En una iglesia de la capital de España se celebran simultáneamente cuatro matrimonios. De esa anécdota se saca una comedia que quiere ser pícara, pero con poca gracia y sin la más mínima calidad, escrita por Alfonso Paso. Su picardía es prefabricada, no refleja ni crítica ni nada, únicamente es un espectáculo en serie para que el público disfrute y se quede al final con la misma amargura.
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