Harald Reinl era un cineasta todo terreno y de origen germano que se encargó de trasplantar a la pantalla las novelas escritas...
Harald Reinl era un cineasta todo terreno y de origen germano que se encargó de trasplantar a la pantalla las novelas escritas por Karl May y que tenían como protagonista al indio Winnetou, una saga que dio para un total de cinco películas, siendo la primera "El tesoro del lago de la plata", que estuvo protagonizada por Lex Barker y Pierre Brice como principales protagonistas y no solo de esta sino de los cuatro títulos restantes que vendrían después.
El guion que se construyó para la ocasión, según fuentes bien informadas, se alejaba bastante del original de la novela en la que se basaba.
La cinta fue producida por Horst Wendlandt, quien se encargó de convencer a diferentes socios con suficiente capital como para emprender la realización del largometraje.
Aunque para la dirección se consideró al cineasta Alfred Vohrer finalmente se decantó la producción por uno más experimentado en estos lances como Reinl.
El rodaje de la producción se inició en agosto de 1962, rodándose las escenas de exteriores en los lagos de Plitvice que hicieron las veces de Silver Lake.
Tras el éxito de la primera entrega fílmica no se tardó en poner en marcha la producción de una segunda película, que en este caso se tituló "Furia apache" y donde volvían a confluir tanto el director como los dos principales protagonistas de la primera historia.
La cinta se llevó a cabo mediante coproducción entre Alemania y Yugoslavia y nuevamente se basaba en una novela de Karl May.
Mientras que la primera película de la saga fue la más cara realizada hasta el momento por la República Federal Alemana, fue también la que mayor cantidad de espectadores llevó a las salas de cine, con algo más de tres millones, lo que hizo que los productores vieran las posibilidades de seguir produciendo una nueva historia, utilizándose una gran cantidad de atrezo entre los que figuraban multitud de rifles, flechas, arcos y hasta más de veinte canoas, decenas de caballos y hasta incluso una locomotora.
El largometraje se rodó en las montañas y lagos croatas, ofreciendo un amplio muestrario de exteriores, y nuevamente los guionistas se tomaron muchas libertados con respecto al libreto original de May, como ya había sucedido con la primera entrega de la serie.
La cinta volvió a encandilar a los públicos de la época y además se hizo acreedora de la Pantalla de Oro al superar los tres millones de espectadores, aunque como ocurrió con la primera de las películas, la crítica le volvió la cara.
"La carabina de plata" fue la tercera entrega de las aventuras de reflejadas previamente en novela por Karl May y para este nuevo film se volvió a reclutar tanto al mismo director de las anteriores como evidentemente al dúo protagonista.
En esta ocasión la película fue llevada a cabo a la limón por la República federal Alemana, Yugoslavia, Italia y Francia.
Para encarar esta nueva producción se llevó a cabo la conjunción de varios productores pertenecientes a los diferentes países que hemos ilustrado más arriba y para que todo saliese como en las anteriores entregas el guionista volvió a fijarse en la novela de May pero escribiendo un guion que se tomaba muchas concesiones con respecto a la novela original.
Para el rodaje se volvió a recurrir a los espléndidos parajes que ofrecían los paisajes yugoslavos, donde fue llevado a cabo enteramente el rodaje.
Entre los secundarios que aparecen en esta producción podemos atisbar a uno de los malos de los años sesenta y setenta como Klaus Kinski en uno de sus primeros papeles en el cine.
En 1965 se rodaba una nueva entrega de la serie bajo el título de "La senda de la traición" que reunía nuevamente al mismo director con el dúo protagonista de las anteriores, Lex Barker y Pierre Brice.
Fue curioso comprobar como los espectadores que acudían a ver la película se sentían algo consternados porque ya sabían de antemano que el jefe de los apaches moría al final del largometraje.
Como los productores pretendían seguir exprimiendo el limón del éxito no dudaron en contratar al mismo equipo de las anteriores cintas, y donde para variar el guionista volvió a contar exclusivamente con ciertos aspectos reflejados en la novela original.
El nuevo film volvió a contar con el favor del público y no se sentía cansado ya al albergar cuatro títulos de la serie, logrando el premio Lienzo dorado que se otorgaba a la película con mayor número de espectadores así como el Premio Bambi como mejor película comercial.
De hecho con este film se cerraba el círculo del éxito de la serie porque ya el público comenzó a mostrar cierta fatiga al llevar tras de sí varios films, por lo que como siempre ocurre, la fórmula empezó a dar síntomas de debilitamiento ya que al hilo del éxito de las anteriores comenzaron a salir otros films que se aprovechaban de esta serie.
La última película que se llevó a cabo de la saga fue "El valle de los héroes" (1968), transcurridos varios años desde la anterior para que así los espectadores la pudieran acoger con más entusiasmo.
Nuevamente a los mandos de la dirección encontramos a Harald Reinl y como no podía ser de otra forma al mando del elenco interpretativo estaban una vez más Lex Barker y Pierre Brice.
En este caso la cinta no se basaba en ninguna novela de May, como si sucedía con las anteriores de la franquicia, siendo una adaptación de otra novela de Karl May, concretamente la titulada "En el valle de la muerte".
Los productores rechazaron el primer borrador que se hizo del guion ya que la intención de éstos era que la película pudiera contar con un argumento más bien sólido que no veían en ese primer borrador.
El rodaje de la misma se inició el 1 de julio de 1968 en una zona de Dubrovnik, siendo la mayoría de las localizaciones elegidas las mismas en las que se retrataron las anteriores películas.
Uno de los actores, el italiano Rik Battaglia contrajo hepatitis durante el rodaje por lo que el director no dudó en reescribir algunas secuencias de este.
Para el estreno germano de la película las entradas se agotaron con enorme rapidez, pero no por ello el estreno gozó de una multitud de cines para su estreno sino más bien fue un estreno algo restringido, obteniendo una buena respuesta por parte del público pero nunca llegando al nivel de las anteriores.
Entre medio de todas estas películas que componen la saga, otro avispado productor llevó a cabo en 1964 el rodaje de una película titulada "La última batalla de los apaches" y en la que los principales protagonistas eran los mismos solo que en esta ocasión la dirección recayó en el cineasta Hugo Fregonese y partían de la base de que en esta ocasión no se basaban en ninguna novela escrita por Karl May, sino que su guion era original.
La cinta fue llevada a cabo con la única intención de aprovecharse del éxito de las anteriores películas y para ello el rodaje se llevó a cabo en los singulares parajes de Yugoslavia.
El presupuesto con el que se contó para la realización de este largometraje fue de seis millones de marcos, una cantidad superior a cualquiera de las que manejaba cualquier western europeo de la época.
Al llevar a cabo la realización de este título no se fijó la producción en que fuera exclusivamente para el público alemán sino más bien que se expandiera internacionalmente, para lo que se contó tanto con técnicos como actores de diversas nacionalidades.
Además en esta ocasión la trama ideada por el guionista se separaba de la línea narrativa mostrada en anteriores títulos y se optó en esta ocasión por ofrecer un lado algo más violento del habitual.
Como no podía ser menos el público de la época respaldó el largometraje por lo que los productores recuperaron la fuerte inversión que se hizo, siendo el film más taquillero en Alemania en ese año.
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