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    UN GRAN VIAJE ATREVIDO Y MARAVILLOSO es una película original, romántica y llena de imaginación, con momentos emotivos y sorprendentes. Por primera vez en pantalla, la película reúne a los nominados al Óscar Margot Robbie y Colin Farrell tras el enorme éxito que han tenido profesionalmente. Robbie protagonizó y produjo la taquillera Barbie y Farrell ha sido nominado recientemente al Emmy cuando retomó el papel del infame villano El Pingüino en la serie original homónima de Max.
  Robbie y Farrell muestran una química increíble en los papeles de Sarah y David, dos desconocidos solteros que coinciden en una boda y se embarcan en un viaje mágico. A través de una serie de puertas que funcionan como portales hacia su pasado reviven momentos clave de sus vidas. Al experimentar los recuerdos del otro, Sarah y David adquieren una comprensión más profunda de quiénes son en el presente y dejan la puerta abierta al amor en el futuro.
  Las puertas son el elemento clave de UN GRAN VIAJE ATREVIDO Y MARAVILLOSO. El director de la película, Kogonada, comenta que le “fascina lo teatral de una puerta. Cuando veo una puerta en un escenario se me despierta la imaginación. Esa puerta puede llevarnos a cualquier sitio, a algo cotidiano o a algo mágico. Las puertas representan posibilidades, son misteriosas de forma inherente. Abrir una puerta, en lo literal y en lo figurado, significa entrar en un nuevo espacio, tener una nueva experiencia, pasar a una nueva fase de la vida”.
  UN GRAN VIAJE ATREVIDO Y MARAVILLOSO es cine atrevido y creativo que desborda imaginación, acompañado de unas imágenes inmersivas y sobrecogedoras. El uso que hace Kogonada del realismo mágico se funde de forma orgánica con elementos fantásticos, como las puertas que aparecen en escenarios cotidianos, creando una experiencia cercana y a la vez llena de encanto pensada para la gran pantalla.
  “Es el tipo de película que me encanta ver en una sala llena de gente”, asegura el director. “Es sorprendente y original, con dos actores cautivadores –Margot y Colin–¬ en el mejor momento de sus carreras. Juntos iluminan la pantalla”.
  “Como muchos amantes del cine, ansío conocer nuevos mundos, nuevos personajes y visiones distintas del ser humano”, añade. “Pero también quiero algo con lo que pueda empatizar, que me resulte cercano”.
  El gran viaje atrevido y maravilloso de los protagonistas abre un mundo en el que cada puerta desbloquea un recuerdo, recordándonos que, estés donde estés en la vida, siempre tienes la oportunidad de derribar prejuicios y cambiar tu futuro.

SARAH Y DAVID / MARGOT Y COLIN...
  Tras el rodaje de Barbie y su impresionante éxito en taquilla, Robbie deseaba recargar pilas. “Decidí no hacer nada durante un tiempo, hasta que me llegó un guion brillante en el que también estaba interesado Colin Farrell”, recuerda. “Cuando leí el guion la decisión era obvia. Era tan original y funcionaba a tantos niveles que no pude decir que no”.
  “Margot siempre fue nuestra primera opción para interpretar el papel de Sarah”, señala el productor Bradley Thomas. “Pero Barbie acababa de estrenarse en los cines, así que parecía un sueño imposible. Aun así pensamos que valía la pena enviarle el guion y puedo decir con total sinceridad que su ‘sí’ fue el más rápido de cualquier proyecto en el que haya estado.”
  “Es una película muy romántica. Llevaba mucho tiempo buscando una historia de amor”, añade Robbie. “También me encanta el espectáculo visual, además de los elementos de realismo mágico que son preciosos. Son fantásticos y surrealistas y a veces te dejan un poco descolocada.”
  El productor Youree Henley quedó impresionado por cómo Robbie representó a Sarah: “Parece un personaje indefenso, pero al mismo tiempo, hay algo muy fuerte, inteligente y sexy en él. No puedes dejar de mirar la pantalla. Recuerdo la escena de la boda, en la que conoce a David. Está lloviendo y la cámara pasa por todos los invitados hasta llegar a Sarah, que está mirando a David. Te deja sin aliento. Simplemente vemos a Margot mirando, levantando una ceja y esbozando una sonrisa. Hay tanto ocurriendo bajo la superficie”.
  Farrell tampoco tenía muchas ganas de empezar un nuevo proyecto tras el rodaje de El Pingüino, un trabajo que le exigió varias horas diarias de maquillaje para transformarlo en un criminal lleno de cicatrices, roto y peligroso. Pero UN GRAN VIAJE ATREVIDO Y MARAVILLOSO era un proyecto irresistible. “El Pingüino es un personaje muy oscuro, pero esta historia y este personaje son todo lo contrario. Es un viaje hacia la luz”, señala Farrell.
  A medida que Sarah y David se adentran en la serie de puertas mágicas, “salen sanados y algo más completos. Como evolucionados”, apunta Farrell. “Forman parte de la aventura del otro. David y Sarah se observan mientras atraviesan algunos de los momentos más determinantes de sus vidas. Hay algo muy poderoso y emocionante en esa idea.”
  Otro de los atractivos para Farrell fue la oportunidad de reunirse con Kogonada, con quien ya había trabajado en la aclamada película independiente Despidiendo a Yang, además de sentirse atraído, al igual que Robbie, por el guion de Seth Reiss. “Es uno de los guiones más hermosos que he leído”, dice Farrell. “Es una historia emotiva, original y cercana. Todo el mundo, en mayor o menor medida, lucha por encontrar la satisfacción y el amor.”
  Para Kogonada, volver a trabajar con Farrell fue uno de los grandes atractivos del proyecto. “Colin tiene una vida interior riquísima, que siempre se refleja en su mirada”, dice el cineasta. “Además hay algo inherentemente romántico en él. Y me encanta que Colin haya podido usar su acento irlandés natural” –del que Sarah se burla en la historia– “porque en el fondo es un poeta”.
  David y Sarah son parecidos y diferentes a la vez, aunque siempre resultan fascinantes. “Creo que la gente puede verse reflejada tanto en David como en Sarah”, comenta Robbie. “Ella tiene pavor a que la hieran y a mostrarse vulnerable, sobre todo en lo que respecta a las relaciones. Durante años, Sarah ha construido una armadura emocional y ha conseguido evitar que la hagan daño, pero ahora se ha convertido en alguien que hiere a los demás. A Sarah no le gusta la persona en la que se ha convertido”.
  “Creo que todos miramos atrás y pensamos que podríamos haber manejado mejor ciertas situaciones”, continúa Robbie. “Sarah y David tienen la oportunidad de cruzar una puerta mágica y enfrentarse a algunos momentos de su pasado y, en algunos casos, incluso corregir errores y acabar encontrando el amor”.
  David también está un poco perdido cuando lo conocemos. “Y a él no le importa estar perdido”, dice Farrell. “David aún no ha encontrado algo que le haga verdaderamente feliz, ni siquiera satisfecho, y simplemente se deja llevar por la vida. Entonces, él y Sarah se embarcan en un viaje transformador que les impulsa a reflexionar sobre momentos clave de sus vidas. Eso le lleva a una especie de redescubrimiento del amor”.
  David y Sarah se sienten atraídos de inmediato. “No pueden evitarlo”, dice Farrell, a lo que Robbie añade, “Sarah al principio piensa que él es el amor de su vida o la persona que la va a destrozar por completo. Probablemente ambas cosas a la vez”.
  La química entre Robbie y Farrell al retratar a estos personajes fue evidente desde el principio, apunta Kogonada. “Se palpaba ya en los ensayos. Margot y Colin estaban tan conectados y en sintonía que podían improvisar sin problema. Desde el principio hasta el final pudimos sentir su energía y vitalidad. Creo que afrontan la vida de maneras similares. Además comparten el mismo sentido del humor. Tienen una conexión muy profunda”.
  “No creo haber visto algo así”, añade Henley. “Quiero decir, Colin y Margot han estado muy conectados, y su química ha estado ahí desde la primera escena que han rodado juntos”.
  De hecho, la conexión que Robbie y Farrell han tenido con los personajes y la historia ha sido evidente para todos durante el rodaje. “Colin y yo íbamos en nuestros días libres porque sentíamos que estábamos haciendo algo realmente especial y no queríamos perdernos ni un segundo”, explica Robbie. “Seguíamos yendo. No tuve muchos días libres, pero cuando los tenía, quería estar en el set de rodaje”.
  “Colin tuvo un día libre, y vino al set”, continúa Robbie. “Yo fui a hacer las réplicas a Phoebe Waller-Bridge fuera de cámara antes de que ella llegara a Los Ángeles. Ha habido algo especial en este proyecto. Se podía sentir la magia en todo momento, y todos, Colin y yo incluidos, queríamos estar ahí todo el tiempo posible”.

UN GRAN VIAJE ATREVIDO Y MARAVILLOSO...
  En el guion, Seth Reiss, autor de la aclamada El Menú, ha combinado romance, humor, drama y aventura fantástica.
“Me encanta que no se pueda encasillar la película, pero que aun así resulte cercana”, explica. “Es una historia sobre dos personas, sus carencias y una relación amorosa que va evolucionando, algo con lo que todo el mundo puede identificarse. Aunque todo pasa por el filtro de una aventura mágica. Los personajes de David y Sarah y su romance son como el pastel de la película y el realismo mágico es la guinda”.
  La historia comienza cuando David entra en un alquiler de coches muy distinto a cualquier otro: un enorme almacén dirigido por una dependienta bastante peculiar (Phoebe Waller-Bridge) y un mecánico (Kevin Kline).
  Waller-Bridge le aporta a su personaje un acento inesperado, algo que decidió en el último momento tras escuchar el acento alemán de su maquillador. “La decisión de Phoebe de adoptar ese acento cuando se dirige a David en la primera escena fue algo que me dejó completamente sorprendido”, recuerda Farrell.
  “Fue muy divertido mirar el monitor cuando rodamos esa escena y ver a Phoebe y Kevin sentados tras el mostrador, pasándoselo en grande con Colin”, dice Reiss. “Crearon una dinámica estupenda y sorprendente”.
  “Los papeles de Phoebe y Kevin son fundamentales en la película”, coincide Thomas. “Son los primeros personajes con los que se encuentra David y son quienes hacen que se embarque en esta aventura. Cuando ves aparecer a Phoebe y Kevin sabes que va a ocurrir algo divertido”.
  Kogonada destaca la experiencia teatral de ambos actores como clave para que la escena sea tan divertida. “Phoebe y Kevin vienen del teatro, y esa escena pedía un tipo de teatralidad y de juego que para mí eran esenciales en esta historia”.
  Según Reiss, el inmenso tamaño del alquiler de coches deja ver al público al instante que están ante una experiencia cinematográfica diferente. “Les va a parecer que estamos en una especie de mundo elevado. Estamos ahí con David, viviéndolo con él”.
  Farrell coincide con él: “La escena del alquiler de coches catapulta al público dentro de la película”.
La dependienta y el mecánico le ofrecen a David un Saturn SL de 1994, una marca ya desaparecida que fue el intento de General Motors de recuperar cuota de mercado frente a los coches compactos de importación. El uso del Saturn es, según Reiss, “una elección divertida. Gran parte de la película se centra en el viaje fantástico y la historia de amor, pero hay algo más desenfadado en el Saturn. Encaja muy bien con esa atmósfera peculiar que se crea en el alquiler de coches”.
  Este coche pasado de moda y la descomunal agencia de alquiler son solo el principio de la romántica aventura de David y Sarah. La dependienta y el mecánico le insisten a David en que también se lleve un GPS de aspecto retro. Es el GPS el que pone en palabras lo que les espera a David y Sarah: “¿Te apetecería hacer un viaje maravilloso?”, pregunta.
  “El GPS les habla y les guía, casi obliga, a emprender este viaje juntos”, explica Robbie. “Sarah y David ni siquiera se paran a pensar porqué les está hablando su GPS. No intentan entender qué está ocurriendo, simplemente se entregan a la situación. Casi se diría que se tiran de cabeza. Eso forma parte del terreno del realismo mágico: no puedes cuestionarlo todo. David y Sarah necesitan esa historia grande, atrevida y maravillosa que está a punto de pasarles. Cada uno siente que algo está a punto de cambiar en sus vidas”.
  “Hay algo divertido en este dispositivo”, añade Kogonada. “Diseñamos el GPS para que se pareciera a un mando de Nintendo y a HAL de 2001: Una Odisea en el Espacio. El GPS les ayuda a orientarse en el mundo tanto geográfica como existencialmente y así consigue que su historia romántica avance”.
  El extraordinario viaje guiado por el GPS les lleva a un restaurante de comida rápida y visitan momentos de sus pasados: un faro del siglo XIX al que David había ido años atrás; un museo, donde Sarah revive un día especial con su madre; un hospital, donde David y Sarah se enfrentan de nuevo a situaciones familiares que les cambiaron la vida; y una cafetería, donde reviven antiguas relaciones.
  Más tarde vemos a David revivir la época en la que tenía 15 años –tiene aspecto adolescente para todos salvo para Sarah– cuando decide declararle su amor a una compañera de clase que, por desgracia, está interesada en otro.
  Vemos entonces cómo David se prepara para subirse al escenario escolar en el papel protagonista del musical Cómo Triunfar sin Dar Golpe.
Sarah está en el público, junto a los orgullosos padres de David, animándolo y enamorándose de ese lado vulnerable y sincero que muestra. David no puede evitar repetir el desastroso tropiezo romántico de su pasado, esta vez con un auditorio lleno de espectadores.
  “David se ve obligado a seguir adelante de la misma manera que lo hizo años atrás”, dice Farrell. “No ha aprendido de su error. Por supuesto David sabe lo que va a pasar porque ya ha ocurrido antes. ¿Por qué lo hace otra vez? Porque no está resuelto, y si algo no está resuelto, lo repetimos una y otra vez recibiendo siempre una buena patada en el culo. Ni siquiera es una elección. David no puede evitar declararle su amor a la chica otra vez porque necesita experimentarlo como hombre”.
  Para Henley, ver a Farrell encarnar a un chico de 15 años le ha dejado una huella imborrable. “Nunca le había visto hacer lo que hace en esa escena”, celebra el productor. “En un momento es el Colin que conocemos y al siguiente es un adolescente interpretando números musicales y sintiendo que todo es posible”.
  Esa secuencia también tiene un significado especial –aunque de manera muy diferente– para quien la escribió. “Me encantan los musicales”, declara Reiss, “y se suponía que yo iba a participar en ese musical cuando mi instituto planeaba montarlo. Pero nuestro maldito director de coro no lo permitió. Eso me dejó una cicatriz en el corazón que ni siquiera esta película ha podido reparar”, añade entre risas.
  Aun así, la escena trata de mucho más que de teatro, diversión y la torpeza de un adolescente en el amor. Es otra parada en el mágico viaje de David y Sarah, donde siguen explorando su pasado, sus vulnerabilidades, su química y, lo más importante, su relación amorosa en constante evolución.

K...
  En UN GRAN VIAJE ATREVIDO Y MARAVILLOSO, el visionario Kogonada –o K, como lo llama cariñosamente todo el equipo de rodaje– presenta al público una historia de amor única y los momentos clave del pasado de Sarah y David.
  Tras ganar reconocimiento como estudioso del cine por sus ensayos en vídeo que analizan el contenido, forma y estructura de diversas películas y series, Kogonada escribió y dirigió los largometrajes Columbus (2017) y Despidiendo a Yang (2021). Entre sus muchos galardones podemos encontrar el premio a la mejor película en el Festival de Cine de Sundance, así como nominaciones en el Festival de Cannes y en los British Academy Film Awards.
  “K es un maestro del cine como forma de arte, como lenguaje y como manera de no solo conectarnos con los demás, sino también de adentrarnos en sus vidas”, comenta Farrell.
  “K toma decisiones que, si se me hubiera ocurrido escribirlas, lo habría hecho. Pero él lleva todo a otro nivel, que tiene sentido dentro del mundo en el que se desarrolla la historia, y resulta precioso y espectacular. La película es exactamente como soñaba que se vería”, añade Reiss.
  Durante el rodaje principal de UN GRAN VIAJE ATREVIDO Y MARAVILLOSO Kogonada creó un ambiente inspirador. “Es todo lo que uno puede desear de la persona que dirige una película”, dice Robbie. “Creo que lo primero que me impactó de sus películas, aparte de lo visualmente impresionantes que son, es que tienen una especie de cualidad meditativa: una quietud que envidio y que aún no he alcanzado. Recuerdo ver sus películas y pensar: ‘Tal vez si trabajo con él lograré algún tipo de paz’”.
  “K es la persona más relajada que te puedes encontrar en un rodaje, pero es también muy exigente”, continúa. “K es creativo y se deja llevar, pero al mismo tiempo tiene todo bajo control”.

SOBRE LA PRODUCCIÓN...
  UN GRAN VIAJE ATREVIDO Y MARAVILLOSO se rodó en Los Ángeles y sus alrededores, pero como dice Kogonada, “nunca sabemos del todo dónde están Sarah y David. Queríamos que pudiese ser un sitio cualquiera. Un destino es solo la puerta al siguiente”.
  “Así que buscamos entornos que potenciasen la sensación de misterio y fantasía”, continúa. “Hemos encontrado localizaciones que no se habían visto antes en cine”.
  Kogonada ha vuelto a colaborar con el director de fotografía de Despidiendo a Yang, Benjamin Loeb, para capturar las bellas imágenes de la película, algo con lo que también ha ayudado la diseñadora de producción Katie Byron (No Te Preocupes Querida).
  Tras su primera lectura del guion, Kogonada se lo envió inmediatamente a Loeb. “Hablamos sobre cómo lo trasladaríamos a la gran pantalla y cómo aportarle un estilo particular. Benjamin se entusiasmó con el proyecto”.
  Byron se unió al equipo de UN GRAN VIAJE ATREVIDO Y MARAVILLOSO por todo lo que admira a Kogonada. “Tiene una visión muy clara de lo que quiere, pero también le gusta colaborar con el resto”, señala Byron. “Es fácil tomar decisiones creativas y atrevidas cuando la persona con la que trabajas te hace sentir seguro y cómodo”.
  Byron y Kogonada han tenido como objetivo que hasta los elementos fantásticos pareciesen reales. “Hemos intentado que todo tuviese escala humana”, explica ella. “Es difícil emocionarse cuando lo que ves te resulta completamente ajeno. Hemos querido que todo fuese tangible y que fuese evidente el paso del tiempo, con todas sus texturas y capas. Es algo imprescindible cuando cuentas una historia así”.
  Byron buscó además el equilibrio en sus diseños. “Son todo pequeños bocados”, señala. “Puede que sean fantásticos, pero también  sutiles. Estamos en la línea entre lo excesivamente alegre y colorido y el realismo”.
  Para depender menos del CGI (imágenes creadas por ordenador) y más de los efectos prácticos, Kogonada pensó en las puertas como recurso visual que llevan a David y Sarah directamente al pasado. “La idea de puertas exentas no estaba en los primeros borradores de mi guion”, confirma Reiss. “Esa fue idea de K, y cuando me la contó me pareció genial”.
  Las puertas iban a ser al principio relativamente simples. “A medida que avanzamos la producción fuimos más ambiciosos con su aspecto y su emplazamiento. Hay mucha magia en la película, pero también hay mucha detrás de las cámaras”, comenta Henley.
  Para los efectos visuales necesarios en el rodaje, el equipo empleó un espacio 3D creado con paneles LED en el que proyectaron entornos virtuales. Gracias a esto Kogonada ha podido crear escenarios inmersivos y dinámicos.
  “Quería evitar un mundo cargado de efectos visuales”, explica el cineasta. “Se trataba de hacerlo mágico y real al mismo tiempo. El volumen de paneles LED es un mundo en sí mismo, pero todo lo que hemos rodado en él es real. La tecnología encajaba con el espíritu de nuestra película, porque creamos un mundo en el que nuestros actores podían interactuar”.
  “Fue muy emocionante cuando Kogonada habló de que quería usar el volumen 3D, ya que es algo que normalmente solo se usa en superproducciones”, recuerda Henley. “El volumen es solo una de las muchas herramientas que hemos utilizado y que han hecho que cada día de rodaje fuese mejor de lo que podía imaginar”.
  Henley señala la secuencia inicial emplazada en un faro del siglo XIX como un ejemplo particularmente efectivo del uso del volumen con paneles LED. “¿Qué puede ser más pintoresco y romántico que un faro centenario?”, se pregunta. “Y lo capturamos de una manera aún más intensa rodando esa escena con los paneles LED, lo que ha hecho que pareciese más grande, más cinematográfica, más colorida y en general algo mejor que en la realidad. Ese entorno ayuda a mostrar la conexión que están empezando a forjar Sarah y David”.
  Kogonada señala la obra del legendario cineasta japonés Hayao Miyazaki, maestro narrador y uno de los más aclamados directores de animación, como una fuente de inspiración clave. “Miyazaki crea mundos donde todo es posible, pero que al mismo tiempo están profundamente arraigados a la vida cotidiana”, explica. “Hemos intentado capturar ese tipo de magia, algo extraordinario y ordinario al mismo tiempo”.
  Kogonada también contó con el compositor japonés Joe Hisaishi, conocido por su trabajo en las películas de Miyazaki y que debuta en Estados Unidos con UN GRAN VIAJE ATREVIDO Y MARAVILLOSO. “La música de Hisaishi-san es única”, afirma el cineasta. “Sencilla y compleja al mismo tiempo. Con mucha carga emocional y ritmos dinámicos. Ha sido un sueño contar con él en esta película. Me encanta cómo crea misterio con su música, pero al mismo tiempo es cercana y humana”.
  Original. Romántica. Mágica. Esas fueron las premisas para el equipo creativo y el reparto a la hora de dar vida a los personajes y los mundos de UN GRAN VIAJE ATREVIDO Y MARAVILLOSO.
  Farrell recuerda que cuando le llegó el proyecto, “estaba cansado del rodaje de El Pingüino y me apetecía tomarme un descanso. Pero me reuní con K y Margot, y en menos de una hora ya estaba completamente convencido. Me siento muy agradecido de haber podido traer esta historia a la vida”.
  “Rodar UN GRAN VIAJE ATREVIDO Y MARAVILLOSO ha sido una de las experiencias más mágicas de mi vida”, confiesa Robbie. “Sin duda el sitio donde debe verse es en una sala de cine, donde vas a sentir todas las emociones. Es tan romántica y encantadora. Ver esta película en un cine frente a verla en casa es comparable a escuchar buena música con auriculares o en un concierto, donde compartes todas las emociones con el resto del público. No hay comparación”.
  “Quería hacer algo original y con una escala que reflejase mi amor por un tipo cine. El tipo de experiencia que tenía cuando era más joven, el cine que me dejaba maravillado y conmovido y que me acompañaba durante días”, concluye Kogonada.

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