El actor Danny De Vito, en este caso en la doble función de dirigir e interpretar, no cae en el tópico que es tan habitual en las películas infantiles y consigue que los niños se diviertan y los mayores también lo pasen bien. Como director se pone al servicio de un interesante guion y como actor hace correctamente el payaso junto a la actriz Rhea Perlman, su esposa en la vida real.
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