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CRITICA
Por: PACO CASADO
Los tipos malos intentan convertirse en buenas personas, como ya lo intentó anteriormente el profesor Mermelada con su programa de transformación y reeducación, como pudimos ver en la primera aventura de estos personajes en 'Los Tipos Malos' (2022) dirigida por Pierre Perifeld, que hacía con este título su debut en el largometraje de animación, que fue uno de los éxitos sorpresa de la temporada, que cumplió con creces.
Pero su plan se tambalea cuando se los involucran en un gran golpe de carácter internacional.
Viejos hábitos, nuevas amenazas y muchas dudas en juego, hacen que su plan no llegue a cumplirse como ellos pretendían.
De una forma o de otra, esos famosos delincuentes, favoritos de los espectadores desde la primera película, están de vuelta de nuevo, aunque esta vez tienen una compañía que los llevan a una comedia de acción continuada y a una velocidad de auténtico vértigo en algunos momentos, gracias a su dinámico montaje, aunque siguen sin respetar la ley en todo momento, pero no obstante se esfuerzan mucho por conseguirlo.
Pero ahí están las Tipas Malas, un grupo criminal que sale de su retiro, para llevar a cabo un último atraco de este sindicato del crimen femenino, que involucran a los Tipos malos, desafiando su recién adquirido estatua de buenas personas.
Ideadas por el escritor australiano Aaron Blabey, en cuyo libro se basó la primera película, cuya publicación se convirtió en un superventa con más de ocho millones de ejemplares vendidos que debido al éxito del primer film llegó finalmente a la cifra de más de treinta y dos millones.
Los cinco tipos malos Lobo, Serpiente, Tarántula, Tiburón y Piraña, cada uno con sus especialidades características, vuelven a triunfar en esta nueva aventura en la que ya no nos cogen de sorpresa, pero indudablemente con los giros que se producen a un ritmo endiablado en las persecuciones, su argumento nos vuelve a sorprender de la forma más grata, conquistando el interés tanto de los pequeños espectadores como de los adultos que también se lo pasan bien.
La inteligente dirección, con el mismo dinamismo, vuelve de nuevo a estar a cargo de Pierre Perifeld, aunque en esta ocasión tiene la ayuda de JP Sans.
Lo hizo muy bien en la primera entrega y no nos defrauda en esta dinámica secuela en su nueva puesta en escena con el mismo tono de identidad.
En esta nueva cinta, los personajes transmiten una energía y un sentido del humor más maduro que conquista y sorprende a los espectadores, con un estilo visual dinámico y elegante.
La banda sonora de Daniel Penberton resulta ciertamente interesante.
Como la primera, no decepciona al espectador e incluso en algunos momentos la supera, siendo muy disfrutable en líneas generales este cine familiar para todos los públicos.
En definitiva un divertimento inteligente y eficaz.
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