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CRITICA
Por: PACO CASADO
Un grupo de siete sabios investigadores de la Fundación Totten llevan varios años encerrados confeccionando una monumental Enciclopedia en la que se pretende poner al día actualizado todo el conocimiento del saber humano.
Cuando el profesor Bertram Potts, el más joven del grupo, que ha tenido a su cargo los estudios lingüísticos, está coronando su trabajo, cae en la cuenta y descubre que después de llevar tanto tiempo encerrados del mundo el lenguaje popular ha evolucionado hasta el punto de que son incapaces de entender buena parte de las palabras que utiliza en estos momentos la gente corriente ya que se ha dejado atrás algo tan importante como es la forma de hablar de la gente de la calle y se lanza a buscar datos.
Al intentar remediar tan lamentable olvido, el profesor se echa a la vía pública, y se acerca al mundo dramático y desgarrado de una pandilla de gángsteres, cuyo jefe Joe Lilac, sospechoso de asesinato es buscado por la policía, encontrando entre ellos una pieza maestra en una cantante de cabaret nocturno que es la novia del jefe, que al llegar al pacífico ambiente de la Fundación, la revoluciona por completo ya que le enseña algunas palabras cuyo significado no acaban de entender.
La irrupción de la cantante y bailarina causa el consiguiente alboroto en el seno de la tranquila comunidad de sabios profesores encerrados en un caserón en la ciudad de Nueva York, lo que origina un nuevo episodio de la guerra de los sexos que con tanta maestría lleva a la pantalla Howard Hawks.
Esta producción nos cuenta los problemas de este grupo de sabios que está preparando una enciclopedia de la lengua.
Al llegar al término slang (argot), el más joven de ellos tiene que contratar a la bailarina de strip-tease para que le asesore en cuanto a algunos términos populares.
Horas después el ilustre conjunto ha dado refugio, sin saberlo, a la novia de un gángster testigo de cargo que la policía busca por toda la ciudad.
Se trata de una comedia norteamericana, entendida como género, que puede catalogarse en la lista de la que forman parte algunos títulos como por ejemplo Vive como quieras (1938), de Frank Capra, con James Stewart y Jean Arthur, entre otras.
En el choque de esos dos mundos tan distintos que se describen en esta película, hay una confrontación de tipos humanos vistos con bastante buen humor, con ternura y con sinceridad, como es el caso de ese citado profesor Potts, que interpreta tan admirablemente Gary Cooper, que demuestra ser un buen actor de comedia quien hace, una vez más, una justa demostración de su profundidad humana; también esa mujer, Linda O'Shea, la cantante, encarnada en esta ocasión por una actriz de tanto resortes como Barbara Stanwyck, que está realmente atractiva en estos momentos que se encuentra en plena ascensión artística en su carrera.
Para los buenos aficionados al cine figura en la ficha técnica un nombre que no les hará pasado inadvertido, el del gran director Billy Wilder, que en ella figura esta vez como guionista; o también el caso de Greg Toland en la fotografía en blanco y negro que junto con otros nombres como los del director Howard Hawks, y los principales intérpretes forman un bloque del clasicismo popular del cine norteamericano.
Esa era la mejor escuela que la publicidad de 'Bola de fuego' (1941) hace resaltar a la hora de anunciar su estreno.
Hay que destacar también la interpretación que hace Oscar Homolka como el profesor Bulgakoff.
Nominada a cuatro Oscar: Barbara Stanwyck, el guion, la música y el sonido. Premio de la Junta de preservación de películas.
Esta crítica fue escrita cuando se pasó en Televisión Española el martes 1 de septiembre de 1987.
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