Para un actor que se prodiga tan poco como Daniel Day Lewis (con una veintena de películas en los más de treinta años que lleva dedicándose a la interpretación), tener dos Oscars es un gran respaldo. Si el segundo lo lograba en 2008 por "Pozos de ambición", el primero se lo dejaba hace bastantes más años gracias a su magistral interpretación de un pintor minusválido que solo controlaba su pie izquierdo.
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