Por PACO CASADO
El director alemán Chris Kraus, del que conocemos su segundo e interesante largometraje Cuatro minutos (2006), que se exhibió comercialmente en nuestro país, nos ofrece ahora su nuevo trabajo, tercero de su filmografía, The Poll Diaries (2010), que participa en la Sección oficial a concurso del Sevilla Festival de Cine Europeo.
Para esta película ha elegido un fragmento de la vida de su tía abuela la escritora Oda Schaefer (1900/1988), quien tras pasar su infancia en Berlín, en el verano de 1914 se marcha a Poll, un pequeño pueblo en la costa del Báltico, en la frontera entre Alemania y Rusia, en la época oscura de su decadencia. Oda regresa así a casa de su padre, a la muerte de su madre, cuando éste se ha casado con otra mujer.
Su padre, médico y científico, prefiere los experimentos a la familia y en este sentido desea que Oda aprenda medicina y a hacer operaciones, mientras ella está más interesada en la literatura y en especial en la poesía.
Cuando un día encuentra a un anarquista herido por los rusos, pone en práctica con él los conocimientos médicos adquiridos cosiéndole las heridas de bala y a cambio le pide que le enseñe la técnica de la escritura.
Lo que empieza casi como un juego infantil pronto se va a convertir en un auténtico peligro que pone en juego su vida y a la familia, ante un conflicto próximo a estallar, la Primera Guerra Mundial.
Tanto el anarquista, al que llama Licor, como Oda, desean escapar de una sociedad que se resiste al cambio y librarse así de la opresión que les es impuesta, pero la huida resulta casi del todo imposible, aunque lo intentan.
Hay una secuencia en la que Oda interpreta un pequeño teatro ante la familia en el que representa una escena de una gota de agua y la relación que mantienen en su interior los bacilos, que es toda una metáfora del intercambio cultural y de convivencia que deben mantener germanos y rusos en esa parte de Estonia.
El film, que ha contado con un presupuesto de unos 7 millones de dólares, posee un guión sólido que narra muy bien este episodio real de la vida de Oda Schaefer, manteniendo el interés con una puesta en imágenes brillante, con una luminosa fotografía y una destacada interpretación, especialmente de la joven actriz Paula Beer, que encarna al personaje de Oda.
La cinta ha obtenido el Premio especial del jurado en la última edición del Festival de Cine de Roma.
Calificación: 7 puntos. BUENA
