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UN PEQUEÑO MUNDO
INFORMACIÓN
Titulo original: Un Monde
Año Producción: 2021
Nacionalidad: Bélgica
Duración: 72 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 16 años
Género: Drama
Director: Laura Wandel
Guión: Laura Wandel
Fotografía: Frédéric Noirhomme
Música: 
FECHA DE ESTRENO
España: 25 Febrero 2022
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Avalon


SINOPSIS

Cuando Nora ve a Abel siendo intimidado por otros niños, se apresura a protegerlo. Pero Abel la obliga a permanecer en silencio. Atrapada en un conflicto de lealtad, Nora intenta encontrar su lugar, dividida entre el mundo de los niños y el de los adultos...

INTÉRPRETES

MAYA VANDERBEQUE, GÜNTER DURET, KARIM LEKLOU, LAURA VERLINDEN, SIMON CAUDRY, LENA GIRARD VOSS, THAO MAERTEN

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ENTREVISTA A LA DIRECTORA...
¿Qué le hizo escoger la infancia como tema y el colegio como decorado de su primera película?...
Escogí el colegio, y sobre todo el patio, porque es una microsociedad. El tema de la integración está en las escuelas. Me dediqué a observar patios durante varios meses antes de empezar a rodar y descubrí que existía la noción de territorio. En el patio, todo el mundo intenta ocupar su sitio. La infancia es la época de los primeros descubrimientos, cuando la vida y las relaciones son muy intensas. También es cuando diseñamos y construimos nuestro paisaje interior. Los primeros años de colegio influyen en ese paisaje, que a menudo determina nuestra opinión del mundo cuando somos adultos. Incluso más que aprender a leer y a escribir, exploramos las relaciones con los demás

¿Considera el patio del colegio el primer lugar donde aprendemos a sociabilizar?...

Sí, es el primer lugar fuera del entorno familiar donde aprendemos a relacionarnos con otros. En la película, Nora va al colegio por primera vez y descubre todos los problemas sociales, la integración, encontrar su lugar en la sociedad… Estos temas son la base de la humanidad; todos necesitamos que nos integren, nos reconozcan, y muchos de los conflictos a nivel mundial tienen que ver con esto. En Bélgica, el fútbol ocupa la mayor parte del patio, lo que crea agresividad porque queda muy poco espacio para los que no juegan al fútbol. Lo que pasa en el patio refleja los que ocurre en muchos otros niveles de la sociedad en todo el mundo.

Nora no está sola en el colegio, también está Abel, su hermano mayor...

Empecé a partir de una historia de hermanos porque la fraternidad nos define. Y esto es exactamente lo que se verá atacado. Nora se aparta de su hermano porque siente que es la única forma de integrarse en la nueva comunidad. Tratándose de integración, muchas veces sentimos que debemos aceptar el punto de vista del otro y abandonar parte de nosotros mismos para coincidir con la mayoría, respondiendo así a una necesidad vital de integración. El tema de la amistad como acto emancipador es parte del núcleo de la historia.

¿Quiso mostrar que la infancia no es siempre tierna y dulce, que en ocasiones puede ser un mundo cruel, violento y conflictivo?...

Sí, porque la belleza de la infancia reside en su poesía, pero también en su crueldad. La línea divisoria entre ambas es muy porosa.

¿Por qué no está la madre de Nora y de Abel, y por qué no explica la película nada al respecto?...

Quise permanecer en el mundo de la infancia y del colegio, mostrando el exterior lo menos posible. A Nora le cuesta ver que su padre debe enfrentarse solo a todos los problemas. Puede que la madre esté en casa o puede que no, no lo sabemos, y tampoco me apetecía explicarlo. En general, fuera del entorno familiar, el colegio es el único mundo que el niño o la niña conoce, no existe casi nada más. Por otra parte, al no decir nada acerca de la ausencia de la madre, dejo total libertad al espectador. Para mí es muy importante que haga suya la película. Y para que pueda proyectar cosas personales, hay que darle espacio. No se puede entregar todo en bandeja al público, también tiene importancia lo que está fuera de la pantalla.

La madre no aparece, el padre no tiene trabajo. ¿Esta situación aumenta la diferencia para Nora y Abel, incluso puede llegar a avergonzarles, a crearles una especie de complejo de inferioridad?...

Estamos en Bélgica. Tener padres en el paro es bastante habitual. Pero para Nora deja de ser normal cuando los otros niños ponen en entredicho su situación, y eso cambia la visión que tiene de su padre. Por otra parte, idealiza a otros padres, como la madre de su amiga Victoire, que organiza cumpleaños. A Nora le gustaría que su padre fuera como esa madre. El padre también debe enfrentarse a un cierto tipo de violencia social. Por ejemplo, cuando Nora le pregunta por qué no trabaja como hacen los otros padres.

Los amigos de Abel se meten con él, pero no se defiende. Aunque Nora quiere contárselo a su padre, Abel se niega. Los conflictos de lealtad crean la tensión de la película...

Eso es. Además, el padre de Nora le pide que observe y le diga cómo le van las cosas a Abel, lo que aumenta aún más el conflicto que vive Nora. La película también habla de ayudarse mutuamente. ¿Cómo podemos ayudarnos mutuamente? A veces se hace algo para ayudar, pero esta decisión puede llevar a lo contrario de lo que se pretendía. Es complicado. Vivimos en una sociedad acelerada donde no hay tiempo para solucionar la raíz del problema. En el patio de este colegio hay acoso, desde luego, pero también hay ignorancia, nadie se fija ni escucha.
Tengo la impresión de que la violencia no aparece de la nada. Suele venir de una herida, de algo que no se ha reconocido ni escuchado y, por desgracia, se transmite con gran rapidez. La intención de la película es no juzgar dicha violencia.

Los adultos (los padres, los profesores, la dirección) hacen lo que pueden, pero ¿es suficiente?...

Exacto. Mi objetivo era que no se condenara a nadie. Hay una reunión con el director, pero no se resuelve de golpe. La supervisora se siente agobiada porque no tiene tiempo, hay demasiados niños y demasiados conflictos que resolver. Creo que la bondad es innata, pero que se acaba perdiendo.

El padre de Nora es benevolente, pero parece incapaz de resolver los problemas de sus hijos…
Quería mostrar a un hombre desamparado, perdido, que quiere hacer algo, pero sus acciones solo empeoran la situación. Para un padre es insoportable ver que acosan a sus hijos, le vuelve loco, incluso puede recordarle cosas que él vivió de pequeño. Quería que los espectadores recordaran las dificultades que pudieron tener en el colegio.

Al principio de la película, Nora tiene miedo de ir al colegio y se refugia detrás de su hermano. Luego, poco a poco, se afianza y acaba siendo más fuerte que Abel. ¿Quería mostrar el recorrido de Nora como un aprendizaje, una conquista y una emancipación?...
Sí, era mi idea. Al principio cree que se integrará en la comunidad infantil del colegio gracias a Abel. Sin embargo , es su presencia la que desencadena la actitud violenta de los amigos de Abel. Su hermano la aleja, y este hecho la ayuda a ser más fuerte. Las dificultades de Abel influirán en las relaciones con sus nuevos amigos, que acabarán por rechazarla. Ese rechazo la llevará a la agresión que canalizará contra su hermano, pero también conseguirá detener el ciclo de violencia. De eso trata el aprendizaje, de dar pasos hacia delante, pasos hacia atrás, pasos a un lado… no es una línea recta.

Lo rueda todo desde el punto de vista de una niña. ¿Fue una elección desde el nacimiento del proyecto?...
Sí, desde muy pronto. Mi intuición me decía que debía rodarse así, que me sumergiera totalmente para estar lo más cerca posible de lo que Nora vive y siente para que el espectador pudiera entrar en la historia y proyectar en ella elementos de su propia experiencia.

El aspecto envolvente también crea un enorme mundo fuera de la pantalla...
Todo está al servicio de Nora, de su percepción. Pero solo percibe fragmentos del mundo que la rodea. Por lo tanto, el espectador solo percibe fragmentos de cuerpos, de espacios, todo es difuso porque se ve desde la altura de una niña. El colegio es una especie de monstruo que se tragará a Nora. Pasa lo mismo con el sonido. No hay nada más ensordecedor que el patio de un colegio: es una forma de violencia. Los niños externalizan su alegría, gritan; en realidad, es una forma de hacerse con su espacio.

¿Cómo fue la colaboración con Frédéric Noirhomme, el director de fotografía?...
Ya había rodado mi cortometraje anterior con él. Compartimos una misma visión, nos gusta centrarnos en un personaje, trabajar fuera de campo. Llevaba una cámara a la altura de Nora, debía seguirla, adaptarse a ella, hacer lo que ella hiciera. Yo iba a su lado con un combo portátil y a menudo dirigía a Maya (la actriz que da vida a Nora) en directo.

¿Los otros niños eran actores? ¿Rodó durante un año escolar? Y ¿cuánto hay de ficción y cuánto de documental en la película? Si esto última puede contestarse con precisión...
La película es una ficción e insisto en este punto. Todo se preparó y trabajó por adelantado, no se dejó nada al azar. Rodamos durante veinticinco días en las vacaciones. Hay niños actores y extras, aunque la mayoría jamás había trabajado delante de una cámara.

Es de suponer que Nicolas Rumpl, el montador, y usted se encontraron con mucho material...
  Conocí a Nicolas cuando estudiábamos. Para mí es importante crear una familia cinematográfica porque con los años hemos desarrollado una forma de trabajar juntos.
  Decidimos rodar secuencialmente, primero para que los niños pudieran permanecer en la emoción y acción de la escena lo máximo posible, y segundo porque solo disponíamos de veinticinco días y era imposible cortar las escenas, no había más tiempo. Hicimos al menos veinte tomas de cada plano secuencia debido a pequeños despistes, como miradas a la cámara, que nos obligaban a regrabarlas. Así que, efectivamente, teníamos muchísimo material para montar, tanto desde el punto de vista de los planos secuencia como de la narración, lo que nos ofreció muchas posibilidades. Me gustaría enfatizar el coraje de los niños porque es agotador rehacer lo mismo veinte o treinta veces.

El sonido de la película es notable, pero no hay una sola nota de música...
No siempre hemos utilizado sonido directo porque en la mayoría de casos les dirigía en directo, por lo que hubo mucha sincronización en la posproducción para añadir material nuevo, crear diálogos nuevos y dar más vida a lo que ocurre fuera de campo. David Vranken y Corinne Dubien, los dos montadores de sonido, hicieron un trabajo inmenso, al igual que el mezclador Mathieu Cox. Fueron a patios de colegio para obtener sonidos realistas. Tuvimos que encontrar el equilibrio correcto para no agotar los oídos del público durante los primeros minutos.
Decidimos permanecer el mayor tiempo posible en el barullo del colegio, pero también queríamos momentos de silencio o con el barullo más distante. El sonido de la película puede compararse a una banda sonora muy elaborada donde todo está meticulosamente diseñado. En cuanto a la música, prefiero que sea intradiegética. Intento asegurarme de que la imagen y el sonido se basten por sí solos para alcanzar el poder emocional de la música.

Hablemos de los actores, empezando por la extraordinaria Maya Vanderbeque, que lleva toda la película en sus pequeños hombros. ¿Cómo la encontró?...
En una sesión de casting donde vi a cien niñas. Nora tenía siete años y jamás olvidaré lo que me dijo antes de hacerle una prueba: “Quiero dar toda mi fuerza a la película”. Me conmovió profundamente. Sin embargo, no correspondía a la Nora que yo había imaginado. En realidad, Nora es rubia y lleva el pelo largo. Pero estaba decidida a tener el papel y se cortó el pelo sin rechistar. En el casting, me limité a pedirles a las niñas que dibujaran el patio de su colegio y me dijeran a qué jugaban. Bastaba para observar sus gestos, su forma de hablar, mientras la cámara las captaba. Me di cuenta de que Maya desprendía algo enorme. Luego le enseñé a nadar, lo que creó una fuerte relación entre las dos.
Después trabajé con dos coach excepcionales. Una de ellas, Perrine Bigot, era terapeuta del habla. Rodamos en el mes de julio, pero empezamos a trabajar con los niños en abril durante tres meses cada fin de semana. Nunca leyeron el guion. Creamos varios grupos de trabajo para construir la unión entre hermanos, la relación entre amigos, las dinámicas en los grupos de amigos, y también había un grupo con todos juntos. Se acostumbraron a la cámara jugando. También mediante juegos trabajamos sus emociones para que pudieran expresarlas sin que les absorbieran. Les explicábamos el principio de una situación y luego improvisábamos. Finalmente, les pedíamos que dibujaran la escena en tarjetas, como un storyboard infantil. A la hora de rodar, sacábamos las tarjetas y sabían inmediatamente de qué escena se trataba. Fue mucho trabajo por adelantado, pero disfruté con el proceso. Maya es excelente, no sé de dónde le viene, pero ahí está el resultado.
Günter Duret también es estupendo. Es un chico extraordinario, muy valiente, un poco salvaje porque se basa en su intuición. Su impulsividad aportó algo muy poderoso a la interpretación, y es lo que necesitaba la película. El papel le asustó un poco, pero lo hizo muy bien.

Los adultos, Karim Leklou y Laura Verlinden, también son excelentes, aunque a menudo estén encuadrados por debajo de la cintura...
Hace tiempo que quería trabajar con Karim y Laura. Karim tiene el don especial de parecer duro y ser muy tierno a la vez. Exactamente lo que buscaba para el padre, era perfecto. Además, creo que no le hemos visto en el papel de padre preocupado. Maya y Günter se llevaron bien inmediatamente con Karim. También les preparamos con sesiones de juegos. Laura tiene algo delicado, frágil, y una maestra casi de otro mundo necesitaba esas cualidades. Nora se encariña con ella como de una madre sustituta. Laura Verlinden es flamenca y siempre me había parecido importante juntar a personas que hablaran flamenco y francés, una mezcla que corresponde a Bruselas. También quiero subrayar que la interpretación está en la voz. Cuando un actor no está como debe estar, se oye en su voz. El hecho de encuadrar a Karim o a Laura por debajo de la cintura no era para empequeñecerlos, al contrario, era para darles aún más importancia en cierto sentido hermano y comunica bondad.

El último plano de la película es el mismo que el primero, pero no es el mismo porque ya contiene todo lo que ha pasado...
Eso es. Playground/Un monde habla de la fuerza, de la resiliencia de los niños. Al final, Nora recupera a suEn esa última toma hace un gesto pequeño, pero esencial, que detiene la violencia.

En los créditos finales aparece el nombre de Luc Dardenne. De hecho, se piensa en el cine de los Dardenne al ver Playground/Un monde. ¿Qué directores le han influido y cómo llegó a realizar su primer largometraje?...
Estudié en el IAD, una escuela audiovisual de Bélgica. Trabajé en rodajes haciendo de todo, decoración, vestuario, producción… Codirigí un corto, O négatif, y dirigí otro sola, Les corps étrangers, seleccionado para Cannes 2014. Los hermanos Dardenne son una referencia, desde luego, y aprendí mucho viendo sus películas. Pero también puedo mencionar a Abbas Kiarostami, Bruno Dumont, Michael Haneke, Chantal Akerman… Lo que estos cineastas tienen en común es saber mostrar el peor lado del ser humano, pero lo hacen con tanto amor y bondad que siempre nos devuelven a ese ser humano con lo que tiene de más justo y maravilloso. Es lo que he intentado hacer en Playground/Un monde.

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