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Titulo original: How The Grinch Stole Christmas
Año Producción: 2018
Nacionalidad: EE.UU.
Duración: 86 Minutos
Calificación: Autorizada para todos los públicos
Género: Animación, Drama, Fantasía
Director: Peter Candeland, Yarrow Cheney
Guión: Michael LeSieur. Basado en los personajes creados por el Dr. Seuss
Fotografía: En color
Música: John Powell
FECHAS DE ESTRENO
España: 30 Noviembre 2018
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Universal Pictures

SINOPSIS

El Grinch es un vecino gruñón que vive en las montañas y el cual traza un plan para arruinar las Navidades de los vecinos del pueblo cercano...

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Animación

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EN BUSCA DEL GRINCH...
    Es justo decir que nadie estaba mejor preparado para convertir EL GRINCH en una película de animación en 3D que el director general de Illumination Chris Meledandri. No solo ha conseguido adaptar con éxito otros dos libros del Dr. Seuss como largometrajes – en 2008, Horton; y en 2012 Lorax. En busca de la trúfula perdida – sino que su compañía, Illumination, lleva más de una década dominando el mundo de la animación con personajes dulces y subversivos e historias inesperadas, como Mascotas, ¡Canta! y, muy especialmente, Gru y sus Minions en la saga Gru, mi villano favorito, que ha recaudado más de 3700 millones de dólares en todo el mundo.
   Meledandri ya ha demostrado en numerosas ocasiones su atracción por personajes encantadores en su imperfección hasta llegar al Grinch. «Desde pequeño, siempre me han atraído los personajes con un lado perverso, sobre todo aquellos que te hacían disfrutar haciendo maldades, aunque también te encantara verlos redimirse luego», confiesa Meledandri. «En muchas películas de Illumination, se capta sin duda una temática recurrente de personajes diferentes o con carácter difícil. ¡Como el Grinch robó la Navidad! es un cuento que es parte de mi infancia. Crecí en un hogar con montones de libros del Dr. Seuss».
   Pero fue el célebre especial televisivo de la CBS —que empezó a emitirse en 1966 bajo la batuta de Chuck Jones, con la voz de Boris Karloff— lo que tuvo un mayor impacto en Meledandri. «Ese especial de Chuck Jones era uno de los signos claros de que la Navidad estaba al caer», nos cuenta. «Se convirtió en toda una tradición navideña en casa».
   Meledandri extendió esa tradición más adelante con su propia familia cuando tuvo hijos. «Las historias como la de El Grinch las compartes con tus hijos, pero disfrutándolas tú también por ese lado subversivo que tienen, ese aire rebelde. Nunca envejecen. Hay algo muy gratificante en esa clase de humor, independientemente de las veces que lo lea o de las veces que haya visto al personaje».
   La decisión de convertir la historia del Grinch en una película parecía un paso natural tanto para Meledandri como para Audrey, la viuda de Geisel. «Audrey Geisel ha sido la productora ejecutiva no solo de EL GRINCH, sino de nuestras dos películas anteriores», desvela Meledandri. «Adaptar EL GRINCH fue una decisión conjunta que tomamos Audrey y yo. Discutimos el resto de posibilidades, y nos pareció que esta era la mejor historia y el mejor momento para nuestra tercera colaboración».
   A la hora de adaptar el libro de 69 páginas de Geisel –que es esencialmente una obra de un solo acto– a una estructura en tres actos para un largometraje, Meledandri, junto con su productora Janet Healy y su equipo creativo, decidieron ahondar más en los personajes, y en particular en el personaje del Grinch, siempre manteniéndose fieles a la narrativa y la intención emotiva del libro.
   «Cuando nos propusimos expandir EL GRINCH, nos planteamos como condición irrefutable respetar lo que pensábamos que era el mensaje central de la obra», dice. «Insuflamos nueva vida a elementos clásicos del cuento para que resultaran novedosos, pero, ante todo, intentamos ponernos en el pellejo de Theodor Geisel y buscar la historia que se lee entre líneas».
   En el centro emotivo de esa intención estaba la cuestión que decidieron explorar: ¿cómo llegó el Grinch a ser como es? «Todo el proceso creativo fluyó de manera muy orgánica», dice Meledandri. «El centro de la historia es un personaje herido durante su infancia. Se ha propuesto acabar con la alegría de los demás porque a él mismo se le negó experimentarla. Y, aunque eso no forma parte del texto original, a mi parecer era lo que Theodor Geisel quería dar a entender. La manifestación de ese dolor emocional es un personaje que se ha recluido, que ha renunciado a la sociedad que lo rodea. Y hace falta la intervención del personaje más inocente y optimista que uno pueda imaginarse (en este caso, Cindy-Lou Quién), para reengancharlo a la vida, para que se abra y conecte con los demás, para que crea en el bien».
   Así fue como emprendieron un sincero viaje psicológico hacia las posibles causas de por qué un personaje decide aislarse en soledad y mostrarse tan reacio, incluso hostil, a la alegría ajena. «Lo más importante era identificar la herida emocional», dice Meledandri. «La mayor parte de nosotros sufrimos las secuelas de algún sufrimiento emocional de nuestra infancia y, a menudo, ese sufrimiento nos lleva a desarrollar mecanismos de defensa».
   «Pero claro, nuestros mecanismos de defensa no suelen ser tan extremos como condenarnos al exilio para protegernos de mayores daños. Crecer significa ser capaz de transcender finalmente esos mecanismos de superación y de abrirte a todas las experiencias expansivas que ofrece la vida, una de las cuales es, en el fondo, conectar con los demás. Esa es la trayectoria del Grinch, y lo que descubrimos contando su historia: lo vimos de niño, sufriendo una herida emocional, vimos como reaccionaba a eso y conectamos esa reacción con el personaje que nos encontramos de adulto. Así le explicamos al público por qué llegó a ser como es. Y, de este modo, es fácil congraciarse con el Grinch. Podemos llegar a entender por qué así. Y nos brinda la oportunidad de curarlo en el transcurso de la historia».
   Igual de importante resulta ser conscientes de que los otros personajes de la película no conocen el pasado del Grinch. Como es una historia de perdón y redención, los Quién tienen en último término que perdonar al Grinch no solo porque entienden su dolor, sino por una razón mucho más generosa.
   «Lo perdonan, básicamente, porque él se lo pide», dice Meledandri. «No necesitan una explicación elaborada de cómo llegó a ser como es para sentir que se ha ganado el perdón».
   El resultado, nos cuenta Meledandri, es una película con un mensaje que toca el corazón y permanece contigo mucho tiempo después de salir del cine. «Como he visto la película durante el proceso de creación, me encanta la sensación de esperanza que te deja. Y llegar a ese sentimiento significa que el personaje ha trascendido muchas de las cosas que lo estaban anclando: el deseo de protegerse de sufrir daños y rechazo. Acaba echando abajo ese muro de maldad que él mismo ha erigido».
   Para Illumination era muy importante proteger esos elementos de la historia que resultan menos digeribles, haciendo además relevante en la actualidad una historia de hace sesenta años. «Uno de nuestros primeros desafíos fue mirar la historia a través de los ojos de un mundo moderno», dice Meledandri. «Por un lado, queríamos que la narración permaneciese intemporal. Pero Geisel era un tipo muy consciente de su sociedad moderna. No era la típica persona anclada a un periodo histórico del que nunca se desviaba. A medida que la cultura evolucionaba, también lo hicieron las referencias visuales de su obra. Por eso hemos tratado de alcanzar este equilibrio entre los temas modernos y relevantes, y tocar aspectos de la vida contemporánea sin comprometer la naturaleza clásica de los planteamientos».
   Villa Quién, por ejemplo, ha sufrido una importante actualización, pasando de ser una aldea bastante insulsa a una pequeña ciudad totalmente desarrollada, moderna y tridimensional, con su propia tienda de alimentación, autobuses y otros transportes automatizados (y lugareños corriendo para cogerlos). Tiendas y negocios de todo tipo llevan a cabo su actividad en mitad de la magia y la fiebre de las fiestas. Hay luces que brillan y resplandecen como nunca. Los típicos grupos cantando villancicos han pasado a ser artistas a capela. Los Quién tienen ahora trabajos reales y, a veces, se las ven y se las desean para llegar a fin de mes, como es el caso de Donna Quién, madre soltera, que está criando sola a sus pequeños gemelos y a su hija Cindy-Lou, cumpliendo con los extensos horarios de su trabajo y con turnos de noche.
   Pero, en mitad del bullicio, Meledandri y el equipo estaban decididos a seguir escuchando el latido emocional de la historia que, en muchos sentidos, es aún más relevante en la actualidad de lo que era hace 60 años. «Creo que estamos viviendo una época con más desafíos presentes que cualquier otra que yo haya conocido; desafíos que podrían fácilmente convertirte en una persona cínica o darte la sensación de que no hay esperanza alguna», dice Meledandri. «Sin embargo, la clave para afrontar esos desafíos es conservar de algún modo el optimismo, sentirse conectado y buscar y abrazar la alegría. Y eso ocurre cuando conectas realmente con la gente a tu alrededor. Me atrae contar historias que animan a conservar la esperanza, sean cuales sean las circunstancias inmediatas. Por eso, espero que la película conecte con el publico y, de algún modo, fomente esos sentimientos en el corazón de todos».
   Ese mismo deseo lo comparte su compañera productora, Janet Healy. «Espero que la gente se sienta inspirada y esperanzada cuando vea esta película», dice. «Creo que habla mucho en favor de la importancia de nuestras familias, de las comunidades, de la inclusión, y de aceptar la diversidad entre nosotros. Con actos de compasión y bondad podemos mejorar enormemente las vidas de los demás y podemos cambiar el mundo a mejor. El mensaje de que el perdón tiene una capacidad redentora y de que la generosidad es transformadora es válido no solo para las fiestas navideñas, sino para todos nosotros, durante todo el año».

LOS DIRECTORES...
   Para el equipo de dirección, Meledandri y Healy eligieron a dos directores, Scott Mosier y Yarrow Cheney. Ambos debutan con EL GRINCH dirigiendo una película de animación. «Es bastante habitual en Illumination; ya hemos brindado a muchos directores su primera oportunidad», dice Meledandri.
   Cheney lleva trabajando con Illumination desde su fundación, comenzando como diseñador de producción de la primera película del estudio, Gru, mi villano favorito. Luego pasó a ser codirector de Mascotas, y también dirigió uno de los famosos cortometrajes del estudio, Minions: Cachorro. «Tiene una imaginación visual increíble, cosa que se hace evidente a lo largo de toda la película», revela Meledandri. «No es solo su sentido del diseño, sino su don para ver cómo la narración visual puede funcionar en conjunción con el aspecto verbal».
   Mosier, en contraste, procede del mundo de la acción en vivo, y ha trabajado con la productora de Kevin Smith View Askew en películas como Clerks y Persiguiendo a Amy. «Scott afrontó una breve prueba de fuego en el mundo de la animación cuando convirtieron Clerks en una serie de animación de Disney», apunta Meledandri. «Creo que exponerse a la animación siempre le ha intrigado. Aunque ejerce de productor desde hace tiempo, es en realidad un cineasta por derecho propio. Es un profesional del montaje y un maravilloso narrador. Además, acaparó cierta experiencia produciendo animación antes de venir a trabajar con nosotros. Me pareció que haría muy buen equipo con Yarrow, y la verdad es que se han complementado a las mil maravillas».
   Para Mosier y Cheney, El GRINCH ha resultado ser el trabajo de sus sueños, en muchas facetas diferentes. «Ver al personaje del Grinch descubrir la alegría, la compañía y la familia, en definitiva, todo lo que había rechazado, es una historia muy potente», dice Cheney. «Y si envuelves eso en Navidad, nieve y todo el jolgorio de Villa Quién, junto con el diseño de todo un mundo, obtienes como resultado algo verdaderamente mágico. Me encanta la Navidad, así que pasar años haciendo una película de Navidad ha sido para mí un auténtico placer. Ha sido una maravilla participar en esto».
   Mosier considera que el proceso le ha ayudado a renovar su admiración por la obra original del Dr. Seuss. «Su mundo es increíble; y no hablo solo del mundo de EL GRINCH, sino del mundo del Dr. Seuss en general: el ritmo, las extrañas criaturas, los mundos inventados y todo eso», afirma Mosier. «Por eso, tener la ocasión de construir nuestro mundo con ese material y sumergirme en todo eso... era algo que no podía pasar por alto».
   Según Healy, ese espíritu de colaboración en equipo es lo que hace que los años de duro trabajo en una película como EL GRINCH resulten tan gratificantes. «Hace falta una comunidad de muchos magos creativos y técnicos para llevar a la pantalla estas películas», nos dice. «Cada día de trabajo vemos los asombrosos resultados que produce el talento de los cientos de personas que componen este equipo técnico, que hacen posible actuaciones e imágenes mucho mejores de lo que nunca hubiéramos podido imaginar. Cada artista añade algo totalmente único y el efecto acumulativo es un regalo para los sentidos, que se presentaba ante nuestros ojos a diario a lo largo de toda la producción».
   «También hacemos estas películas para nosotros mismos, además de para niños y adultos de todos los países del mundo», dice. «Vemos las imágenes miles de veces, una y otra vez, e incluso después de tantas pasadas seguimos riéndonos de los chistes, nos conmueven las actuaciones y seguimos asombrándonos con las imágenes. Es fabuloso trabajar en películas en las que están implicados tantos grandes artistas, y es un inmenso privilegio diario tener como trabajo el hacer películas que hacen sonreír a los niños cuando recuerdan los mundos imaginarios que hemos creado»

EL DISEÑO...
Filosofía y concepto general:
   Tras dos adaptaciones previas de Seuss, Meledandri y su equipo ya son expertos en amoldar el estilo artístico de Geisel a la animación tridimensional generada por ordenador, pero EL GRINCH es su proyecto más ambicioso hasta la fecha. «Los desafíos que plantea convertir estos libros en un mundo de gráficos computerizados dimensionales son significativos», asegura Meledandri. «Nuestro objetivo es conseguirlo respetando el estilo artístico de Ted Geisel. Se puede apreciar en cada una de nuestras películas con la ausencia de líneas rectas. En cada punto en el que es posible sustituir una recta por una curva lo hacemos, para reflejar la obra de Geisel. En una adaptación como EL GRINCH, es inestimable contar con alguien como Yarrow como uno de nuestros directores. Es un auténtico estudioso de la obra de Geisel y comienza el proceso inspeccionando al detalle cada una de las imágenes del libro. Esas imágenes nos sirvieron de punto de partida para esta interpretación, que evolucionó a partir de ahí».
   La ambición del equipo era enorme. Las casas de Villa Quién, dibujadas mediante trazos lineares en una página del libro, debían convertirse en espacios tambaleantes, dinámicos, cautivadores, y los nuevos personajes tenían que dar la impresión de pertenecer al mismo mundo que los que el público ya conocía. «Invertimos mucho tiempo en estudiar a los personajes y, a continuación, dar con la forma de trasladarlos para que dieran la impresión de ser completamente reales y auténticos, pero sin dejar de parecerse a los de los diseños», dice Meledandri. «Es un proceso muy largo. En muchos aspectos es más complicado que comenzar de cero, porque en esos casos dispones de libertad total. Pero Yarrow es un genio en este tipo de interpretaciones. Fue determinante en nuestro modo de proceder para Lorax. En busca de la trúfula perdida. De hecho, no soy capaz de imaginar cómo hubiéramos podido hacer la película sin su enfoque artístico».

Villa Quién:
   De todos los impresionantes logros de diseño de EL GRINCH, la reinterpretación de Villa Quién es uno de los más espectaculares. «En el libro, Villa Quién consta de unas cinco casas», dice Mosier. «Nos dimos cuenta de que teníamos la oportunidad de interpretar y expandir Villa Quién para crear un mundo tridimensional por el que se moviera la cámara, para transportar al público a otro lugar».
   En el transcurso de las conversaciones sobre diseño, los cineastas articularon una visión tan precisa como vívida. «Hablamos de imaginar Villa Quién como un pueblo totalmente idílico, una comunidad de montaña vacacional y feliz. Un lugar accesible y familiar para nosotros, pero también especial de un modo único para las Quién. Que fuera un tanto extravagante y diferente», dice Healy. «Todo lo que se ve en pantalla tiene incorporados los elementos de diseño del Dr. Seuss. Estudiamos todos sus libros y todos sus dibujos para asegurarnos de capturar su lenguaje visual para los personajes, los elementos y las ubicaciones».
   Para los colores y las texturas, se inspiraron en el mundo natural (nieve, hielo, cuevas, montañas...) y adoptaron una paleta cálida, saturada, brillante y alegre. «Los Quién son gente acogedora y cálida», nos cuenta Cheney. «Por eso, su ciudad tenía que reflejar eso en las formas y las texturas de sus casas, tiendas, vehículos y jerséis navideños. También era importante que el diseño de Villa Quién marcara un contraste directo con la gélida cueva del Grinch, en el angular y solitario Monte Crumpit».
   Villa Quién es ahora una ajetreada y luminosa minimetrópolis, rebosante de colores vibrantes y esplendor visual, y sienta las bases para una visión totalmente desarrollada de la vida diaria de sus ciudadanos. «Los propios Quién inspiraron el diseño de la ciudad», dice Cheney. «A los Quién les apasiona cantar juntos, comer juntos y estar juntos, sea en trineos o en autobuses de tres pisos. Son gente muy gregaria que se reúne todos los años en la plaza para decorar con adornos artesanales un árbol de Navidad gigantesco. Tenemos la esperanza de que todo el mundo desee pasar su Navidad en Villa Quién».
   Mosier, Cheney y su equipo de animación crearon todo un modelo en 3D de Villa Quién para asegurarse de que el diseño seguía la misma lógica interna de un proyecto de planificación urbano real. «Conocemos cada rincón de la ciudad: dónde se encuentra la casa de Cindy-Lou en relación con la plaza, la entrada a la ciudad y la tienda de alimentación», dice Cheney. «Si quisiéramos, podríamos construir una Villa Quién real y tendría sentido como ciudad».
   En una de las primeras escenas, la ciudad se despierta para vivir un día brillante y soleado. Las tiendas abren. La gente se saluda. Al verlo, es posible que al público europeo le resulte dulcemente familiar. «Una de las grandes inspiraciones para Villa Quién es mi barrio en París», asegura Cheney. «Mi mujer y yo vivimos cerca del principio de una calle llamada rue Mouffetard. Pasábamos muchas mañanas tomando café en las diferentes cafeterías de la plaza o por la colina. Observábamos cómo encienden la fuente, a los vecinos paseando a los perros, a los padres dejando a sus hijos en la escuela y las tiendas más que abriendo, desplegándose en la calle adoquinada. Siempre olía a pan recién hecho y se escuchaba música de artistas callejeros. Nos parecía absolutamente mágico. Y todo rezumaba una sensación de profundidad y comunidad que nos pareció perfecta para Villa Quién».
   Aunque nuestra Villa Quién es estilizada, queríamos que pareciese real. Queremos que la gente sienta casi que puede alargar la mano y tocar ese jersey peludito, oler el chocolate caliente y los gofres, y sentir el crujido de la nieve bajo los pies».
   El impacto es totalmente asombroso. «Creo que hemos hecho una película preciosa que rinde homenaje a todo lo mágico, especial y misterioso de las fiestas navideñas», dice Healy. «Me encantaba la idea de hacer una película que pudiera capturar la alegría en estado puro que sentía en la infancia bajo el árbol de Navidad, contemplando las luces de colores resplandeciendo y el brillo de los adornos. Sabíamos que podíamos capturar esa riqueza visual única con el talento de nuestro equipo y nuestras perfeccionadas herramientas».

Artilugios, cacharros y otros chismes:
   Una de las primeras cosas que los fans notarán al ver la película es cómo la fría y solitaria cueva del Grinch se ha transformado en una guarida de varios pisos llena de cacharros y artilugios de alta tecnología. «Las cuevas, por definición, son oscuras, estrechas y nos dan miedo a la mayoría», dice Healy. «Así que fue un reto encontrar la manera de incorporar la belleza de las cuevas, con esas bonitas bandas onduladas de colores y esa iluminación misteriosa. Nos esforzamos por crear grandes espacios orgánicos que dieran paso unos a otros, con habitaciones amplias y cómodas, mitad naturales y mitad artificiales, donde el Grinch y Max pudieran tener una vida confortable juntos, a su aire, haciendo las tareas del hogar e inventando artefactos extravagantes».
   Debido a que el Grinch lleva aislado mucho tiempo, ha dado con sistemas muy ingeniosos para hacerse la vida más fácil. Por ejemplo, tiene un secador de cuerpo completo que lo convierte al instante en una bola de pelo verde y ha sido muy creativo para hacer de Max el perro-mayordomo perfecto. «Por la manera en la que hace café, yo diría que es la cafetera más complicada vista jamás, con todos esos pasos y etapas», comenta Meledandri. «Es lo que Max hace cada mañana, le lleva el desayuno al Grinch», con la ayuda de un montaplatos y un casco-bandeja. «Es claramente un artefacto creado por el Grinch».
   Los cineastas decidieron aplicar la misma estética al plan del Grinch de robar la Navidad, elevándolo a la enésima potencia. «Cuando comenzamos a trabajar en el guion, nos dimos cuenta de que, aunque sabíamos que el Grinch roba la Navidad, realmente no sabíamos cómo consigue hacerlo», reconoce Meledandri. «Pensamos que estábamos ante una buena oportunidad, por lo que comenzamos a ver el robo de la Navidad como un grandioso golpe».
   Así que, para robar la Navidad, el Grinch tendría que darlo todo. Por ejemplo, diseña una especie de helicóptero-dron para Max, que permite al perro atravesar a toda velocidad las calles de Villa Quién en una misión de reconocimiento. Y el robo en sí merece la pena ser visto. «La película tiene una secuencia casi mágica en la que es Nochebuena y el Grinch está listo para salir. Entonces le vemos pasar por todas y cada una de las casas de la ciudad en cuestión de horas», cuenta Meledandri. Como parte de su vil plan, el Grinch también crea enormes zancos extensibles y un bastón de caramelo gigante con múltiples e increíbles usos.
   «Una de las cosas que hicimos muy adrede fue convertir Villa Quién en un pueblo tan grande que pareciera imposible poder robar la Navidad en una sola noche», comenta Cheney. «La aparente imposibilidad de la tarea empuja al Grinch a ser creativo. ¿Cómo llevar a cabo este dificilísimo golpe? Pues con un trineo personalizado, la cornamenta multifunción de Max y un bastón de caramelo gigante que es como una navaja suiza. Ese bastón de caramelo es un lanza-redes, un minihelicóptero, una linterna y un garfio, y tiene unas pequeñas ruedas de menta para frenar el descenso por las chimeneas».
   Todo lo cual da lugar a una asombrosa secuencia llena de ingenio y brillantez tecnológica. «Hay muchísima acción mecanizada, todo realizado con artefactos como de cómic», explica Meledandri. «Verlo es electrizante».

EL GUION...
   Escribir EL GRINCH obligó a los guionistas Tommy Swerdlow y Michael LeSieur a integrar sin fisuras el lenguaje original de Geisel con la narración y el diálogo nuevos. Swerdlow había trabajado anteriormente con Meledandri en la película Elegidos para el triunfo, por lo que Meledandri sabía que era un guionista tan hábil para la poesía como para la prosa. «Contactamos con Tommy cuando buscábamos una nueva rima seussiana, ya que es un poeta excelente», revela Meledandri. «Empezó ayudándonos con el ritmo narrativo, hasta que terminó trabajando en el guion codo con codo con todos nosotros a lo largo de los años».
   LeSieur, por su parte, ha sido clave a la hora de crear la estructura y el rumbo de la historia. «Michael se sumó pronto al equipo y durante unos 18 meses nos ayudó con la excavación inicial, definiendo los cimientos de la película», describe Meledandri. «Estos proyectos llevan varios años de trabajo y el equipo que se forma a lo largo de ese tiempo se da cuenta de que la película es como un organismo vivo, que evoluciona».
   Para ese equipo fue inestimable la labor de Janet Healy, socia productora de Meledandri desde mucho tiempo atrás. «Hacer este tipo de películas es una tarea hercúlea y tengo la suerte enorme de contar con Janet Healy, que es una socia increíble», confiesa Meledandri. «Juega un papel vital en prácticamente cada faceta de la producción. Además, tuvimos la fortuna de que se uniera una nueva colaboradora, Latifa Ouaou, convertida ahora en una de nuestras productoras ejecutivas, que llegó para centrarse en el Grinch y aportó su maravillosa capacidad narrativa y buen ojo para los ritmos de la comedia. Ha realizado una contribución valiosísima a la película y seguirá trabajando con nosotros en muchos otros títulos».
   Healy, que vive en París, explica que ella y Meledandri han creado la alianza perfecta a lo largo de ocho películas y doce años trabajando juntos. «Nos comunicamos diariamente entre Los Ángeles y París, así que nos entendemos a la perfección», asegura Healy. «También tenemos un grandísimo respeto por nuestras habilidades complementarias. Compartimos gustos y un profundo amor por el cine: nos encanta hacer y ver películas». Juntos suman casi 80 años de experiencia, lo que les permite reconocer rápidamente los problemas y tomar las decisiones adecuadas. «Hemos desarrollado un método muy preciso para hacer que, cada semana, el material avance a lo largo del proceso de producción, por lo que siempre sabemos con qué recursos contamos y qué aspectos pueden seguir mejorando», explica Healy. «Ambos somos incansables y queremos que nuestras películas queden lo mejor posible, teniendo en cuenta la perenne limitación de tiempo y dinero. Es enormemente satisfactorio llevar los títulos de Illumination al público de todo el mundo, sin distinción por edades. Puedo decir con toda sinceridad que trabajar con Chris es un privilegio enorme, una aventura maravillosa y una alegría diaria».

LA BANDA SONORA...
   La dilatada y aplaudida carrera de Danny Elfman como compositor incluye una variedad imposible de estilos musicales y títulos —desde Bitelchús a Batman, pasando por Los fantasmas atacan al jefe, Eduardo Manostijeras, Pesadilla antes de Navidad o Spider-Man (Spiderman)—, pero hasta ahora no se había dado la casualidad de que trabajara para Illumination. «La música es la tercera pata de la historia, junto con el guion y la imagen, y para EL GRINCH imaginamos un paisaje musical que fuera totalmente inmersivo», comenta Meledandri. «Durante unos veinte años he hablado con Danny sobre una posible colaboración, pero nunca habíamos tenido la oportunidad de llevarla a cabo. Para EL GRINCH no podía pensar en nadie mejor, cuya música fuera tan evocadora que sostuviera el lado fantasioso del relato, pero que también emocionara y sirviera de apoyo a la comedia». Además de con el guion, la música tenía que mezclarse a la perfección con el estilo de la canción “Welcome Christmas” del especial de televisión y con la nueva versión de “You’re A Mean One, Mr. Grinch” y la nueva canción original “I Am The Grinch”, ambas firmadas por el rapero Tyler, The Creator.
   En otras palabras, era una misión complicadísima y Elfman encarnaba la primera y única opción. «Es un músico extraordinario y lo pasamos muy bien trabajando con él», resume Meledandri. «Mi sueño es que un día podamos hacer una proyección de la película en el anfiteatro Hollywood Bowl con una orquesta en vivo interpretando la música de Danny. Así es de buena».
   Elfman asegura que llevaba tiempo deseando trabajar con Illumination y EL GRICH parecía el proyecto y el momento ideal. «Todos los indicios apuntaban a que esta era la película que debíamos hacer juntos», asegura Elfman. «Me reuní con Chris y tuve buenas sensaciones respecto a Illumination y su visión para el film. Personalmente, además, han pasado 25 años desde que hice la música de Pesadilla antes de Navidad, que estaba inspirada en la historia del Grinch e influenciada por el ritmo y las rimas del Dr. Seuss, así que todo me parecía perfecto, como dos extremos de un círculo unidos por el mismo origen».
   De hecho, Elfman mantuvo un contacto estrecho con Theodor Geisel, el Dr. Seuss. Hace años, antes de su fallecimiento en 1991, se vio con él para hablar sobre una versión musical de su libro Oh, The Places You’ll Go. «Tristemente, nunca salió adelante, pero siento una especie de vínculo con el Dr. Seuss y su trabajo», confiesa Elfman. «Crecí con él; mi madre me leía sus cuentos en la cama y eran parte de mi mundo interior».
   Para la banda sonora, Elfman sabía que los cineastas —incluyendo a los directores Scott Mosier y Yarrow Cheney, con quienes trabajó estrechamente— querían que la música conectara tanto con la nueva versión de la canción “You’re A Mean One, Mr. Grinch” como con el clásico villancico “Welcome Christmas”, que los Quién cantan en la mañana de Navidad. Cuenta Elfman que, al comienzo, «empecé inventándome maneras de introducir “Welcome Christmas” en la banda sonora, a veces con sutileza y otras veces de manera más obvia. Terminé metiéndome en la canción media doce de veces, cosa que disfruté mucho».
   Las partes que Elfman disfrutó más componiendo fueron las correspondientes a las nuevas escenas creadas para la película, que narran la infancia del Grinch, que no fue muy feliz. «Con esas escenas de sus recuerdos fue cuando sentí que debía abrirme y componer de manera narrativa, cosa que disfruto mucho», explica Elfman. «Ese es el tipo de trabajo que realmente me emociona». Se detiene y, tras una carcajada, añade: «Ya sabes, algo que sea muy triste».

“You’re A Mean One”:
   Los cineastas tenían claro que no querían cambiar el icónico villancico navideño de los Quién, “Welcome Christmas”, pero sí deseaban innovar para las nuevas generaciones con la otra canción memorable del especial de televisión, “You’re A Mean One, Mr. Grinch”. «Queríamos mantener las raíces de la canción, pero crear una nueva versión que sintiéramos como nuestra», describe Meledandri. (Un dato curioso: Boris Karloff no fue el intérprete de la canción original, como muchos creen, sino el actor de doblaje Thurl Ravenscroft, más conocido por prestar su voz al tigre Tony en los anuncios de los Frosties de Kellogg’s).
   Con esa idea de modernizar la canción, Meledandri y el resto del equipo se pusieron en contacto con el afamado músico, artista y productor Tyler, The Creator. «Tyler, The Creator es un artista que me encanta y el colaborador perfecto para Illumination», asegura Meledandri. «Es increíblemente visual y le interesan las mismas cosas que amamos aquí, como el carácter y el color. Tiene un sentido increíble del color, la forma, la silueta y la melodía».
   Elfman se quedó impresionado. «Pensé: “Guau, interesante elección”», reconoce. Más adelante trabajaría con Tyler para coordinar los temas musicales y el ritmo del film con su canción. «Me reuní con Tyler y me dije: “Esto va a funcionar, sí”», rememora. «Cuando presentó su canción, pensé en todas las maneras en las que podría hacer los arreglos para que funcionara bien en la película».
   Los directores Mosier y Cheney y la productora ejecutiva Ouaou compartían el entusiasmo de Meledandri y Elfman, especialmente porque suponía una nueva experiencia para el músico. «Estaba aventurándose en un terreno desconocido para él», explica Meledandri. El resultado, “You’re a Mean One”, hará que la canción sea relevante —y muy atractiva— para toda una nueva generación. «Es la primera nueva canción de la película», dice Tyler. “Y eso mola”.

“I Am the Grinch”:
   El plan inicial era que Tyler solo escribiría una nueva versión de “You’re a Mean One” para la película, pero el rapero estaba inspirado y compuso otra canción completamente nueva, “I Am the Grinch”, que acompaña los créditos finales del film. «El plan era hacer una canción, pero al final les di más y parece que les gustó», comenta Tyler. «Espero que las canciones encajen bien en la peli».
   Sí que encajan. «Es un tipo increíblemente creativo», asegura Elfman, que fue el primero en escuchar el nuevo tema. «Fui a su estudio a trabajar con él en otras cosas de la película. Me dijo: “Oh, esta mañana he escrito esto” y me tocó la canción. Yo respondí: “Dios, ¿has hecho esto esta mañana? Es genial”».

LOS PERSONAJES...
El Grinch - Benedict Cumberbatch:
   «Cuando nos propusimos elegir a un actor para dar voz al Grinch, sentimos que el baremo estaba muy alto», dice Meledandri. «Queríamos que el elegido fuera alguien que le brindase una credibilidad inmediata a la película; alguien que, en cuanto el público supiera de él, reflejara la ambición y la calidad del proyecto. No sabíamos si Benedict Cumberbatch estaría interesado en el papel, pero tan pronto como empezamos a escuchar su voz mientras mirábamos las imágenes del Grinch, nos dimos cuenta de que nos proporcionaba una versión totalmente inconfundible del personaje; una versión con mucha humanidad y que, al mismo tiempo, podía mostrar una faceta cómica y malvada».
   El Grinch de Cumberbatch es más gamberro que cruel, más cascarrabias que malvado. Su motivación para robar la Navidad no es castigar a los Quién, sino simplemente detener toda la locura en torno a las fiestas para no tener que lidiar con ello. Y se enfrenta también a sus propios problemas. Se siente acosado e importunado por todo el caos de las Navidades. Sin embargo, se ve obligado a bajar a Villa Quién porque se queda sin comida. Había acumulado suficiente para pasar las fiestas sin comprar, pero el estrés de la Navidad lo lleva a comer compulsivamente hasta dejar su despensa vacía. A diferencia de lo que ocurre en el especial de televisión de 1966, la relación con su perro Max no sigue una dinámica amo-sirviente, sino que es más bien una amistad fiel, aunque la autoridad esté un poco descompensada. (Este nuevo Grinch es mucho más aseado y tiene una higiene dental mucho mejor).
   «Se trata de un personaje que la gente a su alrededor siempre ha percibido como una especie de proscrito», dice Meledandri. «Pero una de mis partes favoritas de nuestra versión de la historia, representada además en las imágenes originales de Theodor Geisel, es la noción de que este personaje elige vivir exiliado. Se opone a todos cuanto lo rodean y desea robarles su momento más feliz del año, pero al final de la historia hay sin duda perdón y redención para el personaje. Esos dos elementos, perdón y redención, son piezas clave de nuestras culturas y sociedades, pero a veces los perdemos de vista».
   Cumberbatch se sintió atraído por el papel por dos motivos, principalmente. El primero, según él, es que Illumination estaba detrás del proyecto. «Tienen en su haber montones de películas fabulosas, películas que son ingeniosas, graciosas, conmovedoras y llenas de bondad», dice. «Con esta película, querían honrar el respeto que sentían por el libro original, al igual que yo. Y es fabuloso colaborar con ellos».
   La segunda razón era la decisión de los cineastas de ahondar en la historia de trasfondo del Grinch y su formación psicológica. «Para mí era importante que contáramos la historia de alguien que se comporta de ese modo por algo, que antes no era así», cuenta Cumberbatch. «En cuanto entiendes por qué la Navidad le resulta dolorosa, puedes ponerte un poco de su lado». Además, confiesa que interpretar al Grinch fue muy divertido. «Creo que a todo el mundo le hace cierta gracia cómo se comporta el Grinch, ese carácter tan cascarrabias y gruñón», admite. «Es divertido, y esperemos que eso sea lo que la gente recuerde de este Grinch. Es muy ingenioso y consciente de sí mismo. Puede que tenga el corazón un poco frío, pero late con fuerza en esta película».
   Meledandri asegura que tanto él como los directores Mosier y Cheney no podrían estar más contentos con la actuación de Cumberbatch ni con su espíritu colaborador. «Ha sido un socio creativo de primera para Scott, Yarrow y para mí mismo», dice Meledandri. «Estamos emocionados de haber podido disfrutar de su increíble talento».

Max:
   El leal compañero canino del Grinch no habla, pero su devoción hacia su amo permite al público ver la bondad de su carácter. «La relación entre el Grinch y Max es la principal de la película», nos cuenta Mosier. «Cuando el corazón del Grinch crece al final de la película, Max es el único personaje que sabe que siempre ha habido ese potencial en el interior de su amo».
   Y, en esta nueva versión, es mucho más que una simple mascota. «Max es el mejor amigo del Grinch», afirma Benedict Cumberbatch. «Max lo es todo para el Grinch. Es su camarero, su sirviente, el que tira del trineo, un amigo, su consuelo, su compañero, su guardián, quien le da vidilla pase lo que pase. Es un perro increíblemente listo. Si hubiera muchos Max en el mundo, estoy convencido de que nuestros problemas estarían solucionados. Tiene un carácter extraordinario y, como la mayor parte de los animales, es probable que robe gran parte del protagonismo. Es adorable, y su lealtad al Grinch resulta conmovedora. Muestra una fidelidad total hacia ese miserable tipejo verde. Al final recibe su recompensa, pero es un largo camino para Max».
   Max es, en cierto modo, también un terapeuta para el público. «En el transcurso de la película, aunque percibimos que Max no comparte siempre la actitud del Grinch, se nota que lo quiere muchísimo y que está dispuesto a seguir a su lado a cualquier precio», asegura Meledandri. «Uno de los momentos más dulces de la película es cuando Max descubre, cerca del tramo final, que el Grinch le ha preparado un regalo de Navidad. Scott y Yarrow han conseguido capturar a Max como personaje, otorgándole cualidades de sabiduría y ligeramente antropomórficas, sin renunciar por ello a la realidad de que sea un perro. El público lo percibe en todo momento como lo que es: su perro».

Cindy-Lou Quién - Cameron Seely:
   Tanto en el libro original como en el especial de televisión, Cindy-Lou Quién es prácticamente una bebé de no más de dos años, cuya interacción con un Grinch disfrazado de Santa Claus se reduce a cuestionar por qué Santa le está robando su árbol de Navidad en mitad de la noche. En esta nueva versión es un poco más mayor y se ha propuesto como misión atrapar a Santa para pedirle que ayude a su madre, que trabaja mucho y está muy cansada. «Queríamos encontrar un personaje que fuera la antítesis del Grinch», dice Meledandri. «Alguien que fuera increíblemente colaboradora y que encarnase el optimismo que la infancia nos concede. Es un personaje muy positivo, pero encierra cierta sabiduría también. Hablamos mucho de cómo iba a cruzarse Santa en su camino (o el Grinch disfrazado, más bien) para darle una misión e intención. Su determinación pone a estos dos personajes en sendas que sabemos que van a chocar».
   Esa colisión en último término se convierte en catalizadora del cambio (y crecimiento) que se obra en el corazón del Grinch. «Ella es quien inicia todo el proceso de transformación del Grinch», dice Cumberbatch. «Es una niña muy emocionada que representa todo lo que la Navidad debería fomentar: pensar en los demás, ser generoso y todo eso. Y acaba derritiendo la frialdad del Grinch. No piensa en ningún momento en los regalos que quiere para ella, cosa que al Grinch le impacta. Es la primera pieza del rompecabezas que le ayuda a descubrir los verdaderos motivos por los que se celebra la Navidad».
   «Cindy-Lou es la luz», dice Mosier. «Ve lo bueno de todo el mundo y quiere ayudar a su madre más que nada en el mundo. Para ella no quiere nada. Ese altruismo, ese amor, resquebraja todo lo que el Grinch pensaba de los Quién, la Navidad... De todo, en realidad».
   Para el papel, los directores escogieron a Cameron Seely, que interpretó a Helen, la hija de PT Barnum en El gran showman. «Cuando haces un casting para niños tienes dos opciones», dice Meledandri. «O eliges realmente a un niño o a alguien mucho más mayor, pero que sepa poner voz de niño. Solemos preferir optar por lo primero, pero supone zambullirse en horizontes mucho más desconocidos y realizar una intensa búsqueda. Por eso, cuando el equipo dio con Cameron, Scott respondió de inmediato a su audición vocal y se puse a trabajar intensivamente con ella. Desde el primer momento que empezó ese proceso, vio el potencial de la actriz, y vaya si acertó. El resultado es el que hubiera conseguido de una actriz profesional con quince años de experiencia, y Cameron no tiene ni diez de edad».

El narrador - Pharrell Williams:
   El narrador tiene un papel crucial en EL GRINCH, no solo para ayudar a establecer el tono de la narración, sino para crear contexto esencial alrededor de la propia historia. Es la puerta de entrada que permite al público llegar al corazón y la mente de los personajes, y a los pensamientos y sensaciones del Grinch, en particular. Cuando los cineastas comenzaron a pensar quién sería la persona idónea para cumplir ese cometido, pensaron inmediatamente en alguien como primera opción. Pharrell Williams había compuesto la banda sonora, los temas y las canciones del éxito de 2010 Gru, mi villano favorito —su primera colaboración con el estudio— y, desde entonces, había seguido colaborando con todas las entregas de la saga, componiendo incluso el temazo nominado al Oscar® “Happy” para Gru 2 - Mi villano favorito.
   «El vínculo entre Pharrell e Illumination comenzó con Gru, mi villano favorito, pero se ha acabado convirtiendo en una asociación dinámica», dice Meledandri. «Su trabajo ha jugado un papel determinante a la hora de definir la personalidad distintiva de la saga, y nuestro objetivo colectivo es seguir explorando una expresión creativa nueva para ambas partes. Ahora hemos extendido nuestra colaboración para incluir la exploración de historias que podemos producir juntos. Ha sido un proceso orgánico, dadas nuestras sensibilidades compartidas y el respeto mutuo».
   Meledandri le pidió a Williams que fuera la voz narradora de EL GRINCH, papel que hizo célebre Boris Karloff en el especial televisivo; no solo porque era la elección acertada, sino porque Meledandri sospechaba que abriría una nueva senda creativa entre el artista e Illumination. «La narración de Pharrell le brinda un alma central a la película», asegura Meledandri. «Aunque para el papel utiliza su voz natural, sé que hay incontables voces de personajes dentro de su cabeza esperando manifestarse en futuras películas. Pharrell es un consejero de confianza y un amigo de Illumination, y anticipamos muchas más colaboraciones en el futuro».
   Williams nos cuenta que la idea de que él narrase la película es enteramente mérito de la visión de Meledandri y de la fortaleza de su relación como socios. «Chris sigue viendo cosas en mí que ni yo sabía que existían», confiesa Williams. «La idea de que yo narrara la película fue suya. Nunca se me hubiera pasado por la cabeza hacer nada así. De hecho, nunca me hubiera mirado con suficiente objetividad como para darme cuenta de que podía hacerlo, pero creo que eso es lo que pasa con los amigos, con la gente que te conoce de verdad; saben tu potencial. Es alucinante colaborar trabajando con un compañero respetado».
   Aunque nunca había narrado una película con anterioridad, Williams dice que se sintió seguro por la experiencia de los cineastas que lo guiaron a través del proceso. «Me supieron dirigir para alcanzar diferentes facetas de mis emociones sin cambiar mi estilo conscientemente», dice. «Me limitada a permitir salir esas emociones en estado puro, que es algo que nunca hago porque soy productor y siempre mantengo el control. Pero he descubierto que lo mejor se obtiene precisamente cuando no tengo el control. Saca a relucir las mejores versiones de mí mismo. Chris es muy inteligente y supo verlo. Estoy muy agradecido por esta experiencia. Crecí viendo EL GRINCH en televisión todas las Navidades. Durante mi infancia en el número 1021 de Atlantis Drive, nunca pensé que algún día esa sería mi voz, la del narrador de esta nueva versión».

Bricklebaum - Kenan Thompson:
   Nadie adora la Navidad como el vecino más cercano del Grinch, Bricklebaum. «Saca de quicio a cualquiera», bromea Cumberbatch. «No, la verdad es que derrocha una alegría inagotable. Bricklebaum es la típica persona entusiasta, vivaz e irrefrenable que encarna el espíritu de la Navidad. Es totalmente opuesto al Grinch, y representa un obstáculo al deseo de aislamiento y soledad de este, lo cual acaba siendo muy irritante para nuestro protagonista cascarrabias».
   Para encontrar a un actor capaz de capturar el desbordante espíritu de Bricklebaum, los cineastas recurriendo a la estrella de Saturday Night Live Kenan Thompson. «Llevo años admirando el trabajo de Kenan Thompson para SNL, y creo que tiene una voz increíblemente inconfundible y divertida», dice Meledandri. «Tiene un don especial para personificar la comedia vocalmente. Muchos actores cómicos dependen visualmente de cómo comunican la comedia, pero en el caso de Kenan, la voz es muy potente. Es fabuloso».
   Para Thompson, el papel le permitió ahondar en su lado mas alegre. «Me enseñaron una imagen de Bricklebaum y no hizo falta más», dice Thompson. «¡Es un tiarrón tan imponente, animado, positivo, chispeante y fornido...! Con solo mirar una vez a ese grandullón, supe exactamente cómo sonaría. Además, no todos los días se tiene la oportunidad de convertirte en un personaje de Seuss, así que no tuve que pensármelo mucho».

Donna Quién - Rashida Jones:
   Donna Quién es la agobiada pero amorosa madre soltera de tres niños: Cindy-Lou y los gemelos Buster y Bean. Por más que lo intenta, no consigue levantar cabeza y, aunque trata de ocultar su estrés, su hija se da cuenta de lo mucho que se sacrifica. Donna es un nuevo tipo de madre en animación: imperfecta, anclada a la verdad de nuestros tiempos modernos, y un personaje que representa la realidad de muchos de los padres que verán la película. Dar con una actriz capaz de poner voz al personaje con autenticidad y gracia era primordial. Los diálogos de Donna pueden resultar muy sensibleros en manos de la actriz equivocada. Por suerte, los cineastas dieron con la persona perfecta. «Fuimos muy afortunados convenciendo a Rashida Jones para que interpretase el papel», dice Meledandri. «Rashida no falla. Le resulta imposible leer mal cualquier frase que le des. Simplemente mejora cada cosa que hace, y fue un auténtico placer contar con ella en esta película».

Fred:
   «Fred es uno de los nuevos personajes más inesperados que hemos introducido», nos cuenta Meledandri. Y uno de los nuevos personajes que tiene todas las papeletas para convertirse en el peluche favorito de los niños. Se trata de un reno más bien rollizo que se encuentra con el Grinch cuando este comienza a planear robar la Navidad. El Grinch intenta capturar un reno para que tire de su trineo en Nochebuena, pero, según se acerca a un gran rebaño, el balido de una cabra los espanta a todos. Bueno, a todos excepto a Fred, que justo había dado con un matojo de césped que estaba devorando.
   Al igual que Max, Fred nunca habla, pero rápidamente se convierte en un dulce complemento cómico del mal humor del Grinch. «Fred transforma el pequeño núcleo familiar que componen el Grinch y Max y se integra para pasar a formar parte de él», apunta Meledandri. «Pone tan buena intención en todo que se acaba ganado a todo el público incluido el Grinch con humor y emoción. Ya avanzada la película descubrimos algo sorprendente de Fred que implica que no puede ayudar al Grinch en Nochebuena, pero ya han creado un vínculo tan fuerte que, cuando menos lo esperamos, Fred aparece para echar una mano al Grinch en un momento crítico».

Groopert, Izzy, Ozzy y Axl:
   Groopert, Izzy, Ozzy y Axl son la pandilla de amigos de Cindy-Lou, a quienes esta recluta para ejecutar su plan de atrapar a Santa. «La pandilla de Cindy-Lou es el típico grupo de amigos que todos teníamos de niños y con los que siempre podías contar cuando querías hacer algo, sin cuestionarte», dice Mosier. Groopert es el líder y es quien ayuda a orquestar la arriesgada misión de Cindy-Lou. «Groopert es el mejor amigo de Cindy-Lou y se convierte en co-conspirador en los planes para conocer a Santa Claus», dice Meledandri. Además, tiene un rasgo muy particular que a buen seguro deleitará a los fans de todo el mundo. «Una de las cosas que más me gusta de Groopert es que tiene la mata de pelo más pelirroja que nunca he visto en un personaje de animación», añade Meledandri.
   Izzy, la pequeña del grupo, equipada con sus orejeras y una bufanda enorme para ella, «es el cerebro del grupo», en palabras de Mosier. «Es muy organizada y resolutiva. Es la que mantiene a la pandilla centrada en cada tarea y consigue que se hagan las cosas». Con sus gafas, Ozzy «es el graciosillo», nos cuenta Mosier. «Siempre anda mascando un bastón de caramelo, aunque no sea Navidad. Se mete en líos cada dos por tres, así que no le da ningún miedo implicarse en una de las misiones de Cindy-Lou». Y Axl, alto y desgarbado, es el más pachón de todos. «No se deja convencer a la primera», dice Mosier. «Pero, una vez que se decide, lo da todo. Además, como es el más alto de todos, se encarga de todo lo que requiere alzarse más de un metro del suelo».

La alcaldesa - Angela Lansbury:
   Para el pequeño pero crucial papel del alcalde de Villa Quién (alcaldesa, finalmente), los cineastas necesitaban a alguien con una voz instantáneamente reconocible; una voz que pudiera transmitir madurez, calidez y seriedad. «No era un gran papel, pero en unas cuantas escenas clave el personaje necesita hablar por toda la ciudad y representar a Villa Quién», dice Mosier. No les llevó mucho tiempo acabar pensando en cierta leyenda ganadora de un Tony, que además había protagonizado auténticos clásicos de varias generaciones, como La bruja novata, en 1971, y La Bella y la Bestia, en 1991. «Estábamos manteniendo una sesión y alguien sacó a colación a Angela Lansbury», nos cuenta Mosier. «Inmediatamente, a todos nos pareció fantástico. Absolutamente perfecta. ¿Quién podría ser mejor para dar vida al personaje?».

La cabra gritona:
   No tiene ni una sola línea de diálogo, y menos tiempo de pantalla que casi cualquier otro personaje, pero una cabra montesa con un balido particularmente horrendo es uno de los puntos más cómicos de la película. Cuando el Grinch va a la caza de un reno para que tire de su trineo en Nochebuena, su plan se ve desbaratado: sin previo aviso, una cabra comienza a balar a grito pelado para alertar a los venados de la presencia de un extraño.
   «Ya teníamos una versión de la escena con el Grinch yendo en busca de un reno, y a todos nos parecía que le faltaba algo», asegura Mosier. «Recuerdo que estábamos comiendo y alguien puso un vídeo en Internet de una cabra desgañitándose. El balido estaba mezclado con una canción de Taylor Swift, y no podíamos parar de reír». De pronto, se les ocurrió una idea y decidieron meterla en la escena, para ver lo que pasaba. «Quedó genial», nos dice. «¡Tanto, que decidimos acabar la película con ese sonido!».
   Para la película acabada, por supuesto, los cineastas les pidieron a los de Skywalker Sound que crearan un balido de cabra único; uno que, por difícil que pareciera, resultara más enervante (y gracioso) que el de una cabra de verdad. Mejor no preguntar cómo lo consiguieron. «Es un secreto corporativo de Skywalker», dice Mosier.

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