| Título: |
PANDORUM |
| Título original: |
PANDORUM |
| Nacionalidad: |
ALEMANIA de 2009 |
| Dirección: | CHRISTIAN ALVART |
| Guión: | TRAVIS MILLOY |
| Fotografía: |
AGWEDIGO VON SCHULTZENDORFF |
| Música: |
MICHL BRITSCH |
| Interpretes: |
DENNIS QUAID, BEN FOSTER, CARN GIGANDET, ANTIE TRAUE y CUNG LE |
| Censura: |
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS |
| Duración: |
103 MINUTOS |
Por JOSÉ MONTESINOS
Los guionistas no cejan en su empeño de encontrar nuevas historias que contar lo que ocurre es que en muchas ocasiones no terminan de cuajar y los argumentos que proponen suelen ser parecidos a otros vistos con anterioridad. Con “Pandorum” regresamos al cine de ciencia ficción con ciertas dosis de terror, si ustedes quieren, una historia que nos suena a conocida de tiempo atrás y cuya historia se desarrolla por entero en un espacio cerrado como es una nave espacial.
La historia nos sitúa a muchísimos años vista, dos tripulantes de una nave se acaban de despertar pero no recuerdan absolutamente nada, ni quienes son, ni que hacen y a donde se dirigen. Poco a poco comprueban que en el resto de la tripulación y los pasajeros de dicha nave han desaparecido misteriosamente. A oscuras e intentando abrir puertas y demás uno de ellos descubre que no están solos en la nave pero el problema viene cuando descubren que los habitantes son bastante peligrosos e intentan aniquilarles.
La película intenta jugar con el espectador y no termina de ser sincera con este, intenta engañarnos haciéndonos creer unas cosas que después resultan ser otras. En este aspecto da la impresión de que el guionista no quiere ser claro y se busca una vuelta de tuerca para intentar salir airoso del empeño, pero claro no termina de conseguirlo.
Parece que tanto el guionista como el director no tienen claro en que genero inscribir este filme, como decíamos antes, juegan al despiste y les sale mal la jugada porque lo que consiguen es aburrir a un sufrido espectador que no tiene muy claro lo que está presenciando en la pantalla.
Así nos encontramos con una historia confusa que intenta salir adelante, sin conseguirlo, a base de convencionalismos de todo tipo, incluso algunos sustos para ver si cuelan.
Christian Alvar, como director no puede corregir, evidentemente, los problemas de guión, pero es que los de realización tampoco están muy lucidos que digamos, ofreciéndonos una película aburrida de principio a fin, donde es difícil ver algo por la oscuridad de todas sus imágenes, sin contar la estrechez donde se desarrolla todo el filme y el truco final que no cuela, para intentar salvar los muebles de una película fallida.
El reparto está encabezado por un Dennis Quaid en horas bajas, al menos en este filme, no nos gusta mucho sus registros en un personaje que en principio es una cosa y luego resulta ser otra. Le sigue un reparto de desconocidos por estos lares que no aportan mucho, tan solo algo de ejercicio físico y un Ben Foster que aunque nos lo ponen de secundario diríamos más bien que es el principal protagonista, aunque tampoco aporta mucho a la película.








































































