DAVID CROSSMAN
comenzó su carrera en el mundo del vestuario tras dejar el colegio.
Tan pronto dejo a un lado los estudios se unió a la prestigiosa firma de vestuario Berman's & Nathans, donde pasó nueve años desarrollando sus conocimientos sobre vestuario.
Su primer gran proyecto como autónomo fue trabajar como figurinista militar en la película de Steven Spielberg Salvar al soldado Ryan, y posteriormente trabajó con Steven Spielberg en otras dos ocasiones, Caballo de batalla y Lincoln.
Entre los otros largometrajes en los que ha participado Crossman hay muchas películas notables: Topsy Turvy, de Mike Leigh, Expiación. Más allá de la pasión, La vida en rosa, Harry Potter 2, 3 y 4, Maléfica, Mr. Turner y James Bond.
En estas películas ha tenido la oportunidad de trabajar con una amplia gama de directores destacados, como Mike Leigh, Ridley Scott, Alfonso Cuarón, Ron Howard, Gillian Armstrong y Joe Wright.
Antes de Napoleón y Gladiator II con Ridley Scott, Crossman también había trabajado en algunos de los otros proyectos del director, entre ellos El reino de los cielos, Robin Hood y American Gangster.
En 2013, Crossman recibió el encargo de supervisar la nueva serie de películas de Star Wars, que comenzó con el largometraje de JJ Abrams El despertar de la fuerza.
Durante ese periodo, se le solicitó, junto al co-diseñador Glyn Dillon, que diseñara las dos precuelas de la serie: Rogue One y Solo.
Después de seis años de trabajo constante en la saga de Star Wars, fue codiseñador de vestuario, junto a Jacqueline Durran, de la película 1917, de Sam Mendes, y posteriormente co-diseñó el traje de Batman para la película The Batman, de Matt Reeves. Después de completar Indiana Jones y el dial del destino, Crossman comenzó a trabajar en la película de Ridley Scott Napoleón, por la que fue nominado a un Óscar® de la Academia junto a Janty Yates. Volvieron a trabajar juntos en Gladiator II, que también ha sido nominada a un Óscar® de la Academia.












































































