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SUPER QUIEN
INFORMACIÓN
Titulo original: Super-héros Malgré Lui
Año Producción: 2021
Nacionalidad: Francia
Duración: 82 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 7 años
Género: Acción, Comedia
Director: Philippe Lacheau
Guión: Julien Arruti, Pierre Dudan, Philippe Lacheau, Pierre Lacheau
Fotografía: Vincent Richard
Música: Maxime Desprez, Michaël Tordjman
FECHA DE ESTRENO
España: 25 Febrero 2022
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
DeaPlaneta


SINOPSIS

Cedric intenta ganarse la vida como actor, pero parece destinado al fracaso. No tiene dinero y su novia le ha dejado. Su padre, su hermana y sus mejores amigos tampoco dan un duro por él. Hasta que por fin consigue un papel protagonista: el del superhéroe “Badman”. Se le presenta la oportunidad de salir de un pozo de desgracias y ganarse de nuevo el respeto de su padre. ¡Pero el destino tiene otros planes!...

INTÉRPRETES

PHILIPPE LACHEAU, JEAN-HUGHES ANGLADE, JULIEN ARRUTI, RAYANE BENSETTI, TAREK BOUDALI, GEORGES CORRAFACE, MICHEL CRÉMADÉS, ALICE DUFOUR, ÉLODIE FONTAN, AMIN HARFOUCH, PHILIPPE KATERINE, CHANTAL LADESOU, BRUNO LOCHET, ALEX MARTIN, AMR WAKED

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ENTREVISTA A PHILIPPE LACHEAU...
Has coescrito y dirigido cinco comedias en las que nos has sorprendido con escenas de acción espectaculares que destacan por el humor, la inteligencia y unos efectos visuales complejos. Por ejemplo, la escena del karting de Se nos fue de las manos, la del paracaídas de Babysitting 2 –rodada en una sola toma desde el punto de vista del protagonista– y los diferentes escenarios por los que vamos pasando en Super… ¿Quién? cuando Cedric va cayendo de planta en planta en el hangar, que en realidad no son más que lonas con impresiones 3D. ¿En qué películas te has inspirado para crear estas escenas con unos efectos visuales tan elaborados?...
Cuando estamos escribiendo el guion, los efectos visuales nos sirven de inspiración y nos ayudan a desarrollar la estructura de la trama más que las bromas del diálogo, que solemos repasar más adelante. Son escenas muy complicadas y lleva mucho tiempo y dinero planificar, crear y ejecutarlas, pero las llevamos en la sangre porque crecimos con las comedias de Francis Weber. Me dedico a lo que me dedico por culpa de ese realizador. Las películas estadounidenses con las que más disfruto son del tipo de las de los hermanos Farelli, como Dos tontos muy tontos o Algo pasa con Mary, filmes en los que el humor es muy visual y son mucho más transgresores que las producciones que se solían rodar en Francia. Nadie se atrevía a ir tan lejos. Cuando empezamos con un filme nuevo, los efectos visuales nos sirven más que los diálogos divertidos porque pensamos, «Si conseguimos hacer esto, el público se va a partir de risa», mientras que resulta más complicado predecir si un chiste va a hacerle gracia a los espectadores.

Como guionista, director y actor, ¿qué es lo que más te gusta de mezcla comedia y aventura?...
Me encantan comedias de acción como Los Goonies, Tras el corazón verde y las películas de Indiana Jones, por supuesto, porque son divertidísimas. Me marcaron mucho cuando era niño. Te meten de lleno en la acción, pero también transmiten muchísimo humor. En nuestras películas, me gusta pensar que captamos al público porque los espectadores se sienten atraídos por la comedia, pero luego les ofrecemos también acción y se llevan una aventura de regalo. En Super… ¿Quién? las peleas de Badman y las persecuciones están diseñadas al milímetros, porque nos lo pasamos muy bien rodando esas secuencias. Siempre nos quedamos alucinados cuando conseguimos una escena como las de las películas de acción estadounidenses. Hay que tener en cuenta que ir al cine es muy caro, por eso queremos que la gente salga del cine con buen sabor de boca. Queremos que al salir piensen, «Ha estado genial. Un dinero bien invertido».

¿Qué cómics y películas de superhéroes te gustaban de niño?...
No leí muchos tebeos de niño, de hecho, los descubrí mucho más tarde. La primera película de superhéroes que me llamó la atención fue el Superman de Christopher Reeve. Es un personaje tan fascinante y quería ser como él porque es fuerte, humilde, cercano e invencible. Por eso es tan frustrante que le traten tan mal cuando es Clark Kent. Dan ganas de gritarle: «¡¡Pero diles quién eres!!» (se ríe). Cuando empecé a leer los cómics de Marvel, disfrutaba muchísimo con Thor, supongo que porque es un tío duro que no se anda con tonterías, además de por la mitología escandinava y el martillo mágico. En cuanto a las películas, me gustan mucho Guardianes de la galaxia, además de Batman Begins y El caballero oscuro, por la forma en la que Christopher Nolan retrató todo ese universo.

¿De pequeño hacías parodias de superhéroes? ¿Grabaste algún vídeo de ese tipo con la videocámara de tus padres?...
Sí, recuerdo un sketch que grabé con unos amigos cuando tendría unos diez años.
Entrevistábamos a Superman en pleno vuelo y le decíamos, «¡Anda, Superman, qué suerte habernos encontrado contigo!», y él contestaba, «¡Y tanto, porque el cielo es inmenso!». Más tarde, en Canal Plus rodé un sketch en el que Superman se jubilaba con mi padre en el papel del superhéroe (se ríe).

Ahora que has adaptado el personaje de Nicky Larson (en City Hunter y el perfume de Cupido), ¿te gustaría rodar una película de superhéroes «de verdad»? ¿Con un personaje con superpoderes que vive en el mundo real?...
Me ronda la idea, claro. Cuando estábamos adaptando Nicky Larson, a veces nos planteábamos que fuera una película de acción pura y dura, aunque queríamos que fuera una comedia. A decir verdad, no sé si sabría escribir un guion y rodar una película de superhéroes de verdad, aunque creo que sé por dónde querría tirar con ella. La cosa es que a día de hoy este tipo de proyectos son muy complicados, porque hay que competir con producciones estadounidenses con presupuestos que rondan los 250 millones de dólares. No obstante, vi la producción francesa Cómo me convertí en superhéroe en Netflix, que está genial. Me alegré un montón por Douglas Attal y su equipo porque el trabajo es espectacular. La situación en Francia es curiosa: habría que inventar un superhéroe nuevo para el proyecto, porque nuestros superhéroes nacionales nunca han tenido la misma repercusión que los personas de los cómics de Marvel o DC. Resulta muy complicado competir en el mercado con leyendas que conocen nuestros padres ¡e incluso nuestros abuelos.

Entonces, ¿te planteaste el proyecto como una comedia desde el principio?...
Sí, aunque el punto de partida del guion fue la idea de un actor que está rodando una película y pierde la memoria. El tema del superhéroe lo metimos luego. Llevaba tiempo queriendo parodiar la saga de Jason Bourne, partiendo del concepto de un actor que está trabajando en una película de espías y tiene un accidente durante una persecución. Se despierta desorientado y en shock, y no recuerda quién es. Cuando abre el maletero encuentra manchas de sangre, pasaportes falsos, dispositivos y armas, y piensa que es un agente secreto. Pero el lado oscuro y el tema del matón nos parecían demasiado complicados en realidad, así que al final nos decantamos por el mundo de los superhéroes, que es un poco más optimista. Decidimos hacer una parodia de Batman para mantener cierta lógica, puesto que Bruce Wayne no tiene superpoderes como tal, sino que tira de dispositivos y domina las artes marciales.
Entonces empezamos a divertirnos porque ya lo relacionamos con lo que más nos gusta de desarrollar un proyecto: hacer realidad nuestras fantasías infantiles. Escribir un guion es como tener una varita mágica: todo lo que pones sobre el papel se convierte en realidad. Nos hizo mucha ilusión cuando rodamos las escenas de nuestro Badman falso, un adulto pasándoselo en grande haciendo de superhéroe, por mucho que estuviéramos haciendo parodia.

¿El tema del superhéroe surge por una suerte de frustración al ver que hasta hace unos años no se rodaban películas de este tipo en Francia?...
Sí, cuando empezamos a trabajar en nuestra película no conocíamos más proyectos de este tipo en Francia. No sabíamos que la película de Douglas Attal estuviera en preproducción, pero tampoco hay ningún conflicto con la nuestra porque su proyecto no es una comedia. Nuestra prioridad era crear algo original y la forma en la que Super… ¿Quién? utiliza la comedia, junto con el tema de la amnesia, nos ha permitido ofrecer a los espectadores algo totalmente innovador.

Cuando estás escribiendo, ¿compaginas varios proyectos? Es decir, ¿sueles trabajar en diferentes tratamientos e ideas a la vez?...
No hay normas establecidas. La idea de un actor con amnesia que se cree que es un espía se me ocurrió hace siete u ocho años, pero la dejé en un cajón y me puse con otras películas antes de retomarla con la temática del superhéroe. Eso nos pasa con otros conceptos también. Ojalá podamos llevar a la gran pantalla en algún momento todos los proyectos que tenemos en la recámara.

Antes hablábamos de cómo combinas humor y aventura, pero también se te da bien el suspense. Por ejemplo, en la escena de la cueva de Babysitting 2 o las escenas con el mafioso real de Super… ¿Quién?...
Sí, porque cuando estamos desarrollando una historia a menudo nos preguntamos cómo sería si descartáramos todo el humor, para ver si la historia seguiría funcionando y si el público querría seguir viendo el filme para ver qué les pasa al final a los personajes. En Se nos fue de las manos desaparecen el protagonista y el bebé y los espectadores quieren saber dónde han estado y comprobar que están bien. Yo me aburro fácilmente cuando estoy viendo una película, por eso me obsesiona entretener al mantener la atención del público con cierta sensación de misterio y suspense durante el desarrollo de la historia.

Has contado de nuevo con tu tropa habitual: Élodie Fontan, Tarek Boudali y Julien Arruti. ¿Te comentan qué tipo de personaje les gustaría interpretar antes de que empieces con el guion?...
No nos hace falta hablarlo de antemano porque como hemos rodado ya varias películas juntos intentamos innovar y crear personajes diferentes en cada filme, para que el público no se aburra. En ocasiones algunos papeles pueden parecerse, si nos funciona para la película. Por ejemplo, en Super… ¿Quién? Élodie interpreta a una tipa dura a la que no le impone la acción, algo que no había hecho nunca. Pero nuestra prioridad a la hora de elegir a los actores es siempre el humor.

Cuando escribes escenas de acción, ¿incluyes también todos los detalles de las bromas y las escenas cómicas? ¿O te bastan unas pinceladas que desarrollas luego cuando te metes de lleno en el lado más visual?...
Al principio escribimos todas las escenas cómicas que se nos ocurren, y luego trabajamos con el coordinador de efectos especiales Marc David para que desarrolle la acción con su equipo. Ellos graban y montan sus propuestas y aportan sus propias ideas, y luego lo vemos todos juntos. Si algo no nos cuadra, colaboramos para intentar dar con una solución y muchas veces esas escenas adicionales acaban en la película.
Por regla general le dedicamos mucho tiempo a escribir un guion preciso. ¡Eso le da más seguridad a todo el mundo!

¿La escena en la que Cedric conoce a la productora que interpreta Chantal Ladesou es una crítica al sector cinematográfico francés por no atreverse a hacer una inversión en entretenimiento y plantarle cara a las producciones estadounidenses?...
Sí, pero sin maldad alguna, más que nada porque no se pueden comparar los dos mercados. Cuando una película se estrena en EE. UU. llega a un montón de cines, así que la rentabilidad no es la misma. ¡Digamos que no competimos en igualdad de condiciones!

¿No crees que entretener al público y hacer que se olviden de los problemas, incluso de los más graves, es todo un superpoder?...
Totalmente. De hecho, cuando la gente me pregunta quién es mi superhéroe favorito suelo responder que es Kylian Mbappé. Inspira a millones de personas y transmite sensaciones increíbles. Para mí eso también es lo más importante y me motiva un montón. Me encanta cuando la gente me da las gracias por eso. Como comentaba antes, me metí en esto porque vi a mis padres reírse con las películas de Francis Weber cuando las echaban en la tele. Lo recuerdo claramente: me puedo visualizar mirando de mis padres a la tele y sintiendo lo felices que estaban. Entonces pensé que la gente que había rodado esas películas tenía un poder especial, y decidí que quería hacer eso yo también.

¿Qué otro superpoder te gustaría tener?...
Lo que más me gustaría sería tener el poder de sanar a los enfermos. Poniéndonos menos serios, me encantaría poder volar. Eso me viene desde que probé el paracaidismo durante el rodaje de Babysitting 2. La sensación de volar es efímera, pero es increíblemente intensa.

Lo suyo sería también ser invencible antes de poder volar, porque si te estampases con algo podría ser un problema...
Ahora que lo dices, sí. Podríamos añadir ser invencible antes de añadir el poder de volar. Pero tampoco me gustaría ser inmortal porque me resultaría insoportable ver marcharse a todos mis seres queridos. Otra cosa que me encanta es el teletransporte, como en la película Jumper, cuando dice «Voy un segundo a Nueva York y después me paso por las pirámides para ver atardecer». Qué idea tan genial.

Meterte en el mundo de los superhéroes te ha abierto nuevas posibilidades cinematográficas...
Como es una parodia podemos basarnos en creaciones anteriores y divertirnos con la fotografía y el estilo de nuestros referentes para meterle humor. El protagonista es un tipo normal que se cree un superhéroe y solo con eso las situaciones ya son absurdísimas.

En los créditos vemos alusiones a películas de superhéroes de ahora. ¿Las has incluido para que los espectadores sepan que tú también eres aficionado a ese género de películas?...
Sí, hicimos lo mismo con Nicky Larson: la historia y los efectos cómicos principales están pensados para entretener al público incluso sin conocer de antemano los dibujos de los ochenta, pero también incluimos alusiones directas y bromas que solo pillarían los fans de verdad.
Super… ¿Quién? funciona incluso si no conoces el mundo de los superhéroes, pero los fans de los cómics de Marvel y DC verán alusiones por todas partes, desde los subtítulos hasta los decorados, pasando por los nombres y los carteles. La película está llena de referencias y tengo muchas ganas de ver cómo reacciona el público cuando se estrene, ¡para ver cuáles pillan y cuáles no!

¿Has analizado a fondo las películas de Marvel y DC como referencia para determinados planos y escenas? Me refiero, por ejemplo, a la «metapelícula» en la que Badman recupera una bolsa de dinero que ha robado su archienemigo El Payaso...
Hemos intentado elegir las escenas de superhéroes más famosas, una tarea que tiene bastante más miga de lo que parece. Estos momentos los conoce el público general, como el beso bocabajo de la primera película de Spider-Man de Sam Raimi, que hemos parodiado en nuestro filme. Pero tampoco hay tantas escenas que sean archiconocidas. Hacemos referencia también a la película Joker con el famoso baile de Joaquin Phoenix cuando Cedric baila de alegría en las escaleras tras conseguir el papel de Badman. Para las escenas de las peleas y las persecuciones nos hemos alejado un poco de las películas de superhéroes y nos hemos inspirado en el estilo visual de las películas de acción estadounidenses.

¿Utilizáis storyboards para planificar las escenas de acción y efectos cómicos?...
Normalmente los usamos para los efectos cómicos, porque las peleas las coreografiamos al milímetro con vídeos que nos propone el equipo de Marc David. Es un sistema genial porque enseguida vemos si la escena funciona, y podemos meter cambios para mejorarla si algo falla. Estoy muy contento con las escenas de acción que hemos rodado para Badman, y espero que el público también las disfrute.

Debe de ser complicado dirigir y actuar al mismo tiempo. ¿Qué secuencias te han costado más?...
Todas las escenas con mis compañeros, porque en cuanto empiezan a reírse el set entero se convierte en un patio de colegio. Soy el único que está pendiente del calendario de escenas que tenemos que rodar cada día y si nos da un ataque de risa todo se va al traste. No me voy a quejar porque eso significa que tenemos buen rollo en el set, pero cada vez que Julien, Tarek y Élodie tienen una escena juntos sé que me va a tocar hacer de ogro para que no se vengan arriba. Lo único que puedo hacer es esperar a que se calmen. De eso no nos libramos porque Tarek siempre acaba llorando de la risa y luego tiene que volver a pasar por maquillaje para que le hagan un retoque.

¿Cuáles han sido los principales retos técnicos y artísticos para llevar Super… ¿Quién? a la pantalla?...
Me preocupaba el traje de Badman, porque íbamos a rodar en verano y pensé que estaría muy incómodo porque me iba a asar de calor. Esos trajes son muy gruesos y durante la preproducción me enteré de que en las producciones estadounidenses los actores llevan trajes de lycra con músculos de espuma por debajo. Esa técnica se utiliza porque los trajes son muy elásticos y comprimen tanto el cuerpo como el volumen de los músculos. Afortunadamente el equipo de vestuario es maravilloso y me metía paños helados dentro del traje para que no pasara tanto calor. Eso me dio la vida, porque llevar el traje de superhéroe el día entero es todo un reto. También descubrí las limitaciones de ese tipo de traje, porque cuando llevas músculos falsos, cascos y máscara es imposible pelear de forma natural: no puedes levantar los brazos del todo ni mover la cabeza con soltura, ni hacer otros movimientos. De ahí que sea necesario tener varias versiones del traje, cada una con diferentes características.
También contábamos con diferentes cascos. El casco está fabricado a partir de un molde de mi cabeza y me tenían que ayudar varias personas para ponérmelo, pero en algunas escenas tenía que salir poniéndomelo o quitándomelo yo solo, con un gesto rápido, así que para esas secuencias contábamos con otro casco más sencillo.

¿Cómo diseñasteis el traje y la máscara de Badman?...
El traje es un elemento clave del filme, porque tenía que encajar con la historia que queríamos contar. Aunque en la película el productor dice, «Nuestro superhéroe se llama Badman y no tiene nada que ver con Batman porque no lleva capa», probamos un montón de conceptos y variedad de colores para alejarnos de Batman. Pero al pensarlo fríamente, si queríamos que Cedric creyese que es un superhéroe enmascarado, necesitábamos que el traje fuera superrealista, como una versión futurista de los SWAT o los antidisturbios. Empezamos a documentarnos y descubrimos el trabajo de Loïc Michel y su equipo de genios. Viven en la ciudad francesa de Valence y fabrican réplicas de trajes de superhéroes para convenciones y eventos publicitarios. Cuando nos pusimos en contacto con ellos y les contamos el proyecto les encantó la idea, estaban emocionadísimos. Hemos trabajado codo con codo para hacer diferentes bocetos del torso, las hombreras, los guantes y el casco, que fuimos definiendo poco a poco hasta dar con el diseño definitivo del traje. Con eso, ya empezamos a componer los diferentes elementos del traje y, si te soy sincero, ponérmelo por primera vez fue muy emocionante. Fue como un sueño infantil hecho realidad. Durante las pruebas no podía evitar sentirme como un superhéroe. ¡Cosas de ponerme el traje! Me lo creí, por mucho que sea todo un poco absurdo y que Badman solo sea una parodia.
También ha sido como un sueño para Loïc y todo su equipo, porque ha sido su primera experiencia para cine.

También habéis creado un Badmobile para la película...
Sí, y molaba tanto que todos queríamos salir a dar una vuelta, aunque no se podía porque no era apto para conducir por carretera.

¿Has tenido que hacer mucha preparación física antes de empezar a rodar?...
¡Tuve que hacer fisioterapia! Un par de semanas antes de empezar a rodar me destrocé el gemelo jugando al fútbol con unos amigos y tuve que llevar muletas. Tuvimos que reorganizar el calendario para rodar en último lugar las escenas en las que se me ve andando o corriendo. Ir al fisio de forma regular me ayudó a recuperarme más rápido. En cuanto a la preparación física, suelo entrenar para estar en buena forma. Y luego, como iba a llevar músculos de espuma debajo del traje, lo único que tuve que hacer era usar autobronceador y aceite para que con la iluminación parezca que estoy cuadrado en los planos en los que se me ve sin camiseta y haciendo pesas. ¡Hemos hecho un poco de trampas!

La banda sonora original es cosa de Maxime Desprez y Michael Tordjman. Llevas bastante tiempo trabajando con ambos compositores...
Nuestra primera colaboración fue Se nos fue de las manos y desde entonces han trabajado en todas nuestras películas y me alegra mucho ver que sus carreras han despuntado después de empezar con nosotros. Son unos máquinas y trabajan muy duro. Cuando empezamos a darle vueltas al mundo de los superhéroes, quisimos utilizar elementos atmosféricos y temas musicales que nos recordasen a la música de las producciones de Marvel y DC, pero sin necesitar una orquesta completa porque no nos daba el presupuesto. Les entregué el material con algunas referencias musicales, para que supieran qué sensaciones quería transmitir con las diferentes escenas y, por supuesto, tanto nosotros como ellos hemos pensado en Los Vengadores.

El resultado es espectacular. No se nota para nada que los instrumentos sean digitales, creados a partir de un teclado...
Sí, la verdad es que han hecho un trabajo impresionante. Además, como hay escenas más íntimas, además de escenas de acción y comedia, han podido contar con una paleta creativa muy amplia.

Por último, ¿cómo te gustaría que reaccionasen los fans de los superhéroes al ver esta comedia?...
Es nuestra primera incursión en el mundo de los superhéroes y nos lo hemos pasado genial. En los pases que hemos hecho el público ha reaccionado muy bien a la comedia y a la acción, y también creo que el tercer acto del filme funciona. Se parece a la película , en cuanto a que el personaje de Cedric acaba cumpliendo su sueño de ser un superhéroe de verdad. Espero que a los fans de los cómics les haga tanta gracia como a nosotros este joven que se cree un superhéroe y espero que disfruten con sus desventuras en la gran pantalla.

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