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CRITICA
Por: PACO CASADO
Ante la escasa producción que viene realizando Jerry Lewis en los últimos años y recordando sus mayores éxitos obtenidos durante los años sesenta, las distribuidoras españolas rellenan este hueco con algunas películas antiguas suyas que aún están aprovechables para el público español porque parecían inéditas.
Vistas prácticamente la mayor parte de las películas de la extensa filmografía de Jerry Lewis, compuesta por más de treinta películas, tan solo nueve films quedan por ser exhibidas en nuestras pantallas que, posiblemente tarde o temprano acaben por entrar por los motivos antes expuestos.
Es un actor al que se le conoce bastante bien en España y del que se ha podido seguir toda su evolución, desde sus comienzos como partener de Dean Martin, actor con el que formaba pareja, pero del que se veía claramente que era un estorbo para el mejor desarrollo de la actividad como auténtico cómico de Jerry Lewis, el mejor de los dos y el hombre de la auténtica personalidad, hasta llegar al momento de la separación en 1957 y por último a la hora de la realización, Lewis ha evolucionado de forma extraordinaria convirtiéndose en el cómico moderno más considerado por la crítica especializada y uno de los pocos que han surgido con verdadera fuerza en los últimos años en el panorama internacional del cine cómico.
Fue de la mano de George Marshall su nacimiento al cine e igualmente el momento de su independencia con "El recluta". Pero no sería este mediocre realizador el que lograría de él sus mejores producciones sino Frank Tashlin, con quien congenió perfectamente y con el que realizó los mejores títulos de su etapa bajo el mandato de un director, ya que como realizador de sus propias películas no desmereció nunca su producción sino antes al contrario mejoró aún más.
Aún recuerdan los buenos aficionados los mejores momentos de sus más grandes producciones de la etapa de los sesenta, como "Un espía en Hollywood", "El profesor chiflado", "Lío en los grandes almacenes" o "Caso clínico en la clínica", muestras antologicaa que podrán figurar con dignidad en la mejor antología del cine de humor norteamericano al lado de los clásicos.
Por ello al contemplar hoy "El jinete loco" al cabo de veinte años, es como echar la mirada atrás para ver algo que cualquier artista contemplaría con la vergüenza y el rubor de la torpeza de sus primeros pasos en la profesión.
Sin embargo se podría decir que Jerry Lewis sale airoso y dignamente de tan dura prueba.
La película hay que mirarla con ojos restrospectivos al igual que el trabajo del cómico.
Se comprueba la torpeza de Dean Martin y la falta de madurez y la toma total de su auténtica madurez, pero se vislumbra ya aquí el cómico que llegaría a ser.
Las mejores situaciones de la película son suyas, no otorgadas por el guion que lo único que hace es poner en su boca chistes más o menos facilones que, más tarde desaparecerían siendo sustituidos por la mímica y gestos de Lewis o con gags más cinematográficos aportados por Tashlin.
La película queda un poco antigua por la rigidez y la falta de flexibilidad en la dirección de George Marshall, un simple director comercial; por el vestuario, por el relamido technicolor de colores chillones que nos mueven a la añoranza de otras épocas de Hollywood; por un guion infantiloide e ingenuo con absurdas situaciones ya consabidas.
Pero sobre todo ello se divisa la personalidad de Lewis.
La ancianita película, a pesar de ello y de algunas canciones de Dean Martin, se deja ver como pieza curiosa de museo, con su falta de ritmo, sus baches de interés y sus situaciones reiteradas, proporcionando un rato de esparcimiento, pero nada más.
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