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CRITICA
Por: PACO CASADO
Cuando una producción tiene éxito suelen surgir los remakes realizados por otras cinematografías como ocurre aquí con la española 'Sentimental' (2020), con la versión francesa convertida en 'Una cena y... lo que surja' (2024)
Sophia, que lleva mucho tiempo casada con Xavier, tienen una hija de quince años que estudia en Londres y regresa a casa cada quince días.
Sophia invita a cenar a sus jóvenes vecinos, recién llegados, del piso de arriba del suyo.
Ella es agente inmobiliario y él profesor de música en un conservatorio y da clases particulares.
El marido se entera de la cita cuando vuelve de pasear al perro, lo que no le sienta nada bien que su mujer no le consultara si le parecía bien o le cuadraba en su agenda, no obstante la cita sigue adelante, no se suspende.
Para ello Sophie ha preparado una pierna de cordero al horno.
La pareja del piso de arriba la componen Alban y Adèle, que son muy abiertos en las expresiones de lo que piensa cada uno.
Ella es psicóloga de animales y él piloto de líneas aéreas de bajo coste.
Mientras se rompe el hielo, la velada se desarrolla con una cascada de revelaciones, dejando al descubierto los entresijos de las relaciones.
Sophie y Xavier están un poco harto de escucharlos cuando hacen el amor de una manera un tanto escandalosa, pero ellos no tienen reparos en reconocerlo e incluso comentan que a veces lo hacen en grupo a lo que les invitan si les apetece.
El encuentro terminará con el reconocimiento de Sophie acerca de su matrimonio.
El ingenioso guion de esta película está basado en el del film español 'Sentimental' (2020) dirigido por el catalán Cesc Gay, que a su vez se basa en la obra de teatro del propio director, titulada Los vecinos de arriba estrenada en Barcelona en 2015.
Hay que reconocer que las dos películas tienen la misma base teatral, y en este sentido no salen del apartamento de Sophie y Xavier
La verdad es que en cuanto a la identidad de los personajes se han cambiando las profesiones, los nombres e incluso digamos que la forma de pensar y actuar mucho más abierta en esta, ya que se exponen las ideas sin ninguna cortapisa y también en la puesta en escena, nunca mejor dicho, se pasa de la comedia al drama.
Se podría decir que estamos ante una comedia sexual en la cual van saliendo la forma de actuar y de pensar con respecto al sexo de cada una de las parejas, incluida una sorpresa final.
La acción se limita a la actuación de las dos parejas, ya que tan solo hay una salida final de la primera ante un hecho acaecido, para dar por terminada la historia en la que se sacan a la luz verdades incómodas y no falta un punto de reflexión.
El film resulta entretenido si se admite su procedencia, con una correcta actuación de las dos parejas, cada una con su carácter, su forma de pensar y actuar, con unos diálogos ágiles y el ritmo preciso.
Tiene el inconveniente de que si se ha visto la primera ya se conoce por donde van los tiros, aunque haya algunos cambios de cosecha particular.
La realización en este caso corre a cargo de una pareja de directores, Olivier Ducray y Wilfried Méance, que comenzaron a trabajar juntos en el largometraje 'Gemelos pero no tanto' (2022) que ahora con 'Una cena... y lo que surja' (2025) hacen su segundo largo, al que dan un cierto ritmo en cuando a la planificación llevada a cabo, que al igual que el original también ha recibido varios galardones.
Premio del público, mejor película y mejor actriz Isabelle Carré en el Festival de comedia de Alpe d'Huez.
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