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CRITICA
Por: PACO CASADO
Elegida para la inauguración del Festival de cine europeo de Sevilla, tras ganar el premio a la mejor música en el Festival de cine de Cannes, el de mejor film en el de Hamburgo y una mención especial en el de Chicago, llega ahora a las carteleras españolas.
La teleoperadora Émile Wong conoce a Camille, que se siente atraído por Nora Ligier, que, a su vez, se cruza en el camino de Amber Sweet, una chica de contactos sexuales por internet.
Tres chicas y un chico que son amigos, a veces amantes y a menudo ambas cosas a la vez.
Esta película cuenta la relación que se produce en un triángulo amoroso que termina en un cuadrado, con la historia de Émilie, una chica de origen chino que vive en un piso de su abuela, que alquila a compañeras con las que comparte el supuesto alquiler, mientras teletrabaja en una compañía de telecomunicación, que un día se lo alquila a una tal Camille Germain, pensando que es una chica y resulta que es un profesor de color, con el que hace el amor con gran frecuencia sin ataduras por ninguna de las dos partes.
Camille no da clases, prepara unas oposiciones, pero para ganar algo de dinero para pagar el alquiler se coloca en una agencia inmobiliaria, donde conoce a Nora, que se ha venido de Burdeos a París, donde a los 30 años reanuda sus estudios de Derecho en la universidad.
Un día Nora entra en una página de sexo por internet y conoce a Amber de la que se hace amiga.
Al tiempo coincide que Nora tras tener un incidente en la universidad en el que la confunden con Amber se coloca en la agencia inmobiliaria donde trabaja Camille.
Todo este aparente lío de relaciones están muy claras en el argumento del guion que ha escrito el veterano maestro francés Jacques Audiard y sus colaboradores entre los que se encuentra Céline Sciamma, de la que acabamos de ver Petite mamam (2021) en esta ocasión a la hora de escribir el mismo, está jalonado de situaciones en las que las distintas parejas que se forman practican el sexo con asidua frecuencia.
Está basado en tres historias cortas del novelista gráfico norteamericano Adrian Tomine, metidas en una sola, trasladada a Francia cuyos personajes viven en este caso en el distrito 13 de París, como se refleja en el título, que se ha adoptado para su exhibición en España, ya que el original, como se puede ver en la ficha técnica, traducido, es Las olimpiadas, que no tiene nada que ver con el deporte, como no sea la olimpíada del sexo que es lo que con tanta frecuencia se nos muestra en la cinta.
Posteriormente supimos que es el nombre como se conoce el distrito 13, el barrio de París que es donde se desarrolla toda la acción.
Posee una buena fotografía en blanco y negro del joven Paul Guilhaume que hace que no echemos de menos el color.
El film refleja una manera de cómo la juventud actual relaciona la amistad con el sexo aunque no exista por medio el amor, como una forma más de divertirse y pasarlo bien, sin que ello suponga un compromiso por ninguna de las partes, sin que a veces se sepa si son amigos, amantes, novios o ambas cosas a la vez.
Personalmente nos agrada el trabajo que hace Noémie Merlant, la protagonista de Retrato de una mujer en llamas (2019) y Émilie Wong, que al igual que los demás actores tiene poca experiencia o quizás ninguna, de los que se hace una acertada dirección de los mismos.
Jacques Audiard comenzó como guionista, unas veces haciendo adaptaciones, escribiendo diálogos y otras con argumentos de historias propias hasta que decidió dirigirlos personalmente siendo éste el noveno que hace como director para el cine, además de algunos cortos o videos y de una miniserie para la televisión, con lo que su veteranía está más que demostrada ya que sus títulos hechos hasta aquí han sido tan interesantes como Un profeta (2008), De óxido y hueso (2012) o Los hermanos Sisters (2018), que como se ve no se anquilosa en un género determinado.
Premio a la mejor actriz para Lucie Wang en el Festival de cine europeo de Sevilla .
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