![]() |
|
CRITICA
Por: PACO CASADO
El visionario arquitecto judío austro-húngaro László Tóth huye de la Europa de la posguerra en 1947 para construir su legado y ver el nacimiento de la Norteamérica moderna, donde de entrada se establece en Pensilvania, momento su el que su vida cambia a causa de un misterioso y adinerado cliente que le encarga llevar a cabo un importante proyecto.
Cuando László Tóth llega a Norteamérica es recibida con gran regocijo por un primo suyo, que no sólo lo aloja en su casa, sino que pronto le presenta al industrial Harrison Van Buren, un constructor que le encarga un primer proyecto para dar una sorpresa: al transformar un despacho en biblioteca lo que enfada mucho a su padre.
Posteriormente le encarga un gran proyecto más personal: construir en un lugar próximo una especie de gran monumento moderno, un complejo que agrupa sala de conciertos, capilla, gimnasio, etc. que cambiará el paisaje de lo que ahora llama su hogar, lo que será el mayor y más ambicioso trabajo de su carrera.
Su mujer, Erzsébet, se ha quedado en Europa, junto con una sobrina Zsófia, que la cuida, pero está deseosa de volver a estar junto a su marido, porque ella está paralítica y anda en silla de ruedas.
El proyecto, entre tanto, sigue adelante pero un arquitecto modifica algo de los planos, con el consiguiente enfado por parte de László.
Según aparece en los créditos iniciales la película está íntegramente rodada en VistaVisión, sistema que se abandonó hace más de sesenta años, pero el director creyó que era la mejor manera de meterse en los años 50, en loa que sucede la acción de esta historia, sistema abandonado hace más de sesenta años.
Esta es la historia de un gran arquitecto que aspira a la grandeza de la época adornada con diversos motivos que ambientan muy bien en este sentido que llama la atención, recreando detalles de la época en la que transcurre la acción para contarnos una historia que transcurre de una manera más bien plana con detalles estéticos para contarnos algo más o menos convincente pero para la que creemos que no son necesarios tantos minutos de metraje.
Todo el peso de la historia recae en Adrien Brody en el que se centra todo el relato casi en solitario que se anima en los metros finales con la llegada de su esposa.
El film se puede comparar muy bien con el edificio que el protagonista que lleva a cabo el protagonista que parece que no acaba nunca, en la que sobresale lo espectacular sobre lo emocional.
Es como un edificio construido pero aún sin amueblar, vacío.
No deja de ser admirable que un director que está comenzando su carrera con 35 años ya haya sido nominado a dos Oscar y un elevado número de nominaciones como actor y ahora en el comienzo de su carrera como director ya haya recibido dos de ellas en este su tercer largometraje siendo los dos primeros 'La infancia de un libre' (2015) y 'Vox Lux' (2018) y ambos rondan las dos horas.
No siempre por ser más larga una cinta es mejor en calidad, hay obras maestras con metrajes normales sin necesidad de alargar escenas que simplemente se pueden suprimir sin que la película sufra lo más mínimo.
Como decíamos antes, toda la carga recae sobre Adrien Brody del que no nos sorprende que haya un buen papel.
Nominados a 10 Oscar ganadora de cien premios y 397 nominaciones es una firme candidata a batir en los próximos Oscar, aunque no nos parezca que sea la mejor del año.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
PREMIERE