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SINOPSIS
Cuarenta años atrás Michael Myers logró escapar tras sacudir una pequeña población con una matanza en la noche de Halloween. Ahora Laurie, la superviviente de los asesinatos tendrá su confrontación final con el asesino...
INTÉRPRETES
JAMIE LEE CURTIS, JUDY GREER, MILES ROBBINS, VIRGINIA GARDNER, TOBY HUSS, NICK CASTLE, HALUK BILGINER, JEFFERSON HALL, ANDI MATICHAK, CHRISTOPHER ALLEN NELSON, HANNAH RUSSELL, OMAR J. DORSEY, DYLAN ARNOLD
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
PREMIERE
SECUELAS:
La noche de Halloween (1978)
Sanguinario (Halloween II) (1981)
Halloween III (1983)
Halloween 4. El regreso de Michael Myers (1988)
Halloween. La maldición de Michael Myers (1995)
Halloween H20 (1998)
Halloween resurrection (2002)
Halloween: El origen (2007)
Halloween II (2009)
Halloween Kills (2021)
Halloween Ends (2022)
INFORMACIÓN EXCLUSIVA
VOLVIENDO ATRÁS EN EL TIEMPO...
Malek Akkad —cuya productora familiar, Trancas International Films, ha producido la saga La noche de Halloween desde el principio—, estaba abierto a probar un nuevo enfoque de la historia, idea que compartía su socio creativo Jason Blum. La compañía de su camarada productor, Blumhouse Productions, responsable de superéxitos de taquilla como Déjame salir, Múltiple y la saga La noche de las bestias, cuenta con un acuerdo de adquisición preferente con la distribuidora Universal Pictures. Impresionado desde tiempo atrás con la capacidad de Blum para combinar el terror más inquietante con una calidad impecable, Akkad se mostró totalmente dispuesto a embarcarse en un proyecto con su compañero cineasta, apasionado de la cocreación de su padre..., que podía ayudarle a insuflar un nuevo aire y originalidad a la saga.
Akkad nos cuenta cómo empezó todo, hace nada menos que 40 años: «La película original surgió cuando mi padre, Moustapha Akkad, y un caballero llamado Irwin Yablans fundaron una distribuidora, Compass International Pictures. Buscaban proyectos que pudiesen financiar y distribuir ellos mismos, y eran admiradores de una de las primeras películas de John Carpenter: Asalto a la comisaría del distrito 13. Se reunieron con él, y Carpenter les contó que tenía una idea para una película de bajo presupuesto llamada The Babysitter Murders. Decidieron arriesgarse, y el resto es historia».
Carpenter recuerda esos primeros años. «La distribuidora me pidió hacer la película con 200.000 dólares y les dije que sin problemas. Mis únicos requisitos fueron tener el control creativo y ver mi nombre el primero en los créditos». Reflexionando sobre su obra con la coguionista Debra Hill, Carpenter entiende totalmente por qué el público se sigue sintiendo aterrado ante esta encarnación del miedo. «Michael Myers, con su máscara y su uniforme de empleado de gasolinera, es un personaje medio humano, medio sobrenatural. Es la personificación definitiva del mal. Es despiadado; con él no sirve de nada razonar ni rezar para salvarte. Solo tiene una cosa en mente: matar a su víctima. Michael Myers es una fuerza implacable de la naturaleza. Va a por ti, y más te vale huir cuanto antes».
Como fan incondicional de la primera entrega de La noche de Halloween, Blum cree que es una de las películas de miedo más perfectas jamás creadas... y no tenía ningún interés en desarrollar el proyecto sin contar con la aprobación del director que tanto ha servido de inspiración a su propia carrera. «Recibir la bendición de John Carpenter era un requisito previo fundamental para que Blumhouse se involucrara en esta película», reflexiona Blum. «No se me hubiera pasado por la cabeza hacer una película de la saga sin él. En definitiva, fue la primera persona a la que acudí. Le pregunté si quería participar. Y accedió encantado».
Blum le prometió a Carpenter —que llama a Blum «el LeBron James del cine de terror»— que el proyecto no iría adelante hasta que estuviese satisfecho con el director que tenían en mente, así como con el guion en desarrollo. A ese respecto, Blum conocía a un cineasta que pensó que podría estar interesado. Pero resultó que David Gordon Green no solo quería capitanear LA NOCHE DE HALLOWEEN, sino también colaborar con sus socios guionistas de confianza para elaborar el guion.
«En Blunhouse tenemos la convicción de que no hace falta un gran director de películas de terror para hacer buenas películas de ese género», dice el productor. «Lo que hace falta es un gran director, y punto. Llevo admirando a David desde su primera película, George Washington, y he recurrido a él en varias ocasiones con la esperanza de atraerlo con un proyecto. LA NOCHE DE HALLOWEEN ha sido el señuelo definitivo. David encaja a la perfección con nuestra filosofía: Si eres un gran director, podemos ayudarte a hacer una película terrorífica».
Al tratarse de un capítulo para reavivar la saga, los productores preferían inclinarse por este cineasta no reconocido en el género de terror. «Tras reunirme con muchos directores y escuchar diversas presentaciones, Miramax y yo conseguimos convencer a Jason. Gracias a él entró David en escena», elogia Akkad. «Llevo años siendo fan de David, e incluso antes de reunirnos ya pensaba que sería una oportunidad fabulosa. Jeff, Danny y David llegaron e hicieron su presentación, y el resto es historia, o pronto lo será».
Para Blum, lo más aterrador es precisamente no comprender las motivaciones de Michael Myers. Él también dio un sí rotundo a la idea de los colaboradores de que esta debía ser la confrontación final con Michael, y de que la película restableciera la saga. «Para mí la presentación era enteramente de ellos. La idea que yo aporté a Jeff, Danny y David era hacer una nueva película de La noche de Halloween. Les pedí que se imaginaran lo que les emocionaría y les gustaría ver. La idea de crear una continuación de la primera película de la franquicia fue suya y solo suya».
Green recuerda que tener noticias de Blum fue uno de los momentos más significativos de su carrera. «Recuerdo ese momento vívidamente, levantarme por la mañana y ver un correo electrónico de Jason pidiéndome participar en la saga La noche de Halloween. Me quedé con una sensación rara, como si estuviera al borde de un precipicio y las piernas comenzaran a fallarme. Sentí el entusiasmo de cuando era un chaval y me colaba al cine para ver películas que no debía. La noche de Halloween fue desde luego la que más me marcó».
Block, que ha producido proyectos tan variopintos como la provocadora Distrito 9, Elysium o la hilarante Malas madres, acordaron con sus camaradas de producción que Green era la opción ideal para dirigir la nueva película. «Se ven pocos directores que se muevan de un género a otro con tan poco esfuerzo como David en el transcurso de su carrera. Tiene una comprensión y elevación muy sabias de todo lo que ha sucedido antes. Lo ha digerido y ha dado un paso de gigante adelante; ha elevado el grado de excelencia a un nuevo nivel».
El productor nos desvela que la combinación de Michael Myers y Laurie Strode es una de las más esperadas por el público todos estos años, y que Green ha superado sus expectativas. «Uno va a ver una película así por la absoluta emoción y por la sorpresa. El viaje, particularmente este, y la confrontación que lleva 40 años cocinándose entre estos dos personajes de cara a su liberación es muy gratificante».
AMIGOS Y GUIONISTAS...
Para los socios escritores Jeff Fradley, Danny McBride y David Gordon Green, la idea de que ellos mismos, como fans acérrimos de la obra maestra de John Carpenter de 1978, pudieran no ser los arquitectos que volvieran a insuflar vida a LA NOCHE DE HALLOWEEN era simplemente impensable.
Buenos amigos y colaboradores creativos desde sus días de estudiantes de cine en la North Carolina School of the Arts, su premisa era aparentemente sencilla, pero ingeniosa: plantearon lo que ocurriría si Michael Myers hubiera sido capturado al final de la película original de LA NOCHE DE HALLOWEEN. ¿Y si Laurie y Michael no fueran hermanos, sino dos desconocidos cuyo encuentro fortuito acabó marcando el devenir de ambas vidas? ¿Cómo se desarrollaría la historia que comenzó a finales de los 70, y cómo cambiaría la narrativa de la heroína y su antagonista?
Al igual que muchos otros que se engancharon al terror con LA NOCHE DE HALLOWEEN, Fradley resume su sentimiento de encuentro con un mal desconocido: «Recuerdo que Michael Myers me daba un miedo espantoso. No terminaba de entender quién era ese hombre de la máscara blanca, y esa sensación nunca se me borró». Reflexionando en la influencia que tuvo la película en su carrera, el guionista y productor nos cuenta: «Llegué a obsesionarme con ella de pequeño, y eso acabó animándome a salir con mi cámara para hacer mi propia versión de La noche de Halloween».
McBride admite que ni sus colegas guionistas ni él tenían especial interés en rehacer La noche de Halloween, sino que les motivaba más llevar la historia por una senda inexplorada. «Pensamos que Laurie Strode era un punto de acceso interesante, así que ¿por qué no buscar una nueva línea temporal que conectara con la primera película y explorara un devenir distinto para ella? Sabíamos que, para realizar un giro de ese calibre, tendríamos que cambiar cosas si no queríamos acabar recorriendo la misma senda que otros».
Durante el proceso de escritura, aún no contaban con la bendición final de Carpenter respecto a este enfoque, y no tenían ni idea de si la propia Laurie Strode, la intrépida Jamie Lee Curtis, estaría interesada en volver a interpretar un personaje que ha delimitado su carrera profesional y ha despertado la compasión y el respeto de legiones de fans. «Tratamos de escribir un personaje que nos pareciese interesante de interpretar para ella como actriz», explica McBride. «A mí me parecía una forma muy chula de revisitar ese personaje y, la verdad, la muerte que sufrió en Halloween: Resurrection no me acababa de cuadrar. Me pareció que había un modo de mejorarlo».
Guion en mano y con sudor corriéndoles por la frente, los guionistas por fin tuvieron la ocasión de llevar su historia al maestro del terror en carne y hueso, que había ejercido de asesor creativo en otros capítulos de la saga, pero sin dirigir ninguna de las películas. «Conocimos a John cuando fuimos a verlo para presentarle nuestra propuesta», dice McBride. «Te entra la taquicardia cuando vas a presentarte ante uno de tus ídolos y decirle que, aunque él haya creado a Michael Myers y a Laurie Strode, tienes la desfachatez de decirle que se te ha ocurrido una idea. Que la historia podría continuar desde donde él la dejó. Lo cierto es que fue muy receptivo y amable con nosotros. No podríamos haber esperado mejor atención».
Para los tres guionistas, era vital que Carpenter se mostrase de acuerdo. Si no, ¿qué sentido tenía? «Si queríamos ser auténticos y honrar la película de John del 78 tanto como decíamos, era imprescindible contar con su bendición; teníamos que besar el anillo de nuestro padrino», resume Green. «La reunión fue estupendamente, y nos comunicó sus ideas y preocupaciones. Como en cualquier conversación creativa saludable, discutimos todos los puntos».
Fue entonces cuando el profesionalismo se desvaneció de pronto y quedó al descubierto su faceta de fans incondicionales. «En cierto momento, le sonó el móvil mientras estábamos hablando», añade Green, «¡y era la música de La noche de Halloween! Perdí totalmente la compostura. Había mantenido el tipo hasta ese instante, pero justo entonces me di cuenta de dónde estaba y de con quién estaba hablando. Cuando por fin nos dijo que se sumaba al proyecto, nos lanzamos con el siguiente desafío de la conversación: convencerlo de que se encargase de la banda sonora original».
Fradley recuerda el día que el productor ejecutivo llegó al set de LA NOCHE DE HALLOWEEN durante el rodaje; fue un déjà vu para el productor y la estrella; «Cuando Carpenter llegó y vio a Jamie, estábamos rodando una escena en la que Laurie sale y se enfrenta a Michael Myers. Jamie explicó que sintió lo mismo que hacía 40 años, y que se vio transportada al set de Carpenter. Había una escena similar en esa película y, cuando grabamos nuestra versión, todas esas emociones volvieron a invadirla».
Nada en su experiencia profesional podría preparar a los guionistas para ver reunirse de nuevo a aquellos que habían creado la aterradora obra maestra tantos años atrás. «Devoramos documentales, libros, todo lo que encontramos a nuestro alcance relativo a La noche de Halloween», dice McBride. «Sabíamos mucho sobre su proceso de creación, pero ver a esas personalidades interactuar frente a frente, ver a John y Jamie saludándose, bromeando con Nick Castle fue como asomarse a la relación de la gente que había creado algo tan emblemático que se había mantenido vivo todos estos años».
Por su parte, Green se sintió cohibido durante muchos días en la producción. «No era capaz de sobreponerme al chaval de 12 años dentro de mí que estaba emocionado de verse en el set con Jamie Lee Curtis, apenas lograba balbucear cuando intentaba hablar con John Carpenter y se reía en plan histérico cuando Nick Castle aparecía. En cuanto pisaba el set, se hacía manifiesto que mis sueños de infancia se habían hecho realidad. Es algo que yo había aportado a este proyecto, y gran parte de mi entusiasmo por él».
En último término, sabían que había solo dos personas a las que debían impresionar: Curtis y Carpenter. Por suerte, ambos se mostraron entusiasmados con el guion y al final con la película. «Han escrito nuevos personajes fascinantes y has realizado un buen trabajo con el casting», elogia Carpenter. «Hay buenos actores en el reparto, y la película en conjunto es bastante inusual. Tiene algo especial. Le dije a David que era lo mejor que había visto desde que hicimos la primera película. Que lo había bordado. Estoy deseando que el público la vea. La gente se va a morir de miedo. Garantizado».
JAMIE LEE CURTIS VUELVE...
Durante más de dos tercios de su vida, Jamie Lee Curtis se ha erigido en protectora y ángel custodio de Laurie Strode. A finales de los 70, la heroína a la que Curtis dio vida consiguió lo que pocas actrices en pantalla antes que ella, durante años y años relegadas a papeles de damiselas en apuros, hubieran considerado una probabilidad o posibilidad en una película de terror.
Sobrevivir.
Armada con solo un perchero, una aguja de punto y muchas ganas de vivir, la adolescente combatió contra una criatura sin rostro enteramente diabólica que había irrumpido en su mundo y asesinado a sus amigas. Negándose a ser una víctima, la luchadora que Curtis creó junto a Carpenter y su colaboradora Debra Hill cambiaron instantáneamente la narrativa en la gran pantalla. Las mujeres podían y debían sobrevivir contraatacando, y ningún hombre del saco ni persona podía impedir que se resistieran a la muerte.
Aunque la actriz, guionista y activista ha aparecido en otras tres películas de la saga desde la original de 1978, Curtis asumía que ya había dicho adiós a revivir a su personaje en pantalla hacía casi 16 años. Pero todo cambió la primera vez que habló con el director Green.
Inusualmente pragmática, Curtis reflexiona que una carrera profesional de más de 40 años en la industria del entretenimiento le ha enseñado muchas cosas, entre ellas saber exactamente quién es como intérprete. «Tengo casi 60 años, y llevo trabajando en esto desde los 19. Está claro que lo que me funciona y lo que la gente quiere de mí procede de eso». Nos cuenta, riéndose: «No me veréis interpretando a la reina Isabel. Mi don es la falta de conocimiento, y eso lo aprendí hace mucho, mucho tiempo».
Ese dogma ha determinado la actitud de Curtis hacia su vida personal y profesional, y siente que se refleja en la experiencia de Laurie en la primera entrega de La noche de Halloween. El hecho de que el guion de 2018 abrace y potencie lo que ella lleva tanto tiempo creyendo es lo que ha sellado la involucración de Curtis en la producción como estrella y productora ejecutiva.
La actriz señala: «Hay una novela de Marisha Pessl que me encanta llamada ‘Special Topics in Calamity Physics’, y hay un personaje que habla sobre lo que creemos que es la vida. Y luego dice que estamos equivocados. Nos cuenta que la vida gira en torno a un par de segundos que ni te esperas vivir, y que lo que decides en esos segundos lo determina todo en lo sucesivo, y no sabes lo que vas a hacer hasta verte en esas. Así es la vida; así es un matrimonio; así es criar a hijos; así es una película de terror».
No cabe duda de que Curtis ha guardado siempre a Laurie en el corazón y de que entiende por qué la gente se siente tan conectada a esa fatídica noche. Hablando de su primer papel en el cine, dice: «Laurie Strode era una estudiante de instituto inteligente que apenas acababa de empezar a vivir. Probablemente estuviera preparándose la selectividad, mirando posibles universidades... Y en medio de todo eso, aparece Michael Myers. La vida dio un giro para ella en cuestión de unos segundos totalmente inesperados. El resto de su vida es la película que estamos haciendo ahora. Cuarenta años después, esta mujer sabe que Michael Myers volverá, y que su familia y ella necesitan están preparadas..., pero nadie la escucha».
Por suerte para el público, escuchar es exactamente lo que hizo Curtis. Green había dirigido recientemente al ahijado de Curtis en la película Stronger, y el actor había disfrutado de una experiencia especialmente gratificante en el set. «Jake Gyllenhaal me escribió un mensaje y me dijo que su amigo David Gordon Green quería hablar conmigo sobre algo relativo a La noche de Halloween. Según Jake, era la mejor experiencia creativa que había vivido, y se había sentido con David más libre que nunca».
Comprensiblemente reticente a escuchar la enésima propuesta sobre La noche de Halloween, Curtis afrontó la llamada con mucho recelo. Pero, como siempre, la fortuna sonríe a los valientes. «David estaba eufórico y lleno de positividad cuando hablamos. Nada más empezar a explicarme la idea, le solté: “No, por favor. Tú mándame la propuesta, y yo te diré según la escena inicial”».
Cuando recibió el guion de Fradley, McBride y Green, Curtis entendió totalmente lo que intentaban hacer. «Vi perfectamente que era un homenaje y, a la vez, algo totalmente nuevo. Pensé: “¡Es genial, me gusta!”. Era maravillosamente sencillo. Una película con entidad propia con toda una historia vinculada al pasado. Es la historia clásica, cuarenta años después. Las dos películas, puestas una junto a la otra, son perfectamente complementarias; cuentan lo mismo con nuevas generaciones de ese modo simple y emblemático que caracterizó y sigue siendo la esencia de La noche de Halloween».
Curtis se sintió atraída por el enfoque de los guionistas de una mujer que se ha pasado toda su vida, 365 días al año, preparándose para el regreso del monstruo que había devastado su mundo. Negándose a volver a ser una víctima de Michael Myers, ha permitido no obstante que el asesino defina toda su existencia. «Una vez al día, Laurie pasa con el coche junto a la institución mental donde lo tienen encerrado y llama a los agentes de policía que se supone que cuentan con un tipo armado en el perímetro», revela la intérprete. «Estoy convencida de que Laurie se sienta en su furgoneta desde las seis de la mañana hasta medianoche».
«Tiene un único propósito en la vida y, en ese sentido, todo lo demás ha pasado a un segundo plano», prosigue Curtis. «Le quitaron la custodia de su hija, y se ha visto privada de sus amistades, de cualquier diversión o sentido vital, todo por su empeño en asegurarse de que Michael Myers permanezca encerrado en la institución mental... o que sea transferido a una cárcel de máxima seguridad».
También sedujo a Curtis que el trío que le propuso el proyecto le habló de amistades de toda la vida que hizo en el 78, y que ambos equipos de cineastas planeasen rodar el proyecto de sus sueños en menos de un mes. «Hay profundas similitudes entre ambas experiencias», reconoce. «La primera es que John Carpenter [diseñador de producción, Tommy Wallace y Nick Castle son el triunvirato original de La noche de Halloween. Eran tres amigos que fueron juntos a la escuela de cine, que tenían un grupo llamado Coup de Villes y que hicieron una película con Debra Hill, que Laurie encarna físicamente. Había algo muy vivo en todo aquello. Sin florituras ni lindezas. Se lanzaron a hacer una película a las bravas: 20 días, 200.000 dólares, y listos».
Curtis vio ese mismo espíritu en sus nuevos socios, y le encantó que sus colaboradores no reconociesen inicialmente el paralelismo. «Hablamos de un grupo de buenos amigos que han ido juntos a la escuela de cine, que han hecho películas juntos y que han criado juntos a sus familias», dice Curtis. «Ellos también han decidido unir fuerzas para hacer una película sin florituras, sencilla; 28 días y listos. Esas similitudes son palpables en el proceso de creación de la película: la exuberancia de la juventud, la camaradería de cineastas que hablan un cierto idioma creativo y que se ríen mucho».
Lo que estos socios creativos sí supieron apreciar es la potencia interpretativa de Curtis: una verdadera estrella dispuesta a colaborar y a asumir riesgos. «Lo que no entendí hasta conocer en persona a Jamie Lee es la energía cósmica que aporta al entrar en la sala», elogia Green. «Aporta positividad como nadie. Es una supernova: llega pronto al set, siempre está dispuesta a conectar con todos los colaboradores y a hacer el mejor trabajo posible. Se entrega al cien por cien..., interpretando desde una escena de lucha a otra dramática, pasando por una de gritar. Trabajar con ella es la bomba».
El productor se maravilla ante un recorrido profesional de gran profundidad y distinción. «Jamie es una gran actriz, así que siempre hay margen para volver a trabajos anteriores», elogia Block. «Ha cogido esa energía y la ha inyectado a una interpretación fabulosa. Es como Liam Neeson en Venganza. Es una Terminator humana».
LA GENTE DE HADDONFIELD...
Para poblar el mundo de Haddonfield, Illinois, la producción de 2018 ha acudido a un eclético elenco de actores de talento conocidos por su labor en dramas y comedias. Con nuevos rostros uniéndose y amigos de siempre volviendo a la palestra, LA NOCHE DE HALLOWEEN comenzó su rodaje.
Poco después de lo acontecido en la primera película, Laurie tuvo una hija llamada Karen. Curtis explica el punto en el que nos encontramos a la familia, y lo que le ha ocurrido desde entonces: «Karen es hija de la víctima de un trauma, y ha sufrido por ello, como suele pasar en este tipo de casos. En el caso concreto de Laurie, se trata de un trauma psicológico inexplorado. En 1978, en una pequeña población como Haddonfield, no habría muchas opciones de terapia o servicios apropiados para Laurie. Como mucha gente en la época, oiría que habría que tirar adelante con la vida, y eso es lo que intentó. Solo que, en su caso, el trauma era demasiado fuerte».
Judy Greer fue la elegida como hija de la protagonista, criada a lo largo de años de paranoia, armas, entrenamiento y pesadillas por la supervivencia. La actriz, con una envidiable y repartida carrera entre los mundos de la televisión y el cine desde que debutara en los 90, estaba emocionada con unirse a Curtis ante las cámaras y a los cineastas tras ellas.
«Cuando me enteré de que David y Danny estaban en el proyecto, me puse como loca», elogia Greer. «Tampoco podía pasar por alto la oportunidad de trabajar con Jamie Lee. No solo es mi referencia número uno, sino que es la estrella de la película y no hay otra igual. Me encanta que, aunque el guion lo hayan escrito tres hombres, cuente con una protagonista tan fuerte».
Greer supo valorar que Curtis y los guionistas hubieran dado vida a un arco tan significativo para una mujer cuya existencia se ha visto definida por el trauma sufrido a manos de un maníaco. El hecho de que la nueva entrega de LA NOCHE DE HALLOWEEN brinde una segunda oportunidad en la vida a Laurie (y la ocasión de demostrar que siempre estuvo en lo cierto) es algo a lo que Greer respondió muy positivamente. «Hay tres personajes femeninos fuertes que se protegen mucho entre sí y la vida que están tratando de crear. Dicho lo cual, Karen es empática y no quiere criar a Allyson del modo en que Laurie lo hizo con ella».
Tanto corregir el rumbo de su madre, sin embargo, ha acabado cegando a Karen ante la amenaza real que supone Michael Myers en caso de fuga, cosa que acaba materializándose. «Karen quiere a su madre, pero no se siente capaz de estar con ella», reflexiona Greer. «Quiere mantener a su hija envuelta en una burbuja de seguridad y felicidad, y no quiere que lo que le sucedió a Laurie forme parte del bagaje de su hija del modo en que lo hizo con mi personaje. Karen intenta separar a Allyson de Laurie porque no quiere ningún tipo de influencia de su madre».
McBride reflexiona sobre el modo en que Karen y Andi presentan la narrativa de la historia: «Parte de la idea de esta película es mirar los efectos a largo plazo de experimentar violencia y terror. Esa noche fatídica del encuentro entre Laurie y Michael ha afectado profundamente a su hija y a su nieta de diferentes formas. Es casi como diseccionar a Laurie en tres puntos diferentes de su vida».
Allyson nos sirve para recordar a esa Laurie joven y despreocupada de antes de que Michael Myers le robase la felicidad de su juventud. Al igual que Laurie con su edad, lo que le preocupa a su nieta principalmente son las notas, los trabajos que le salen para cuidar niños, los novios, el baile de Halloween y ese tipo de asuntos que acaparan la mente de cualquier alumna de instituto. Y eso es lo que hace que lo que le ocurre a su familia sea aún más terrorífico. Fradley lo resume así: «Allyson es la más parecida a Laurie; representa la inocencia... Una joven que vive el día a día. Karen, en cambio, se ha criado marcada por la violencia».
Andi Matichak, nueva incorporación al elenco, se enfrenta a su primer papel en pantalla como Allyson, que refleja la inocencia y el instinto implacable que Laurie demostraba cuando la conocimos por primera vez, y que sirve para recordarnos que cualquiera puede sufrir una desgracia como la suya. Para la estrella de la película, el casting de Matichak despertó recuerdos de otra joven actriz, una que comenzó su andadura hace años. Curtis nos lo cuenta: «Andi y yo interpretamos a abuela y nieta en la misma película 40 años después, pero ninguna de las dos comenzamos con la intención de ser actrices. Esto es para ambas fruto de la casualidad, y el hecho de que las dos hayamos acabado protagonizando una película de miedo resulta interesante».
Las similitudes entre las dos intérpretes se fueron desvelando a medida que Curtis conocía mejor a Matichak. «Yo era mala estudiante. Dejé la universidad y acabé presentándome al casting de una peli de miedo y consiguiendo el papel protagonista», explica Curtis. «Esa fue mi primera película, mi carta de presentación en el mundillo. Andi era deportista y contaba con una beca en Florida para jugar al fútbol en primera división. Viajó a Grecia para hacer de modelo porque se topó con alguien que le dijo que, con su físico, podría dedicarse a ello. Y, como en mi caso, un manager se puso en contacto con su familia para proponerle ser actriz. Dejó la beca y se hizo actriz con su primera película: LA NOCHE DE HALLOWEEN».
Dicho lo cual, Curtis también observa ciertas diferencias entre los dos personajes. «Allyson es una chica inteligente y capaz, no es tan vulnerable e inocente como lo era Laurie. Una parte de la historia que ha evolucionado a algo bonito es que Laurie no creía en este tipo de peligros. Era absolutamente inocente, y por eso la historia funciona tan bien. Allyson, en cierto modo, también es inocente. Ha vivido protegida de su abuela por su madre, que cree que Laurie está loca. Son como dos historias paralelas; pasas con Andi gran parte de la película, y luego estás con Laurie. Están en sendas opuestas, por decirlo de algún modo».
Matichak valoró la libertad y la flexibilidad para encontrarse con Andi sin presiones ni prisas. «Está a punto de hacerse mujer», señala la intérprete. «Está en esa época maravillosa en la que eres una adolescente pura y dura, más una niña que otra cosa, pero ya empiezas a actuar como una mujer y a crecer interiormente. Estás encontrando tu voz y convirtiéndote en quien estás destinada a ser».
La actriz valoró la flexibilidad que el director brindaba al reparto en el set, y Curtis y ella acabaron generando una sólida historia para Laurie. «Andi está en la Sociedad Nacional de Honor, como lo estuvo Laurie durante dos años en el instituto. Jamie y yo pensamos todo eso, fuera de cámara. Me encanta la yuxtaposición entre ambas, porque tenemos una Laurie pre-aterrorizada y luego la Laurie actual, 40 años después».
Mediadora entre ambas generaciones desde pequeña, Allyson ha vivido fuertemente protegida del caos por su madre, pero cuenta con la fuerza de voluntad y la determinación de su abuela. «Que Allyson sea tan madura para tener 17 años se explica en parte porque lleva toda la vida mediando entre su madre y su abuela. Cuando es capaz de decidir a quién quiere tener en su vida, decide ver más a su abuela, lo que genera roce con su madre. Está atrapada entre dos tierras, tratando de arreglar la relación entre dos mujeres con las ideas muy claras. Maravillosas, pero testarudas como ellas solas». Matichak se detiene un instante para señalar que esas cualidades son precisamente las que hacen que la película sea tan especial. «Hay tres mujeres fuertes de diferentes edades afrontando una fuerza imparable, y es increíble formar parte de una experiencia así».
Para Green, era crucial diseñar una situación en la que estas tres generaciones de mujeres pudieran aplicar sus batallas, demonios, ansiedades e inseguridades a una confrontación con Michael Myers. Así nos lo cuenta: «Para exhibir eso física e intensamente con tres actrices muy dominantes, la presencia de sus personajes debe ser tan contundente que arrase con todo. Han sido unos días apasionantes».
Uno de los pocos ciudadanos de Haddonfield que recuerda lo aterrador que fue esa noche para Laurie es el agente Hawkins, interpretado de forma brillante por Will Patton. Era un joven policía cuando el Dr. Loomis disparó a Michael Myers, pero ayudó a meter al asesino entre rejas esa noche de Halloween de hace tanto tiempo. Ha visto a Laurie pasar a ser de una adolescente despreocupada a una mujer que llama a la policía todos los días para comprobar el estado de su acosador en el Sanatorio de Smith’s Grove. Nunca descansa, y no deja descansar a los demás.
Patton describe lo que cualquiera de nosotros sentiría si tuviésemos que plantar cara a La Forma. Recuerda el día que se vieron las caras: «Me interesa mucho lo que nos despierta temor; el miedo es un pilar importante del ser humano. Me gusta todo lo que explora eso. La primera noche que rodé una escena con Michael Myers me asusté de verdad. Sentí que se respiraba algo muy distinto a lo que había imaginado».
El papel del Dr. Sartain fue a parar al célebre actor turco Haluk Bilginer, que asombró a la crítica de todo el mundo con su actuación en 2014 en la película ganadora de la Palma de Oro Sueño de invierno (Winter Sleep). Este joven estudiante bajo la tutela de su mentor, el Dr. Loomis, lleva años en el centro médico encargado de estudiar a Michael Myers. Cuando deciden transferir a su paciente a un nuevo centro de máxima seguridad, el médico formará parte del equipo de traslado encargado de llevar a Michael Myers a su destino final.
Mientras el equipo afrontaba material verdaderamente oscuro, la ligereza que caracterizaba el ambiente en el set gracias a Green resultaba adictiva para los intérpretes. Bilginer recuerda su labor: «Mantuvimos un par de conversaciones por Skype cuando yo estaba en Estambul y me preguntó por el guion, que me había fascinado. Y luego, cuando conocí a David en persona... ¡me encantó, la verdad! Es un gran director y una gran persona. Solo con su presencia, te infunde energía. Desborda felicidad en el set, y eso es una cualidad muy importante para un director. Los actores nos sentimos seguros, en buenas manos».
Dando vida a los documentalistas británicos que llegan a un acuerdo con el Dr. Sartain para intentar entrevistar a Michael Myers encontramos a Rhian Rees, de The Lears, como Dana, y a Jefferson Hall, de Star Wars: El despertar de la Fuerza, como Aaron. Videoblogueros obsesionados con el caso del asesinato de las niñeras hace cuatro décadas, están convencidos de que, si son capaces de verse las caras con Laurie y averiguar lo ocurrido aquella noche, podrán arrojar nuevas pruebas sobre el caso y comprender lo impensable. Cuando se agencian la máscara de La Forma del depósito de pruebas policiales y provocan a Michael Myers con su abyecto hallazgo, el dúo desencadena una serie de acontecimientos que llevarán a Laurie a plantar cara a Michael Myers por última vez.
Los actores secundarios de la aterradora película incluyen a Virginia Gardner, de la serie de Hulu The Runaways, en el papel de Vicky, encargada de cuidar a Julian (Jibrail Nantambu de la serie de AMC Preacher) la noche de Halloween mientras sus amigas están en el baile del instituto. La acompañan Miles Robbins (#Sexpact), que interpreta al novio de Vicky, Dave; Dylan Arnold (la miniserie de TV When We Rise) como el novio de Andi, Cameron; Drew Scheid (Boy Erased) es Oscar, el amigo más insoportable del grupo, que está secretamente colado por Andi; Toby Huss (la serie de AMC Halt and Catch Fire) en el papel de Ray, el comprensivo marido de Karen y padre de Andi; y Omar J. Dorsey (la serie de TV Queen Sugar) como el sheriff Barker, que ha visto lo peor que Haddonfield puede ofrecer, y está listo para vérselas con el mal que ha regresado a la ciudad.
TRAS LA MÁSCARA: MICHAEL MYERS VUELVE A CASA...
Para interpretar a Michael Myers, el actor y especialista James Jude Courtney heredó un testigo que no solo aterroriza al público, sino que también asustó a los compañeros de reparto y técnicos durante el rodaje. Courtney contó con la ayuda de Nick Castle, quien dio vida a «La Forma» en La noche de Halloween (1978) y estuvo durante el rodaje con David Gordon Green en el rol de «asesor espiritual» de la producción, como se refería a sí mismo en broma.
De hecho, Castle aparece en la película en un cameo como «La Forma», pero subraya que su buen amigo Courtney se merece todo el crédito por haber hecho la mayor parte del trabajo. «Nick nos dio indicaciones acerca de detalles: cómo Michael Myers gira la cabeza o la inclina al observar un asesinato... o cómo se sienta en un ángulo de 90 grados sin usar las manos», explica Green. «Esos rasgos pequeños y sutiles eran muy importantes para la historia que estábamos contando».
Green describe con exactitud lo que él buscaba —igual que nosotros— en Michael Myers para devolverlo a la vida: «Hay varios momentos de la película en los que solo vemos su silueta. No lleva la máscara, pero tratamos de no revelar sus rasgos. Yo no quiero saber nada de Michael Myers. No quiero sentir empatía por él o comprender la mente que ha creado ese monstruo». Tras una pausa, añade: «Quiero que se desvanezca en la esencia del mal».
Lo que Green valoraba en la caracterización de Courtney era el interés del actor en interpretar a Michael Myers como una persona con unas cualidades físicas neutras y con destrezas manuales. «Buscamos referencias en felinos salvajes como leopardos o guepardos; animales que no piensan en nada excepto lo que se interpone en su camino», observa el director. «Hay pequeños incentivos que los pueden llevar por un camino u otro, pero es todo una cuestión entre depredador y presa. Courtney ha creado un Michael Myers capaz de arrasar sin sentir emoción alguna».
Curtis examina por qué «La Forma» es tan terrorífica y razona que Michael Myers es, con su máscara, una especie de test de Rorschach para todos nosotros, ya que vemos en él lo que más tememos. «Era el recurso de John para referirse a la figura del enigmático hombre común, a la amenaza que se esconde tras la normalidad», comenta. «Estás en una ciudad cualquiera de Estados Unidos; Laurie Strode es una chica cualquiera y Michael Myers es, con esa máscara, esa enigmática falta de afecto humano. Representa lo que Donald Pleasance, en su papel del Dr. Loomis, describe como “pura maldad”. “La Forma” fue la manera que eligió John para referirse a ese enigma».
«No tiene motivación», continúa Curtis. «Lo asombroso de la creación de este personaje —y por eso es tan longevo— es que no tiene definición, actúa sin razón, no analiza, no profundiza. No tiene nada y se encuentra en la nada. En esa nada, el vacío puede ser pura alegría o pura maldad. Obviamente, en este caso es pura maldad».
Los compañeros de Courtney agradecen que fuera capaz de canalizar la naturaleza enigmática y metódica de Michael Myers. «Es su manera de mandar, su semblante, su postura», reflexiona Curtis. «Jim alcanzó ese punto; algo cambiaba cuando se ponía la máscara. Su fuerza física y la falta de empatía se combinaron y emergieron de manera visceral y emocional».
Para ella, encontrarse de nuevo con este personaje —en una escena que recuerda a la rodada 40 años atrás— fue un poco abrumador. «Mi primera noche de rodaje en esta película fue la escena en la que Michael Myers está claramente cerca de Laurie; es un momento de mucha alarma y preocupación. Me recordó a la primera noche que rodamos en Orange Grove en la primera película: la escena en la que Laurie se encuentra con “La Forma” por primera vez tras haber descubierto los espantosos crímenes en la casa de enfrente. De lo que me acordé cuando estábamos a punto de rodar aquí la primera toma —de una escena tan parecida— fue de cómo me sentí cuando tenía 19 años. Recuerdo que solo habíamos ensayado los movimientos: por dónde correría, cómo me caería y cómo la Steadicam me seguiría».
Curtis agradece que Green, como Carpenter, no quisiera constreñir sus decisiones como intérprete al imaginar qué haría Laurie al encontrarse de nuevo con su atacante. «En una película como esta, hay ciertas cuerdas que debes tocar. Cuentas con personajes que son vulnerables, gente separada, así como con el miedo terrible y la incertidumbre de qué les va a pasar», comenta. «Uno no tiene ni idea de qué hacer en esas situaciones, así que tiene que parecer orgánico, desordenado y real. Había algo similar entre ese montón de escenas emocionales e intensas que había hecho anteriormente. Y de pronto me sentí como si tuviera 19 años otra vez, preguntándome: “¿Qué voy a hacer?”».
DISEÑANDO EL TERROR...
El diseñador de producción Richard A. Wright ha trabajado junto a Green en ese puesto desde la ópera prima del director, George Washington (2000). Los dos cineastas llevan desde entonces creando mundos fantásticos para sus personajes, ya sea en comedias, thrillers, dramas o sátiras, y siguen siendo compañeros y amigos.
Para el director, era clave colocar a los personajes en un mundo cotidiano que todos pudiéramos reconocer, alejado de lo extraordinario. «Estilísticamente usamos la película de John Carpenter como nuestra base creativa», explica Green. «Hemos hecho la secuela a esa película y no a ninguna otra. Para hacer honor a ello y transmitir una sencillez que nos permitiera llegar a esos picos de terror, quisimos establecer en los personajes un sentido del drama que resultara cercano». Han pasado 40 años, lo que significa que «todo ha envejecido un poco, tiene otra pátina. Lo que antes era poco más que un barrio residencial soso tiene ahora un punto más áspero, raído».
Junto a Green y Wright, el ayudante de dirección Atilla Salih Yücer, el director de fotografía Michael Simmonds y el supervisor de localización y productor asociado S. Scott Clackum comenzaron a buscar escenarios naturales casi un año antes del comienzo del rodaje. «Necesitábamos ir allí durante la fase inicial del guion, descubrirlo mientras avanzábamos», dice Wright.
El rodaje, de 28 días de duración, se realizó en Charleston (Carolina del Sur) y alrededores. Para el diseñador era importante prestar atención a la película original y trasladar gran parte de ese mundo a esta producción, pero tampoco quería ser esclavo de la obra de Carpenter. «En cuanto al diseño, comenzamos con la casa de Laurie, la de su hija e incluso con la habitación de su nieta», explica Wright. «Reflexionamos acerca de lo que había vivido el personaje, el hecho de que nunca hubiera superado aquella experiencia y que eso la haya conducido a una especie de locura».
En lo relativo al enemigo de Laurie, Wright nos lleva al origen: «Encontramos a Michael Myers en el mismo lugar que estaba al principio de la película original: un hospital psiquiátrico. El hospital de Smith’s Grove fue todo un descubrimiento. Dimos con ese alucinante patio ajedrezado, donde Michael está colocado en medio».
Para el productor Jason Blum, esa escena es la más terrorífica. Recuerda la primera vez que la vio: «Michael Myers tiene un aura que asusta al resto de pacientes. Cuando nos lo encontramos por primera vez resulta, incluso en ese contexto, extraordinariamente amenazante..., aunque no haya hablado en décadas. Y a lo largo de la película se hace más y más amenazante».
Las barras y los patrones ajedrezados definieron varias localizaciones según avanzó la producción, por lo que Wright empezó a repetir esos patrones en otros escenarios. «Aparecen incluso en la casa de Laurie: ella se encuentra encerrada, igual que él», resume el diseñador. «Él está encerrado en un hospital psiquiátrico y cuando va a por Laurie, resulta que ella también se ha encerrado en su propia prisión».
Al tiempo que el equipo técnico buscaba localizaciones y construía escenarios, la intención del diseño era mostrar a los personajes en su realidad más cotidiana, trasladándolos de golpe a una realidad alternativa cuando la violencia hace su aparición. «El objetivo es mostrar a la gente en situaciones reales», indica Wright. «Una de las cosas que hace que la película original sea tan terrorífica es que este tipo enmascarado mata a unos jóvenes que solo quieren pasárselo bien. Solo hacían lo que cualquier adolescente hace».
Cuando Wright estuvo diseñando la granja y la galería de tiro de Laurie, buscó la ayuda de la intérprete. Como ella había convivido con el personaje muchos años, Jamie Lee Curtis ofreció valiosas recomendaciones acerca de qué aspecto tendría la casa de Laurie a día de hoy. «Siempre que un actor opina sobre su personaje aporta nuevas ideas. Ella ha llevado un gran peso en el rodaje, en el sentido más positivo. Por ejemplo, teníamos varios papeles de pared colgados en la localización y estábamos tratando de decidirnos por uno», rememora Wright. «Cuando Jamie los vio, dijo: “Siempre he imaginado que Laurie tendría un papel de pared floreado”».
EFECTOS ESPECIALES Y MAQUILLAJE...
Una de las personas más populares durante el rodaje fue el diseñador de maquillaje de efectos especiales Christopher Nelson, ganador del Oscar® y cuyo trabajo —en películas como Escuadrón suicida y Kill Bill o series como American Horror Story y The Walking Dead— le ha valido el halago de compañeros de oficio y actores. En armonía con la idea de Green de que los miedos más aterradores son aquellos que quedan justo fuera del plano, Nelson mantuvo un delicado equilibrio entre mostrar nuestros peores miedos... sin caer en el festín gore.
Como muchos de sus compañeros, este diseñador de efectos especiales es un gran fan de la película original. «John hizo cosas en esa película que eran rompedoras y artísticas al tiempo que resultaban digeribles para el público», reflexiona Nelson. «La vi cuando tenía diez años y me descubrió todo un nuevo género cinematográfico. Me encantó lo emocionante y terrorífica que era... y también que transcurría en un barrio común y corriente».
La oportunidad de trabajar en LA NOCHE DE HALLOWEEN no fue lo único que atrajo de este proyecto al ganador del Oscar®, sino la ocasión de colaborar con un director que comprende La noche de Halloween. «Cuando John hizo la película no era conocido como director de películas de terror», comenta Nelson. «Era un cineasta recién salido de la universidad, fan de Peckinpah y que estudiaba un montón de géneros diferentes. David es muy parecido. Ama el cine, por eso va de un género a otro».
En cuanto Nelson se reunió con los productores se hicieron evidentes su conocimiento y amor por todo lo relacionado con La noche de Halloween. «Hice un análisis y compartí mis ideas para el diseño de la máscara y otros efectos de la película... junto con el concepto que David tenía en mente y cómo iba a verse en pantalla», recuerda el diseñador. «Conectamos y se dieron cuenta de cuánto le apasionaba el proyecto».
Cuando dudaba, Nelson se inspiraba en el trabajo creativo de Tommy Wallace, quien fuera el diseñador de producción de John Carpenter en la primera película. «Tommy hizo una máscara muy sencilla, pero fue la manera en la que encajaba en Nick Castle y la manera en la que él se movía con ella lo que marcó su aspecto», explica Nelson. «Es imposible recrear esa cara, ese vacío y esa tragedia; lo que sientes cuando miras la máscara por primera vez».
Nelson desvela cómo se creó la máscara original, algo que se ha convertido en una leyenda urbana. «John mandó a Tommy a buscar máscaras de Halloween. Tommy encontró una máscara del capitán Kirk (William Shatner) fabricada por Don Post Studios. John le dijo: “Vale, transfórmala...”. A ambos les parecía inquietante y siniestra. Tommy quitó las patillas y las cejas, hizo los agujeros de los ojos más grandes y la pintó de blanco. También tiñó de marrón el pelo rubio. Terminó siendo una cara extraña, como de maniquí —sin vida, casi como la cara de un tiburón blanco».
Como fan de la película que es, Green encaró el diseño de la máscara de 2018 con el máximo respeto. «La máscara es un tema muy delicado en la mitología de La noche de Halloween. Por alguna razón, otros cineastas hicieron sus propias versiones de ella y no sé cuándo o por qué se convirtió en objeto de interpretación. Christopher, que es un artista de efectos de maquillaje genial y ha ganado el Oscar®, dijo: “Hagámosla”. Por supuesto, han pasado 40 años y va a estar deteriorada y con grietas, pero queríamos que mantuviera esa hermosa melancolía. Así que decidimos no cambiarla a nuestro gusto, sino simplemente recrearla».
Una vez que Courtney fue contratado y Nelson y «La Forma» pudieron conocer al artista de efectos especiales, Nelson quedó intrigado con el actor. «Jim tiene la estatura perfecta y una cabeza y cara estupendas. A la hora de trabajar en la máscara, obviamente quería basarla en la original y darle aquella forma y aquella expresión de tragedia, de vacío en el alma». Cuando Courtney se probó el traje completo, el diseñador quedó alucinado. «Jim se mueve como un tiburón blanco. Esos animales nadan, comen y continúan, sin atisbo de raciocinio en ellos. La interpretación de Jim me ha dejado sin palabras. Simplemente lo clava».
Nelson y Green querían que Courney tuviera un aspecto diferente con la máscara en cada plano. Querían que la máscara fuera cambiando de forma constantemente, pero que siguiera transmitiendo ese aire de tragedia y miedo. Teniendo en cuenta que han pasado cuatro décadas desde la última vez que Michael Myers la llevó, el equipo tuvo que estudiar cómo habría cambiado el látex después de tanto tiempo en el depósito judicial. Esto significó que Nelson tuvo que ponerse manos a la obra. «Estudié el proceso de descomposición de máscaras de látex de 40 años de antigüedad. El látex se arruga y se vuelve quebradizo, se retuerce y se comba. Tuve todo esto en cuenta mientras, al mismo tiempo, trataba de mantener la expresión y la forma del original».
El resto del equipo se lo pasó pipa observando con cautela a Michael Myers en el rodaje. «Poder ver cómo Jim Courtney y Nick Castle se ponían la máscara de “La Forma” fue divertidísimo», comenta el diseñador de producción Wright. «Aparentemente, cuando te pones la máscara viajas a otro lugar. Ni siquiera hablaban cuando la llevaban puesta. Era interesante verlos asentir y mover la cabeza despacio cuando recibían indicaciones». Wright se detiene un momento antes de volver a hablar con cautela. «Nunca me la he puesto, pero por lo visto esa máscara te hace algo».
En cuanto a los planos de las víctimas en Haddonfield (en la realidad, la localidad de Charleston), Nelson tenía claro qué se esperaba de él. «David y yo hablamos largo y tendido, pensamos en esas imágenes como si fueran postales. En muchas de las películas de John Carpenter hay imágenes que nunca olvidas», reflexiona Nelson. «Fotos fijas de las víctimas después de su muerte que se te graban en el cerebro como postales terroríficas. Cuando sales del cine todavía las tienes presentes».
El proceso de los creadores fue comenzar con la imagen con la que Green quería impactar a los espectadores y, a continuación, diseñar el plano para poder grabarlo. «La iluminación es la clave. ¿Hay un destello en sus ojos?», pregunta Nelson. «¿Tienen una expresión de agonía en la cara? Para conseguir esto, fabricamos máscaras con las expresiones específicas de los actores que van a ser asesinados. Después hicimos las esculturas poder conseguir ese efecto dramático. Hicimos que las expresiones estuvieran un poco acentuadas y estilizadas para crear cierta falta de humanidad que resulta terrorífica.
Al menos una miembro del reparto quedó tan impresionada con el trabajo de Nelson que no tenía ningún interés en acercarse más de lo que debía. Matichak recuerda el día que visitó el taller del diseñador y se topó con un cuerpo: «Estaba sentado de manera que tenía el cuerpo y las manos apoyadas en una silla. Pero su cabeza estaba doblada hacia atrás, por lo que cuando entrabas, lo primero que veías era una cabeza mirándote bocabajo. Eran tan espantoso que no podía acercarme. Chris me dijo: “Tranquila, Andi, No va a morderte”. Yo le respondí: “Creo que sí lo va hacer. Fijo que lo hace”».
EL RODAJE DE LA PELÍCULA...
El director de fotografía de LA NOCHE DE HALLOWEEN, Michael Simmonds, ya había trabajado anteriormente tanto con Blumhouse Productions como con el director David Gordon Green. Trabajó con Rough House Pictures en Vice Principals, la serie para HBO, pero se asoció a Blum a partir de 2010. «Michael y yo ya trabajamos juntos en la saga Paranormal Activity», recuerda Blum. «Es uno de los mejores directores de fotografía con los que he trabajado. Le hemos ofrecido trabajar en casi todas las películas que hemos hecho desde Paranormal Activity 2».
Green reflexiona que fue asombroso poder contar con alguien con tanta experiencia en el género de terror y que, además, tuviera tanta energía y entusiasmo, como ya había demostrado con esa saga. «Dialogamos acerca de cada secuencia. Teníamos una gran planificación, pero cuando la luz del sol cambiaba o un actor tenía una idea, todo se convertía en un proceso orgánico. Cuando cuentas con colaboradores que no son tan susceptibles o puntillosos como para ofuscarse cuando cambias algo, sino que están abiertos a esas oportunidades y reinvenciones, es cuando tienen lugar los felices hallazgos». Reflexiona un instante antes de seguir. «Es cuando se da el jazz del cine».
A la hora de organizar el rodaje de LA NOCHE DE HALLOWEEN, Green y Simmonds no solo se inspiraron en la estética de las películas de aquella época, sino en la forma en la que se rodaban. «Las películas de David no suelen tener muchos cortes de planos», informa el diseñador de producción Richard A. Wright. «Le gusta mantener un plano amplio o incluso un primer plano más tiempo que a la mayoría de cineastas. Eso le viene de su amor por el cine de los 70».
Su pasión por los planos largos es otra de las cosas que Green tiene en común con su mentor del género de terror, y esa inspiración en la versión de 1978 es lo que tomó para grabar la versión de 2018. Como recuerda Carpenter, «Probamos juguetes nuevos en La noche de Halloween, como la Panavision de formato ancho y una cosa llamada Pana-glide, que era un soporte de Steadicam para cámaras Panavision. Siempre fui fan de los planos realizados con dolly, pero tenían sus limitaciones. Descubrí un plano hecho con Steadicam en una película unos años antes; se trataba de una única toma. Era increíble la libertad de movimiento que permitía. Existía un equivalente con Panavision, era con las grandes lentes de Panavision montadas como una cámara giroscópica. Tenía una capacidad de giro única, era asombrosa».
Para Green, era importante organizar reuniones frecuentes del reparto a lo largo de la producción. Ya fuera para tomar un café, un aperitivo o una comida, el equipo charlaba en su casa acerca de las escenas. «A veces hacíamos una lectura forma de la escena y realizábamos ajustes, otras veces debatíamos sobre lo que queríamos conseguir con la escena», comenta el director. «Habitualmente, en un día de producción reexaminábamos lo hecho después de un par de tomas. Analizábamos cómo sentíamos el entorno, el vestuario y el momento y realizábamos ajustes radicales. Eso nos permitía lanzar desafíos y decir “He estado haciendo esto así porque era lo que habíamos hablado. ¿Qué tal si probamos algo diferente? A ver qué pasa”. Creo que esos momentos de vulnerabilidad e incertidumbre son muy valiosos».
Jamie Lee Curtis, igual que sus compañeros de reparto, agradece la decisión de Green de hacerles salir de sí mismos y animar las cosas en el set con esas propuestas. Recuerda un día en particular: «Hay una escena en la que Laurie llega a casa de Karen acompañada de la Policía. Karen entiende por fin que la amenaza es real, que Michael Myers ha escapado y que su hija está en peligro, que deben abandonar la casa. El guion era como debía ser, muy específico, pero David, Michael y Atilla creían que necesitaba mejorarse.
“Es demasiado lineal”, decía David. Y este tipo de escenas nunca son lineales. El trauma no es lineal, es fragmentario. Así que nos hizo decir cosas sin sentido los unos a los otros: que dijéramos una palabra y el resto fuera un galimatías. Fue fascinante. Entonces nos hizo repetir la misma palabra una y otra vez para llevar hacia el caos un momento que en el guion era muy lineal, cosa que en la realidad nunca sería porque la gente no habla de esa manera».
Por su parte, Simmonds se adaptó y se sumó a la dinámica con la cámara. Curtis encontró fascinante formar parte de aquello porque, para ella, era la prueba de lo diferente e imaginativo que es Green. «El cine es un medio creativo, pero las películas pueden terminar resultando muy estáticas y lineales», comenta. «Cuando David está metido en una escena es como un director de orquesta a través del monitor. Pensé: “Guau, está comprometido”. Tiene magia en momentos así».
LA MÚSICA DE LA PELÍCULA...
John Carpenter no solo fue consultor creativo en esta producción, también aportó su terroríficamente célebre habilidad como compositor para la nueva entrega de LA NOCHE DE HALLOWEEN. Carpenter, junto a sus colaboradores Cody Carpenter y Daniel Davies —con quienes ha publicado tres discos—, no solo ha homenajeado el trabajo que alumbró cuatro décadas atrás, además ha actualizado el sonido para ajustarse a la visión de Green.
El productor Jason Blum explica que el tema original de Carpenter es tan atemporal e inquietante porque sigue resultando inesperado. «Uno no asocia ese tipo de música de teclado con una peli de terror, igual que no se asocia la música de cuerda con este género, cosa que Hitchcock hizo en Psicosis», comenta.
Su compañero en la producción Bill Block valora el recuerdo que la música trae de otra época, así como los sentimientos de amenaza y terror que genera : «Es un sintetizador Moog de finales de los 70, un instrumento que ya no se usa mucho. En su momento estaba en todas partes, pero junto a muchos otros ejemplos de tecnología musical, ha quedado un poco en el olvido. Es un detalle clásico que, al regresar, resulta muy efectivo».
Carpenter explica que la inspiración del tema de la película se remonta a su infancia: «Mi padre me enseñó a tocar los bongos en 1963. Me enseñó un ritmo 5/4: ba, ba, ba, ba, bop, bop, que a lo largo de los años tuve en la cabeza. Lo que hice fue tocarlo al piano moviendo algunas octavas y listo. Es muy simple, pero es tintineante y no puedes sacártelo de la cabeza. Pensé que sería perfecto para la película.
Green se muestra de acuerdo con los productores al hablar de esta sencillez. «El tema original que John compuso casa a la perfección con la película», asegura. «Es una serie de notas casi infantil. No necesitas que la música te indique cómo sentirte. Es como Tiburón, que tiene en la banda sonora ese toque repetitivo sencillo, de ida y vuelta. No necesitas ruido, acentos ni accesorios cuando cuentas con un material tan simple y crudo. En esencia, hace que te cagues de miedo».
El director comenta la aportación de Carpenter como compositor a la nueva película: «Una cosa es hacer algún derivado del icónico tema de La noche de Halloween o encontrar a un gran director de orquesta y dejar que use su libertad creativa y haga su propia interpretación. Pero, tras contar con John como colaborador en la creación de la narración —más el reparto y el diseño de la producción—... la guinda del pastel ha sido tener su firma para esta banda sonora. Lleva toda la vida tocando en directo, recientemente ha ido de gira con su hijo Cody y Daniel Davies. Los tres se han unido para crear una “banda sonora de John Carpenter” para nosotros, algo que solo pasa una vez en la vida».
Carpenter dio la bienvenida a la oportunidad de «entrar en la mente del director» y dar vida a sus ideas en común acerca de guitarras contenidas, escurridizas percusiones electrónicas y siniestros temas de piano. El propio Carpenter explica su proceso creativo con la música de la nueva versión de LA NOCHE DE HALLOWEEN: «El primer paso que mi hijo, mi ahijado y yo dimos fue tomar el MIDI de la banda sonora original, para poder trabajar con las notas y las sensaciones. Entonces, aplicamos nuevos sonidos de sintetizador para actualizarlo y hacer que sonara diferente al original. Entonces comenzamos a poner música al montaje, comenzando con el logo de Universal». Reflexiona un instante antes de seguir. «Para mí, la música es improvisación. Hay un par de cosas que planeamos con antelación y funcionaron, pero la mayoría de lo que aparece en pantalla es improvisado».
A Carpenter le alegró que sus compañeros de formación tuvieran la oportunidad de crear su primera banda sonora junto a él. «Daniel, Cody y yo hemos grabado tres discos juntos, así que se nos ocurrieron nuevas cosas y formas diferentes de hacer las cosas. Fue muy emocionante para mí», resume el cineasta y músico. «Tengo la oportunidad de trabajar con mi familia, cosa que a mi edad es una gran alegría. Y lo hago, además, con los temas originales de La noche de Halloween, reinterpretándolos. Ha sido muy divertido».
Con la producción ya terminada, Green reflexiona acerca del camino que ha recorrido su equipo con LA NOCHE DE HALLOWEEN. «Conozco desde hace 25 años a muchas de las personas que han participado en el proceso creativo de la película. Con ellos he cultivado mi estética y mi conocimiento cinematográfico. Esta era nuestra primera película de terror, por lo que todos nos pusimos manos a la obra con muchas expectativas, energía y optimismo respecto al resultado que podríamos obtener».
El director concluye que el cariño y el respeto que recibieron de sus ídolos creativos quedarán en su recuerdo para siempre. «Fue contagiosa toda la energía positiva que hubo en la producción. Los actores la notaron, es una energía que surge de la oportunidad que hemos disfrutado para hacer esta película. Todo el mundo realizó su trabajo con el máximo empeño y cariño posibles».
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