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INFORMACIÓN
Titulo original: Five Feet Apart
Año Producción: 2019
Nacionalidad: EE.UU.
Duración: 116 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 7 años
Género: Drama, Romance
Director: Justin Baldoni
Guión: Mikki Daughtry, Tobias Iaconis
Fotografía: Frank G. DeMarco
Música: Brian Tyler, Breton Vivian
FECHAS DE ESTRENO
España: 13 Septiembre 2019
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Universal Pictures


SINOPSIS

Stella es una adolescente de diecisiete años que vive pegada a su ordenador y que adora a sus mejores amigos. Pero a diferencia de la mayoria de los de su edad, ella se pasa mucho tiempo de su vida en el hospital debido a que sufre a fibrosis quística. Sus limitaciones se ponen a prueba cuando conoce a un encantador chico llamado Will que también es paciente en el mismo hospital. Ambos conectan desde el primer instante, a pesar de que las restricciones les obligan a mantener una distancia segura entre ellos...

INTÉRPRETES

HALEY LU RICHARDSON, COLE SPROUSE, CLAIRE FORLANI, PARMINDER NAGRA, MOISES ARIAS, EMILY BALDONI, PHILLIP MULLINGS JR., GARY WEEKS, KIMBERLY HEBERT GREGORY, SUE-LYNN ANSARI, IVY DUBREUIL, ARIANA GUERRA

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LA PRODUCCIÓN...
   La creatividad que despliegan ambos protagonistas para mantener viva la llama entre ambos, y los interrogantes que se plantean sobre las diferentes formas en que puede expresarse el amor, enganchó instantáneamente a los dos actores principales. Sprouse nos cuenta: «Me gusta que la historia le pregunte al público: ¿hay normas establecidas para el amor? Muchas de las cosas que pensamos del amor tienen que ver con sensaciones físicas. Es fácil dar eso por hecho para nosotros, pero ¿el amor tiene que ser siempre algo físico? ¿Y las cosas que esperamos cuando nos enamoramos, como el contacto y la proximidad, son sustituibles?»
   Richardson añade: «Las circunstancias que Stella y Will deben afrontar nos obligan a explorar la historia de dos personas que se enamoran de un modo diferente. No pueden tocarse, no pueden ni siquiera acercarse, y eso hace que la conexión entre ellos sea tan pura. Se sienten verdaderamente atraídos el uno por el otro de un modo real y emotivo, en contraste con el deseo físico que vemos en muchas otras películas.
   Ambos se quedaron fascinados por el inquebrantable espíritu de Stella y su decisión de rescatar a Will del cinismo, que conducen esta arriesgada relación a una situación que ninguno de los dos esperaba. «Es muy interesante observar que, al principio, Will es una persona que ha construido un muro a su alrededor; tiene miedo de echarle ganas a la vida porque no quiere fracasar, y es Stella quien derriba todo eso. Le ayuda a tomarse su existencia más en serio, porque la toma en serio a ella y, de pronto, la vida se convierte en algo más emocionante de lo que nunca hubiera imaginado», resume Sprouse.

LA ORIGINAL IDEA ROMÁNTICA DE JUSTIN BALDONI...
   La idea para A DOS METROS DE TI le surgió a Baldoni como muchos otros éxitos románticos: de un acontecimiento inesperado. Todo se remonta a la inspiradora serie de Baldoni de 2012 My Last Days, que dio voz a mucha gente joven que vive con graves enfermedades, pero que persiguen las mismas esperanzas y los mismos sueños que la mayor parte de la gente da por hecho. Emotiva y llena de sorpresas desgarradoramente reales, My Last Days se convirtió en la serie documental digital más vista de todos los tiempos, lo que llevó a CW a producir otras dos temporadas. Baldoni luego cambió de tercio y se convirtió en un popular actor, célebre por encarnar a Rafael Solano en la exitosa Jane The Virgin. Pero, como cineasta en pleno proceso emergente, aún sentía una irresistible atracción por contar la clase de historias de las que siempre ha querido ver más: historias de gente de a pie demostrando un coraje que, a menudo, pasa desapercibido.
   Rodando un episodio sobre la FQ, Baldoni conoció a la ya fallecida Claire Wineland, una líder de la comunidad de afectados por esta enfermedad con un entusiasmo absolutamente contagioso. Fue ella quien le concienció de las dificultades amorosas para los enfermos de FQ. «Un día le pregunté a Claire si había salido con alguien con esa enfermedad. Me miró como si fuera lelo. Me dijo: “Pues claro que no”, y yo le solté: “¿Y por qué no?”. Fue entonces cuando me explicó que los afectados por este tipo de fibrosis no pueden acercarse a más de dos metros entre sí por el peligro de transmitirse peligrosas bacterias. En cuanto me enteré, despertó en mí todo tipo de reacciones», recuerda.
   Baldoni prosigue: «Me quedé muy impactado, e inmediatamente fui consciente de la increíble suerte que tengo de poder besar a mi mujer y abrazar a mis hijos. Pero luego pensé: ¿y si esta enfermedad fuese el telón de fondo de una historia de amor destinada a pasar? Olvidemos a Romeo, Julieta y los Capuleto; ¿cuál es el mayor obstáculo que podría existir para dos personas que se enamoran? ¿Y qué podría ser mejor que contar una historia así, en tiempos con tanta presión sobre las relaciones sociales? Sentí que esta historia podía desvelar un nuevo enfoque sobre el poder del amor y la conexión humana para superarlo todo. Pero, además, presenta un desafío: ¿seríamos capaces de compartir una historia en la que sus protagonistas no se toquen físicamente y, pese a todo, hacer que el público sienta que existe contacto todo el tiempo?».
   Baldoni encontró respaldo para su idea en la oscarizada productora Cathy Schulman, que aportó su propia perspectiva como presidenta emérita de Women in Film y con un portfolio en su haber que incluye títulos como la ganadora de un Oscar® a la Mejor Película Crash. «Todos nos emocionamos mucho cuando Cathy decidió sumarse al proyecto», dice Baldoni. «Tiene mucho ojo para las narrativas sinceras y centradas en los personajes».
   Schulman asegura que se sintió atraída por el magnetismo de la protagonista y la historia de dos personas que persiguen algo que el resto del mundo se empeña en negarles, debido a sus circunstancias. «Sentí un fuerte sentido de la responsabilidad por contar esta historia sobre dos jóvenes que tratan de llevar una vida normal en circunstancias extraordinarias», dice. «Es como una nueva versión de una historia clásica en la que el amor triunfa pese a la enorme barrera interpuesta entre Stella y Will: que no pueden tocarse. El espacio es esa barrera. El tiempo. Trata de esas crudas realidades de la vida que nada puede salvar..., salvo el corazón humano. La historia nos hizo cobrar conciencia de la importancia del tacto en nuestras vidas, pero también nos recuerda que el tacto no se limita solo al piel con piel».
   Los dos guionistas, Mikki Daughtry y Tobias Iaconis, trabajaron en estrecha colaboración para perfeccionar un guion original tan cautivador que se ha convertido también en la base de un best seller con el mismo título dirigido al público juvenil (de Rachel Lippincott). «Mikki y Tobias fueron clave para llevar mi idea a otro nivel. Me siento muy agradecido por lo abiertos que se mostraron a plasmar su corazón en cada página e insuflar vida a Stella y Will», dice Baldoni.
   A Schulman le gusta especialmente el modo en que el guion captura la conexión entre adolescentes hoy en día, tanto cara a cara como a través de dispositivos. «Los jóvenes de nuestra película viven más en el mundo de las pantallas digitales que en el hospital», observa. «Es una historia que tiene lugar en teléfonos, tablets y pantallas de ordenador, reflejando de forma realista cómo conectamos en la actualidad».
   Además, Schulman estaba emocionada por otro motivo: le apasiona ver a nuevos directores embarcándose en sus primeros proyectos. «He trabajado con más de 10 directores noveles», apunta Schulman, «y siempre es una experiencia apasionante, porque es normalmente cuando los cineastas sienten una mayor libertad. En el caso de Justin, aportó su experiencia como actor, además de esa pasión procedente de su labor filantrópica en algo que conoce muy profundamente y que le emociona compartir con el resto del mundo. Su trabajo irradia esa energía».
   Baldoni espera que los personajes de A DOS METROS DE TI desvelen algo sobre lo mucho que compartimos con aquellos que viven de forma distinta. Pero también ve la película como la historia de dos personas que encuentran el modo de reinventar la noción básica de una cita y descubrir el poder que encierran en su interior en el proceso.
   «En este mundo interconectado, a menudo nos distraemos con lo superficial y lo inmediato. Espero que Stella y Will inspiren al público a respirar hondo y valorar que el amor verdadero puede manifestarse de muchos modos distintos. A lo largo de su viaje, estos heroicos adolescentes se otorgan el uno al otro algo que no valoramos lo suficiente en nuestra sociedad: un propósito y sentirse valorados tal y como son».

EN BUSCA DE STELLA...
   El quid de la producción quedó claro desde el momento en que Baldoni y Schulman comenzaron con el casting: encontrar a una Stella capaz de revolucionar el mundo de Will. Tenía que ser espontánea y suficientemente estrafalaria para ser una adolescente con montones de seguidores en YouTube, y con un carácter suficientemente fuerte como para sacar a Will de su asentada soledad.
   «Hicimos cientos de pruebas para dar con alguien que brillara con luz propia, que pudiera mostrar lo mucho que había sufrido en la vida, pero que, a la vez, irradiase una fuerza interior admirable con la que el público pudiera conectar», recuerda Schulman. «Pero creo que Justin siempre supo que Haley Lu Richardson sería nuestra Stella».
   Con una meteórica carrera respaldándola, Richardson destacó como la mejor amiga de Hailee Steinfeld en la aclamada Al filo de los diecisiete, además de protagonizar el sonado estreno del año pasado Apoya a las chicas. Baldoni conocía a Richardson desde hacía años, pero recuerda que, un buen día, la miró y lo tuvo claro: «Eso es lo que buscábamos para Stella, alguien tan llena de vida como Haley. Se me puso la carne de gallina cuando sentí esta revelación. Fue de esas veces en la vida en la tienes la convicción de hacer lo correcto».
   Cuando Richardson hizo la prueba para el papel, no quedó asomo de duda. «Me emociona enormemente que el público vaya a poder ver todas las dimensiones que Haley aporta a Stella», dice Baldoni. «Ese espíritu increíble te desarma incluso en las escenas más intensas, todo ello sin que Haley deje de transmitir una sensación muy real y cercana».
   Para Richardson, el guion fue amor a primera vista. Aunque nunca haya experimentado nada parecido a los desafíos físicos de Stella, no pudo evitar identificarse con la lucha de la protagonista por dominar su perfeccionismo e intentar impedir que sus compulsiones casi maniáticas se interpusieran en su camino. «Lo que me encanta de Stella es que lo más difícil para ella no es su enfermedad. Lo más duro es toda la presión que se autoimpone, la sensación de que tiene que hacer todo bien para la gente que la quiere y que, por tanto, necesita tener el control de todo», observa Richardson.
   Su respeto por Stella no hizo sino aumentar cuando Richardson emprendió su propio viaje de investigación para conocer a fondo la FQ hablando con otros afectados como Stella sobre sus rutinas diarias, sus ansiedades y cómo viven el momento. «Quería saberlo todo», dice. «Quería enterarme de todo lo posible. Cuando representas una enfermedad tan real como esta, sientes una gran responsabilidad por hacerle justicia», nos cuenta. «Quería conocer todas las realidades físicas y médicas, por supuesto, pero también pretendía empaparme de cómo se afronta emocionalmente el día a día. Conocer a gente que ha vivido toda su vida con FQ y mantener conversaciones abiertas y honestas con ellos me ayudó a comprender eso, y cómo va modelando todo ello tu manera de ser. Cuanto más sabía, más comprendía por qué Stella era una maniática del control; tener ese cuidado y ese orden extremo es justamente lo que le había mantenido a salvo hasta conocer a Will».
   Hay otro factor enterrado en el pasado de Stella que la ha convertido en una persona especialmente precavida: la pérdida de Abby, su única hermana; una aventurera aficionada a asumir riesgos que siempre iba en busca de lo desconocido. «Soy hija única», apunta Richardson, «pero no me puedo imaginar nada más difícil que perder a una hermana, especialmente si eres Stella. Abby era la roca a la que Stella se aferraba. A lo largo de la historia, Stella aprende a desprenderse de la culpa que tiene asociada a la muerte de Abby para poder seguir avanzando y vivir su vida».
   La propia Stella es fuente de inspiración para sus seguidores. Tiene ese don postmilenial de saber sincerarse frente a una cámara y mover a la acción a quien la ve, y lo utiliza en su canal de YouTube para que otros como ella se sientan menos solos. Para Richardson, grabar los videoblogs de Stella fue una experiencia única: «Sentí como si en otra vida hubiera podido ser YouTuber», fantasea. «¡Me lo pasé en grande creando todo ese material audiovisual! En YouTube se ven muchos vídeos muy superficiales que tienden a confundirse entre tantas otras piezas que no despiertan ningún interés. Pero Stella comparte sus experiencias personales y consigue inspirar verdaderamente a la gente. Creo que cuanto más abiertos y fieles seamos a nosotros mismos en ese tipo de plataformas, mejor».
   Aunque no es precisamente una sentimental, Stella no se opone en absoluto a enamorarse, pero tiene muy claro que nunca se enamoraría de alguien como ella. ¿Qué sentido tendría? Sin embargo, de algún modo, Will consigue superar todas esas defensas cuidadosamente perfeccionadas. A Richardson le gustó el hecho de que, lejos de saltar chispas de pasión, la primera reacción orgánica de Stella a Will fuera incluso de desdén.
   «Lo gracioso es que Stella está tan decidida a no otorgar a Will ni un ápice de su tiempo y energía que acaba pensando en él constantemente», nos cuenta Richardson, riéndose. «Cuando Stella y Will se conocen por primera vez, no podrían ser más opuestos», subraya. «Que a Will le importe un pimiento su tratamiento o responsabilizarse lo más mínimo hace que a ella le lleven los demonios. Creo que ambos se siente atraídos por lo diferente que es la otra persona, porque en el fondo saben que pueden aprender el uno del otro».
   Para sorpresa de Stella, ella misma es quien acaba teniendo la audaz y rompedora idea de restar un metro a los dos de separación que supuestamente deberían mantener. «Stella llega a un punto en el que está decidida a encontrar el modo de combinar guardar las distancias y estar juntos», explica Richardson. «Encuentra un taco de billar y lo utiliza en su primera cita. Es su modo de aceptar que, aunque tengan que estar separados físicamente, pueden tomar la decisión consciente de ser valientes y dar un paso adelante».
   Hacer que ese momento en el que Stella y Will se acercan más que nunca transmita algo visceral y muy cargado emotivamente fue especialmente importante para Richardson. «Fue todo un desafío para Cole y para mí que un momento tan poco convencional transmitiese una sensación verdaderamente romántica», nos cuenta. «Espero que los espectadores olviden dónde están Stella y Will, y simplemente se dejen llevar por la emoción y la novedad de sentirse enamorados».

EL WILL PERFECTO...
   Buscar al actor perfecto para encarnar a Will no fue precisamente sencillo. Implicaba dar con alguien que pudiera dar acceso a un joven en duelo interno consigo mismo, que fuera capaz de bordar ese ingenio despreocupadamente irreverente de un dibujante de cómics rebelde y satírico, pero que albergara esa actitud receptiva y ese anhelo que permiten que Stella tenga la opción de salvarle de su senda de lucha en solitario.
   Will pertenece a una de esas categorías de FQ que nadie quiere padecer: los portadores del grupo de bacterias Burkholderia cepacia, o B. cepacia como se conocen comúnmente. Se trata de una cepa inofensiva para la mayoría de las personas, pero que puede plantear serios problemas y empeorar los pronósticos en caso de trasplante de pulmón. Para complicar aún más las cosas, la Burkholderia cepacia se contagia fácilmente por cualquier tipo de contacto informal. De ahí la regla de que los pacientes deban mantener dos metros de distancia, ya que se trata de gérmenes que se desplazan muy fácilmente por el aire.
   Cole Sprouse es el encargado de dar vida a Will, un papel que supuso todo un desafío tras su caracterización del deslenguado Jughead Jones en la popular serie de CW Riverdale, basada en los personajes de los cómics de Archie. También es conocido por trabajar con su hermano gemelo Dylan desde que era crío, con quien protagonizó la comedia de Adam Sandler Un papá genial y en la serie de Disney Channel Hotel Dulce Hotel: Las Aventuras de Zack y Cody. Pero Sprouse cuenta con otra faceta totalmente diferente que también atrajo a los cineastas: una inteligencia y una curiosidad que lo llevaron a dejar momentáneamente la actuación para estudiar arqueología y fotografía en la Universidad de Nueva York.
   Schulman nos cuenta: «Conozco a Cole de trabajos anteriores, pero cuando volví a verlo en Riverdale me pareció que había algo en él increíblemente magnético, y le mencioné a Justin que tal vez debería tomarlo en consideración. Y, por supuesto, cuando lo conoció en persona, Justin quedó impactado. Todos creemos que Cole es una gran estrella en ciernes. Es dinámico, comprometido y la cámara lo adora».
   Baldoni añade: «Lo que me atrajo es que es inteligente, ocurrente y entiende lo que significa ser un artista. Cole es un fotógrafo increíble y sabía que conectaría totalmente con la pasión que Will siente por dibujar. A medida que crecía mi amistad con Cole, fui viendo cada vez más paralelismos entre él y Will».
   Cuando Sprouse conoció a Richardson, no le cupo duda de que iba a ser una experiencia especial. «La mayor preocupación para todo el mundo es si Haley y yo íbamos a ser capaces de evocar esa chispa entre Stella y Will sin poder tocarnos en absoluto», dice. «Pero con Haley vino todo solo. No solo tiene un talento increíble, sino que personifica todo el encanto de Stella. Y, por si fuera poco, tuvimos química desde el principio».
   Richardson dice de Sprouse: «Al igual que Will, Cole es elocuente y profundo. Fue superfácil conectar con él; es muy perspicaz. Sabe mirarte a través de los ojos de Will».
   Sprouse también se volcó en la investigación, centrándose en cómo los enfermos de FQ afrontan los dilemas que plantean las citas y el deseo. «Es un desafío inimaginable, no se me ocurre otro modo de expresarlo», asegura acerca de todo lo aprendido. «Te hace darte cuenta de lo mucho que damos por hecho cuando afrontamos las complicaciones habituales de enamorarse».
   También llegó a comprender por qué alguien como Will acaba blindándose contra toda esperanza. «Experimentar fracaso tras fracaso desde tan joven pasa mucha factura emocionalmente», observa Sprouse. «Will se ha vuelto reacio a las interacciones sociales porque, de todos modos, nunca consigue hacer amistades duraderas. Está acostumbrado a que las cosas no salgan bien. Pero, justamente por eso, Stella revoluciona su visión del mundo».
   Aunque Will es un experto en alejar a la gente, su método no parece funcionar con Stella. «Creo que lo que al final le acaba llegando hondo es que Stella realmente se toma la molestia de incomodarlo lo suficiente como para empezar a derribar la muralla que tiene levantada», afirma Sprouse, entre risas. «Nadie le había fastidiado nunca tanto».
   Que Stella esté tan presente en redes sociales es una gran ayuda, porque le brinda un modo de observarla desde lejos con total seguridad. «Le intriga que Stella sea capaz de irritarlo tanto; es todo un misterio para él», asegura Sprouse. «Por suerte, aprende mucho de ella viendo sus videoblogs. Y, cuanto más la conoce, más se reconcilia con la idea de ser honesto consigo mismo, porque quiere ser honesto con Stella».
   Sprouse también entendió muy bien que Will plasmara en sus cómics y dibujos todo el humor y la profundidad humana que normalmente no mostraba con nadie. «Dibujar cómics es esa parte de la infancia de Will que podía llevarse a cualquier habitación de hospital», explica Sprouse. «Esté donde esté, siempre puede cerrar la puerta, echar las persianas y expresar su forma particular de ver el mundo».
   Para poder dar vida a Will, Sprouse perdió más de 13 kilos trabajando con el nutricionista de la película para no poner en riesgo su salud. Al final, el proceso fue toda una revelación para Sprouse. «La FQ es una enfermedad que dificulta muchísimo mantener tu peso. Por eso muchos pacientes están tan delgados. Fue todo un reto, pero también me ayudó a comprender más profundamente a Will», reflexiona Sprouse. «No creo que sea algo de lo que enorgullecerse, pero sí que me pareció necesario hacerlo para representar a Will de forma auténtica».

PRESENTES EL UNO PARA EL OTRO: STELLA Y POE...
   Hay una persona que lo ha vivido todo junto a Stella: Poe, su confidente de máxima confianza. Es un joven que destila humor y ligereza, aunque también se haya en una encrucijada. Estadounidense de primera generación que acaba de cumplir 18 años, Poe sueña con perseguir el amor, sentirse realizado y convertirse en un chef internacional, pero le cuesta hacerse a la idea de comprometerse con algún novio, ya que su porvenir pende de un hilo.
   Este papel está a cargo de Moisés Arias, otra estrella infantil que saltó a la palestra por primera vez encarnando a Rico en Hannah Montana y que apareció en Los reyes del verano y El juego de Ender. Los cineastas creyeron inmediatamente que su divertida y vitalista energía casaba a la perfección con Poe. «Moisés es un espíritu libre», dice de él Baldoni, «por eso le queremos tanto. Es el tipo de persona que entra en una habitación y atrae todas las miradas. Es un tío 100 % auténtico, y eso era justo lo que yo quería para Poe».
   Arias ve A DOS METROS DE TI como una película que celebra la amistad tanto como el romance y le encanta que Stella y Poe hayan encontrado la forma de no separarse incluso cuando siguen las reglas. «La amistad entre Stella y Poe es increíble y única», asegura. «Han compartido los momentos más difíciles de su vida y hablan de absolutamente todo, ¡pero ni siquiera pueden sentarse juntos! Es hermosa la forma en la que superan eso sin convertirlo en un problema. Creo que Stella y Poe demuestran cómo, manteniéndose unidos, puede surgir la intimidad».
   Arias también sintió una fuerte sintonía con la inquebrantable actitud optimista de Poe. «Poe es, sencillamente, un tío feliz y excéntrico», observa. «Abraza todos los retos que la vida le pone y siempre ve el lado positivo de las personas. Se entrega a sus amistades y a su amor por la cocina, por los chicos, por la vida. Creo que habrá mucha gente que se identifique con Poe o que conozca a alguien que es como él».
   Arias también comprendió por qué Poe no intima tanto con sus novios como con Stella. «Es su forma de defenderse emocionalmente y tratar de proteger a la gente que ama», explica. «Sabe que una relación larga conllevaría dificultades, y que le podría pasar algo. Creo que por eso se entrega a, simplemente, ser todo lo feliz que puede ser en el ahora».

CUIDADORES Y VIGILANTES...
   Alrededor de Stella, Will y Poe hay personas que luchan por conseguir lo mejor para ellos, aunque a veces eso signifique interponerse ante sus ideas más divertidas. Una de estas personas es Barb, la terapeuta respiratoria que aplica la regla de los dos metros con mano de hierro, interpretada por Kimberly Hébert Gregory, conocida por sus trabajos en Better Call Saul y Vice Principals, de HBO. Gregory considera que el toque moderno del guion hacía que la película fuera diferente. «Me gusta que es una historia de amor con un toque de magia surrealista, pero sin resultar sentimental o delicada», dice la actriz. «Es humana y real».
   Pero a Barb no le entusiasma ver que Stella empiece a enamorarse de Will. «A Barb le gusta Will, pero se preocupa por el devenir del asunto porque ella ya ha visto anteriormente a otros chavales enamorarse y cómo eso generaba problemas», explica Gregory.
   La médico de siempre de Stella, la doctora Hamid, también es una gran influencia positiva en sus vidas. La interpreta Parminder Nagra, conocida por sus trabajos en la exitosa comedia Quiero ser como Beckham, en E.R.: Urgencias y The Blacklist. «Lo que me gusta de la doctora Hamid es que tiene muchísimo optimismo y lo da todo por sus pacientes», cuenta Nagra. Fue fácil para la actriz mostrar la admiración que siente su personaje por Stella, a quien ha visto crecer y convertirse en defensora de otros pacientes como ella. «Haley es una persona tan divertida y generosa, con una energía tan contagiosa, que me resultó fácil ver por qué esta doctora se siente tan cercana a Stella con el paso de los años».
   Otra amiga de Stella desde hace mucho tiempo es Julie, una enfermera que ahora está embarazada. Emily, la esposa del director Justin Baldoni, conocida por su papel en la thriller de ciencia ficción Coherence, es quien la interpreta. Tras ver crecer la película desde la idea de Justin hasta convertirse en una realidad tangible, Emily Baldoni reflexionó mucho acerca de lo que significaría verse privada de poder tocar a la persona que más necesitara tocar. «Recuerdo tan vívidamente lo increíble que fue cuando mi hija me tocó por primera vez», reflexiona. «Fue como una descarga inmediata de todo lo que ese toque significa realmente para nosotros. Fue eléctrico. Fue mágico. Así que encontré que era extraordinario ver cómo dos personas tratan de recrear ese mismo sentimiento mientras se hallan a dos metros de distancia. Se trata de una hermosa prueba de amor».
   Cerrando el reparto y aportando el punto de vista de los padres están Claire Forlani como la madre de Cole, Meredith, y Gary Weeks y Cynthia Evans como los padres de Stella.

PASILLOS Y VSTIBULOS (EL DISEÑO)...
   A DOS METROS DE TI transcurre en su mayor parte en un hospital, pero la idea de los creadores fue poner patas arriba todo lo que puede esperarse de un escenario así. Para Baldoni, la clave del diseño era sumergir a los espectadores en la forma que Stella y Will experimentan este momento tan especial para ellos; así, desde su punto de vista, se mueven por un país de las maravillas casi onírico y lleno de luces.
   Según explica Baldoni, «Algo que he aprendido de mis amigos con enfermedades crónicas es que, para ellos, un hospital es habitualmente un lugar feliz. Es donde van para sentirse bien de nuevo. Así que quería que el hospital donde Stella y Will se conocen fuera como un personaje más de la película: que resultara divertido y agradable; un lugar que nos importara. Lo traté más como si fuera un instituto porque es donde Stella y Will pasan el rato juntos. Con la diferencia de que ellos, cuando se toman un descanso, van a visitar a los recién nacidos en neonatología».
   El hospital también es el lugar donde Stella, Will y Poe forjan secretos y encuentran atajos, como cualquier grupo de adolescentes haría en su barrio. «Se han adaptado al terreno y se saben los trucos para conseguir cosas», cuenta Cathy Schulman. «Saben cuándo pueden ir en monopatín por los pasillos, cómo colarse en la piscina cuando está cerrada o cómo entrar en la cocina para prepararse algo especial».
   Para crear un sutil universo encantado de un lugar tan insospechado, los cineastas reclutaron a un equipo liderado por el director de fotografía Frankie G. De Marco (Cuando todo está perdido) y el diseñador de producción Anthony T. Fanning, ganador del Premio Primetime Emmy® por su recreación de Washington D. C. en la serie El ala oeste de la Casa Blanca.
   «Frank y yo nos rompimos la cabeza para imaginar hasta el último detalle que pudiera reforzar el romanticismo», reconoce Baldoni. «Otro aspecto acerca del que reflexionamos mucho fue que Stella y Will se enamoran a través de sus imperfecciones. Sus defectos son lo que les hace tan hermosos a ojos del otro. Así que, tomando esa idea como referencia, buscamos un aspecto visual más imperfecto, con más grano y más luz natural, de forma que el espectador sienta que está inmerso, junto a la pareja, en este mundo algo desordenado pero increíble».
   Fanning ha trabajado en todo tipo de proyectos, desde La guerra de los mundos, Amistad y Spider-Man (Spiderman) a la aclamada serie de televisión Better Call Saul. Pero en A DOS METROS DE TI vio la oportunidad de hacer algo diferente. «Al principio, no estaba seguro de querer hacer una película que transcurre en un hospital. Pero lo que me atrapó», explica, «fue darme cuenta de que el diseño de la película podría llevarte, junto a los personajes, en un hermoso viaje que gira en torno a su conexión».
   Baldoni siempre imaginó una atmósfera invernal para la historia, situándola en esos halagüeños días entre el día de acción de gracias y Navidad, pero terminó rodándose en el caluroso ambiente del verano de Nueva Orleans. «Fue un reto rodar con 40º de temperatura, pero entiendo por qué Justin sentía que esta debía ser una historia invernal», reconoce Fanning. «Es una época muy bonita, y es más difícil respirar con el frío, lo que hace más arriesgado ir a ver las luces navideñas».
   En Nueva Orleans, los cineastas encontraron unas nuevas instalaciones para soldados veteranos que se convertirían en el set principal, ya que contaban con la buscada piscina cubierta, que para Stella y Will es un entorno tan romántico e idílico como una playa tropical. «Esas instalaciones fueron un gran punto de partida porque tenían el aspecto de un hospital moderno e impoluto, pero más estiloso», describe Fanning. «Y nosotros le dimos aún más color».
   Las habitaciones de Stella, Will y Poe se personalizaron para que fueran un reflejo de sus gustos y obsesiones, como la habitación de cualquier adolescente. «Era casi como una residencia estudiantil», apunta Fanning. «En la habitación de Stella se pueden ver muestras de sus sueños y cosas de su familia. Will, por supuesto, no hace ningún esfuerzo por decorar la suya. Y la habitación de Poe está repleta de sus pasiones por la moda, los deportes, el skate y la cocina».
  La escena favorita de muchos es la seductora «búsqueda del tesoro» que Stella crea para Will, en la que le guía por el hospital a través de mensajes ocultos. A Fanning también le encantó crear la luminosa escultura globular en el atrio del hospital. «Me inspiré en la instalación artística que vi en una estación de tren europea, en la que usaron grandes globos para crear una especie de nube que cambiaba de luz. Pensé que sería una forma genial pero realista de evocar el sentimiento de ligereza que embarga a Stella y Will».

LA VERDAD DEL ARTE...
   Quizá saltaran chispas cuando se conocieron, pero Stella y Will no tardan en descubrir que tienen mucho más en común que la fibrosis quística: su amor por el arte, que lleva a Stella a dejar que Will la dibuje. La hermana de Stella, Abby, también era, como Will, una talentosa artista, y Stella tiene empapeladas las paredes de su habitación con sus evocadoras piezas que son un bálsamo siempre que busca tranquilidad.
   Baldoni tenía claro que quería que la alegría de los trabajos de Will y Abby se entrelazaran con el tejido de la película. Para crear las piezas artísticas de Abby, los cineastas echaron mano del talento de Grace Kelsey, hija del diseñador de sets Dave Kelsey. «En los trabajos que Grace hizo para Abby puede verse el deseo de alcanzar las estrellas, algo que se convierte en un tema muy presente en la película», cuenta Fanning.
   Para los dibujos de Will, los cineastas contaron con un dibujante de Nueva Orleans, Caesar Meadows, conocido por sus tiras cómicas Mumbeaux Gumbo y Qomix. Según cuenta Baldoni, «Quería dejar claro que, para Will, el dibujo es más que un hobby y que podría ganarse la vida con ello si quisiera. Caesar aportó su gran nivel técnico y, además, fue un encanto. Se llevó genial con Cole».
   «Los dibujos de Caesar parecen auténticamente hechos por el propio Will. Después, Dave Kelsey vino para hacer los dibujos serios que Will hace de Stella», añade Fanning. «Fue una gran combinación».
   Meadows descubrió que Will es un personaje cautivador y le gustó explorar su lado «duro y cínico» en papel. «Por supuesto, me encanta que use los cómics como medio de expresión», dice el dibujante. «También me encanta que los dibujos de Will sean los que rompan el hielo, porque cuando Stella ve la caricatura que Will le ha hecho, le hace reír. Ahí es cuando ambos empiezan a bajar la guardia».
   Baldoni afirma que los dibujos de Dave Kelsey muestran el lado más vulnerable de Will. «Puede verse que los dibujos secretos de Will le salen del corazón, son las cosas que se guarda para sí porque sería mostrar demasiado de su alma», asegura el director. «Eso impacta profundamente a Stella».
   Mientras la montadora Angela M. Catanzaro (El extranjero) trabajaba con Baldoni para darle la forma definitiva a la película, otra capa de vital importancia se añadió con la banda sonora del galardonado compositor Brian Tyler. Tyler está considerado como la opción obligada para las bandas sonoras de taquillazos de acción, con trabajos en su haber como Iron Man 3 y Vengadores: La era de Ultrón, pero esta era su oportunidad para adentrarse en un nuevo territorio.
   «Me encantó la música que Brian hizo para Crazy Rich Asians (Locamente millonarios) y nunca había hecho una banda sonora así, por lo que probé a ver si estaba interesado», explica Baldoni. «Le escribí a través de Instagram, en realidad. Así fue como Brian se incorporó a nuestra película. Sabía que suele hacer proyectos grandes, pero le dije que la nuestra era una película pequeña con un gran corazón. Le mostré el montaje y tuvo una reacción visceral, se disparó creativamente. Su banda sonora combina elementos que nunca esperarías que funcionen juntos, y eso aporta un gran ritmo y emoción a la cinta. Brian entregó su corazón y alma en ella».
   Ese fue el común denominador en A DOS METROS DE TI; cada persona aportaba su pasión y su talento en cada elemento de la película. «Eso es lo que más deseaba», dice Baldoni de su debut. «Quería que todo el mundo estuviera involucrado, desde los actores al equipo técnico, que pusieran su alma. Eso es lo que hizo que toda la experiencia fuera algo especial. Todos expresamos así nuestra gratitud».
   Quizá la gratitud sea lo último en lo que la mayoría de la gente piensa cuando están viviendo la fiebre del primer amor. Pero también eso es parte de lo que convierte a A DOS METROS DE TI en una historia de amor moderna. «Creo que la gratitud lleva directamente a la felicidad», afirma Baldoni. «Viendo a Stella y Will, quizá recuerdes que, si tienes la suerte de poder tocar o besar a la persona que quieres, deberías estar agradecido».

UNA INTRODUCCIÓN RÁPIDA A LA VIDA CON FIBROSIS QUÍSTICA...
   La fibrosis quística (o «FQ») es una peligrosa enfermedad genética que hace que el cuerpo produzca mucosidad densa y pegajosa en pulmones, páncreas y otros órganos. Esta mucosidad hace que para las personas con FQ sea muy difícil respirar y puede causar infecciones y otras complicaciones que ponen en peligro sus vidas. Aproximadamente, viven con FQ 30.000 personas en los Estados Unidos y 70.000 en todo el mundo.
  En los años 50 del siglo XX, los niños con FQ raramente vivían lo suficiente para ir a la escuela primaria. Hoy, gracias a los avances en el tratamiento de esta enfermedad, la mayoría de los casos de FQ pueden vivir hasta la adultez y alcanzar metas que antes eran impensables, como graduarse en la universidad, formar una familia o empezar una carrera profesional. Gracias a la investigación y nuevas terapias prometedoras, hay más esperanza que nunca para estas personas. Pero, a pesar de estos progresos, mucha gente con FQ muere demasiado joven y sufren una importante carga física, emocional y económica.
  «Una enfermedad como la fibrosis quística puede ejercer cierto poder sobre ti, por eso queríamos ver a Stella reclamar su poder, decidiendo salir con Will», afirma Baldoni.
  Crecer con FQ significa que, además de gestionar las clases, las amistades y tu propia identidad, también debes mantener una compleja y ardua rutina de cuidados diarios. La vida cotidiana con FQ suele conllevar horas de terapia de limpieza de las vías respiratorias (como los chalecos vibradores que se ven en la película), el mantenimiento calórico (que exige tomar un gran número de pastillas para ayudar a hacer la digestión o el uso de tubos gástricos, que tanto Stella como Will utilizan) y otras medicaciones para prevenir o luchar contra infecciones. Las personas con un estado de FQ avanzada pueden necesitar un trasplante de pulmón y estar en una lista de espera, como Stella. Otros pueden resultar elegidos para probar nuevos medicamentos que ayuden a corregir las causas subyacentes de la enfermedad, y participar en ensayos clínicos, como hace Will.
   El trasplante de pulmón no cura la FQ (ya que esta continúa afectando a los senos nasales, el páncreas y los intestinos; y los nuevos pulmones siguen siendo vulnerables a infecciones), pero puede extender y mejorar la calidad de vida a aquellos que tienen una enfermedad pulmonar en un estado muy avanzado. El trasplante de pulmón es un procedimiento complejo que exige mucha planificación, preparación y disciplina, y los pacientes con FQ sopesan los riesgos y beneficios cuando se plantean un trasplante. Cada año, aproximadamente 250 personas con FQ reciben pulmones nuevos.
  Es muy poco habitual que pacientes con FQ aparezcan en libros o películas —menos aún en una historia de amor—, por lo que Baldoni sintió una responsabilidad añadida para narrar esta historia con honestidad, y también para destacar las buenas noticias que hay en el horizonte. El doctor Michael Boyle ha tratado a personas con FQ durante más de 20 años, es vicepresidente sénior de la Fundación Fibrosis Quística (organización dedicada a la cura de la enfermedad y a ayudar a los enfermos de FQ a llevar una vida plena) y reflexiona sobre qué significa esta visibilidad para los pacientes que sufren FQ.
  «A DOS METROS DE TI ha iniciado un diálogo en todo el país acerca de la fibrosis quística, lo cual es una gran oportunidad para que las personas con FQ hablen con honestidad acerca de lo que supone vivir con esta enfermedad. Algo que es duro para mucha gente con FQ es que con frecuencia tienen un aspecto sano, pero cada día deben pasar horas llevando a cabo complejos tratamientos y a veces pueden experimentar síntomas severos y repentinos. Aunque cada caso es único, la película es una ventana a los retos que las personas con FQ afrontan cada día y recalca el peaje emocional que la FQ y otras enfermedades crónicas hacen pagar, especialmente para los jóvenes y sus familiares y amigos».
  «Espero que todos los que vean la película comprendan que, aunque es una enfermedad con la que es extremadamente difícil vivir, las personas con FQ son unos luchadores a quienes la enfermedad no los define», añade el médico. «Gracias a los avances alcanzados en la investigación y los cuidados, cada vez más gente con FQ vive vidas plenas, y hay más esperanza que nunca para el futuro. Estamos comprometidos en avanzar hacia nuevos tratamientos —y, algún día, una cura— para que todo aquel con FQ pueda llevar una vida libre de enfermedad».

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