La película de la participación de Rusia en la sección oficial del Sevilla Festival de cine europeo de este año es de las más desafortunadas de las presentadas por los países de las que se han visto hasta este momento.
Si malo era el film griego no sabemos qué decir de este engendro que no se sabe por donde cogerlo o qué es lo que ha pretendido contarnos su director con esta historia que se nos antoja un tanto alegórica en todo caso o debe tener algún significado ya que por derecho no tiene el menor sentido que nos haga perder el tiempo de esta manera.
Afortunadamente de este director ruso, Aleksey Balabanov, todo un veterano, con docena y media de títulos en su filmografía, no nos ha llegado ninguno a nuestras pantallas, ya que si son como el presente, mejor que haya sido así.
Según leemos esta cinta, llena de sarcasmo, es ya una pieza de culto en su país, en la que el mafioso Bandit, su anciano padre, un colega que rapta del hospital y el músico Oleg, se embarcan en un coche en busca del campanario de la felicidad.
Por el camino recogen a una prostituta, licenciada en Filosofía, que también quiere su porción de felicidad, pero las mujeres deben entrar desnudas, por lo que se lleva medio metraje en pelota picada, pero al final es la única que lo consigue (¿?) los demás son fruto de las radiaciones de una central nuclear abandonada que inundan el campo donde se encuentra el monasterio.
La banda sonora del rockero Leonid Fyodorov es de lo más ruidosa y por ende realmente insoportable ilustrando esta absurda aventura que comienza con el mafioso jactándose de haber matado a cuatro indeseables y continúa con el relato que hemos hecho de este peregrinar que no interesa en absoluto a nadie, entre otras cosas por los absurdos diálogos que llevan a cabo estos pintorescos personajes.
Lo mejor su corta duración, pero debería ser menos.
Aclaración, 'Mee too', en inglés, significa 'Yo también', pero no sabemos a quién se refiere.
