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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras pasar por la sección de la Quincena de realizadores del Festival de cine de Cannes 2018, en el que tuvo lugar su estreno mundial y donde cosechó encendidos aplausos, aterrizó después en diversos certámenes como Palm Springs, Quebec, Sao Paulo, Tesalónica, Tolouse, Valladolid y Huelva, entre otros.
Ahora llega a nuestras pantallas esta ambiciosa y valiente producción en cuanto a sus contenidos sobre la etnia gitana.
Fue preseleccionada para los Premios del Cine Europeo, a pesar de tener la particularidad de contar con un elenco de actores sin formación en el que todos son amateurs, menos uno, que es el resultado de una búsqueda por parte de la dirección de la naturalidad, la veracidad y la denuncia de la misma.
Carmen es una joven de 17 años que vive en las afueras de Madrid con su comunidad gitana y como tal está destinada, como todas las mujeres de su raza, a casarse cuando sus padres den el consentimiento y se pongan de acuerdo las familias, a tener tantos hijos como le es posible y a trabajar para su casa cuidando a los niños y ayudándole al marido a llevar el pan al hogar.
La familia le ha buscado un novio, Rafa, y conciertan el rito de pedida de mano para hacer oficial la relación.
Esa idea cambia en la cabeza de Carmen cuando un día conoce a Lola de 16 años, otra chica de casi su misma edad, que piensa de manera diferente y que no se resigna a seguir la tradición que marcan los suyos, ya que sueña con estudiar y algún día poder ir a la universidad.
Entre tanto eso es posible mata el tiempo con una de sus habilidades que se le da bien, dibujando pájaros haciendo grafitis, que es como una metáfora sobre la deseada libertad.
Para Carmen al conocer a Lola le descubre un mundo diferente, al tiempo que despierta en ella una atracción sexual hacia su amiga que inevitablemente es repudiada por sus familias.
El rechazo a la homosexualidad en la comunidad gitana es retratado en esta historia de las dos jóvenes adolescentes que se enfrentan a los tabúes de sus familias para poder consumar su iniciado romance, de forma atrevida por parte de su guionista y también directora, con una primera parte casi documental con la presentación de los personajes y la comunidad gitana.
Ellas intentan rebelarse contra el destino que le es impuesto tras generaciones enfrentándose a los tabúes, a los prejuicios sociales y al rechazo de sus propias familias para vivir su amor por encima de todo.
Desde el primer momento en que Arantxa Echevaría comenzó a pensar en la idea de realizar su primera película en solitario, ya que anteriormente había codirigido con Heidi Lee Douglas '7 from Etheria' (2017), lo tuvo claro que este sería el tema, pero no se trataba de juzgar, ni de tomar partido, siendo respetuosa con la actitud de los personajes y la cultura de ese pueblo con este bello alegato a favor de la diversidad sexual.
La idea le surgió al conocer la noticia de la primera pareja de mujeres gitanas que se casaban en España, algo que sucedió en Granada en el año 2009, y pronto se puso a escribir el guion.
Ha sido muy criticada por su retrato de la comunidad gitana ya que está llena de estereotipos poco positivos para los miembros de esta raza, lo que no quiere decir que no esté bien tratado su argumento, ya que a lo largo del mismo expone el machismo de esa etnia sobre la mujer, siempre reprimida por tradición, siendo el lesbianismo un tabú para ellos algo que desde siempre no sólo no admiten, sino que rechazan, ya que siendo homosexual se ha de salir de ese mundo.
Entre lo mejor y más destacable de este film está el trabajo interpretativo de las dos protagonistas de este drama, Rosy Rodríguez y Zaira Romero, actrices no profesionales, que encarnan respectivamente a Carmen y a Lola, que han sido valientes por lo que de rechazo de su comunidad les pueda sobrevenir.
Arantxa Echevaría ha sido atrevida al afrontar este tema y ha logrado una luminosa y fluida puesta en escena, a pesar de sus limitaciones, que lleva a buen puerto el logro de esta interesante cinta que sin duda será rechazada por los gitanos.
Ganadora de cuatro premios Feroz: mejor película dramática, dirección, guion y trayler. Tres premios en el Festival Toulouse Cinespaña: Violeta de oro a Arantxa Echevarría, premio del público al mejor film y a mejor actor Moreno Borja. Premio Dunia Ayaso en la Semana de cine de Valladolid.
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