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CRITICA
Por: PACO CASADO
La proyección de esta producción, nos ha recordado el cine que se hacía bastante décadas atrás, basado en hechos históricos, a veces religiosos sobre la Pasión de Cristo, la Biblia, vidas de santos o las producciones genéricamente llamadas de romanos, títulos que están en la mente de todos los buenos aficionados al cine.
Nos siguen llegando cada mes alguna película de carácter religioso, en este caso la trae la distribuidora Bosco Films.
En esta ocasión se trata de la narración del fragmento bíblico del libro del Génesis que trata sobre la vida de Abraham y la prueba de fe a que es sometido por Dios, en torno al sacrificio de su único hijo, Isaac.
Tras ser llamado Abraham por el Señor, quien en su día le prometió una gran descendencia, su fe es puesta a prueba durante tres días al final de los cuales y tras una larga caminata hasta llegar al monte Moriah, le pide que le ofrezca en sacrificio a Isaac, su único hijo.
Hemos leído la Biblia en dos ocasiones y aunque ya a nuestra edad nos falla un poco la memoria, no recordamos que en ningún momento se tratara la vida de Abraham, personaje que vivió casi dos mil años antes de la llegada de Cristo, con tanta meticulosidad como se hace en este film, ni que su esposa Sarah fuera infértil y tuviera dificultad para concebir un hijo hasta la intervención divina, ni que ella le cediera a una esclava para que yaciera con su esposo de cuyo ayuntamiento nació Ismael, o que hiciera el camino acompañado por el hijo de su capataz y de un esclavo, que se comporta con una cierta rebeldía, durante el camino, hechos todos ellos que ralentizan la narración.
No obstante el guionista y director David Helling se inventa todos estos pasajes para hacer una cinta que se pasa de la hora y media que, posiblemente, con menos duración y metraje hubiera quedado mucho más ajustada al texto sagrado, sin tener que meter todos esos hechos inventados, fruto de la imaginación, más que de la extracción de los textos sagrados.
Por otra parte, el cineasta nacido en Luisiana, David Helling, tras dirigir cinco cortos de carácter religioso, debuta en la dirección de un largometraje con la puesta en imágenes de 'Su único hijo' (2022) que está bastante cuidada, e incluso nos resulta muy ajustada su realización, bien ambientada en cuanto al paisaje, vestuario y demás elementos o el trabajo que hace el actor libanés Nicolas Mouawad incorporando al personaje de Abraham que destaca sobre el resto del corto elenco, ya que la mayoría del tiempo se desarrolla en el trayecto del camino de los cuatro personajes y los flash backs en los que se representa la relación de Abraham con su esposa Sarah, muy preocupada porque no se queda encinta, ansiosa de tener un hijo y llena de alegría cuando finalmente concibe con la ayuda de Dios recuperando de esa manera la fe.
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