Jim Jarmusch cuando no tiene que rodar se dedica a hacer cortos y cuando ha juntado la colección de cromos, hace un álbum, léase un largometraje, en el que empalma uno tras otros con la premisa común a todos ellos que se trata de hablar en torno a una mesa dos o tres personajes, que fuman, toman café y charlan banalidades que no siempre interesan, cuando no son diálogos bastante absurdos.
Acceso a la información completa del film AQUÍ.































































