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WONDER
INFORMACIÓN
Titulo original: Wonder
Año Producción: 2017
Nacionalidad: EE.UU., Australia
Duración: 113 Minutos
Calificación: Autorizada para todos los públicos
Género: Drama
Director: Stephen Chbosky
Guión: Steve Conrad, Jack Thorne, Stephen Chbosky. Basados en la novela escrita por R.J. Palacio

Fotografía: Don Burgess

Música: Marcelo Zarvos
FECHAS DE ESTRENO
España: 1 Diciembre 2017
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Entertainment One


SINOPSIS

Un niño con una deformidad en el rostro ingresa en una nueva escuela debiendo demostrar que es un jovencito como otro cualquiera...

INTÉRPRETES

JULIA ROBERTS, OWEN WILSON, MANDY PATINKIN, JACOB TREMBLAY, SONIA BRAGA, DAVEED DIGGS, IZABELA VIDOVIC, ALI LIEBERT, BRYCE GHEISAR, EMMA TREMBLAY, MILLIE DAVIS, DANIELLE ROSE RUSSELL, LIDYA JEWETT, KYLE BREITKOPF, NADJI JETER

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LA MARAVILLA DE WONDER...
   Pocos libros tienen el poder de hacer actuar a la gente, pero ese fue el insólito caso de la novela de R.J. Palacio “Wonder. La Lección de August”. Publicada en 2013, la obra asumía riesgos considerables. ¿Estaban los lectores realmente preparados para seguir a un chico que, debido a un problema genético, había nacido con una pronunciada “anomalía craneofacial” que podía hacer que los desconocidos se quedaran parados? Resulta que los lectores quedaron más que intrigados por Auggie Pullman. La visión divertida y al mismo tiempo sin miramientos de Palacio sobre la vida de Auggie –y su inclusión de los numerosos puntos de vista de aquellos que lo rodean– sirvió para inspirar una idea en mucha gente: que en el mundo actual podemos centrarnos tanto en lo superficial, que nos olvidamos de lo que siente la gente detrás de esa fachada.
  Mientras muchas otras novelas exploran oscuros mundos distópicos, “Wonder. La Lección de August” dio un giro de 180 grados, para demostrar que una historia apasionante puede centrarse en algo tan aparentemente simple como descubrir cómo ser bueno con los demás. “Siempre he visto ‘Wonder. La Lección de August’ como una reflexión sobre la amabilidad”, resume Palacio.
  El libro fue pasando de mano en mano, familia a familia, hasta vender más de cinco millones de ejemplares, pero su impacto fue mucho más allá, ya que también puso en marcha un movimiento comunitario de “Elige ser amable” e inspiró a los lectores a compartir sus propias historias. La obra no tardaría en atraer también la atención de Hollywood. Los productores Todd Lieberman y David Hoberman, de Mandeville Films, leyeron ambos el manuscrito la misma noche y no se lo pensaron dos veces. “Nos llamamos y estábamos llorando, no me avergüenza admitirlo”, recuerda Lieberman. “Nos habíamos quedado ambos prendados con esta hermosa historia de compasión y amistad”.
  Hoberman agrega: “La historia trataba sobre muchas cosas en las que creemos. Nos encantó cómo la historia se cuenta desde distintos puntos de vista; y cómo abarca todo un barrio estadounidense, para que todo el mundo pueda identificarse con alguien en la historia. Y sobre todo, nos encantaba que tratara la idea de que todos nos hemos sentido como marginados en algún momento, y muestra lo que puede pasar cuando tiendes la mano a los demás”.
  A Lieberman y Hoberman les interesaba en especial explorar un tipo de personaje que rara vez se ve en la pantalla: uno que cuestiona por completo el concepto de que las diferencias físicas pueden empezar siquiera a definirnos. Cuando nos pusimos en contacto con Palacio por teléfono, congeniamos claramente. Palacio dijo a los productores que siempre había sentido que si se hacía una película de su libro, impondría una única condición: que tenía que mantener por completo el estilo franco del libro y no tratar de suavizar la realidad de Auggie.
  “Cuando escribí el libro, no buscaba algo que se convirtiera en un fenómeno mundial. Escribí el libro sin expectativas, sin saber siquiera si se publicaría”, admite Palacio. “Solo quería escribir una pequeña historia con un mensaje sencillo de amabilidad, de modo que así es como me pareció que se debía abordar también la película. Estaba convencida de que Todd y David tenían la misma visión”.
  La autora prosigue: “Otros cineastas habían hablado de no mostrar siquiera a Auggie, lo que me pareció una falta de respeto hacia los niños con anomalías craneofaciales. No quería que la película minimizara la gravedad de las anomalías faciales de Auggie, porque es un aspecto sumamente importante de quién es. Era muy importante para mí, al igual que para Todd, David y Stephen Chbosky, asegurarnos de que los espectadores vieran claramente a Auggie desde el primer momento”.

AFRONTAR LA REALIDAD...
  Eso que comenta Auggie con total sinceridad de que la gente “aparte la mirada al verme” en “Wonder. La lección de August”, ese humillante momento en el que la gente aparta la mirada de él, es lo que realmente inspiró la creación de su personaje.
  R.J. Palacio reconoce abiertamente que ella fue la que, en 2008, se encontró eludiendo, en lugar de afrontar, a un niño que tenía un aspecto distinto en un incidente en una heladería. Diseñadora gráfica de día y aspirante a escritora de noche, había salido con sus hijos cuando hizo algo que lamentó profundamente.
  La autora continúa contando la historia: “Nos encontramos sentados junto a un niño con graves anomalías craneofaciales, que venía a tener más o menos el aspecto con el que describo a Auggie en el libro”.
  Pero la cosa no acabó ahí. Avergonzada, Palacio quería afrontar su reacción, volver las tornas y observar la situación desde el punto de vista más importante: el del niño que sin querer la suscitó. “Empecé a pensar en lo que debe ser vivir cada día afrontando un mundo que no sabe cómo afrontarte. Empecé a escribir el libro esa misma noche”.
  Entonces fue cuando nació Auggie Pullman, junto a todo el resto del elenco de personajes, que tomó a Palacio por sorpresa. “Todos los personajes que empezaron a cobrar vida sobre el papel me resultaron tan reales que me motivaron para seguir adelante”, recuerda. “Temía que, si no terminaba la historia, nadie más en el mundo tendría jamás la oportunidad de conocerlos, y estaba deseando que el mundo conociera a esos personajes”.
  Palacio decidió expresamente hacer que Auggie estuviera en secundaria y estuviera a punto de asistir al colegio por primera vez, un hecho para el que se prepara como si fuera un astronauta que se dispone a pisar un mundo alienígena. “Ese intervalo de 10 a 12 años de edad resulta angustioso en cualquiera que sean tus circunstancias, porque es muy duro”, opina Palacio. “Es cuando los niños están intentando descubrir quiénes son y quiénes quieren ser. Todo está cambiando, los cuerpos, las amistades, los intereses, las relaciones con los padres. Era un momento estupendo para hacer que Auggie conociera por primera vez el mundo”.
  Al principio, Palacio no sabía mucho sobre las anomalías craneofaciales, así que se puso a documentarse con toda la información médica y familiar de primera mano que pudo encontrar. Llegó a la conclusión de que Auggie probablemente nació con el síndrome de Treacher-Collins, que, aunque está causado por una mutación en un único gen, puede provocar una malformación substancial de los huesos de la cara. Hay personas con una versión tan suave que ni siquiera saben que lo tienen. Otros tienen huesos que crecen hasta adoptar una forma que puede dificultar incluso la respiración, el oído o la visión, y requieren a menudo múltiples cirugías reconstructivas antes de llegar siquiera a los 5 años de edad.
  Pese a todos los problemas médicos asociados con Treacher-Collins, los niños que viven con este síndrome son como todos los niños: curiosos, sensibles y resistentes. Ambas realidades se combinan para producir una experiencia única para cada familia. Pero la mayoría de las familias encuentran un aspecto como el más duro de afrontar: las reacciones a menudo desconsideradas de los demás.
  Eso llevó a Palacio a centrarse en algo más que había querido estudiar desde hace tiempo: la raíz de la simple y sencilla compasión. “Todo padre quiere un mundo mejor para sus hijos, pero a veces olvidamos que son las cosas más sencillas las que sirven para crearlo. Por eso quería llenar este libro con muchos ejemplos distintos de lo importante que es ser amable con los demás”, explica.
  Esa intención podría haber salido mal, podría haber resultado empalagosa y sentimentaloide. Pero Palacio supo evitar lo melodramático en su obra. Era cruda, sincera y aguda. Cuando el libro llegó a las tiendas, fue recibido con los brazos abiertos por la comunidad de las anomalías craneofaciales, que llevaba mucho tiempo esperando tener la oportunidad de ver sus historias reflejadas sobre el papel, pero también se hizo igualmente popular entre las numerosas personas que han conocido la soledad de ser distintos por infinidad de motivos posibles.
  Palacio comenta sobre su filosofía de que la amabilidad es algo que la gente no solo necesita tener presente sino también practicar: “Estoy convencida de que intrínsecamente la gente quiere ser buena y, cuando tiene la oportunidad, quiere hacer lo correcto. Pero lo que tenemos que afrontar es que todos tenemos que esforzarnos para conseguirlo. Eso es lo único que se puede pedir: haz cuanto puedas por ser lo mejor posible”.
  Ese tema central fue lo que atrajo a Julia Roberts del libro de Palacio. Roberts comenta: “Creo que si lográramos aferrarnos a los conceptos de este libro de ser justos y comprensivos, viviríamos mejor. Para mí, ha sido un recordatorio verdaderamente maravilloso para encontrar más formas a lo largo del día, o incluso de una conversación, de elegir la vía más amable, en lugar de la más rápida, sarcástica o negativa”.

LA CAPACIDAD DE ASOMBRO DE STEPHEN CHBOSKY...
  Una vez que Lieberman y Hoberman contaban con el visto bueno de Palacio, comenzó la búsqueda de un director que pudiera trasladar el libro a la pantalla conservando intactos su humor y su honestidad. El primer nombre que se les pasó por la cabeza fue Stephen Chbosky, con quien acababan de trabajar en la adaptación de acción real de “La bella y la bestia”, y que también resulta que es novelista. Chbosky ya había adaptado (y dirigido) anteriormente su propio libro, “Las ventajas de ser un marginado”, que recibió el premio Independent Spirit de 2013 a la “mejor ópera prima”.
  Lieberman comenta: “La cualidad más importante que necesitábamos para WONDER era la capacidad de suscitar emociones sin resultar manipulador ni torpe. Stephen es sagaz con las emociones, pero al mismo tiempo es desenfadado y puede mezclar humor con temas profundos”.
  Pero resultó que Chbosky declinó en un primer momento la oferta, en parte porque su mujer acababa de dar a luz y sentía que no se encontraba en situación de meterse de lleno en esa labor, pero también porque pensó que no quería hacer otra película escolar justo a continuación de “Las ventajas de ser un marginado”. Pero como Hoberman, Lieberman y Lionsgate siguieron insistiendo, al final se sentó a leer el libro, aunque solo fuera para ver qué podía perderse.
  No hizo falta nada más. Chbosky no podía dejar pasar lo que considera una “historia iniciática para esta generación”. Explica: “Tener a mi hijo, Theodore, hizo que la historia me resultara más personal, y estaba listo. Lo que más me sorprendió del libro es que la suma de cada decisión que tomas forja tu carácter. Tú eres el único que puede tomar la decisión de ser un héroe en tu vida, de destacar, de ser tú mismo, de actuar según tus mejores instintos”.
  En lugar de centrarse por completo en Auggie, adoptó en su enfoque la multitud de puntos de vista presentes en el libro. “El valor de Auggie tiene un efecto dominó en todos esos personajes”, señala Chbosky, “y los diferentes puntos de vista te ayudan a darte cuenta de que todo el mundo pasa por algo, no solo Auggie. Ahí es donde empieza la empatía”.
  A medida que avanzaba el proyecto, se forjó un estrecho vínculo entre Chbosky y Palacio, sobre todo cuando Chbosky se unió a los coguionistas Jack Thorne y Steve Conrad para adaptar la novela.
  Palacio no estaba muy segura de qué esperar, pero se encontró confiando plenamente en Chbosky. “Stephen aportó mucho arte, pero también respeto por el texto”, opina. “Cada decisión que tomaba con el guion me parecía totalmente acertada. Espero que los fans vean que Stephen se desvivió por respetar los personajes del libro –grandes y pequeños– y están todos incluidos tal como los imaginé. Puede que la película no siga cada minúsculo detalle, porque no es posible en este formato, pero Stephen aportó algo vital: esa sensación clave del libro que a mí me gusta llamar reír/llorar”.
  Para Palacio, acertar con esa dualidad de tonos era lo esencial. “Creo que una de las razones por las que el libro ha atraído a tanta gente es que la familia Pullman no es triste, son gente alegre, que intenta sacar el máximo partido a la situación en la que se encuentran”, sostiene. “Así son las familias de verdad. Me produjo una gran satisfacción que Stephen entendiera que menos podía ser más a la hora de dejar que esos personajes fueran ellos mismos”.
  El guion evolucionó con todo el equipo en sintonía. Lieberman apunta: “La novela ya nos ofrecía la mejor base posible, así que no nos desviamos mucho”. Palacio siempre estuvo presente para ofrecer su apoyo. “Resultó inestimable, ofreció su opinión sobre todos los aspectos, desde el guion hasta la selección del reparto”, recuerda Hoberman. “Está en la esencia de la familia de la película”.

EL ROSTRO DE AUGGIE...
  Era de primordial importancia para todo el aspecto de la película crear el particular rostro de Auggie con una mezcla de realismo y respeto a partes iguales, tarea que necesitó maquillaje creativo, prostéticos e infografía.
  “Pasamos por una larga fase de I+D para conseguir el aspecto más apropiado y la mejor forma de conseguirlo con las limitaciones de tiempo que supone trabajar con una actor infantil. Queríamos que el maquillaje fuera sólido y real, pero también queríamos que te olvidaras por completo del aspecto de Auggie a medida que avanza la historia”, aporta Hoberman.
  La naturalidad del resultado final dejó satisfecho al reparto. “El maquillaje es fenomenal, porque no parece para nada que sea maquillaje”, comenta Daveed Diggs. “Y al dejar visibles los ojos tan expresivos de Jacob, eso te mantiene ligado a su corazón”.
  Se encargó de supervisar el proceso el creador y diseñador de efectos especiales de maquillaje Arjen Tuiten, que transformó recientemente a Angelina Jolie en Maléfica. Para WONDER, Tuiten partió de la realidad, centrándose en los hechos fisiológicos del síndrome de Treacher-Collins, que suele llevar a pómulos escorzados, orejas diminutas y ojos vueltos hacia abajo. Tuiten sometió el rostro de Auggie a toda una serie de pruebas de maquillaje, iluminación y efectos visuales para encontrar la combinación adecuada de rasgos, que a la vez permitiera percibir su personalidad. Luego simplificó el proceso hasta reducirlo a una metamorfosis sorprendentemente rápida para Tremblay. “Arjen es un genio del maquillaje y consiguió acortar el proceso a 90 minutos al día. Posteriormente, se encargó de realzar su trabajo el estudio de efectos visuales LOLA, que retocó lo que no se podía conseguir de manera práctica”, explica Lieberman.
  Tremblay se mostró tan animado, extrovertido y curioso como siempre durante sus sesiones de maquillaje de prostéticos, porque comprendía por qué era esencial para conseguir que quedara bien. “Una vez lo tenía todo puesto, me sentía como Auggie. Sin los prostéticos, probablemente no podría haberlo hecho igual de bien”, opina. “A veces picaban, pero si no lo pensabas mucho, era como si llevaras la cabeza envuelta en un cálido y acogedor capullo”.
  Durante las pruebas de preproducción, el director de fotografía nominado al Óscar Don Burgess, ASC, que ha aportado sus imaginativas imágenes a títulos como “Forrest Gump” y “Náufrago”, no dejó de trabajar en una estrategia para ver cómo iluminar a Auggie. “Nos fijamos detenidamente en la forma de la cara de Auggie y cómo la luz afecta a esa forma y cómo la piel refleja la luz. Parte de la idea era que podíamos ajustar cuándo queríamos que pareciera tener peor aspecto y cuándo se siente mejor”, explica Burgess.
  Chbosky no permitió deliberadamente que el reparto viera a Tremblay con el maquillaje de Auggie hasta el mismo momento en que empezaron a rodar, para captar así con las cámaras sus reacciones espontáneas.

LA COMUNIDAD DE AUGGIE...
  El diseño visual de WONDER gira en torno al mundo cada vez más grande de Auggie, que se extiende desde su casa, al colegio y más allá. Para crearlo, Chbosky colaboró con un equipo de gran talento, que incluía al director de fotografía Don Burgess, la diseñadora de producción Kalina Ivanov y la diseñadora de vestuario Monique Prudhomme.
  Como director de fotografía que da lo mejor de sí cuando tiene ocasión de mostrarse creativo, Burgess no tardó en descubrir que había muchas cosas con las que podía jugar visualmente en el filme. Decidió desde el principio utilizar la cámara RED Weapon 6K, que asegura que le proporcionaba la máxima flexibilidad y la lente con menos filtro que pudo encontrar para captar las crudas emociones de la historia.
  Para poner de relieve los diferentes puntos de vista de la película, Burgess decidió adoptar un enfoque estilístico distinto para cada una de las historias de los personajes principales. “Le dimos a cada historia su propio aspecto particular, con color, iluminación y lentes distintas”, explica Burgess. “El punto de vista de Auggie tiene un aspecto coherente, pero cuando vemos el mismo suceso desde una perspectiva distinta, como la de Via, cambio las velocidades de la cámara y altero el ambiente. Para Auggie, utilicé lentes más largas, para aislar más a su personaje y centrarnos más en él como individuo”.
  La gama de colores también cambia. “Los colores en casa son más acogedores. Pero en el colegio son muy fríos, porque es algo nuevo e incómodo. Cuanto más tiempo pasa Auggie en el colegio, más cálido se vuelve”, señala Burgess. Burgess trabajó con hasta cuatro cámaras a la vez para conseguir el máximo rendimiento. “Los niños solo pueden trabajar un número limitado de horas al día y hay escenas en la película con hasta nueve personajes en el encuadre, así que decidimos utilizar varias cámaras, explica.
  Se ocupó de colaborar estrechamente con Burgess la diseñadora de producción Kalina Ivanov, cuyo decorado más importante fue el hogar de los Pullman, en el que incorporó numerosos detalles extravagantes extraídos del libro de Palacio. Ivanov supervisó la construcción de una casa de dos plantas al estilo de las de Nueva York a tamaño completo en el plató de la calle Braid en New Westminster, Columbia Británica. Palacio comenta: “WONDER no es solo una historia de Nueva York. Podría ambientarse en cualquier momento y lugar de la historia del mundo. El entorno que creó Kalina era más universal y perfecto”.
  La película empieza en el santuario del cuarto de Auggie. “En su dormitorio, Auggie puede soñar y ser él mismo sin que nadie lo juzgue”, explica Ivanov. “Le planteé a Stephen la idea de que el dormitorio de Auggie debería representar la noche. Le gustó la idea, porque la noche también está relacionada con la oscuridad del espacio exterior, que es la obsesión de Auggie. No queríamos que la habitación fuera demasiado oscura; su carácter es algo extravagante, así que pintamos cada estantería de su librería de un color distinto. Queríamos que reflejara a un niño que dibuja, sueña, le interesan muchas cosas distintas y posee una personalidad enormemente rica”.
  Un detalle curioso del dormitorio es la tabla de crecimiento de Auggie, hecha a base de 27 pulseras de hospital, que cuenta en cierto sentido la historia de Auggie desde su nacimiento. “Pasamos mucho tiempo diseñando las pulseras de hospital de Auggie y decidiendo cómo mostrarlas. En cierto momento, a Stephen se le ocurrió la genialidad de colocarlas en una tabla de crecimiento. Tras probar esa idea, nos dimos cuenta de que el formato de cámara funcionaba mejor si las poníamos en un tablón de corcho rectangular”, recuerda Ivanov. “No dejamos de esforzarnos para hacer que pareciera que en esa casa vivía gente de verdad”.
  El dormitorio estaba tan lleno de detalles que Tremblay no quería irse. “Allí había millones de detalles alucinantes que me encantaban. Auggie tiene Legos de Star Wars, el techo pintado con estrellas y un sable láser. Auggie tiene incluso su propia Xbox en su cuarto. ¡Mi Xbox está en el sótano! Ojalá pudiera tener mi Xbox en mi cuarto”, comenta riendo Tremblay.
  La habitación de Auggie está frente a la de Via. “Mientras que Auggie tiene un cielo nocturno, Via tiene un mural del cielo diurno con nubes”, describe Ivanov. “La idea es que su madre ilustradora pintó ambos murales como respuesta emocional a las personalidades de sus hijos. Cada objeto y color de la casa tiene un significado y, como Stephen también es escritor de ficción, presta mucha atención a esos temas”.
  Ivanov agradeció las aportaciones de Palacio. “R.J. me proporcionó trasfondos muy interesantes de los personajes, que no están en el libro; por ejemplo, me dijo que Isabel fue a la Escuela de Diseño de Rhode Island y que Nate era un músico que estudió en [la Universidad] Brown. Después, Nate decidió pasarse al mundo de las finanzas para darle a su hijo la mejor vida posible. Fue un privilegio contar con todo ese conocimiento. Queríamos que su casa fuese un verdadero hogar familiar, ni demasiado ordenado ni perfecto, sino que diera la sensación de pertenecer a personas que tienen tanto alegrías como dificultades en sus vidas”.
  Para el colegio Beecher, Ivanov utilizó como modelo la escuela de Brooklyn del siglo XIX a la que asisten los hijos de Palacio. “Stephen me había pedido que hiciera que la película pareciera atemporal”, comenta Ivanov, “así que evitamos mucha tecnología moderna de los colegios. Para el aula del señor Browne, construimos unas clásicas pizarras verdes con preciosos marcos de madera para darle calidez. Adora a sus estudiantes, así que llenamos su aula con un montón de notas personales divertidas escritas por él a sus alumnos. La sala tenía una decoración muy concreta, y la cambiamos para reflejar el paso de las estaciones”.
  Para recrear la catalítica escena de la feria de ciencias, el departamento artístico llenó el gimnasio con proyectos reales de niños recolectados de los colegios locales, mientras que el propio departamento se encargó de crear la cámara oscura de Auggie y Jack Will.
  El colegio Heritage Woods en la Columbia Británica reunió a casi 400 extras para escenificar la secuencia de la obra escolar de Via, mientras que Camp Howdy, en Belcarra, Columbia Británica, fundado en los años 40, hizo las veces de la Reserva Natural Broarwood, donde Auggie pasa su primera noche lejos de casa. “El lugar fue todo un hallazgo, incluso vimos un oso mientras estábamos localizando exteriores por allí”, recuerda Ivanov riendo. “Camp Howdy es precioso, pero no muy grande, y encajaba perfectamente con nuestra historia. Auggie está la mayor parte de la película en interiores, y esta secuencia es la primera vez que está fuera, en la naturaleza, así que era muy importante que el campamento fuera bonito, pero no abrumador”.
  Ante semejante variedad de personajes, la diseñadora de vestuario Monique Prudhomme se encontró con todo un reto por delante, con algunos personajes que tenían hasta 45 cambios de vestuario. Empezó por Auggie. “Creamos un contraste entre la intensidad de las experiencias vitales de Auggie y lo corriente de su aspecto”, explica. “Auggie lleva muchas sudaderas con capucha al principio, aunque cada vez va llevando menos, a medida que se siente más cómodo consigo mismo”.
  Por sencilla que fuera la ropa de Auggie, no estuvo exenta de retos. “Teníamos que ser muy conscientes de que había que poner la ropa por encima de la cabeza de Jacob y ajustarla para esconder los prostéticos”, explica la diseñadora.
  La ropa de Via también pasa por cambios sutiles. “Via es como un flor que se abre”, describe Prudhomme. “Al principio, es muy reservada, así que mantuve su ropa sencilla y bastante juvenil. Pero cuando va al instituto y conoce a Justin, su femineidad sale a la luz”.
  Para la Isabel de Julia Roberts y el Nate de Owen Wilson, Prudhomme se basó en el trasfondo de los personajes. “Isabel era una artista antes de que llegara Auggie, así que la veía expresando su imaginación a través de su ropa y sus joyas. Nuestro reto fue crear una madre de verdad, pero con un toque atrevido y un poco funky”, explica. “Nate tenía que parecer un poco tenso con su traje, como si le picara, por usar las palabras de Stephen. Trabaja en el mundo de las finanzas, pero para recalcar esa sensación de picor, siempre hago que lleve zapatillas deportivas cuando se marcha al trabajo”.
 El estilo de Auggie contrasta con el de los niños que conoce en el colegio, sobre todo con Charlotte. “Stephen quería sacar la exuberancia y la gracia de Elle, así que le pusimos mariposas y cosas brillantes. Su aspecto alegre contrasta mucho con Auggie al principio, pero acaba por encajar”, concluye Prudhomme. 

EL CASCO ESPACIAL Y CHEWBACCA...
  Si hay algún lugar en el mundo en el que Auggie se sienta seguro es dentro de su casco espacial, un accesorio que no solo oculta su rostro, sino que le permite entrar en un mundo de fantasía cósmica en el que se siente libre e infundido del puro valor de sus héroes: los astronautas de la NASA del Apolo 11 que pisaron la Luna.
  Encontrar el casco adecuado era esencial. “El casco espacial es el favorito de Auggie y el que utilizamos parece de verdad”, opina Tremblay. “Se puede incluso pulsar un botón y el visor se levanta. El casco espacial hace que Auggie se sienta normal y contento, sin preocuparse de que la gente le vea la cara”.
  El departamento de atrezo se encargó de construir el casco de astronauta del tamaño adecuado para Auggie pero, para las fantasías espaciales de Auggie, se alquiló un traje espacial auténtico de tamaño infantil de la NASA. “Tuvimos la suerte de encontrar a una compañía que hacía trajes espaciales para niños”, comenta Prudhomme. “Se convirtió en un símbolo precioso de descubrimiento”.
  Para crear las fantasías intergalácticas de Auggie, Chbosky y Burgess utilizaron trucos de cámara para transportarlo lejos de este mundo. “Queríamos poner a Auggie en la absoluta libertad de la gravedad cero. Para lograrlo, utilizamos cámaras de alta velocidad para simular el movimiento en gravedad cero, de manera que parezca estar flotando de verdad. Da la sensación de que el pequeño Auggie en su trajecito espacial es realmente capaz de vencer a la gravedad”, describe Don Burgess.
  Además, ciertas criaturas espaciales visitan la Tierra cuando Auggie se imagina a Chewbacca, de Star Wars, paseándose por los pasillos del colegio Beecher. “Nos quedamos encantados de que Lucasfilm y Disney comprendieran lo que los personajes de Star Wars significan para Auggie, de modo que pudimos contar con Chewbacca en la película”, agradece Hoberman.
  “Una de las cosas más alucinantes que he hecho nunca es una escena con Chewbacca”, afirma Daveed Diggs. “En serio, mi niño interior estaba para que le diera un ataque. Chewie y yo tuvimos un momento juntos y tengo eso para siempre. Lo mejor de todo es que es un tipo tan guay como nos imaginamos”.

AUGGIES DEL MUNDO REAL...
  Desde el primer momento, el equipo responsable del proyecto quería involucrar a la comunidad de las anomalías faciales en los entresijos de la producción y asegurarse de que se escucharan sus opiniones. Empezaron a colaborar estrechamente con varias organizaciones, entre ellas MyFace y la Children’s Craniofacial Association (Asociación Craneofacial Infantil, o CCA, por sus siglas en inglés). Ambas organizaciones habían aprovechado la popularidad del libro como oportunidad para dar a conocer mejor entre la gente el problema de las anomalías craneofaciales y superar ciertos estigmas sociales.
  Para Palacio, el cariño que tantos “Auggies reales” sienten por su libro ha sido tan gratificante como su éxito. “Las amistades que he hecho con niños que tienen anomalías craneofaciales han sido increíblemente especiales para mí”, afirma. “Ha sido conmovedor ver cómo WONDER ha afectado de manera positiva a sus vidas”.
  Para aprender más, la familia Tremblay al completo asistió al retiro familiar anual de la CCA, una tradición iniciada por la portavoz nacional de la CCA, Cher. Jacob lo pasó bomba. “Hice muchos amigos allí, lo que me pareció maravilloso”, recuerda Tremblay sonriendo. “Y a la vez que me divertía, aprendí mucho sobre niños con síndromes craneofaciales, lo que me ayudó mucho a interpretar este papel de la manera adecuada”.
  Una familia en concreto acabaría influyendo en la película: la del pequeño de 12 años Nathaniel Newman, que se ha hecho íntimo amigo de Palacio. “Un par de meses después de publicarse el libro, los padres de Nathaniel se pusieron en contacto conmigo y quedamos para comer. Aunque no lo conocía mientras escribía, descubrí que Nathaniel era como si Auggie hubiera cobrado vida”, cuenta Palacio. “Nathaniel sufre el síndrome de Treacher-Collins y tiene un aspecto muy similar a como me imaginaba a Auggie, y habla de la misma manera que oigo a Auggie. Tiene unos padres estupendos y un hermano que no tiene anomalías craneofaciales. Nathaniel ha tenido que someterse a numerosas operaciones y pasar por muchos de los problemas que tiene Auggie. Y, al igual que Auggie, es cariñoso, divertido y más valiente de lo que se puede expresar con palabras”.
  Palacio fichó a Nathaniel, que se estaba recuperando entonces de su 56ª operación, como asesor. “Nathaniel nos proporcionó un acceso verdaderamente personal a cómo puede ser la vida para alguien como Auggie”, opina Lieberman. “Aunque Auggie no sea real, he tenido el placer de conocer a gente real igual de asombrosa”.
  Algunas otras familias de la CCA también pasaron por el set de rodaje en Vancouver, y todos los niños tuvieron la oportunidad de jugar con el casco de Auggie.
  Palacio espera que los espectadores saquen una conclusión sobre las personas con anomalías craneofaciales: “No tienen ningún problema. El problema es nuestro, que no somos capaces de verlos desde la perspectiva adecuada”.

ELIGE SER AMABLE...
  Parte del fenómeno de WONDER ha consistido en empoderar a los jóvenes para que planten cara con mayor seguridad a la plaga del acoso, la intolerancia y el ostracismo. “El libro ha suscitado campañas internacionales contra el acoso escolar”, aporta Lieberman. “Uno de los detalles más importantes es que la historia explora las numerosas formas distintas en que la gente se puede ver acosada. El acoso emocional es muy importante para mí, y es una de las razones por las que me gustó tanto el libro. La mala conducta existe desde siempre pero, con las redes sociales, ahora tienes a gente maltratando a los demás en un espectro todavía más amplio, lo que hace que este tipo de historias sean más necesarias que nunca”.
  Palacio ahora da charlas a niños por todo Estados Unidos sobre el acoso escolar como parte del movimiento “Elige ser amable” iniciado como reacción al libro, y ha conseguido que miles de ellos firmen su compromiso de “Elige ser amable”. Dice que eso ayuda a los niños a recordar que la actitud que tienen ahora hacia los demás les afectará el resto de sus vidas.
  “Cuando hablo con niños, hablamos de cómo nos gustaría que nos recordaran dentro de 80 años. ¿Quieres ser recordado por tus momentos de falta de amabilidad? ¿O quieres ser recordado por ser la persona que fue lo bastante valiente para acercarse al niño nuevo de la clase y hacerse su amigo? Entonces es cuando los niños empiezan a entenderlo, cuando empiezan a ver que lo que hacen, incluso en pequeña medida, importa mucho y durante mucho tiempo”.
  Pero Palacio dice que, por mucho que su libro se pronuncie contra el acoso escolar, eso por sí mismo no es suficiente. Espera que el libro, y ahora la película, inspiren a todo el mundo a tomar por sí mismos la iniciativa, a dar ese paso extra para darle un empujoncito a alguien o tenderle la mano. “A veces no hace falta gran cosa para tener un enorme impacto”, afirma. “Lo mejor de los pequeños actos es que nunca se sabe cuándo puedes estar salvándole realmente la vida a alguien”.
  Palacio señala que la palabra clave del movimiento “Elige ser amable” es “elige”, algo que cree que Stephen Chbosky, junto con el reparto y el equipo de WONDER, han sabido traer a primer plano en la película. Concluye: “No puedes obligar realmente a la gente a ser amable. Lo que sí puedes hacer es inspirar a la gente para que vea y sienta lo que es ponerse en la piel de los demás”.

AUGGIE...
  Cuando el desarrollo de WONDER empezó a avanzar, el equipo responsable del proyecto tuvo que afrontar un dilema: encontrar al Auggie adecuado para la película. Ya era suficientemente abrumador que los lectores ya tuvieran una imagen mental de Auggie, pero los responsables del proyecto tenían que encontrar además a un niño de la edad adecuada, que resultara auténtico y tuviera las dotes interpretativas necesarias para meterse en la piel de un chico que tiene que vérselas con un mundo que lo evita y a veces lo teme. “El papel de Auggie es tan complicado, que necesitábamos a un actor de una destreza increíble, capaz de ofrecer una interpretación llena de matices, en la que las cosas que se dejan sin decir son tan importantes como las que se dicen”, comenta Lieberman.
  La búsqueda supuso todo un quebradero de cabeza, hasta el día en que los responsables del proyecto vieron a Jacob Tremblay en “La habitación”, en la que interpreta a una víctima de secuestro que no ha conocido nunca el mundo más allá de un pequeño cobertizo. Su interpretación no se parecía a nada que hubieran visto en un niño tan joven. “Cuando vimos ‘La habitación’, supimos que habíamos encontrado al niño que podía encarnar a Auggie”, recuerda Hoberman. “Jacob tiene un gran talento para su edad, y para cualquier edad. Cuando lo conocimos, pensamos que no nos podríamos haber sentado con alguien que se pareciera más a Auggie, con ese mismo espíritu”.
  Chbosky también pensó que Tremblay era justo lo que necesitaban. “WONDER no podía parecer nunca demasiado triste, y Jacob está lleno de humor, curiosidad y energía, en el mejor sentido”, comenta el director.
  Sorprendentemente, Tremblay se tomó con calma el hecho de tener que someterse a un gran número de prostéticos faciales, incluso pareció encantado con un proceso que puede resultar agotador. Lieberman aporta: “En cuanto le ponían el maquillaje, Jacob se transformaba en su interior, más allá del maquillaje de su rostro. Adoptaba completamente la forma de pensar de Auggie”.
  Todo resultó fácil, opina Tremblay, porque le parecía que era muy importante contar la historia de Auggie. “Lo más emocionante para mí era tener ocasión de encarnar a un niño que ayuda a hacer del mundo un lugar mejor”, comenta el pequeño de 9 años. “Me pareció que el libro era super super bueno e hizo llorar a mi madre. Trata sobre la lucha de Auggie por encajar, y también sobre hacer que la gente se sienta cómoda, en lugar de asustada”.
  Como haría cualquier actor adulto, Tremblay se dedicó a documentarse, reuniéndose y haciéndose amigo de niños que son Auggies reales, para conocer sus puntos de vista de cómo es la vida de diferente o igual para ellos. Por insistencia propia, empezó a guardar una enorme carpeta con cartas, imágenes e ideas. “Me leía esa carpeta cada día, sobre todo antes de alguna escena especialmente seria, para ayudarme a prepararme”, explica.
  Para Palacio, el empeño de Tremblay por hacer un buen trabajo fue indispensable. “El esfuerzo que realizó Jacob para documentarse se tradujo en la sutileza de su interpretación”, aporta. “Comprendió algo clave del personaje: que Auggie acepta que tiene un aspecto diferente, simplemente desearía que no fuera tan importante para todos los demás. También entendió que Auggie es un niño encantador, pero no tanto. Es un bromista y es un chico duro y luchador que ha pasado por 27 operaciones. Lo entendió muy bien”.
  Tremblay comparte con su personaje su absoluta pasión por todo lo relacionado con Star Wars, lo que le ayudó a sumergirse aún más en las fantasías cósmicas de Auggie. “Auggie sabe que a la gente le lleva cierto tiempo acostumbrarse a él. Así que creo que por eso le encanta el espacio y preferiría llevar un traje espacial”, observa.
  En el libro, la franqueza de Auggie en cuanto a sus miedos cotidianos, sus frustraciones y sus sueños es lo que lo hacen tan fascinante, y Tremblay pareció entenderlo a la perfección. “A lo que llega Jacob es a que Auggie es un niño de verdad con problemas de niño de verdad”, comenta Chbosky. “Auggie tiene que salir de su cascarón, y aprende que, aunque tiene que aguantar a matones y miradas, los demás también tienen problemas a los que debería prestar atención. Llega a entender que preocuparse por los demás es un tipo de fuerza”.
  Tremblay atribuye a Chbosky lograr crear un ambiente en el que podía asumir riesgos sin temor. “Cuando empezamos a conocernos, hablábamos de nuestras películas favoritas, y yo le hice a Stephen unas cuantas preguntas sobre prostéticos; me pareció que su forma de ver el libro era guay”, recuerda Tremblay. “Más tarde, descubrí que Stephen es uno de los tipos más majos del mundo. Ser director puede resultar un trabajo frustrante, pero Stephen nunca se disgusta, jamás. Siempre se mantiene positivo y eso hace que resulte divertido”.
  A la vez que Tremblay se divertía, también iba quedando cada vez más intrínsecamente ligado a Auggie. Palacio recuerda: “La primera vez que vi la película, pensé: sé que Jacob está ahí debajo, pero no lo veo. Para mí, se desvaneció dentro de Auggie”.

ISABEL Y NATE...
 Julia Roberts y Owen Wilson asumieron dos de los papeles más importantes de WONDER: Isabel y Nate, que, como padres de Auggie, tratan de conciliar sus instintos protectores con saber que su hijo necesita encontrar su propio lugar en el mundo, por duro que resulte. Muestran algo rara vez visto en la cultura popular: lo que es ser padre de un niño diferente, afrontando preocupaciones y aislamiento, mientras intentan salvar las distancias entre el niño que conocen en casa y el misterio que el resto del mundo ve a primera vista.
  El equipo responsable del proyecto no podía haber quedado más entusiasmado por la incorporación de la actriz. “Estaba claro que no se trataba de un papel más para ella. Creía en el mensaje de la historia y quería ayudar a transmitirlo”, comenta Hoberman, que trabajó con Roberts por primera vez en el papel que la dio a conocer, “Pretty Woman”.
  Lieberman agrega: “Julia posee la rara capacidad de mostrar una intensa emoción sin llegar a resultar nunca sensiblera. Lo hace con tanta gracia y humor, que queda muy creíble como madre”.
  Roberts recuerda sobre su reacción inicial al libro: “Me pareció que tenía una variedad increíble de personajes y me encantaron los distintos puntos de vista de cada uno, su compasión y su complejidad. Lo leí con mis hijos, a todos les encantó y fue en ese momento cuando pensé: ‘Esta película tiene que hacerse”.
  La actriz conectó desde el primer momento con la fuerza materna de Isabel, así como con sus conflictos internos como mujer independiente cuya vida y ambiciones se han visto desbordadas por su experiencia inusitadamente intensa como madre.
  “Isabel se encuentra en una encrucijada interesante”, observa Roberts. “Todos pasamos por un cambio increíble cuando tenemos hijos, cuando te conviertes en responsable de otra vida humana que pasa a ser tu prioridad total y absoluta. Para Isabel, ser la madre de Auggie habría resultado agotador desde el primer momento, porque intentar simplemente mantener a ese niño con vida habría sido muy complicado. Al mismo tiempo, tuvo que dejar de lado todo lo que intentaba conseguir como persona creativa en el mundo”.
  Así que, ahora que Auggie va por fin al colegio, resulta muy agridulce para ella. Es la primera vez que no pasan juntos casi cada minuto del día. Pero eso le permite volver poco a poco a hacer las cosas que hacía antes de que naciera Auggie. Ahora lo que tiene que hacer es acostumbrarse a darle libertad”.
  Una de las cosas más especiales para todos los implicados fue ver cómo se estrechaba el vínculo entre Roberts y Tremblay. “Se fue formando un lazo entre ellos de una forma asombrosamente natural”, opina Lieberman.
  Tremblay prosigue: “Isabel es una madre estupenda, de las mejores. Se vale de sus poderes de madre para hacer que Auggie se sienta mejor cuando está triste, y le explica todas las cosas difíciles. Y Julia Roberts fue una compañera de reparto muy buena. Aprendí mucho de ella”.
  Roberts considera que ella también tenía por su parte mucho que aprender de Tremblay. Sostiene que apenas ha llegado a conocer a Tremblay porque, la mayor parte del tiempo, mientras trabajaban, era enteramente Auggie con ella. “Recuerdo cuando acabó el rodaje y me estaba despidiendo de la madre de Jacob, ella me dijo: ‘siento como si tú fueras la madre de Auggie y yo fuera la madre de Jacob’, que viene a ser como me sentía yo”.
  Roberts atribuye a Chbosky el mérito de dejar espacio para que todos los matices de la familia Pullman tengan ocasión de florecer. “A Stephen le interesa mucho la gente y las formas que tienen de relacionarse entre sí, y aporta mucha ternura al examinar la condición humana”, observa. “A veces, incluso lloraba mientras explicaba algo, porque significaba mucho para él. Y encima, es muy ingenioso”.
  WONDER supone la primera vez que Roberts y Owen Wilson trabajan juntos, pero su química fue instantánea. “Nate es un poco ganso e ingenuo, el alivio cómico de la familia, mientras que Isabel es la fuerza dominante. Owen no solo es estupendo en lo referente al humor, sino que resulta conmovedor como padre que tiene que descubrir a su manera cómo hacer lo mejor para su hijo”, explica Lieberman.
  “Nunca se sabe cómo va a ser la química entre dos personas que interpretan a una pareja, pero el primer día de rodaje de Julia y Owen, todo resultó de lo más natural”, recuerda Hoberman.
  Como padre de dos hijos, Wilson no pudo resistirse a formar parte de WONDER. “Me pareció que interpretar a Nate era una oportunidad de dar vida a una historia que ha significado mucho para un montón de gente”, opina. “Personalmente, me sentí inspirado a centrarme más en los parecidos que en las diferencias tras leer la historia. Pero otro factor que me atrajo mucho de la película era Chbosky. Antes de empezar el rodaje, hablamos mucho, y pude sentir su humanidad y su pasión con gran intensidad, que sabía que aportaría a la película”.
  A Wilson también le gustaba el hecho de que Nate realmente no deja de desempeñar un papel secundario en la familia al lado de Isabel. “No describiría a Nate como alguien que imponga disciplina. Auggie y yo tenemos una relación divertida que consiste más bien en peleas con sables láser y kárate. Siento que llevo toda la vida preparándome para este papel, porque la verdad es que todas esas cosas se me dan muy bien”, bromea Wilson. “Durante mi infancia en Dallas, mi familia también era tan divertida como los Pullman. Sí, tienen sus dificultades, pero nunca se compadecen de sí mismos”.
  Para Wilson, trabajar con Roberts fue algo especial. “No conoces a mucha gente que tenga semejante vitalidad. Ella la tiene en la vida real, y la aporta a su papel”, afirma.
  Roberts considera que se entendieron bien de forma instintiva, a medida que improvisaban su vínculo de marido y mujer. “La verdad es que para mí podría decirse que Owen reinventó el personaje de Nate y, vaya, me pareció que estuvo fantástico”, asegura. “Tenemos un sentido del humor muy parecido, así que nos apoyamos mutuamente para conseguir un resultado muy divertido”.
  Intimar con Wilson fue especialmente divertido para Tremblay, que concluye: “Owen es uno de los tipos más graciosos del mundo, en serio. Si tienes ocasión de conocerlo, te partirás de risa”.
  Otro de los Pullman adultos es la leyenda del cine Sonia Braga (“El beso de la mujer araña”) que interpreta a la abuela de la familia en un recuerdo de Coney Island con Via. Braga comenta: “Lo que hizo que quisiera formar parte de la familia de WONDER son todos los temas que trata la historia; el amor familiar y vencer a los matones son cuestiones muy importantes para mí. También sentí una profunda conexión con el papel porque mi abuela fue la persona que cuidó de mi. Toda mi vida he deseado poder volver a estar con mi abuela, como le pasa a Via. Mi momento en la película es una escena muy delicada, que Stephen se encargó de guiar con sumo cuidado”.

VIA...
  Via, la hermana adolescente de Auggie, tiene su propia historia en WONDER. Como hermana mayor y sana de la familia Pullman, Via se ha dedicado enteramente al bienestar de su hermano con paciencia y abnegación. Pero eso no significa que haya sido fácil para ella. A diferencia de Auggie, ha pasado su vida sin ser nunca el centro de atención y, por mucho que entienda perfectamente los motivos, no deja de dolerle, sobre todo ahora que la vida está cambiando tan rápido para ella.
  Julia Roberts comenta sobre Via: “Auggie y Via tienen una relación verdaderamente hermosa y compleja. Creo que Via es un personaje increíble, porque se trata de una persona que quiere profundamente a su hermano, hasta el punto de aceptar que no solo no va a recibir mucha atención ahora mismo, sino que eso es algo que será siempre así”.
  El primer año de instituto de Via, un año de amor y pérdida, se convierte en un contrapunto al de Auggie, y elegir a la actriz adecuada fue casi igual de complicado. El equipo responsable del proyecto encontró la combinación que buscada de determinación y ternura en la joven de 15 años Izabela Vidovic, a quien se ha podido ver en el thriller de acción de Jason Statham “El protector (Homefront)” y en la telecomedia “About a Boy”. “Izabela encaja maravillosamente entre Julia y Owen. Entrevistamos a muchas actrices, e Izabela acabó imponiéndose principalmente por ser como es”, cuenta Hoberman.
  Vidovic sentía tanta admiración por Via que la animó a sumergirse aún más en su papel. “Via es fuerte y abnegada y, al final, consigue encontrar formas de brillar a su manera”, comenta. “Su relación con Auggie es muy especial, porque quiere mantenerlo a salvo, pero sin mimarlo tanto como sus padres. Quiere que sea capaz de sobrevivir y valerse por sí mismo”.
  Chbosky recalcó a Vidovic que era importante sacar a la luz esos retos, que a menudo pasan desapercibidos, que deben afrontar los hermanos de niños con afecciones médicas que acaparan toda la atención disponible. “La mayoría de las relaciones filiales implican cierta rivalidad, pero en este caso es una lucha mucho más pronunciada para Via”, señala. “Como alguien que adora a su hermana pequeña, me encanta la relación de Via y Auggie”.
  Palacio también admira a Via. “Via es uno de mis personajes favoritos. No tiene pelos en la lengua y, cuando la gente se porta mal con Auggie, se molesta muchísimo, más incluso que él”, comenta. “Pero su hermano pequeño también la irrita. Así que tienen una dinámica muy normal, intensificada por el hecho de que lo ha visto pasar por 27 operaciones. Via nunca ha perdido el ánimo. Me encanta, de verdad”.
  El último miembro de la familia, la querida perra Daisy, aporta a los Pullman su amor incondicional. El papel era muy codiciado. Por desgracia, Chbosky es alérgico a los perros, pero no estaba dispuesto a eliminar al personaje que sirve como confidente silencioso de cada uno de los miembros de la familia cuando las cosas se ponen difíciles. Hoberman comenta: “Cada miembro de la familia Pullman adora a Daisy de una forma distinta y ella ayuda a mantenerlos unidos”.

COMPAÑEROS...
  Tras pasar toda su vida recibiendo su enseñanza en casa, sus padres animan a Auggie a que empiece a asistir al quinto curso en el colegio de secundaria Beecher. Es todo un nuevo mundo de cotilleo, matones y amenazas, pero también de laboratorios de ciencias, logros y amigos. Los compañeros de Auggie aportan un punto de vista totalmente distinto a la vida de Auggie. No tienen la ventaja de conocerlo tan bien como su familia, así que tienen que intentar entenderlo a su manera y lo hacen a través del prisma de sus propias experiencias particulares.
  “Acertar con la química en cualquier película es complicado, y es más difícil aún cuando se trata de actores de 10 años”, admite Lieberman. “Nuestra tarea consistía en encajar los grupos principales de niños de la historia como si se trataran de piezas de un rompecabezas. Nos reunimos con cientos de niños en diferentes ciudades, probamos distintas combinaciones. Cuando los tuvimos a todos, fue algo mágico”. Entre los niños que tienen un mayor impacto en Auggie y viceversa figuran:

Jack Will:
  Jack es el primer amigo de verdad que hace Auggie en el colegio, o eso cree Auggie, hasta que un desalentador incidente lo lleva a pensar que Jack no está más que fingiendo. Jack tendrá que decidir de qué lado está de verdad. Se encarga de este papel Noah Jupe, que ha aparecido en “The Titan” y la serie “El infiltrado”.
  Jack, que tiene él mismo algo de marginado, al tratarse de un chico de clase baja que está allí con una beca, siente una afinidad natural hacia Auggie, pero también quiere que los chicos populares lo acepten. Jupe adoptó la mezcla de inseguridades y encanto infantil del personaje. Lieberman comenta: “Noah es un joven actor fantástico, procedente del Reino Unido, con una simpatía intangible que procede directamente del corazón”.
  Jupe estaba entusiasmado de conseguir el papel. “Me encantaba el libro”, afirma. Le gustó en especial conocer a Palacio, uno de sus escritores favoritos. “Me dijo que era idéntico a como se imaginaba a Jack Will, y nos pusimos a hablar largo y tendido sobre lo que Jack piensa y siente, así que fue muy emocionante”.
  Palacio comenta sobre Jack: “El señor Traseronian tiene una idea genial cuando elige a Jack para que sirva de guía a Auggie. Traseronian entiende que Jack todavía no ve lo genial que es, y lo pone en una situación en la que puede realmente mostrar al mundo su grandeza... y Jack demuestra en última instancia estar a la altura”.

Julian:
  “Si hay un malo en WONDER, ese sería Julian”, opina Hoberman. Julian es el cabecilla de la pandilla del quinto curso, que empieza burlándose de Auggie por llamar la atención, y luego empieza a meterse con él más en serio. Bryce Gheisar, un joven actor natural de Texas a quien se ha podido ver en “Tu mejor amigo” y la serie “Walk the Prank”, se encarga de interpretar a este personaje lleno de matices.
  Lieberman aporta: “Encontrar al actor adecuado para Julian fue complicado, porque la elección evidente para el matón es elegir a alguien que dé miedo. Pero queríamos algo más sutil. Cuando llegó Bryce, poseía un aire amenazador, calculado y tranquilo, con un toque de miedo. Bryce lo interpreta como alguien encantador, con una rabia que bulle bajo la superficie, rabia que no ha llegado aún al punto de estallar, pero que los espectadores pueden percibir”.
  Al igual que sus compañeros de reparto, Gheisar ya conocía el libro, lo que no hizo más que contribuir a su interés por explorar el origen de la vena cruel de Julian. “Me encantaba que era una oportunidad de ayudar a enseñar a la gente de todo el mundo que no está bien ser un abusón”, comenta Gheisar. “Me interesaba muchísimo formar parte de esto”.
  Para Palacio, Julian es fundamental para WONDER. “Todos los niños tienen sus problemas”, explica. “Puede que los de Auggie sean más evidentes, puesto que no puede ocultar su rostro, pero todo el mundo tiene algo que desearía poder cambiar en sus vidas. Auggie pone nervioso a alguien como Julian y, como no sabe qué hacer con esos sentimientos, se burla de él. Intenta protegerse a sí mismo, pero lo hace de una manera espantosa. La verdad es que Julian es un chico que está muerto de miedo y no recibe de sus padres la ayuda que necesita”.
Gheisar cree que Julian sufre una evolución interna a lo largo de la película. “Cuando el señor Traseronian le dice a Julian que ‘Auggie no puede cambiar su aspecto, pero tal vez nosotros podamos cambiar cómo lo vemos’. Creo que eso hace que abra su mente y empiece a creer que puede cambiar”.

Summer:
  Justo cuando Auggie cree estar totalmente solo en el colegio Beecher, aparece Summer, un soplo de aire fresco en forma de chica inteligente y tímida, a la que parece sinceramente que le cae bien Auggie. La canadiense Millie Davis, conocida por sus papeles en las series “Orphan Black” y “Odd Squad”, encarna a la chica que da esperanza a Auggie.
  “Summer es muy madura”, aporta R.J. Palacio. “Sabe que lo que Auggie necesita es alguien que no lo trate de forma diferente. Está cansada de toda la mezquindad que la rodea y encuentra en Auggie un espíritu afín”.
  Davis es otra joven fan de la obra original. “El libro me pareció muy conmovedor, trata sobre aceptar a la gente, lo que es genial”, opina.
El grupo principal de amigos de Auggie se completa con la aspirante a actriz infantil Charlotte Cody, interpretada por Elle McKinnon, bailarina de competición y actriz novel. “A Charlotte Cody le encanta actuar, cantar y bailar... igual que a mí”, comenta McKinnon. “Es muy parlanchina, lo que la hace un poco alocada, pero muy divertida”.
  Chbosky explica: “Elle McKinnon estuvo tan natural, que me dejó pasmado. Esta era su primera película. Y su tercera audición. No podría estar más encantado de que WONDER tenga ocasión de presentarla al mundo”.
  Un trío de jóvenes actores canadienses compone la pandilla de Julian: Ty Consiglio como Amos, Kyle Breitkopf como Miles y el novel James A. Hughes como Henry. “Estaba deseando llegar a la escena en la que Amos, Miles y Henry acuden al rescate”, comenta Palacio. “Es un momento en el que se estrechan lazos, que se ha convertido en uno de los favoritos de muchas personas”.

PROFESORES...
  Otra influencia fundamental del primer año de colegio de Auggie la constituyen dos profesores muy especiales: el tutor de su curso, el señor Browne, y el director del colegio, el señor Traseronian, ambos papeles interpretados por dos de los actores teatrales más solicitados del momento en Estados Unidos: el ganador del premio Tony Daveed Diggs, conocido por interpretar a Thomas Jefferson en “Hamilton”, que debuta en la gran pantalla, y el ganador del Tony y el Emmy Mandy Patinkin.
  Diggs fue todo un fichaje para el equipo responsable del proyecto. “Daveed dejó a todo el mundo pasmado en ‘Hamilton’. Y aquí transmite un aire de profesor cariñoso y gracioso que encaja muy bien con el personaje”, afirma Hoberman.
  Desde el momento en que leyó el guion, Diggs supo que quería participar. “Me pareció que estaría bien formar parte de una obra de arte que lucha contra el odio”, explica. “Y creo que mostrar la historia desde el punto de vista sumamente personal de un niño nos permite acceder fácilmente a ideas importantes. Es imposible ponerse cínico con WONDER”.
  El actor continúa: “Nunca había hecho una película, así que eso lo ha hecho doblemente especial. Cuando me presenté el primer día de rodaje y me encontré con todos esos niños mágicos pensé que, si así son las películas, ¡voy a hacer películas! No podía haber pedido una experiencia mejor”.
  Diggs recurrió a sus propios recuerdos de sus profesores favoritos como inspiración para el papel. “Creé al señor Browne a partir de dos o tres profesores que lo cambiaron todo para mí”, explica. “También quería reflejar la idea de que, cuando enseñas, tus estudiantes te hacen cambiar tanto como tú esperas hacerlos cambiar a ellos”.
  Estaba enamorado de la idea de los preceptos diarios del señor Browne garabateados en la pizarra. “Yo diría que el señor Browne cree que si te tomas en serio todos esos refranes tan sabios y los aplicas a tu vida diaria, pueden proporcionarte un marco para descubrirte a ti mismo. Eso es lo que le importa”, comenta Diggs.
  El señor Browne es el primero que da a los chicos la cita sobre elegir ser amable, sacada de un libro de Wayne Dyer, apodado a menudo “el padre de la motivación”. Palacio recuerda: “Cuando estaba escribiendo al señor Browne, me vino a la cabeza el precepto de Dyer sobre elegir ser amable, y pensé que si él planteara esa expectativa, sería una forma estupenda de empezar el curso escolar, recordando a los chicos de lo que son capaces”.
  Para Diggs, una de las escenas más impactantes fue la pelea entre Julian y Jack Will. En ese momento, la línea entre realidad y ficción se volvió borrosa. “Las emociones primarias y tensas de ese pasillo me partieron el corazón cuando el señor Browne tiene que interrumpir la pelea. Entonces Jack Will se derrumba y empieza a llorar en mis brazos. Me ha dejado un recuerdo imborrable”, admite.
  El versátil Patinkin siempre fue la primera opción de Palacio para encarnar al director del colegio. Es admiradora del veterano actor desde hace tiempo, y este estuvo a la altura de sus expectativas. “Mandy aporta una humanidad conmovedora y gran sabiduría a todo lo que hace.   Es dulce, pero con una gran presencia, y así es el señor Traseronian para mí”, explica.
Patinkin se empleó a fondo. “Quería hacer esto porque me pareció una historia muy conmovedora”, afirma. “En el mundo en que vivimos hoy día, tenemos que hacer frente al racismo, los prejuicios y a la xenofobia hacia cualquiera que sea diferente, y es esencial hablar del tema”.
  El nombre del señor Traseronian marca el tono de la versión desenfadada pero profunda que ofrece Patinkin del personaje (Palacio ha confesado que tuvo un profesor en la universidad llamado señor Butt [Trasero], que sirvió de inspiración para su apelativo). “Con semejante nombre, el señor Traseronian tenía que ser capaz de reírse de sí mismo, pero al mismo tiempo tenía que tener verdadera autoridad. Mandy puede hacer todo eso. Puede hacer una broma en una escena y en otra apenas contener las lágrimas”, comenta Lieberman.
  Por lo que respecta a trabajar con Tremblay, Patinkin comenta que vio algo nada común en un actor de cualquier edad. “Sabe escuchar”, observa. “Sabe lo que muchos adultos en este mundo han olvidado o nunca llegaron a aprender: que escuchar es lo único que se necesita para ser actor, y a él le sale de manera natural”.
  La propia verosimilitud de Patinkin hizo llorar a Bryce Gheisar cuando rodaron la escena en la que Julian queda temporalmente expulsado. “Sentí que ni siquiera esta actuando de verdad, porque escuchar a Mandy hizo que se me llenaran automáticamente los ojos de lágrimas”, admite Gheisar. “Entonces, entre tomas, me ayudó a volver a reír recitando sus líneas de ‘La princesa prometida’: ‘Hola, me llamo Íñigo Montoya, tú mataste a mi padre, prepárate a morir’. La verdad es que su generosidad me ayudó a inspirarme aún más, porque quería hacerlo lo mejor posible por Mandy”.
  Una de las escenas principales de Patinkin es el clímax de la película, cuando la clase de quinto acaba el curso después de un año un tanto tumultuoso. Palacio y su familia hicieron de extras entre el público, lo que le dio a la autora una oportunidad de presenciar el discurso del actor. “Ver el discurso del señor Traseronian fue un momento profundo para mí, porque recuerdo vívidamente escribir esa escena. Era como ver a alguien viéndote observar a otra persona”, expone.

LOS COMPAÑEROS DE VIA...
  Al igual que Auggie empieza su primer año de colegio, Via también empieza su primer año en su nuevo instituto, un año tumultuoso durante el cual pasará apuros con sus amistades y se verá inmersa en las maravillas del primer amor. Dos de sus compañeros se convierten en personajes centrales:

Miranda:
  Miranda fue en otro tiempo la mejor amiga de Via, unidas por un estrecho lazo, pero después de un verano separadas, ha vuelto con un nuevo peinado, una nueva actitud y escaso interés por Via, todo un duro golpe justo cuando Via más necesita alguien en quien pueda confiar. La joven de 17 años Danielle Rose Russell se ocupó de encarnar al personaje con determinación. “Me quedé tan prendada con la historia, que recuerdo escribirle a mi agente diciendo: ‘Necesito estar en esta película’”, cuenta la actriz.
  A Russell le gustaba en especial cómo la historia de Miranda aporta al guion otro matiz de alguien que se siente incomprendido, el de una hija de padres divorciados que oculta profundas inseguridades que la han conducido a una búsqueda de popularidad y a una mentira dañina. “En el fondo, Miranda es muy buena persona, pero se ha perdido más o menos, así que se rebela”, explica Russell. “Empieza el instituto con el pelo rosa, ropa atrevida y un aro en la nariz, esa es la máscara tras la que se oculta. Pero, tras esa fachada, en el fondo está sufriendo”.
  Es Auggie quien se encarga de hacer que Via y Miranda se reconcilien y consigue con ello que su amistad sea más sincera. “Miranda y Auggie tienen una dinámica muy dulce”, opina Russell. “Lo llama ‘Major Tom’ por la canción de Bowie y fue la que le dio a Auggie el casco de astronauta que lleva por el mundo. Echar de menos a Auggie la ayuda a comprender cuánto ha perdido cuando dejó de ser amiga de Via”.
DATO CURIOSO: Obtuvo el papel tras hacer una audición desde su casa de Nueva Jersey a través de Skype.

Justin:
  Cuando Miranda decide dejar de ser la mejor amiga de Via, esta se encuentra desesperadamente sola en su nuevo instituto. Entonces conoce a Justin, un “friki del teatro” y músico que la convence para que se apunte al club de arte dramático. En el libro, Palacio escribió el capítulo de Justin sin mayúsculas ni puntuación, para reflejar mejor su forma de ver las cosas estilo flujo de conciencia, y el equipo responsable del proyecto quería un actor que pudiera encarnar eso físicamente.
  Jeter, un actor, bailarín y músico de Atlanta, había meditado mucho cómo conectan Justin y Via. “Justin es hijo único y reconoce lo sola que se siente Via”, explica. “Justin quiere enseñarle a Via que no importa sentirse herido o triste a veces, siempre que cuentes con alguien que te apoye de verdad”.
  Una de las escenas más importantes de Jeter es cuando conoce a Auggie, cuya existencia se le oculta en un primer momento. “Cuando Justin conoce al fin a Auggie, su primera impresión es similar a la de todos, pero Justin no es el típico individuo que deja que se le vea en la cara. Se contiene. Entonces entiende los retos que afronta Via. Me encanta que Justin conecte al instante con Auggie . Para mí, parte de la fuerza del guion es que tienes a algunas personas que están dentro, observando lo que pasa fuera, y otras que están fuera, observando lo que pasa dentro”.
  A Palacio le encantaron los toques de humanidad que Jeter aportó a Justin. “En el libro, Justin es un empollón con gafas aficionado al teatro, pero Nadji aporta mucho más”, opina. “Cuando estaba escribiendo a Via, quería que de verdad tuviera a alguien que fuera solo para ella, alguien que la entendiera bien. Justin es esa persona”.

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