![]() |
|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Uno de los géneros más celebrados de la época dorada del cine norteamericano fue el de las películas de juicios.
Con posterioridad se pusieron de moda las de temas carcelarios. Pues bien, ahora tomando un caso real por base, Dan Gordon ha escrito un estupendo guion en el que consigue aunar ambos géneros, aunque con un cierto desequilibrio en cuanto a prestarle atención más a uno que al otro y en orden inverso al mencionado.
Nos cuenta la historia real de Henry Young, un joven que en 1938 roba cinco dólares de una estafeta de correos para darle de comer a su hermana pequeña. Por ese delito menor es ingresado en Alcatraz.
Tras participar en un intento de fuga es internado desnudo, durante más de tres años, incomunicado, en una celda sin luz, sin cama, alimentado sólo a pan y agua.
Cuando salió dio muerte, ante doscientos compañeros y guardias, al chivato por el que fue recluido en tan inhumano agujero.
Un joven e inexperto abogado de oficio hizo suyo el perdido caso y lo asumió como una delación de lo que en aquella cárcel sucedía y cómo se trataba a los presos, consiguiendo que se procesara al alcaide y se cerrara Alcatraz.
Este es de esos films que demuestran que en Norteamérica no hay nada imposible.
Hablábamos antes de desequilibrio, ya que tan sólo dedica veinte minutos a la primera mitad y el resto al proceso que lleva a cabo el joven abogado, al juicio y la amistad que entabla con el asesino, que está dispuesto a declararse culpable, lo que le supondría morir en la silla eléctrica o la cámara de gas, antes que volver a aquel infierno. Por ello trata de alargar el proceso, porque al menos durante ese tiempo tiene a su lado a un amigo y alguien con quien hablar, especialmente de su tema favorito, el béisbol y su ídolo Joe Dimagio.
Es interesante la cinta de este inquieto realizador Marc Rocco (hijo del actor Alex Rocco) a pesar del nerviosismo que imprime a la cámara, con ángulos insólitos, no siempre los más adecuados, por lo que deseamos que la pose en algún lugar y nos deje centrarnos en la acción.
Contrasta en cambio la buena actuación del trío de actores, la sobriedad de Christian Slater, la sobreactuación de Gary Oldman y el dramatismo de Kevin Bacon, así como la buena ambientación, fotografía y música.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE













































































