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CRITICA
Por: PACO CASADO
A veces uno no se explica cómo un Michael Douglas que ganó un Oscar como productor y que ha producido e interpretado películas interesantes, se le crucen los cables y se meta a producir un film como éste en el que incluso se otorga un papel secundario, cuando tenía que haberse ocultado bajo alguna máscara que le hiciera irreconocible en lugar de la forma en que aparece.
La atractiva y llamativa Jewell, una seductora mujer engancha a tres hombres en una noche en el bar de McCool, un camarero, un abogado casado pero ligón y un gordo policía perdidamente enamorado de la chica.
Todo acaba en un asesinato y un lío tremendo de engaños y seducciones que no tiene ni mucho sentido ni tampoco pies ni cabeza, a pesar del buen reparto que posee, bastante desaprovechado, en lo que se supone que es una comedia criminal.
Si por algo se sostiene o interesa esta cinta es por los actores.
El director, que no es otro que el holandés afincado en el cine americano Harald Zwart, del que recientemente vimos su película posterior a ésta, 'Superagente Cody Banks' (2003), se empeñó en contratar a Liv Tyler para el principal papel protagonista, tal vez para adornar mejor la pobre imagen que da este vulgar film.
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