28 Octubre 2021. Los dos primeros títulos retratan la realidad social de los países de sus directores, Palestina e Irán; el tercero, habla sobre el reencuentro de un joven con su propia identidad.
La 66 Semana Internacional de Cine de Valladolid, Seminci, continúa con las presentaciones de películas a concurso en Sección Oficial. Así, han atendido a la prensa el palestino Hany Abu-Assad, director de 'Saloon Hud'; la tunecina Leyla Bouzid, que firma 'Une histoire d’amour et de désir' (A Tale of Love and Desire), y los iraníes Behtash Sanaeeha y Maryam Moghadam, que codirigen 'Ghasideyeh gave sefid' (Ballad of a White Cow). Los dos primeros lo hacian en el Salón de los Espejos del Teatro Calderón, sede del festival, mientras que Sanaeeha y Moghadam han participado por videoconferencia. Los tres títulos tienen su estreno en España en el marco del festival vallisoletano.
'Saloon Huda', coproducción entre Palestina, Egipto, Países Bajos, Catar y EEUU, cuenta la historia de Reem, una joven que ve comprometida su integridad debido a un chantaje que trata de obligarla a traicionar a su pueblo, Palestina, en favor de Israel. «Es una historia real que conocí hace 20 años y que rondaba mi cabeza desde entonces, pero los personajes son de ficción», ha explicado Hany Abu-Assad. «Quería abordar temas de la sociedad palestina que causan mucho daño, como la situación de la mujer», ha comentado, «y hablar de cómo ese daño se puede aminorar».
El director ha estado acompañado por las dos protagonistas del filme, Manal Awad y Maisa Abd Elhadi. «Contacté con ellas antes de empezar a escribir el guion, porque no iba a llevar a cabo la película sin la aceptación previa de ambas», ha asegurado Abu-Assad. «Manal es una estrella en el país», ha dicho, «pero suele hacer comedia y quería pasarla al drama». «Cuando Hany me llamó, no podía creérmelo, me alegré mucho, pero tanto el personaje como la grabación fueron muy difíciles», ha reconocido Awad. Sobre su compañera, el cineasta ha afirmado: «No hay persona con más atrevimiento en el país, tanto a nivel emocional como humano, por eso fue mi elección». La intérprete, por su parte, ha confesado que vio este trabajo como «un punto de inflexión» en su carrera.
En el Salón de los Espejos estaba también el distribuidor de la película, Daniel Bajo, que ha anunciado que el filme aún no tiene fecha de estreno en España: «Seguramente sea a principios de 2022, porque la situación del cine de autor sigue siendo complicada, el público no ha vuelto a las salas tras el verano y esperamos una fecha más adecuada».
'El perdón' (Ghasideyeh gave sefid) es el retrato de una injusticia: la que vive Mina, una mujer cuya vida da un giro de 180 grados cuando se entera de que su esposo Babak era inocente del crimen por el que se le ejecutó. Mina es, precisamente, como se llama la madre de Maryam Moghadam, que además de codirigir el filme y firmar el guion junto a su pareja, Behtash Sanaeeha, es también la protagonista. Para ella, es su ópera prima; para él, supone su segundo largometraje.
«La película no se basa es la historia de mis padres, pero hay un sentimiento propio de trasfondo, porque a mi padre le mataron por motivos políticos y crecí con ese dolor en mi familia», ha comentado Moghadam. «Hemos investigado mucho sobre el tema, hemos hablado con muchas familias con seres queridos a los que han matado por razones políticas o religiosas, porque queríamos entender su sufrimiento», ha explicado Sanaeeha, «hablamos incluso con abogados que han llevado casos de pena de muerte y hemos abierto muchos archivos, para que en la película se muestre lo que realmente ocurrió y ocurre en Irán». El director también ha señalado que el título original de la película «es simbólico, viene de un versículo del Corán sobre el perdón, que es el versículo de la vaca, un animal que en otras culturas que no son la persa es un símbolo especial que hay que respetar». En la película, los directores muestran a la protagonista «a medio camino entre el perdón y la venganza».
«Este tipo de historias se cuentan más desde el punto de vista de la mujer, y yo quería contar cómo lo vive un chico, quería mostrar su fragilidad, su miedo ante el descubrimiento de este amor y este deseo», ha señalado Leyla Bouzid sobre su segunda película, Una historia de amor y deseo (Une histoire d’amour et de désir). Ese chico es Ahmed, al que da vida Sami Outalbali, que conoce a Farah cuando ambos, de 18 años, comienzan a estudiar poesía árabe en La Sorbona. Él es francés de origen argelino. Ella, interpretada por Zbeida Belhajamor, presente también hoy en la rueda de prensa, acaba de llegar a París desde Túnez. Él se enamora de ella, pero intenta reprimir su deseo. «Hacía falta una pareja con mucha química, para que el espectador esté deseando que se junten», ha apuntado Bouzid, «y por eso toda la película es un juego muy visual de luces dirigido a transmitir esa sensualidad».
«Una historia de amor y deseo se narra desde el punto de vista de Ahmed, que no tiene ninguna conexión con Argelia», ha explicado la directora, «nunca ha estado allí, ha construido su identidad de una forma un poco artificial y a lo largo de la película la va reconstruyendo de alguna manera, se da una conexión entre su pasado y su presente». Una conexión que se refleja también en la relación de Ahmed con su padre, un periodista obligado a huir de Argelia por motivos políticos. Ese descubrimiento de sí mismo lo hace Ahmed, en parte, «a través de una literatura árabe de amor y disfrute, de autores de época medieval, que es desconocida hoy en día para la mayoría de los jóvenes».
Sobre su personaje, Belhajamor ha explicado que «ella ya ha descubierto la libertad en Túnez, pero llega a París con ganas de no ponerse ningún límite y vivir la vida hasta el final». Es una apasionada de las letras, quiere ser periodista, por eso va a La Sorbona, y ya conoce parte de esa literatura árabe, pero cuanto más lee, más quiere descubrir».
