Sir Laurence Olivier acababa de terminar el rodaje de una película ligera, y alguien le reprochó: "Parece mentira que un actor de su categoría haya aceptado un papel tan poco importante". A todo ello, el actor contestó: "Lo de que ese papel sea poco importante habría que discutirlo. Pero, en todo caso, nunca se sabe si un personaje es fácil o difícil de interpretar hasta que uno se queda cara a cara con él".