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CRITICA
Por: PACO CASADO
Con frecuencia la mujer en el cine ha sido tratada como objeto de deseo de los hombres y esto es lo que ocurre una vez más en esta comedia francesa con algunos puntos dramáticos en los que François, un tímido hombre que ha ganado más de cuatro millones de euros en la lotería, al ver a Daniela, la prostituta más guapa del barrio de Pigalle, le propone que viva con él a cambio de 100.000 euros al mes, hasta que se acabe el dinero.
En principio ella acepta, pero después vendrán otros problemas, ya que es una mujer que ejerce la prostitución por placer y no en cierto modo por dinero, que tiene a un hombre, Charly, al que ama o es su chulo al que no quiere o no puede dejar.
¿Terminará Daniela queriendo a François?, ¿Dejará a su chulo?, ¿se curará François de su dolencia de corazón?, ¿Puede una mujer de esta clase convertirse de la noche a la mañana en un ama de casa?.
Estas serían algunas de las preguntas que se podría hacer el espectador al conocer el argumento de esta comedia, a veces previsible mientras que en ocasiones da un vuelco la historia y deriva por otros derroteros, con apuntes superficiales sobre el matrimonio, el dinero, el amor, la amistad, la prostitución o la picaresca.
El teatral guión tiene un arranque original e interesante.
Bertrand Blier (66 años), que fracasó en el festival de Cannes con su anterior film Les côtelettes, parece querer terminar su película con un final de ópera, como los fragmentos de este género que utiliza a lo largo de la misma como banda sonora que es al mismo tiempo una especie de homenaje a Italia, la patria de Monica Bellucci, corazón de esta entretenida comedia, si no se le pide mucho más que eso.
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