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UN GUION ESPECULATIVO SE VUELVE POPULAR: PREPRODUCCIÓN...
   Leon Chills escribió el guion de manera especulativa y lo compartió con su amigo, el productor Stephen “Dr.” Love, en 2019. Love envió el guion a agentes, no de manera formal, sino simplemente para probar si les gustaba o no. Las llamadas comenzaron a llegar poco después. “No puse el guion a la venta, pero obviamente estaba circulando por ahí,” dice Love. Cuando se le preguntó por qué la gente respondió a la película, Love responde, “Creo que era innegable porque era un concepto muy claro. Es como Sr. y Sra. Smith, John Wick… pero no se trata solo de dos personas atractivas intercambiando diálogos ingeniosos. También lo tienes, pero además se trata de esta unidad familiar protegiendo al niño.”
  Sabiendo que tenía una película en sus manos, Love organizó una reunión con Kerry Washington, quien estaba en el set de Little Fires Everywhere en ese momento. Washington había oído solo cosas buenas sobre Love de amigos que habían trabajado con él previamente. “Me presentó esta idea fenomenal y luego me dejó el guion y dijo, ‘dime qué piensas,’” relata ella. Así que leyó el guion y le encantó. “Era completamente único y, sin embargo, también me recordaba a algunas de mis películas de acción favoritas… Así que pensé, esto es. Es algo a lo que tengo que decir sí, aunque nunca haya hecho algo así antes.”
  “Era una elección obvia para que ella protagonizara esta película,” dice Pilar Savone, socia productora de Washington en Simpson Street. Todo su equipo “amó la historia y quería verla siendo esta feroz y fuerte estrella de acción,” añade Savone. “Ha sido una tipa dura desde Olivia Pope (su personaje en Scandal), pero nunca ha sido una estrella de acción.” De hecho, la última vez que Washington estuvo en una película de acción fue en 2005 en Sr. y Sra. Smith, “pero me divertí mucho en esa película, y es algo que siempre quise hacer si tenía el tiempo o la oportunidad.” Sin embargo, no fue solo la oportunidad de lucir imponente matando gente lo que atrajo a Washington a esta historia en particular, sino también cómo sus temas resonaban profundamente con su misión como artista. “He trabajado mucho en material sobre el valor de la vida negra y la vulnerabilidad de la crianza y la maternidad negras en particular,” dice. “[Así que] pensé, qué maravilloso que esta película trate sobre proteger y salvar a un niño negro.”
  A partir de ahí, Washington, Savone y Love empaquetaron el proyecto y lo ofrecieron por ahí. Lionsgate lo adquirió, momento en el que Sterling K. Brown también se unió como productor. Después de eso, “queríamos aumentar un poco la intensidad de la acción [en el guion], pero queríamos hacerlo con un escritor que también entendiera realmente a los personajes y las relaciones,” dice Washington. Así fue como Joe Carnahan, un aclamado director de acción durante casi treinta años, se incorporó al proyecto, inicialmente solo como coescritor. “Fue una de esas cosas de, ya sabes, déjame verlo, déjame ver qué puedo hacer,” dice Carnahan sobre su participación inicial. Sin embargo, mientras escribía, se sintió cada vez más intrigado por los personajes y la historia. “Se divirtió tanto,” relata Love, “que nos decía al oído, ‘Me encantaría dirigir esto algún día.’” Carnahan finalmente cumplió su deseo y se sintió “agradecido y halagado” por la oportunidad.

DE TAL PALO, TAL ASTILLA: SELECCIÓN DEL ELENCO PRINCIPAL...
  Fue Washington quien convenció a Sy para que se uniera, aunque no a través del camino típico de agentes y managers. “Literalmente le escribí por mensajes directos en Instagram,” dice Washington. “Nunca nos habíamos conocido antes… Solo le escribí y dije ‘Soy una gran fan, y tengo un proyecto para nosotros que creo que sería realmente divertido, y creo que te encantaría. ¿Puedo enviártelo para que lo leas?’ Estaba tan nerviosa por enviar este mensaje en Instagram porque pensé, bueno, tal vez piense que estoy loca.” Desde el lado de Sy, “Vi el mensaje y dije, ‘¿Qué?’” Sy, que no es muy experto en Internet, consultó con su esposa si creía que la verdadera Kerry Washington le estaba contactando. Una vez que concluyeron que efectivamente era ella, “fue algo grande. Muy, muy, muy grande.” Sy respondió, Washington contestó, y pronto estaban hablando por teléfono. Poco después, “Leí [el guion], y aquí estoy,” dice Sy.
  Para Washington, lograr que Sy se uniera fue un “golpe maestro,” pero también permitió que la historia explorara ideas de negritud transnacional. “Me encantó la idea de esta familia negra existiendo en un entorno global [y] pensar en la negritud fuera de la caja de la identidad afroamericana, pensando en la diáspora de la negritud,” explica Washington. Pero Sy también aportó algo muy único en su presencia en pantalla. Como dice Washington: “Tiene esta cualidad de ser tan cálido, amigable, abierto y vulnerable, emocionalmente disponible, y al mismo tiempo crees absolutamente que podría matar gente para ganarse la vida.”
  Cuando conocemos a Issac en la película, sus instintos asesinos están un poco oxidados: ha estado criando a Ky en un barrio anodino de Miami, manteniendo un perfil bajo mientras Kyrah hace el trabajo sucio de eliminar a los otros Sombras uno por uno. Han pasado cuatro años, y la pareja no se ha visto ni una vez en todo ese tiempo. Ky sabe que su madre está luchando contra los “malos,” pero no tiene recuerdos de ella. Mientras espera su regreso, le pide a su padre que le cuente historias sobre ella mientras los dos conectan por su amor mutuo por la música de Lionel Richie, que, descubrimos en un flashback, le recuerda a Issac el día en que él y Kyrah se casaron. Para que estos momentos emocionales funcionaran, el equipo de producción sabía que gran parte de la carga recaería en el joven actor que eligieran para interpretar a Ky. “Joe, Omar y yo nos reunimos en la oficina de casting, y vimos a varios niños,” dice Washington. “Luego entró Jahleel [Kamara] y leyó, y eso fue todo. No había dudas de que él era el niño. Creo que Joe lloró dos veces.” Recordando su audición, Kamara dice, “Solo tuve que llorar una vez, así que no fue tan difícil.”
  Hay una ternura palpable entre Sy y Kamara, que se mantuvo incluso después de que las cámaras dejaron de rodar. “[Ellos] inmediatamente se sintieron atraídos el uno por el otro como si fueran padre e hijo,” dice Savone. “Creo que Jahleel llegaba al set y veía esta versión grande y apuesta de alguien que se parecía a él,” añade Carnahan. Sin embargo, no era solo una semejanza física lo que estaba en juego. Washington dice que Kamara “también tenía esa disponibilidad emocional que tiene Omar, donde creerías que este es un niño criado por este hombre… tan presente, cálido, honesto y abierto.”
  Es una amenaza a la relación entre padre e hijo lo que pone en marcha la acción de la película. Issac y Ky están en un banco cuando un grupo de aspirantes a ladrones entra y, en el caos que sigue, pone una pistola en la cabeza de Ky. Issac puede no haber usado sus habilidades en unos años, pero ver a su hijo amenazado le activa el modo asesino de élite, lo que, en su caso, implica quitarse los audífonos que normalmente usa. Casi sordo, pero con el resto de sus sentidos súper agudizados, Issac le dice a Ky que se tape los oídos y cierre los ojos y procede a eliminar a los ladrones uno por uno. Esta es la primera de las muchas secuencias emocionantes de la película.

REUNIENDO AL EQUIPO: CASTING ADICIONAL...
  Padre e hijo salen ilesos del enfrentamiento, pero las habilidades de lucha de Issac quedan registradas por las cámaras de seguridad. Estas imágenes llegan hasta Jack Cinder, un exjefe de “Shadow Force” y espía de la CIA reconvertido en agregado de seguridad del G7, interpretado por Mark Strong, que disfruta su rol de villano. “Los villanos tienen las mejores frases y la mejor ropa, en mi opinión,” comenta Strong. Y su elegante y sarcástico Cinder —“probablemente el mejor nombre de villano que he interpretado,” añade— no es la excepción. Strong se convierte en un antagonista implacable, calculador y siempre subiendo la apuesta. Pero su interpretación evita los clichés. Como lo describe el director Love, “le aporta un filo que la gente no se espera.” Entre los detalles más notables: el humor involuntario del personaje. “Mark encontró la forma de hacerlo un poco divertido,” explica Love. “A veces olvida dónde ha dejado las llaves o en qué estaba… Todos esos matices, es divertidísimo.”
  Pero su actuación no es solo una colección de tics o lapsus: Strong también buscó las claves emocionales de su personaje. Aquí entra en juego su antigua relación con Kyrah —más bien una aventura, aunque Cinder no lo llamaría así—. Aunque sabía que Kyrah lo había abandonado por Issac, no sabía que habían tenido un hijo. Sediento de venganza, reúne a los cinco miembros restantes del equipo “Shadow Force” para ir tras Issac.
  Las imágenes también llegan a “Auntie” (Da’Vine Joy Randolph), una operativa de la CIA que ha estado ayudando a Kyrah desde las sombras, al tiempo que reúne pruebas para arrestar a Cinder. Ella y su compañero de toda la vida, “ Unc” (Method Man), encubiertos en España, se ponen en marcha para localizar a Issac y Ky y ayudarles a enfrentar la oleada de asesinos que Cinder les ha enviado.
  Carnahan escribió el papel de Auntie pensando en Randolph, quien le dijo: “Era importante para mí hacer acción de verdad, hacer tantas escenas de riesgo como fuera posible.” Para Randolph, formar parte de una película de acción significaba marcar una casilla más en su lista de géneros, pero también era una cuestión de representación: “Creo que no se suele ver, si es que se ve alguna vez, a una mujer como yo en películas de acción.” Por su parte, Method Man encaja perfectamente en el papel de Unc, un “macho alfa... leal hasta la muerte.” La química entre ellos, que ya habían trabajado juntos, es uno de los puntos cómicos más destacados de la película. “Solo respondía a mi compañera de escena,” dice él. “Con ella te sientes muy cómodo.” Randolph coincide: “Siempre es un placer trabajar con él, llega entusiasmado y con ganas de probar cosas nuevas. Es un gran compañero de escena.” Ambos son asesinos, pero también aportan una energía cómica que da dinamismo a la cinta.
  Mientras Auntie y Unc se aproximan, Issac —sabiendo que los vídeos lo han convertido en blanco— saca al niño del país. Lo lleva a una casa segura abandonada en Colombia, donde él y Kyrah vivieron juntos cuando se ocultaron por primera vez. Kyrah los alcanza allí, no sin antes intercambiar unos cuantos golpes con Issac en mitad de la noche, recordándole que está fuera de forma… y que ella siempre ha sido más rápida. “Es una escena de lucha, pero también es una historia de amor,” explica Sy. “Mientras peleamos, sabemos lo que nos estamos diciendo.”
  Es durante esa pelea cuando Ky, al oír el alboroto, baja y ve a su madre por primera vez de forma consciente. Esta fue la escena que Jahleel Kamara interpretó en su audición. La emoción es profundamente conmovedora. Como explica Washington: “Jahleel tiene esa sensibilidad lúdica tan propia de los niños, pero también un alma vieja.” “Eso no se puede fingir,” añade Carnahan. “Ha hecho un trabajo extraordinario.”

NOS VEMOS EN CARTAGENA: LA PRODUCCIÓN...
  Al elegir la localización, se barajaron muchas opciones. “Vimos Europa, Sudáfrica,” cuenta Love. “Y luego apareció Colombia.” El equipo buscaba lugares “grandiosos”, según Love, que hicieran justicia a un thriller de acción protagonizado por una familia negra. Colombia ofrecía eso en abundancia. Aunque el diseñador de producción P. Erik Carlson temía que “hacer pasar Colombia por EE. UU. sería más difícil que hacerla pasar por sí misma,” la diversidad de paisajes en Bogotá y Cartagena facilitó el trabajo. Bogotá hace de sí misma y también de Miami; Cartagena, que interpreta su propio papel, es clave en la historia. Otras localizaciones sirven para simular una mansión mexicana, una discoteca española o la sede del G-7. “Aportaba ese matiz tropical que ayudaba a ampliar la escala de la película,” dice Love.
  Esa diversidad se refleja en una de las secuencias de acción más impresionantes. Tras el reencuentro familiar en la casa, deben llegar a Bogotá para encontrarse con Auntie y Unc. Pero en su ruta por las traicioneras carreteras montañosas, son atacados por los cinco Shadows. Rodada en las montañas que rodean Bogotá, Carnahan llevaba años queriendo hacer una “persecución en la niebla” —o, como aclara Love, en una nube, literalmente—. En medio de esa escasa visibilidad, los Shadows lanzan bengalas para iluminar el entorno. “Hace que la secuencia sea mucho más espectacular,” dice Love. “Y claro, necesitas espacio para hacer volar cosas por los aires.”
  “Una vez que conseguimos a Omar [Sy], la película cambió. Sentimos que tenía que ser más internacional,” explica Savone. Rodar en Colombia, con un equipo mayoritariamente local, expandió esa visión. También se refleja en el equipo Shadow Force: en el guion original eran todos de la CIA, pero en el filme “parecen el mundo entero, y es intencionado,” dice Love. “No es por cumplir cuotas. Es porque son los mejores para el papel. Y, además, reflejan el mundo.” Todos los Shadows tienen nombres derivados de la palabra “sombra” en distintos idiomas. “Este carácter global de la película me llena de orgullo,” dice Sy.
  La actriz colombiana Natalia Reyes, reconocida por sus papeles en cine y televisión nacional, interpreta a “Moriti”. Le atrajo especialmente que se filmara en su país y la diversidad del elenco. “Me emociona representar lo que significa ser latina en esta narrativa. Es un honor mostrar mi país,” desde las calles de Bogotá hasta la belleza de Cartagena y las islas del Rosario. “Me encanta que Colombia esté ganando visibilidad como destino de rodajes.”
  “Es dinamita,” dice Love sobre Reyes. “Caminar por las calles con ella es increíble, la paran cada cinco minutos. Y no es para menos. Nosotros también la adoramos.”
  El resto de los Shadows incluye a Jénel Stevens-Thompson y Marvin Jones III como “Anino” y “Cysgod”; Sala Baker (Nueva Zelanda) como “Scath”; y Yoson An (nacido en China, criado en Nueva Zelanda) como “Varjo”. Aunque sus personajes sean asesinos, fuera del set eran como una familia. “Cada día era un gran día,” recuerda Stevens. Carnahan, cuya reputación atrajo a muchos del elenco, mantiene un ambiente distendido: “Pongo música, hago reír a la gente. Eso saca lo mejor de todos.” An lo confirma: “Nos divertíamos incluso fuera del rodaje. Creo que esa química se nota en pantalla.”
  Todos escapan con vida del primer ataque en la montaña, pero Issac y Kyrah se preguntan: ¿quién delató su paradero? Sea quien sea, está claro que Cinder tiene ojos en todas partes. Kyrah decide enfrentarse a él de una vez por todas. Mientras ella organiza una reunión en una isla privada de la CIA cerca de Cartagena, Issac y Ky viajan a Bogotá para encontrarse con Auntie y Unc.
  Reyes no era la única famosa en las calles colombianas. “Mucha gente en EE. UU. no se da cuenta de que Omar [Sy] es como el Jamie Foxx de Francia,” dice Love. Su éxito con Lupin y otras producciones lo han convertido en una estrella global. Pero su talento va más allá del carisma. “Su mayor don… es su sentido del humor, su timing, y la empatía que aporta a los personajes,” añade Love.
  Uno de los aspectos más sorprendentes del filme es su humor. “Empezó a surgir durante los ensayos,” dice Love. “Nos dimos cuenta de que era más divertida de lo que esperábamos.” Un ejemplo claro es el debate entre Ky y Unc sobre el Wu-Tang Clan (del cual Method Man, por supuesto, fue miembro).
  Poco después de llegar a Bogotá, Issac y Ky son secuestrados por los Shadows y llevados a la isla privada de Cinder, donde Kyrah ha ido con intención de matarlo. Allí tiene lugar el combate final, rodado in situ, con todos los personajes presentes. “No es un plató haciendo de isla,” aclara Love. “Es todo real. No hay pantalla verde en toda la película.” “Todos compartíamos camerino como si fuera un campamento de verano,” cuenta Marshall Cook, quien interpreta a Patrick, el esbirro de Cinder.
  Para Strong, fue una experiencia única: “Nunca había rodado en Sudamérica, ni en un sitio tan húmedo, ni había ido al trabajo en barco, ni rodado en una isla remota. Me siento muy afortunado.”
  “Le doy crédito a Lionsgate,” dice Carnahan, “por apoyar la idea de hacer una película así, en exteriores, enfrentando los elementos, en el agua… todo lo que no se debe hacer, y nos dejaron hacerlo. Estoy profundamente agradecido.” Cada actor lo agradece también: en un ambiente tropical y estrecho, Carnahan creó un rodaje divertido. Para Method Man, “lo mejor del día era cuando rodábamos. Joe tiene una energía única.” Sy lo resume de forma muy visual: “Es como gasolina, eterna.” Esa gasolina dio vida a “todas las voces que forman una sola: la de esta película,” concluye Love.

EL AMOR DE UNA MADRE: KERRY WASHINGTON...
  Si Carnahan era la gasolina, entonces Kerry Washington, productora y protagonista de la película, es el eje que une todas las voces diferentes, tanto detrás como delante de la cámara. Washington interpreta el complicado papel de una asesina que ha tenido que poner en pausa su faceta de madre para mantener a salvo a su familia. "Ella aporta todas esas capas... que el personaje de Kyrah requería", explica Love. "Ser primero una asesina y después una madre es contrario a lo que normalmente creemos como padres, ¿verdad? Normalmente se es madre o padre primero, y lo demás viene después. Ella tuvo que cambiar por completo esa mentalidad. Eso es muy difícil".
  De hecho, es precisamente porque Kyrah lucha con todas sus fuerzas por volver a ser madre que el desenlace resulta tan satisfactorio, un viaje que la interpretación de Washington encarna por completo. Kyrah es feroz, táctica e imparable en su misión de proteger a su familia. También representa una visión moderna de la maternidad, cuestionando los roles tradicionales de género. "Aquí el padre se encarga de la crianza principal y la madre es quien sale a buscarse la vida...", dice Kerry riendo, "o, en este caso, a traerse cadáveres".
  Washington no actuaba en una película de acción desde hacía casi veinte años, pero estaba deseando volver a hacerlo. Para ella, trabajar con un equipo de especialistas le devolvió el aprecio por "cuánta gente se necesita para hacer magia cinematográfica, especialmente en este tipo de películas que son tan peligrosas y complicadas. Aprendes de verdad a apoyarte en los demás". La implicación personal de Washington en el proyecto se nota no sólo en su actuación, sino también en su trabajo como productora. "Es una productora tremendamente implicada", afirma Savone. "Siempre está al tanto de todo lo que ocurre y dispuesta a intervenir en cualquier momento. Su pasión por el proyecto se siente, y eso hace que todos queramos dar lo mejor de nosotros para que triunfe".
  Aunque la película está llena de acción, en el fondo es una historia cargada de emoción y vulnerabilidad. "Hablamos de amor, intimidad y familia", señala Washington, "de lo que significa estar en pareja, y de hasta dónde estás dispuesto a llegar por las personas que amas para permanecer juntos contra todo pronóstico. Y hay algo, sabes, especialmente negro en eso".
  Washington subraya además la resonancia cultural más profunda de la película: "Una gran parte de la experiencia de la diáspora consiste en la ruptura de las familias negras a través de los continentes o dentro de ellos, en esta estrategia de no permitir que las familias negras permanezcan unidas". Esta historia resuena a lo largo de toda la película: "Luchamos por nuestra familia, hacemos lo imposible, lo inimaginable, para permanecer juntos, proteger a nuestro hijo y no dejar que nadie nos lo arrebate".

DAR VIDA A LOS ASESINOS: DISEÑO DE PRODUCCIÓN...
  Tiffany Hasbourne, diseñadora de vestuario de la película, dejó algo muy claro desde su primera reunión con los realizadores: quería que la película fuera elegante. "Así fue como llegué aquí", cuenta. "Dije: ¿hasta qué punto podemos hacer que esto sea estiloso? Porque no quiero limitarme a hacer ropa de especialistas aburrida". Esto significa que Kyrah pelea vestida con pantalones de montar de Ralph Lauren y botas Tabi de Margiela. "Las botas Tabi son buenas para el equilibrio", explica Hasbourne sonriendo. "Si tienes que patear traseros, mejor hacerlo con estilo".
  Para Sy, en el papel de Issac, Hasbourne tuvo el reto de vestir a un actor ya icónico por otro personaje. Esto significaba, al principio, evitar las zapatillas Jordan, famosas gracias a Lupin. "Pero le dije: tu personaje en Lupin lleva un tipo de Jordan concreto", recuerda. "Y yo tengo estos otros Jordans". Sy, al verlos, aceptó de inmediato: "Vale, sí, hay que llevar estos".
  Otro reto fue vestir a los personajes para el clima tropical de Cartagena. "Desafortunadamente, muchos de nuestros miembros de los Shadows llevan camisas de manga larga", explica Hasbourne. "Pero, por ejemplo, con [Natalia Reyes], pude hacer un top de cortes elegantes con pantalones tácticos". Aunque hubo piezas que solo se pudieron conseguir en Estados Unidos, gran parte del vestuario se adquirió en Colombia, lo que implicó mucha colaboración entre el equipo que Hasbourne llevó desde Los Ángeles y el equipo local hispanohablante. "De lo que más orgullosa me siento", dice, "es de haber conseguido trabajar con dos equipos que hablaban idiomas distintos dentro de mi propio departamento".
  Pero no basta con la ropa para crear un asesino. "Estuve haciendo entrenamiento con pesas, boxeo, kickboxing, mucho levantamiento y pilates, cambiando toda mi nutrición y enfocándome en parecer una asesina creíble". Además, Washington y Sy practicaron capoeira —un arte marcial brasileño que combina música y danza—, además del entrenamiento de combate y manejo de armas que el director Joe Carnahan y el coordinador de especialistas Marco Morales impartieron a todo el reparto. "Durante semanas, [Omar y yo] teníamos un club de boxeo a las 6 de la mañana", recuerda Carnahan con entusiasmo. "Yo le sostenía los guantes".
  Kyrah e Issac no solo son amantes distanciados; también son compañeros de equipo. Washington y Sy encontraron esa química sin esfuerzo. "No hemos tenido que trabajar mucho en el tema del compañerismo", dice Washington. Sy coincide, describiendo su coordinación —especialmente evidente en las escenas finales— como "fácil". No es solo la coordinación casi de ballet lo que disfrutaban. "Es como ser niños con juguetes para adultos: barcos, coches, armas", dice Sy. Washington comparte ese sentimiento: "Nunca había hecho este tipo de trabajo, o no en mucho, mucho tiempo. Cada noche me sentía orgullosa y sorprendida de lo que habíamos logrado". Carnahan también lo ve así; describe la química entre Washington y Sy como "sensacional" y "fuera de serie".
  Este entrenamiento (y diversión) no se limitó a los protagonistas. "Hicimos entrenamiento táctico intensivo", explica Jones III. "Manejo de armas, posiciones, forma física, entrenamiento de peleas, boxeo, muay thai... La lista es interminable". Incluso un personaje como Unc, que "inicialmente no tenía escenas de lucha", según cuenta Method Man, acabó peleando: "Joe [Carnahan] siendo quien es... me añadió algunas". Desde entonces, siguieron las sesiones matutinas de boxeo a las 6. Randolph, que hizo prácticamente todas sus escenas de riesgo, elogia a Carnahan no solo por su energía y enfoque en el entrenamiento, sino también por fomentar un ambiente colaborativo. "Si un actor decía 'oye, ¿podemos intentar esto?', él no decía que no", señala. "No tiene ego en ese sentido. Solo quiere conseguir la mejor película posible, aprovechando las habilidades de cada uno".
  Baker, veterano especialista de cine, describe el proceso de colaboración en palabras claras: "Cada uno es una pieza del rompecabezas. Aporta lo tuyo, encájalo y ayuda a formar el conjunto. Los dieciséis departamentos, actores, maquillaje, peluquería, vestuario, efectos... todas esas piezas hacen la obra maestra".

PROYECTANDO UNA LARGA SOMBRA: LAS EXPECTATIVAS DEL PÚBLICO...
  "Estoy en una película con Kerry Washington", dice Sy, riéndose de sí mismo. "Es algo grande". Y efectivamente lo es: ver a Sy expandir su rango interpretativo y a Washington regresar al género bajo la dirección de Carnahan, junto a un elenco y equipo galardonado, convierte a Shadow Force en un gran acontecimiento. Según Love, la película también es "radical, porque no existe otra película de acción con una familia negra en el centro de la historia". Las espectaculares secuencias de acción, aunque emocionantes, están al servicio del núcleo que atrajo a tantas personas al proyecto: la relación entre Kyrah e Issac mientras luchan por reconstruir su familia. "Kerry y Omar aportan muchísimo corazón a esta película. Son luchadores altamente entrenados, sí, pero sobre todo son dos padres separados que intentan proteger a su hijo".
  "Esta no es una película de acción cualquiera", dice Randolph. "Esta familia negra... llevan tanto tiempo separados que ahora están redescubriendo cómo quererse de nuevo. Y el hijo es lo que los une".
  Shadow Force no trata solo de la acción; en su esencia, es una historia sobre la familia, el sacrificio y todo lo que estamos dispuestos a hacer por quienes amamos. Como dice Love, "las mejores películas de acción son, en realidad, pequeños dramas humanos disfrazados de grandes producciones de explosiones". La eficacia de la acción depende, en última instancia, del compromiso del público con los personajes. "Cuando conseguimos eso", afirma Carnahan, "podemos ponerlos en peligro y el público se va a subir al viaje con nosotros".
  El resultado es una película de acción que, como dice Strong, "se siente a la vez clásica y novedosa", explorando nuevos terrenos para el género. Incluso después de toda una carrera en películas de acción, Carnahan siente que en Shadow Force ha conseguido "capturar la humanidad en una escena de acción... con un alto nivel de éxito". Para Washington, esa humanidad se resume en los temas universales que la película aborda: "Hablamos de amor, intimidad, familia, de lo que significa estar en pareja, de lo que supone comprometerse, de los sacrificios, y de lo que estás dispuesto a hacer por quienes amas para estar juntos contra viento y marea".

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