Esta es una anécdota que le ocurrió al actor Robert Donat, quien comenzó en el mundo del cine en 1932, finalizando su carrera artística en 1958.
El actor Robert Donat acababa de obtener un gran éxito y junto a él se sentaron amigos y compaleros en una cena de homenaje. Al final, se le pidió que hablara. Y dijo, entre otras cosas: "Si se me permite, voy a aceptar este homenaje, que no me merezco, en nombre de tantos y tantos como lo merecen y nadie se lo ofrece.