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CRITICA
Por: PACO CASADO
En el día de ayer vimos dos películas, ambas eran de curas, pero era esto lo único en que se parecían o tenían en común, un cura de protagonista.
Y aunque no se parecían en nada sí hace que unos e pare a reflexionar lo distintas que son estas cintas y lo diferentes que son las miradas que sobre ellos y la religión se plantea en cada país.
Aunque todas ellas sean igual de malas al menos hay que alabar la inquietud de la primera y condenar la ligera de la segunda.
Como sigamos así, dadas las libertades conciliares, creemos que el folklorismo de nuestro cine se va a meter hasta en la religión, creando estos simpatiquísimos curas ye-yés interpretados por el cantante de moda.
La película nos plantea un ligero asunto policiaco resuelto entre canción y canción por este nuevo padre Brown, mucho menos inteligente, pero bonachón hasta la médula y además con la ventaja de que canta como un canario puesto al sol.
Ya con esto se puede hacer uno idea de la película.
Un buen chaparrón de canciones interpretadas por Manolo Escobar al cual el guionista ha proporcionado las más diversas ocasiones para que su garganta no descanse durante todo el largometraje.
Poca inteligencia en la realización y resolución de las distintas escenas y abulia y apatía en la planificación y vulgaridad por todos lados.
En resumen, una "Buena" película, en el sentido moral (no se asusten) que no tiene reparos, a pesar de tener un crimen y hasta cateta.
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