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CRITICA
Por: PACO CASADO
No son frecuentes en el cine español las cintas policíacas, como ocurre en el americano, de gran tradición, o en el francés que también lleva mucho tiempo haciendo esta clase de cine.
Sin embargo Imanol Uribe para esta su cuarta película no tuvo reparos en hacerlo.
Después de dejar atrás su primera etapa de cine político, con 'El proceso de Burgos' (1979), 'La fuga de Segovia' (1981) y 'La muerte de Mikel' (1984), trabajó con Ricardo Franco esta idea de un drama de la maduración de una mujer, Beatriz, una chica de buena posición social, abogada, a la que no le ha faltado nunca de nada y acostumbrada a vivir en la margen derecha de Bilbao, mientras que ignoraba el otro lado de la ría industrial, donde conoce a un paria de la sociedad, un mecánico, que se ve implicado en un asunto de drogas, al que ha de defender de oficio y del que se enamora.
Esto hará que conozca otra vida, otras gentes, a personas marginadas que se juegan la vida a diario, que luchan por salir del fango o que viven agusto en él.
Pero un día la pequeña (apelativo cariñoso que le dice siempre su padre cuando habla con ella por teléfono), se ha hecho adulta, y a pesar de haber sido engañada, desea seguir hasta el final.
El film tiene una buena factura, una correcta dirección de Imanol Uribe y un buen trabajo de los actores.
Ana Belén se ve bien respaldada por Fabio Testi y Marcel Bozzuffi. Se le saca un buen partido a la ciudad bilbaína y ayuda el clima húmedo para esta historia trágica.
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