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LOS AMOS DE BROOKLYN
INFORMACIÓN
Titulo original: Brooklyn's Finest
Año Producción: 2009
Nacionalidad: EE.UU.
Duración: 132 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 18 años
Género: Acción, Drama
Director: Antoine Fuqua
Guión: Michael C. Martin
Fotografía: Patrick Murguía
Música: Marcelo Zarvos
FECHA DE ESTRENO
España: 16 Septiembre 2011
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Emon Films


SINOPSIS

Tres policías de Brooklyn, sin conexión entre ellos y con carreras muy diferentes coincidirán durante una multitudinaria redada en la zona más peligrosa de Brooklyn. El hecho de que sus caminos se crucen dejará al descubierto sus historias: Eddie es un hombre autodestructivo y honesto que ha perdido el respeto de sus compañeros. Sal ha caído en la corrupción y vive con la culpabilidad de haber asesinado a un traficante por dinero. Tango trabaja encubierto en un caso de drogas y deberá traicionar al traficante Caz, quien se ha convertido en su mejor amigo.

INTÉRPRETES

RICHARD GERE, DON CHEADLE, ETHAN HAWKE, WESLEY SNIPES, JESSE WILLIAMS, LILI TAYLOR, ELLEN BARKIN, WILL PATTON, BRIAN F. O'BYRNE, VINCENT D'ONOFRIO, JOSEPH ADAMS, JAS ANDERSON, NICOYE BANKS, DIANA BOLOGNA

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DEL GUIÓN A LA PANTALLA...
    "Los amos de Brooklyn" es un film que se ha hecho una realidad «por puro azar», comenta el guionista debutante Michael C. Martin. Habiendo trabajado en el metropolitano como responsable de señalización con la Autoridad Metropolitana del Transporte, Martin devino guionista tras herirse en un accidente de automóvil en 2005. Durante su convalecencia, se vio en la necesidad de hallar un modo de lograr ingresos extras con miras a sustituir el auto que perdió en el accidente.
   Navegando por Internet, se topó con un concurso de guionistas cuyo premio consistía en 10.000 dólares en metálico. Aunque nunca antes había escrito nada, en sus tiempos de estudiante se había matriculado en el Departamento cinematográfico de la Universidad de Brooklyn, un curso que nunca completó. A decir verdad, jamás confió en que surgiera una película de su guión, sin embargo, decidió sentarse y ponerse a escribir en torno a una idea que finalmente devino “Los amos de Brooklyn”. «Disponía de todo aquel tiempo libre y pensé que era el mejor modo de lograr un auto nuevo, así que me puse a escribir y acabé el último día que quedaba para la entrega; salté al metro y entregué el guión justo a tiempo», recuerda Martin.
   Parte de la inspiración para la historia de Martin proviene de un viejo compañero de habitación suyo que estaba en el cuerpo de policía y que experimentó una situación parecida a la del personaje de Cheadle en el film.
   Aproximadamente un mes después de que se inscribiera en la competición, Martin recibió una llamada telefónica informándole de que había quedado finalista, sin embargo no ganó. Siguió adelante manteniendo encuentros con algunos de los miembros del jurado, y particularmente con un productor que se mostró interesado en enviar la historia a algunos estudios, al tiempo que le sugería que se hiciera con un agente. En aquel momento, lo que a Martin le preocupaba principalmente era la posibilidad de no conseguir el dinero necesario para el coche nuevo. «Todavía creía que aquello acabaría en nada. Seguí manteniendo mi ocupación de nueve a cinco y dejé la cuestión del guión en la trastienda de mi cabeza, preguntándome en qué acabaría todo eso», confiesa el guionista.
   Poco después, se envió el guión a Warner Bros., donde atrajo la atención de Mary Viola, quien estaba buscando a un guionista joven para un proyecto que estaban desarrollando. Viola recogió el guión de encima de un montón de muestras. Como neoyorquina, le gustó el título y fue el primero que leyó. Reaccionó inmediatamente a la historia de la película y lo pasó a su colega Basil Iwanyk, quien puso la maquinaria en marcha.
   Iwanyk había trabajado como ejecutivo para “Training Day, Día de entrenamiento” (2001), de Antoine Fuqua, y le pareció que éste podría ser el director idóneo para llevar “Los amos de Brooklyn” a la pantalla. A Fuqua le encantaba el guión e inmediatamente se vio inmerso en el proyecto.

RODANDO EN LOS «PROJECTS», LA FOTOGRAFÍA PRINCIPAL...

   El escenario de la historia del film queda enmarcado en los Housing Projects –proyectos de viviendas- (los ‘BK Projects’) del este de Brooklyn, donde Martin creció. Su abuela vive tan sólo a dos paradas de metropolitano de donde el equipo estableció el rodaje. Ese fue el entorno que inspiró a Martin en el momento de escribir el guión. «Uno se cría en Nueva York y trabaja en un lugar como la Autoridad Metropolitana del Transporte, se cruza con gran número de formas de ser» --comenta Martin--, «obtiene una gran comprensión de la gente, de sus diferencias, de los conflictos que tienen los unos con los otros a partir de sus orígenes, y sus perspectivas acerca de la vida, religión, y política. Es como un crisol donde todo se funde.»
   El momento y el lugar fue algo a lo que el productor John Langley fue particularmente sensible, al leer el guión. «Michael capta algo que los guionistas de Hollywood no perciben necesariamente: el aroma, el sabor, la impresión, la realidad, la sensibilidad, el entorno, todo acerca de esas cosas y los matices y capas que habitualmente no obtenemos de quienes escriben los guiones.»
   El rodaje se extendió a lo largo de más de cinco semanas; se inició el 15 de mayo de 2008, y finalizó el 14 de julio. La mayoría del rodaje tuvo lugar en el este de Brooklyn, en los Housing Projects de Van Dyke, en Brownsville, consistentes en veintitrés edificios comprendidos en unas pocas manzanas, constreñidos entre otros complejos de viviendas públicas. El índice de criminalidad es alto en Brownsville, y como en muchas otras comunidades de vecindarios, puede resultar peligroso pasearse por allí. Inicialmente, se advirtió a los realizadores del peligro de rodar en Brownsville, y se les aconsejó que desistieran de hacerlo. La policía alertó sobre la posibilidad de que los miembros del equipo técnico se vieran atracados y no resultaran bien recibidos.
   «Los agentes de policía no querían que estuviera por allí; nos dijeron que se trataba de una zona muy violenta y corrupta», recuerda Fuqua, quien sin embargo insistía en que la película no se podía rodar en ningún otro lugar. «Quería enmarcar la historia en ese vecindario, hacerla tan real y árida como me fuera posible», comenta. «Cuando se realiza una película, resulta de la máxima importancia rodarla en las localizaciones auténticas en las que el guionista sitúa la historia. Como director, necesito estar tan cerca como sea posible de ese mundo. Necesito estar en la jungla, sentirla y olerla, y asegurarme de que los actores sienten lo mismo.» Como consecuencia, de los 41 días de rodaje, tan sólo un día se invirtió en estudio; el resto se desarrolló en localizaciones reales con miras a captar la aridez y autenticidad del mundo de los actores.
   Una vez que el rodaje dio comienzo, cualquier temor del equipo acerca del grado de aceptación que tendrían en el vecindario desapareció rápidamente. Los vecinos se mostraron genuinamente entusiasmados por tener al equipo técnico en el barrio, y Fuqua y los productores insistieron en que se ofreciera algunos papeles de extras a la gente local, siendo también así parte del equipo. Además, antes de que el rodaje tocara a su fin, Fuqua, a manera de agradecimiento hacia la comunidad, donó 100.000 dólares de equipo profesional a cuatro adolescentes de su elección para un proyecto cinematográfico que elaboró.
   Hawke recuerda que el director persiguió el mismo tipo de autenticidad en “Día de entrenamiento”. «La gente le decía a Antoine que era estúpido rodar en el South Central de Los Ángeles, sin embargo le embargaba ese poderoso instinto referente al hecho de que si el lugar es auténtico, se logra narrar la historia correctamente; en esta película ha aplicado lo mismo. El procedimiento genera en los actores y en el proceso de escritura del guión un impacto enorme; se va filtrando poco a poco cuando realmente se camina por las calles y se van filmando», explica.
   Gere se muestra de acuerdo en que haber trabajado en los Projects tuvo su impacto en la realización del film. «Antoine es capaz de estar en muchos mundos. Resulta muy ‘hip-hop’ cuando se halla en los Projects, y en verdad que hace las cosas más fáciles porque todos en el lugar sienten que su historia se está narrando de un modo honesto. La manera en que tanto él como el equipo interactuaron con la gente del barrio hizo que todo deviniera mucho más real, particularmente al incluir a vecinos en el reparto del film con el fin de incorporar a gente que conociera las sutilidades de aquel entorno.»
   En su gran parte, Fuqua ha colaborado con un equipo técnico nuevo para la realización de “Los amos de Brooklyn”, con miras a plasmar su visión en la pantalla. Para la dirección de fotografía, Oliver Stone le recomendó a Patrick Muguire, un joven profesional de Ciudad de Méjico. Disponiendo tan sólo de 41 días de rodaje para hacer el film, no había mucho margen para errores. Thompson hace notar: «Juntos, Antoine y Patrick, crearon cada plano no tan sólo para que fuera bello sino para que deviniera visualmente narrativo, y contrapunto a lo que estaba pasando, de tal modo que era un film muy bien planeado.»
   A lo largo de las seis semana de rodaje, ninguno de los tres protagonistas principales llegaron a trabajar juntos, con excepción de una escena en la que se cruzan durante un tiroteo. Cada uno de los personajes vive una vida distinta en circunstancias distintas, y convergen al final del film; así es como se realizó la película. Cada una de las historias se rodó por separado, dentro de su propia estructura temporal, lo cual quería decir que el reparto sólo estaba en el plató por un periodo de cinco a siete días respectivamente. Ello posibilitaba a Fuqua dedicar periodos de tiempo a los actores y centrarse en sus respectivos personajes e historias. Hawke recuerda que tras invertir tan corto espacio de tiempo en el film, dejó la producción con la sensación de querer más. «En esta película he vivido una de mis mejores experiencias: Sal es uno de los mejores personajes que he tenido que encarnar. Se había acabado cuando todavía me embargaba el enamoramiento.»

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