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CRITICA
Por: PACO CASADO
Las películas basadas en sucesos reales o en novelas con asuntos criminales siguen estando de moda en el cine americano, aunque como en este caso se cambie el escenario por el interior de un cuartel militar y la asesinada sea una oficial del ejército que ha sido violada.
Así se implica también a esta institución que tiene sus propias normas, sus reglas, e incluso su código del honor que se pretende preservar a toda costa.
Estos elementos enriquecen una trama que de suceder en la vida civil se convertiría en un film policiaco al uso.
De esta manera surgen otros temas, como las mujeres soldados, el acoso sexual, los secretos militares y el antes mencionado código del honor.
Por ello resulta distinta la investigación en el seno de la institución militar en contraposición con el código civil.
La capitán Elizabeth Campbell aparece desnuda, brutalmente violada y asesinada, en el campo de entrenamiento de Fort McCallum.
Un oficial y una ayudante, especializada en violaciones femeninas, son encargados del caso.
Por medio está el padre de la asesinada, con la que no se llevaba bien, un general, héroe de la guerra de Vietnam, que está a punto de dejar la carrera militar para entrar en la política, por lo que no le interesa para nada que los hechos transciendan.
A lo largo de la investigación vamos conociendo otras cuestiones y a los varios sospechosos que se van relevando para ser el culpable, así como ciertos detalles de la vida privada de la víctima y las prácticas ocultas que llevaba a cabo.
La extensa novela de Nelson DeMille ha sido muy bien trasladada al guion por William Goldman respetando los ricos personajes y la maraña de engaños y mentiras que mantienen los oficial del campo.
El director británico Simon West ya demostró tener en 'Con Air (Convictos en el aire)' (1997) un pulso y un nervio en la dirección que en parte echamos de menos en esta ocasión por lo que el conjunto no le ha salido tan redondo.
Posee momentos emocionantes pero a veces pierde el ritmo, lo que no le quita interés a los temas planteados.
John Travolta resulta creíble en su papel y en un plano más secundario queda Madeleine Stowe, arropados por un buen plantel de secundarios, siempre eficaces.
Estupenda la fotografía y una partitura que subraya los momentos de suspense con eficacia, completan los valores de esta aceptable cinta.
Premio a mejor película de los críticos de Santa Fe.
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