Título: |
EL GRAN COMBATE |
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Tit. Orig.: |
CHEYENNE AUTUMN | |
Nacionalidad: | EE.UU., 1964 | |
Dirección: | JOHN FORD | |
Guión: |
JAMES R. WEBB |
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Fotografía: |
WILLIAM H. CLOTHIER |
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Música |
ALEX NORTH |
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Interpretes: |
RICHARD WIDMARK, CARROLL BAKER, JAMES STEWART, KARL MALDEN, SAL MINEO, EDWARD G. ROBINSON, RICARDO MONTALBAN, ARTHUR KENNEDY, GILBERT ROLAND |
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Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: |
145 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
En la década de 1860, el Gobierno de los Estados Unidos decreta que los indios cheyennes, con los que se había firmado un tratado de paz, sean confinados en una reserva en Oklahoma, a muchos kilómetros de distancia de sus territorios originales, en Yellowstone.
Una vez allí, los cheyennes se encuentran con un desolador entorno en el que la simple supervivencia apenas era posible. Emprenden entonces una huida hacia su país nativo, perseguidos por la caballería de los Estados Unidos.
Paralelamente, entre los hombres blancos surgen diversos conflictos entre quienes apoyan a los que pretenden que regresen a la reserva que se les había asignado.
El Capitán de Caballería Thomas Archer respeta su noble coraje y decide ayudarlos en lugar de cumplir la misión de devolverlos a su confinamiento.
Este es el último western que rodó el mítico John Ford, ya con 70 años y se inscribe dentro de la vertiente crepuscular y melancólica del género, uniéndose así a 'Centauros del desierto' (1956) o 'El hombre que mató a Liberty Valance' (1962).
John Ford, el gran maestro del cine americano, quiso hacer con esta extraordinaria película un homenaje al indio, tan vilipendiado a lo largo de toda la historia del cine hasta poco antes.
Es el relato de la marcha de 286 indios cheyennes al mando de los jefes Pequeño Loco y Cuchillo Mellado, desde Oklahoma, donde estaban recluidos en reservas y morían de hambre, hasta Yellowstone, para recuperar sus tierras.
Tuvieron que andar más de 1.500 millas lo que hace que Ford los contemplara con gran admiración.
Él quería hacer un film auténtico en el que no se usaran grandes estrellas de la pantalla sino verdaderos indios que interpretaran el sentimiento de su pueblo con auténtico verismo.
Pero ante los rendimientos comerciales Ford tuvo que doblegarse a las peticiones de la productora Warner, que había invertido muchos millones en la realización.
Es una cinta de gran presupuesto de la que quería obtener un éxito espectacular.
Ford parecía estar convencido de que los indios representaban las virtudes naturales de amor a la tierra, resistencia al infortunio y convicción interior, que tanto valoraba.
Una estupenda película, con una visión de un Oeste cambiante, donde la masiva llegada de la civilización deja de lado el espíritu de los pioneros, que fue nominada al Oscar a la mejor fotografía y al Globo de oro al mejor actor de reparto para Gilbert Roland.