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CRITICA
Por: PACO CASADO
Stock tenía 26 años pero parecía mayor y ya estaba atado a una vida familiar al haberse casado demasiado joven y con un hijo, aunque su matrimonio se ha roto muy pronto. Tras salir de servir en la Marina trabaja como fotógrafo para la agencia Magnum.
No obstante, su encosertado mundo pronto se tambalea al cruzarse con la estrella en ciernes de James Dean, un espíritu libre que iba a cambiar la cultura popular, de los trajes a los vaqueros y de los galanes a los ídolos adolescentes.
Una sesión de fotos les llevará a ambos a un viaje por las carreteras de Estados Unidos hasta la Indiana natal de Dean, que cambiará la vida de Stock y entregará al mundo algunas de las fotografías más míticas de la época que después vendió a Life la famosa revista de la época que las publicó en 1955.
El argumento no trata de contar la vida de James Dean, aunque está basado en hechos reales, únicamente se centra en un episodio concreto de la vida del malogrado mito ya que gira en torno a la amistad que mantuvieron el fotógrafo Dennis Stock y el célebre actor. Stock le hizo una serie de fotografías que resultaron muy importantes y beneficiosa para las carreras de ambos.
Cuenta la historia de una amistad y la simbiosis entre dos artistas, un rebelde que se convirtió en una estrella de cine y un fotógrafo que consiguió el éxito y la fama gracias a él.
Dirigida por Anton Corbijn, conocido por títulos como 'Control' (2007) y 'El americano' (2010), la historia resulta demasiado larga con algunos momentos muy repetitivos que frenan el avance de la acción y que nada aportan por lo que hay bastantes momentos que sobran dentro de un relato con poca chicha, sin apenas nada que contar, que se basa casi en una simple anécdota, en la que se incluye la breve historia de amor del actor con la actriz italiana Pier Angeli.
Por otra parte la dirección del holandés Anton Corbijn, en otro tiempo fotógrafo que vivió una historia semejante con un pianista que después fue famoso en una banda de rock, es bastante fría, mecánica, desangelada, sin ritmo, a pesar de ser un habitual realizador de videoclips musicales.
Demasiada pose en el actor Dane DeHaan que hace de James Dean, que tan solo se parece físicamente en algunas posturas determinadas o gestos, pero que en ningún momento, es capaz de incorporar al hombre que cambió la forma de vida de una generación con su gran personalidad y con tan solo tres películas, 'Al este del edén', 'Rebelde sin causa' y 'Gigante' ya que murió pronto, siendo aún muy joven, convirtiéndose en ídolo de la juventud y presentándole cara a actores consagrados como Marlon Brando, entre otros.
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