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TENOR
INFORMACIÓN
Titulo original: Ténor
Año Producción: 2022
Nacionalidad: Francia
Duración: 101 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 7 años
Género: Comedia
Director: Claude Zidi Jr.
Guión: Claude Zidi Jr.
Fotografía: Laurent Dailland
Música: Laurent Perez del Mar
FECHA DE ESTRENO
España: 9 Junio 2022
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
DeaPlaneta


SINOPSIS

Antoine es un joven rapero en ciernes que trabaja de repartidor. Un día le entrega un pedido a una reconocida profesora de la Ópera de París que, al comprobar su talento, le anima a probar sus clases de canto. Antoine decide estudiar ópera con la señora Loyseau, pero se lo oculta a sus amigos y a su familia, convencido de que no entenderán su nueva pasión. Llevar una doble vida le resulta cada vez más agobiante y se da cuenta de que tiene que encontrar su propia voz entre la estirada clase alta parisina y el barrio humilde donde nació...

INTÉRPRETES

MOHAMMED BAKJHIR, GUILLAUME DUHESNE, MICHÉLE LAROQUE

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ENTREVISTA AL DIRECTOR...
TENOR es tu debut como director en solitario después de codirigir LES DÉGUNS con Cyrille Droux en 2018... Tu familia tiene una larga tradición en el cine, ¿por qué has esperado a cumplir los 40 para dar el paso?...
Ponerme detrás de la cámara no ha sido algo que me haya tomado a la ligera, por mucho que me venga de familia… No me veía rodando mi primera película a los veinte años, creo que estaba demasiado verde. El concepto de TENOR lleva unos diez años rondándome la cabeza, durante los cuales estuve intentando vender la película, presentándosela a varios productores hasta que le gustó la idea a Raphaël Benoliel (que ha trabajado con Woody Allen, Stephen Frears y Danny Boyle). Después estuvimos desarrollándola durante unos cinco o seis años, con varias versiones del guion escritas en colaboración con Raphaël y Cyrille Droux, hasta que nos convenció el enfoque y el reparto. No solo tuvimos que encontrar a un actor joven que supiera rapear y cantar ópera, sino que también necesitábamos dar con la actriz perfecta para interpretar a la señora Loyseau. MB14 y Michèle Laroque cumplen con todo lo que buscábamos.

Ahora pasamos a hablar del reparto, pero primero quería preguntarte cómo surge la idea para la historia...
Pues todo empezó cuando me paré en un semáforo en rojo en Saint-Ouen. Yo iba en moto y me fijé que estaba al lado de un instituto, donde vi a dos adolescentes (un chico y una chica), que estaban bailando rockabilly con sus amigos. Me llamó la atención el contraste porque en principio no les pegaba nada disfrutar de esa música y de repente me vino a la cabeza la idea de fusionar rap y ópera. Me encanta la música y me pareció muy interesante combinar estos dos géneros en apariencia tan opuestos. Después quise subrayar más el contraste añadiendo el contraste entre las afueras de la capital y la Ópera Garnier. Las diferencias estéticas son brutales entre los bloques de esos barrios de las afueras que están cayéndose a cachos y un edificio antiguo que no hace más que renovarse para estar cada vez más imponente.

Ese contraste está presente en toda la película, que habla también del prejuicio hacia determinados contextos sociales, de las elecciones vitales, de la imagen que presentamos de nosotros mismos a los demás, de las oportunidades que aprovechamos o que dejamos pasar…
Para mí el mayor reto ha sido no caer en clichés: Didier, el hermano de Antoine en la película, no es el típico chulito de barrio. Creo que es un personaje muy realista con el que se sentirá identificada mucha gente, de todas las edades.
Y tienes toda la razón porque Antoine es dueño de su destino: todo depende de sus decisiones, nadie se interpone en su camino… Su lucha es interna. La vida está llena de obstáculos y somos nosotros los que debemos decidir si queremos enfrentarnos a ellos. Volviendo a mi historia, un día decidí que TENOR sería mi primera película en solitario y me aferré a ese sueño durante varios años, de la mano de Raphaël Benoliel. Así que hay que tener voluntad, desde luego, pero también tienen que surgir oportunidades, y a Antoine se le presenta la oportunidad el día que le toca entregar un pedido de sushi en casa de la señora Loyseau, una mujer que habita un mundo que no tiene nada que ver con el suyo y que cambiará su destino... Aun así, tiene que hacer frente a sus contradicciones y a sus mentiras antes de tomar las riendas de su destino y dedicarse a la ópera...

La película propone que a veces conocemos a alguien que puede cambiarnos la vida y depende de nosotros aprovechar la oportunidad o pasar el testigo...
Eso es, y lo que me parece más interesante es que la señora Loyseau decide ayudar a Antoine pero, en última instancia, la decisión es del chico. Ella le dice que lo intente y que después decida. Esta mujer es la que prende la llama...

Quería hablar también de la estética de TENOR (la iluminación, la dirección de arte, etc.). Me ha gustado mucho cómo habéis conseguido plasmar tanto las afueras como la Ópera Garnier sin caer en clichés...
Por encima de todo quería evitar las típicas trampas de director novato: rodar planos fijos en la ópera o cámara en mano para las escenas en la ciudad o las afueras. Me ha ayudado mucho nuestro director de fotografía, Laurent Dailland. En los premios César de 2022 Valerie Lemercier solo nombró a una persona en su discurso y ese fue Laurent. También quiero agradecer el trabajo de la diseñadora de producción, Lise Péault: cada vez que me enseñaba lo que había creado para el apartamento de la señora Loyseau me sorprendía el nivel de detalle que había conseguido. Quería que la estética estuviera muy cuidada, tanto al rodar en los suburbios como en el Garnier...

¿Cómo habéis conseguido rodar en este edificio tan emblemático y con tanta carga histórica?...
Conseguimos los permisos para rodar en el monumento a ultimísima hora. La sala donde se imparten las clases de canto (el Grand Foyer) es como la "La galerie des Glaces" de Versalles. Raphaël, el productor, se ha pasado varios años hablando con los directores de la ópera para convencerlos. Lo increíble del Garnier es que pongas donde pongas la cámara, captas imágenes espectaculares. El reto es plasmarlo sin pasarte porque te arriesgas a que el público se quede obnubilado mirando el edificio y se olvide de los personajes y la trama… Retratar este lugar tan único sin robarle protagonismo al resto de la película ha sido un ejercicio de equilibrio.

Pasemos ahora a los actores. Hablemos de la gran revelación del filme, Mohamed Belkhir (MB14) que interpreta a Antoine. Le conocíamos como rapero pero no sabíamos que también fuera actor...
Raphaël y yo vimos muchos talent shows de música en la tele para preparar la película… En 2016 cuando toda Francia estaba enganchada a «La Voz», vimos a MB14 con su versión de Gangsta's Paradise de Coolio y nos escribimos porque estábamos gozándolo. Mohamed tenía el talento y el carisma que buscábamos y Raphaël se puso en contacto con él, nos reunimos y estuvimos dos días rodando algunas secuencias de prueba con Guillaume Duhesme, que interpreta a su hermano Didier... Así empezó la magia y cinco años después empezamos a rodar. Nuestra mayor preocupación era que aunque MB14 encajaba muy bien con todo lo que buscábamos, en Francia no tenemos esa tradición del teatro musical donde los artistas saben hacer de todo, incluso bailar claqué.

Sabías que era buena cantante, pero apostasteis también por él como actor...
Cuando nos reunimos con él las primeras veces ya nos comentó que siempre había soñado con ser actor, incluso antes de ser cantante. MB14 se exige mucho y ha tenido que trabajar muy duro… doy fe. El resultado es increíble porque consigue clavar todo lo que hace. Como director he intentado captar tanto su precisión como su frescura. En cine no es común descubrir a un actor desconocido y darle un papel protagonista. Estoy convencido de que le espera una larga trayectoria, solo tienen que elegir bien los papeles.

Le da la réplica Michèle Laroque, que interpreta a la señora Loyseau...
Queríamos contar con una actriz conocida, que para mí es un plus enorme. La película es una comedia, pero también toca temas profundos, incluso hay partes de la historia que son muy serias, con lo que ha sido un reto no ponernos demasiado oscuros… Michèle ha sabido crear un personaje cercano con esa amabilidad tan característica de ella y que tanto gusta al público. Sin destripar nada, adelanto que llegados a un punto descubrimos que la señora Loyseau está enferma, pero nunca se presenta de forma dramática en la película. Michèle ha sabido cómo transmitirlo en pantalla y además tiene un sentido de la comedia increíble. No digo que interprete siempre el mismo tipo de personaje, pero tampoco solemos verla en papeles como este, que es conmovedor y cómico a partes iguales. Siempre pienso en cómo reaccionará el público y creo que van a disfrutar mucho al verla de una forma un tanto desconocida.

Los castings son siempre arriesgados. ¿Te pareció que trabajaría bien con un actor sin experiencia como MB14?...
Ya en las primeras reuniones, cuando todavía no nos habíamos decidido por él, Michèle nos dijo, «Tiene que ser él». Todavía tenía que pulir su interpretación, pero se notaba que tenía madera… Michèle ha sido un gran apoyo para él, tanto antes de empezar como durante el rodaje. Ha estado siempre a su lado y le ha motivado un montón. Se nota que se respetan mucho. A MB14 le imponía trabajar con una actriz tan reconocida como Michèle, claro. Trajeron muchas buenas ideas al set y el rodaje ha sido muy sencillo y fluido, todo ha ido como la seda.

Además de los dos protagonistas, la película cuenta con todo un elenco de actores, entre ellos los estudiantes de la señora Loyseau. ¿Querías que todos fueran artistas?...
Sí, principalmente porque las escenas de canto se han rodado en directo. Bueno, todas menos la última en la que Mohamed hace playback por motivos técnicos. Quería que todo fuera auténtico: la actriz que interpreta a Josephine, por ejemplo, se llama Marie Oppert y es muy famosa en el mundo de la ópera… Lo mismo ocurre con los raperos: el cantante que participa en la primera batalla se llama EMKAL, un chaval de Marsella que empieza a hacerse un nombre.... Quería elegir a los actores por su carrera y por lo que podrían aportar al filme. Pude trabajar con David El Hakim, el director de casting de la serie VALIDÉ, que me recomendó algunos intérpretes que son conocidos entre el público más joven, como Samir Decazza, que interpreta a Elio.

Bueno, y Roberto Alagna se interpreta a sí mismo...
Son dos escenas con un plano secuencia bastante complicado. Queríamos contar con Roberto porque sigue siendo el mejor cantante de ópera de Francia. Escribí su nombre en el guion desde el principio y me hizo mucha ilusión que aceptara interpretarse a sí mismo. También es actor y lo ha clavado… Me encanta esa escena en la que le vemos cantar en solitario sobre el escenario de la Ópera Garnier. Ha sido un honor contar con él...

Llevas diez años trabajando en esta aventura que por fin ve la luz. ¿Qué sientes al echar la vista atrás?...
Cuando fui a los primeros pases con público, mi di cuenta de que esta idea que había tenido mientras estaba esperando en un semáforo había funcionado. De principio a fin vi en la pantalla lo que había imaginado hace diez años. Este tipo de películas, como BILLY ELLIOT, son puro sentimiento… TENOR también tienen su parte de fantasía, es como un cuento. Estoy muy orgulloso de esta película que lleva conmigo tanto tiempo y por la que he luchado tanto. Me he dado cuenta de que quiero rodar historias que me conmuevan, no simplemente «hacer películas». Además, para la siguiente voy a adaptar una idea que se me ocurrió hace todavía más tiempo: ¡cuando tenía 16 años!


ENTREVISTA CON MICHÈLE LAROQUE...
En la película interpretas a la señora Loyseau, una mujer que fue cantante de ópera y ahora imparte clases de canto en la ópera de París. Claude Zidi Jr ha creado un personaje precioso porque es una mujer intensa, divertida y conmovedora...
La señora Loyseau es una artista de los pies a la cabeza y he querido interpretarla con rigor pero dejando también espacio para la diversión. Me encanta mi profesión porque me permite trabajar con la mente bien abierta. Siento pasión por lo que hago y me vuelco en cuerpo y alma para darlo todo… En este campo no se llega a ningún sitio solo con suerte y si se llega, no suele durar mucho.

TENOR nos enseña que independientemente de la disciplina, en el arte lo importante son las emociones… Se aplica al canto en la película, pero podría decirse lo mismo de la interpretación, ¿verdad?...
Por supuesto… Me hice actriz porque cuando leía algo o cuando me pasaban cosas, me venían muchos sentimientos y quería compartirlos con el público. Creo que eso es lo que hacen los artistas, sea cual sea su disciplina. Somos instrumentos y, como tal, tenemos que ser eficientes, bellos y refinados para que las emociones que transmitamos sean lo más puros posible… La señora Loyseau ha dedicado su vida entera a transmitir esa pasión y aunque siente que sus días se van agotando, quiere seguir creando y aportando cosas al mundo.

¿A lo largo de tu carrera artística has conocido a alguien como la señora Loyseau que te haya transmitido esa pasión o te haya dado consejos tan iluminadores?...
Me viene a la cabeza Jean Rochefort... Cuando debuté con Patrice Leconte en EL MARIDO DE LA PELUQUERA, Jean vino a todas mis escenas, incluso en las que no salía… Vi que se lo estaba pasando bien, me dijo que le gustaba lo que estaba haciendo y quería darme unos consejos. Recuerdo que me senté con él entre tomas y me explicó la diferencia entre cómo transmitir emociones en teatro (para lo que me había formado) y en cine. En el teatro se puede ir poco a poco, pero en cine hay que estar a tope desde el minuto uno. Estas conversaciones fueron muy importantes para mí, aprendí muchísimo de los conocimientos que compartió conmigo.

Y a día de hoy, ¿compartes tus consejos si te los piden actores más jóvenes?...
¡Por supuesto! Me encanta. Lo hago durante los talleres que imparto y lo hice también con Mohamed en TENOR, centrándome no tanto en la interpretación o en la técnica, sino en el aspecto psicológico de interactuar con otros personajes. Puedes querer ayudar a tu compañero pero a la vez, y por el bien de la película, querer ser la mejor es muy estresante y te puedes bloquear… Solía decirles todo el rato, «¡Relajad!». Lo bonito de este trabajo es transmitir la verdad, no tanto la interpretación… Para eso hay que probar diferentes cosas, hay que confiar en uno mismo y no hacer lo mismo que los demás. Cuando estuve en Estados Unidos, trabajé según las propuestas de un libro de Uta Hagen titulado RESPECT FOR ACTING, en el que explica por qué estamos aquí, cómo hacer este trabajo y todo lo que implica. Según ella no deberíamos hablar de «repetir» tomas porque lo entendemos como «copiar». En alemán utilizan la palabra «intento» y eso le da un significado totalmente distinto a lo que hacemos.

«Intentarlo» es lo que hace Mohamed Belkhir (MB14) en TENOR, puesto que es su primer papel como actor y además debe cantar ópera, que no tiene nada que ver con lo que está habituado...
Lo que hace con la voz es fantástico… No sé cómo lo hace. Tiene un talento increíble. ¡Me deja sin palabras! Lo que más me impresiona son sus ganas de aprender. También es muy humilde. Lo malo es que se estresa mucho. MB es un tipo genial, superbuena persona, un currante. Lo mismo digo de Claude: es un director magnífico, siempre escucha lo que comentamos, no tiene un ego desmedido. Se siente cómodo porque lleva toda la vida mamando esto. Conozco a gente que dice esto de todos los rodajes, pero de verdad que voy a guardar muy buen recuerdo de esta película y sé que todo el equipo nos sentimos igual. Trabajamos con un presupuesto menor y el rodaje duró solo seis semanas, ¡pero nunca me han mimado tanto! Me refiero a la atención que me han prestado y sé que eso fue cosa del productor, Raphaël Benoliel. De hecho, TENOR es como las personas que la hemos hecho: es una película sincera y honesta. En cuanto a los actores, todas y cada de las personas del reparto han hecho un trabajo fantástico.

Una cosa que resulta muy interesante es que los protagonistas venís de dos mundo completamente distintos. Pero al final, esa circunstancia da pie a una conexión profunda y muy humana...
Sí, de hecho toqué ese tema en mi película DANCING ON, en la que los personajes parecen no tener nada en común pero se conocen y encuentran un punto de unión en el baile… En TENOR esa conexión se da a través de la música, pero el mensaje es el mismo. Me hace gracia echar la vista atrás y comprobar que he participado en muchas películas que hablan de nuestro derecho a ser libres, siempre que no recorte las libertades de otros… Por ejemplo, PÉDALE DURE, MI VIDA EN ROSA, SALIR DEL ARMARIO y EMBRASSE-MOI! hablaban de la homosexualidad, pero tampoco es que yo hubiera buscado a propósito participar en producciones sobre este tema: simplemente me llegaron los proyectos. Acabo de terminar dos proyectos sobre esta idea de la libertad, de darnos la oportunidad de probar algo para lo que, a priori, no estábamos predestinados.

Parte del filme está ambientado dentro de la Ópera Garnier, un edificio sublime y majestuoso. Más que un escenario, podría decirse que es otro personaje más...
Desde luego, y ha sido maravilloso trabajar en este edificio tan lleno de historia y de magia… ¡Es precioso! Resulta que mi camerino se llamaba «Emperatriz» y tenía una puerta que daba directamente al escenario. Estábamos en plena pandemia y de repente escuché música. Me colé sin hacer ruido y vi un ensayo de los bailarines… Se me saltaron las lágrimas, ¡pero de la emoción! Menudo regalo ser testigo de tanta belleza y talento en un momento así… El Garnier es un lugar magnífico, que transmite unas emociones artísticas intensas. No obstante, su sencillez reside en todo lo que aporta: la ópera se nos presenta con dignidad, sin ostentación. Y luego está ese techo pintado por Chagall. No podía dejar de mirarlo, ¡es impresionante!

Volviendo a la señora Loyseau, es una mujer bastante compleja. Según avanza la película vemos que está enferma, pero aun así se maneja de maravilla con chavales más jóvenes que ella...
Como decía, es una mujer libre, por eso me gusta tanto. Es una ligona y si quiere pasárselo bien con el repartidor de sushi, ¿por qué no iba a hacerlo? Al final, todos contentos. Creo que la señora Loyseau se enfrenta a la enfermedad de una forma muy digna, con valentía y determinación. Es muy fiel a sí misma. Eso lo vemos directamente a través del guion, sin tener que subrayar nada. He conocido mujeres como ella. La señora Loyseau nunca finge sobre nada, ni sobre su vida, su arte ni su enfermedad. Nunca se pone una careta...

Entonces, ella antes era cantante y ahora da clases de canto. Te hemos oído cantar cuando estabas con Les Enfoirés. ¿Te hubiera gustado probar suerte en este campo?...
Me hubiera encantado, la verdad. En la película contamos con una doble para algunas de las escenas en las que canta la señora Loyseau. Intenté cantar yo, pero tenía que ser perfecto y no disponíamos del tiempo suficiente para preparar la voz todo lo necesario… Diría que canto muy bien, pero tendría que haber trabajado muchísimo para un papel así. Les Enfoirés es otro tema porque lo hacemos por una causa benéfica y aunque cantamos, lo hacemos por diversión. Por ejemplo, no me lanzaría a grabar un disco, aunque alguna vez me lo han propuesto.

Queda claro que está película te ha marcado...
¡Y tanto! Me he reído, he llorado… Me ha encantado. En esta película he vivido todo lo que me gusta en la vida.


ENTREVISTA CON MB14...
Conocíamos tu faceta como músico, cantante y rapero pero no sabíamos que desde pequeño soñabas con ser actor...
Siempre he disfrutado con el cine, pero a los 13 o 14 años empecé a ver las películas con otros ojos. Más que como espectador, empecé a fijarme en las interpretaciones. Me emocionaba la capacidad de crear un personaje de la nada. Luego empecé a interesarme por el trabajo de los directores: recuerdo hacer pantallazos de la serie «Prison Break» para estudiarlas a fondo en el ordenador. En el instituto tenía un profesor al que sacaba un poco de quicio (era buen estudiante pero era un poco payasete y siempre estaba hablando en clase) y me sugirió que intentase volcar mi energía en el teatro… Le tomé la palabra y me apunté al Lycée Edouard Branly de Amiens. Fue como una revelación desde el primer miércoles que entré por la puerta. Sentí que había encontrado mi sitio, me sentía a gusto y pensé que quería dedicarme a eso. Por entonces ya había empezado a rapear y a hacer algo de beatbox, después empecé a cantar y una cosa llevó a la otra… Me alegro de que la música me haya traído de vuelta a mi pasión por el cine.

En 2016 Claude Zidi Jr y el productor Raphaël Benoliel te vieron en la quinta temporada de «La Voz» Francia y decidieron ponerse en contacto contigo…
Nunca olvidaré esa llamada… Estaba en la playa en casa de mi madre en Marsella y vi que tenía un mensaje de Facebook. Por entonces recibía un montón de mensajes porque «La Voz» había tenido mucho éxito y no alcanzaba a leerlos todos y mucho menos a contestar. Pero esa vez leí que un productor de cine llamado Raphaël tenía un proyecto entre manos y quería conocerme… Llevaba tanto tiempo soñando con algo así que pensé que era broma. Llamé a Raphaël y quedamos un par de semanas más tarde con Claude. Me contaron la idea de TENOR y nos llevamos fenomenal. Me gustó mucho el personaje de Antoine, que se parecía bastante a mí en cuanto a su trayectoria, su personalidad, su versatilidad y lo difícil que le resulta encontrar cómo encajar sus diferentes pasiones. Hice algunas pruebas a principios de 2017 y después pasaron cuatro años hasta que a finales de 2020 Claude y Raphaël volvieron a ponerse en contacto conmigo para decirme que habían encontrado financiación y estaban haciendo el casting para la película.

¿Cómo llevaste esos cuatro años?...
Seguí creyendo en el proyecto, aunque me hacía miles de preguntas: ¿llegaría a rodarse la peli? ¿Sería demasiado mayor para el papel? ¿Habrían elegido a otro actor? Es muy fuerte pensar que TENOR se estrena ahora porque yo llevo seis años con el proyecto en la cabeza. Qué locura.

Comentabas que había paralelismos con tu personaje Antoine. El filme habla de nuestros miedos, de los problemas que supone distanciarnos de nuestro entorno… ¿Te sientes identificado con estos temas? ¿Sueles salir de tu zona de confort?...
Sí, evoca sentimientos muy concretos. No quiero dar pena, pero vengo de una familia modesta y bastante desestructurada. En resumidas cuentas digamos que he tenido una juventud un tanto movida. Además, siempre he sido un poco diferente y me han interesado cosas que no pegaban conmigo: el rap está bien visto, pero mis padres y mis amigos se cansaron rápido del beatbox, que es divertido y sorprende a la gente de primeras, pero cuando empecé a pasarme todo el día así ya no les parecía tan bien. ¡Menuda obsesión! Me di cuenta de que me aferraba a las cosas en las que solo yo creía. Por ejemplo, no conocía a nadie que escuchase ópera, pero me gustaban la música y el arte y quería expresarme, así que me apunté al conservatorio de música y arte dramático. También aprendí a tocar la guitarra y el piano de forma casi autodidacta. Es decir, me enseñaron un par de acordes y luego me lo curré yo… Mis padres querían que fuese a la universidad, así que empecé derecho. Hice un año de carrera y me pasé a ADE, donde aguanté dos horas. Luego me apunté a una diplomatura de dirección unos tres días, luego hice psicología un año y medio, y he de decir que ahí aprendí cosas muy interesantes y conocí a gente con la que sigo manteniendo relación… Creo que durante todos esos años estaba buscando mi sitio, pero en el fondo sabía que quería estar sobre los escenarios, aunque las convenciones y las normas sociales me hicieron sentir que necesitaba un trabajo fijo para crear un hogar… Pero al final odio sentirme encasillado. Así que siempre he ido por libre, eso es verdad. Incluso en «La Voz», pensar que me había presentado haciendo beatbox y de repente había llegado a la final...

Hablemos de canto: eres rapero y cantante, pero en TENOR cambias de registro. Cantar ópera es muy complicado, ¿te impuso dar este paso?...
Para nada, llevo mucho tiempo esperando este momento. Llevo más de diez años escuchando música clásica… Mira, un día fui a un outlet y compré una colección de obras de los grandes compositores a precio de ganga. Me sumergí en la música, incluso pasé un par de meses escuchando Radio Classique todos los días. Luego gracias a internet descubrí canciones religiosas y litúrgicas en latín, como las antiguas canciones romanas, las canciones en arameo, las polifonías corsas y demás. Lo veo como algo muy sagrado. Durante mucho tiempo no era capaz de dominar la técnica necesaria para cantar ópera: requiere mucha precisión en la laringe, el diafragma y las cuerdas vocales… Gracias a TENOR conocí a Caroline Fevre, una cantante de ópera que ha trabajado como consultora en la película. Me fue ayudando durante casi dos meses hasta que fui capaz de cantar y, ¿quién sabe?, quizá un día pueda dedicarme a la ópera. Terminamos de rodar hace más de un año, pero sigo cantando en casa todos los días. Me apasiona la ópera y escucho todos los días. Me gusta aprender nuevas arias, conocer nuevos cantantes, etc. Quiero seguir puliendo mi técnica y quizá un día me atreva a sacar un álbum de ópera o incluso llevarme de gira un pianista o una orquesta… Todavía no estoy en ese punto, pero sigo esforzándome.

Hay una escena en la película que me ha gustado mucho, en la que Roberto Alagna le pasa el testigo a Antoine (tu personaje). ¿Alguna vez has conocido a alguien así?...
Creo que algunas cosas solo se ponen a nuestro alcance a través de otra persona, que cree en nosotros y nos muestra el camino o se ponen en contacto con nosotros en un momento concreto… Recuerdo que fui al concierto del grupo Naturally 7 y me inspiraron un montón a la hora de ponerme con el beatbox. Cuando tenía 18 años fui a París con un amigo a su concierto en Ivry-sur-Seine. Me dejó delante de la sala y me dijo, «Esta es tu pasión. Tienes que vivirla. ¡Me vuelvo a Amiens!». Al final del concierto los conocí, hicimos un poco de beatbox y, aunque entonces era un joven idealista, me di cuenta de que algunos sueños se pueden hacer realidad… Lo mismo ocurrió con «La Voz»: un amigo se puso en contacto con el equipo del programa y les habló de mí. Así acabé en el casting, en las audiciones a ciegas, las batallas y después llegué a la final. Me dieron la oportunidad, me orientaron. Cuando ves que creen en ti te motiva, como cuando un bebé da sus primeros pasos y aplaudimos para que no se detengan… Esa escena con Roberto es preciosa. Es una leyenda viva de la ópera, un cantante increíble, un profesional que se pasó un día entero actuando y cantando una aria muy técnica y muy intensa. Tuvimos que hacer unas treinta tomas en la Ópera Garnier. No viví el momento solo como Antoine: a Mohamed también le impresionó y ¡me marcó durante mucho tiempo!

¿Cómo describirías la colaboración con Michèle Laroque, que interpreta a la señora Loyzeau, la profesora de canto que te muestra el camino y te descubre una nueva voz?...
Conocí a Michèle durante el casting, incluso antes de que me hubieran dado el papel. No hablamos mucho ese día pero luego conectamos mucho durante los ensayos y después durante el rodaje… Es una mujer muy amable y cariñosa. Tiene un sentido del humor y una inteligencia increíbles y crea un ambiente muy relajado en el que da gusto trabajar, tanto si eres un actor con experiencia como si eres un novato como yo. Me dio muchos consejos, pero también nos divertimos mucho. Le gustaba sorprenderme contando un chiste o improvisaba para que pensase que se había enfadado conmigo (se ríe). Teníamos mucha complicidad durante los ensayos y el rodaje. Seguimos quedando de vez en cuando y nos mandamos mensajes. Michèle me invitó al estreno de su película DANCING ON ¡y me hizo subir al escenario con la coreógrafa y actriz Sofiane Challal para hacer beatbox! Nuestra relación va más allá de esta película, me está ayudando mucho y me va enseñando el camino. En cuanto a su personaje, me impresionó mucho la sutileza y la precisión de su interpretación y todo lo que le ha aportado a su personaje.

TENOR es la primera película en solitario de Claude Zidi Jr: ¿qué te parece como director?...
Claude y yo tenemos mucha confianza. Me encanta su sentido del humor, su optimismo, su frescura y su generosidad… ¡Incluso me encanta su forma de hablar tan optimista! Siempre tiene una sonrisa en los labios, incluso cuando surgen problemas en el set. Conectamos nada más conocernos. Debuta con esta película, como dices, y cuenta con un equipo bastante grande y rodamos en lugares tan míticos como la Ópera Garnier, así que había bastante en juego. Pero Claude lo ha hecho fenomenal… Le veías pasar e iba relajado, con su gorrita roja, y nos pegaba ese buen rollo. Es un tipo muy humilde, por ejemplo cuando le pedí que cambiáramos algunos diálogos para que sonaran más realistas y contemporáneos le pareció bien, siempre que mantuviéramos el mensaje y algunas palabras clave. Es uno de esos directores que está abierto a escuchar cómo darles más credibilidad a los personajes o a la historia. Para mí ha sido todo un honor y una sorpresa, por qué no decirlo, trabajar con un director como Claude en mi primera película...

Ahora que hablas de la Ópera Garnier, ¿habrá sido increíble rodar allí?...
Conocía el edificio porque lo había visitado cuando había estado en París como turista. He pasado por delante de este monumento montones de veces sin saber cómo era por dentro. Cuando hice el casting rodamos una escena en la que iba andando por la calle delante de la ópera. ¡Todavía tengo el vídeo! Me emocioné al pensar que quizá un día podría actuar ahí... y luego cuando llegó el día, fue una experiencia única. Es un edificio precioso, tanto el exterior como el interior: la fachada es impresionante, pero luego están la escalera, el hall, el salón, las cúpulas... Como amante de la historia, disfruté muchísimo al verme en ese edificio y poder recorrerlo a mi aire. Mi camerino daba directamente a la sala y podía salir siempre que quisiera. Eso me daba fuerzas pero también me exigía estar a la altura de este lugar, como actor y como cantante, sobre todo teniendo en cuenta lo difícil que es rodar ahí (por temas de permisos). ¡No puedes ser mediocre si vas a cantar en la Ópera Garnier! Es más, para los cantantes es una experiencia increíble porque la voz resuena muchísimo por el tamaño de la sala y la arquitectura… A veces me paseaba por la sala entre tomas y cantaba solo para escuchar cómo sonaba mi voz… Los que trabajan allí contaban que no se acostumbran a estar en un edificio tan impresionante, y tengo que darles la razón...

Además de rodar en el Garnier, también os habéis trasladado a las afueras para algunas escenas entrañables entre tu personaje Antoine y su hermano Didier, interpretado por Guillaume Duhesme... Los hermanos no tienen nada que ver, aunque han nacido en la misma familia y han tenido la misma educación...
Guillaume interpreta a mi hermano, sí. Es un tipo amable y cariñoso, aunque su personaje es un tío duro. Conectamos desde el primer día porque ya había hecho las pruebas con él cuando grabamos algunas escenas en 2017. Cuando nos conocimos, nos caímos bien. Guillaume es muy profesional: durante el rodaje no estaba de charla porque no quería salirse del personaje. Entre tomas o antes de las escenas más importantes se ponía los cascos o se daba un paseo o se quedaba en el camerino para sumergirse en el mundo del filme y conectar con la energía de Didier... Yo me muevo más, hablo con todo el mundo, me paso a ver qué otras escenas se están rodando, ¡pero él no! Ha utilizado su método para imprimirle fuerza, sentimiento y realismo al papel… ¡No es para nada el típico hermano mayor bruto!

Has dedicado seis años de tu vida a TENOR: ¿cómo ves esta aventura ahora que llega a los cines?...
Estoy más convencido que nunca de una cosa: ¡quiero ser actor! La música es mi otra pasión, pero puedo practicarla de manera autónoma con conciertos, vídeos en internet, en el estudio que tengo en casa, etc. Rodar una película lleva mucho tiempo y tienen que encajar muchas cosas para que salga adelante… Mucha gente sueña con dedicarse al cine, pero muy pocos lo consiguen. De todas formas, espero volver a encontrar un papel con el que conecte tanto como Antoine. Tengo los pies en la tierra y sé que me queda mucho camino por recorrer, pero hay que tomarse las cosas como una maratón, no como un sprint. Tengo 27 años y siento que llevo esperando este momento toda mi vida. Estoy muy agradecido a toda la gente que me ha ayudado a llegar hasta aquí en esta película, en mi vida y en mi carrera en general. Estoy muy agradecido por haber tenido la oportunidad de vivir esta aventura.

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