Los mayores comerciantes del cine español son sin duda los catalanes. Aquí inventaron meter la publicidad disimulada en la trama para producir la cinta. La obra de Brando Thomas ha sido llevada varias veces al cine, pero esta vez se moderniza, se desorbita en su burdo estilo, grotesco en ocasiones, para hacer reír a los espectadores con una exagerada actuación del cómico Cassen..
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