Esta es una anécdota que le ocurrió al actor Fred Astaire, quien comenzó en el mundo del cine en 1933, finalizando su carrera artística en 1981.
Como es fácil suponer, a Fred Astaire le preguntaron muchas veces qué se considera más, bailarín o actor. Una de tantas veces, allá por los años cincuenta, contestó así: "No depende de mi". "Que no depende de usted?, le espetaron, a lo que respondíó "No. Porque verán, según pasan los años no me queda más remedio que ir considerándome más actor que bailarín".