![]() |
|
CRITICA
Por: PACO CASADO
De todos los diplomados de la Escuela Oficial de Cinematografía, Manuel Summers es hoy día el que mejor ha sabido dar en la tecla.
Si en el comienzo de su carrera como profesional, una vez salido de las aulas, lo que hizo fue repetir sus prácticas de fin de curso, y dejaba entrever un cierto miedo, bisoñez e inexperiencia en "Del rosa al amarillo", fue mejorando con "La niña de luto" y no cabe duda que ha llegado a una cierta madurez con "El juego de la oca".
Por diversos motivos, Summers está en boca popular. Es un director del que se habla mucho, discutido por unos y aplaudido por otros, pero, aún en contra de lo que digan sus detractores, sabe lo que quiere y cómo conseguirlo.
Porque tiene conocimiento del tipo de cine que hace falta, del que es necesario y del que puede permitirle hacer lo que él pretende.
Ese cine polémico, a veces duro y a veces suavizado con su comicidad, pero siempre personal e intransferible.
Summers bajo la máscara del humor, y a pesar de ello no deja de ser un autor que hace cine realista y que con su índice acusador pone el dedo en la llaga de una realidad, por más señas, española, aunque al final no de soluciones.
"El juego de la oca" y Manuel Summers, a pesar de lo que se diga, es una película y un realizador que dignifican a nuestro cine.
Lo que en un momento se pudiera pensar que hubiera sido una historia romántica con visos rosáceos, o el folletín melodramático realizado al estilo italiano o mexicano, queda descartado de todo punto.
Porque no hay que dudar que Summers es un director inteligente, quizás agudizado su ingenio por el humor que ha practicado en multitud de revistas con sus chistes, y con una clara inspiración que hace que sea posible hacer una buena película por año, al menos, y que le sitúa a la cabeza de los realizadores jóvenes de nuestro país.
Todos los acusativos que se le puedan imputar quedan descartados desde el momento en que se plantea hacer una película propia a su persona y que nos dice todo cuanto quiere apuntar.
Desde su concepción con ese rompimiento continuado de la línea argumental con constantes flash-backs y la introducción de chistes de humor negro, su cine toma visos de originalidad.
Summers es el único que puede hacer una película seria, realista y permitirse el hacer humor entre sus escenas, humor que encaja perfectamente con el tono de la cinta, porque es la única manera de introducir la sátira, la crítica sana y jocosa, que a pesar de su negrura, pone perfectamente en evidencia, de la forma más clara, algunos aspectos de la sociedad española.
"El juego de la oca" es cine de calidad, elegante y sutil, como lo puede hacer un prestigioso director extranjero.
Tiene la belleza de los primeros planos, que marcan lo que interesa destacar, pero siempre con un buen gusto y exquisitez en su elección, que le llevan a un esteticismo agradable y fino.
Podríamos decir que se notan las dos personalidades de los guionistas, por una parte, la sutileza y delicadeza femenina de Pilar Miró, y por la otra valentía y aridez masculina de Summers.
Esto ocurre en la historia y en la forma de la película.
Hay mucho de uno y del otro. Manolo no duda en meter sus chistes y sus recuerdos de la infancia, nota común y característica de todas sus películas. Pilar da el toque elegante, con su aguda visión.
Técnicamente, la película está muy lograda, desde la excelente fotografía de Fraile, hasta la música de Olea.
Guion y dirección son de gran calidad.
En el apartado de actores es donde mejor se nota ésta, porque ha logrado que dos actores no profesionales, puesto que era para ambos su primera película, den muy bien el tipo deseado, el gesto y la matización justa.
Sonia Bruno resulta encantadora, pareciéndonos que es una actriz a la que se puede sacar mucho partido en películas próximas.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
TRÁILER'S
BANDA SONORA
CLIPS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE









































































