Título:	RIO
Tit. Orig.:	RIO
Nacionalidad:	EE.UU., CANADÁ, BRASIL, 2011
Dirección:	CARLOS SALDANHA
Guión:	DON RHYMER
Fotografía:	RENATO FALCAO
Música	JOHN POWELL. Canciones: SERGIO MENDES, CARLINHOS BROWN, etc...
Interpretes:	Animación
Censura:	AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS
Duración:	96 MINUTOS

 Por  PACO CASADO

   El estudio y productora Blue Sky, responsable de películas como "La edad de hielo", nos trae ahora una historia muy diferente, aunque también protagonizada por animales, ya que los humanos en esta ocasión se quedan más bien en un segundo término.
 Blu vive feliz en su jaula disfrutando de las ventajas y comodidades de la civilización en una ciudad de Minnesota, pero eso tendrá también su inconveniente ya que no sabe volar; es el único guacamayo azul macho de su clase y Tulio, un ornitólogo brasileño, le pide a su dueña Linda, que lo lleve a Río de Janeiro para cruzarlo con su hembra Perla para que no se extinga la especie.
 Las aventuras que se suceden a continuación es lo que constituyen el divertido argumento de este film, en el que aparecerán más personajes como, Nico, Rafael, la malvada cacatúa Nigel, que perseguirá a la pareja para atraparla, o el bueno pero baboso perro Luiz que logrará librarla de una cadena a la que los ha atado un perverso traficante de pájaros exóticos.
 Al tiempo que surge el romance de Blu y Perla, también lo hará entre sus amos, Tulio y Linda.
 Se trata de una cinta llena de brillante colorido, rebosante de música, canciones y multitudinarias coreografías que recuerdan a las que confeccionaba el gran Busby Berkeley durante la época dorada del mejor cine musical de Hollywood.
 Es por otra parte un homenaje a la alegría de vivir, al carnaval de Río, a la samba, la bossa nova y demás ritmos brasileros que inundan la banda sonora de esta película a la que se añaden algunas creaciones de los más prestigiosos compositores del país como Sergio Mendes o Carlinhos Brown, entre otros.
 El guion se apoya en una historia de aventuras llena de persecuciones y con un par de romances, animal y humano, bastante previsibles, estando más desarrollado el primero que el segundo. Posiblemente le falte un poco de comicidad a la historia, pero se lleva bien, sin ningún bache de interés y a buen ritmo durante todo el tiempo del metraje.
 No falta a lo largo de su contenido el típico y casi ya tópico mensaje ecologista en defensa de los animales y de la naturaleza.
 Contrarresta la simpleza del relato la vistosidad y el colorido de la fotografía que nos muestra un Río de Janeiro a vista de pájaro, nunca mejor dicho, con una factura técnicamente impecable.
 Llevada a cabo con una gran agilidad narrativa por el brasileño Carlos Saldanha, hace al mismo tiempo una breve reflexión acerca de lo que significa la libertad.