equilibrio entre justicia y moral o nos parece insuficiente y por ello nos sentimos con la necesidad de seguir trazando el camino y la sentencia por nuestra cuenta.”
“Me muero de ganas de contar esta película con una mirada femenina que ruja, desde la garra, desde lo sucio, desde la violencia y la vergüenza”, añade Gemma.