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CRITICA
Por: PACO CASADO
Es frecuente que un director de fotografía, tras la experiencia adquirida, se sienta capaz de colocarse detrás de la cámara, pero en este caso para dirigir la película.
Dean Semler llegó incluso a ganar un Oscar por su trabajo de director de fotografía por Bailando con lobos (1990), pero eso no le da una bula especial para que a la hora de dirigir consiga un buen film.
El bombero Jesse Graves tiene que salvar a la ornitóloga Jennifer y otras personas que se encuentran atrapadas en un incendio forestal que ha provocado Earl Shaye, un asesino convicto que ha escapado de la cárcel en unión de varios compañeros reclusos haciéndose pasar por bomberos para recuperar 37 millones de dólares de un botín.
'Tormenta de fuego' (1997) une varios géneros, el cine de catástrofe, con el fuego que asola los bosques, la acción, con la huida de unos presos, la aventura, con unas espectaculares persecuciones, la violencia, etc.
El problema es que este híbrido no tiene personalidad propia, se parece demasiado a cintas ya vistas, e incluso la posible espectacularidad del fuego no le despega del telefilm de buenos y malos al uso, con bombero corrupto para que nada falte, que origina toda la catástrofe y arroja por la borda la misión arriesgada de esos hombres que se juegan la vida en cada nuevo incendio en el que intervienen.
El guion no acaba de sacarle partido a los temas que toca, y la novata dirección de Dean Semler, en ésta su ópera prima, no ha sabido exponerlo adecuadamente, convirtiéndose en una de las películas peor contadas que hemos visto últimamente.
La labor de los actores se pierde en este maremagnum, por muy atractiva que pueda resultar físicamente la pareja del jugador Howie Long y Suzy Amis, que dan más el tipo que una buena interpretación.
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