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SINOPSIS
En la Inglaterra del siglo XIII, Robin y su banda de ladrones se enfrentaron a la corrupción y encabezaron una rebelión contra la corona que alteró para siempre el equilibrio del poder. Ladrón o héroe, este hombre de orígenes humildes se convirtió en el arquetipo del libertador para las futuras generaciones...
INTÉRPRETES
RUSSELL CROWE, CATE BLANCHETT, MATTHEW MACFAYDEN, MAX VON SYDOW, WILLIAM HURT, MARK STRONG, OSCAR ISAAC, DANNY HUSTON, EILEEN ATKINS, MARK ADDY, KEVIN DURAND, SCOTT GRIMES, ALAN DOYLE, LÉA SEYDOUX, GERARD McSORLEY, LUKE EVANS, GIANNINA FACIO
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EL MITO Y LA LEYENDA. ¿QUIEN ES ROBIN HOOD?...
Los relatos de las hazañas del osado "Robin Hood" forman parte de la literatura inglesa desde hace mucho tiempo. Tal como lo describió en pocas palabras el estudioso J.C. Holt: “Hay tantos Robin Hood como flechas en un carcaj, pero no son más que remotas posibilidades”. Esta historia arquetípica ha pasado de generación en generación, transformándose para adaptarse a cada época. “Lo que empezó como una tradición oral acabó en un guión”, dice Holt.
Los relatos orales que hablan de Robin son de los más antiguos de Inglaterra. Algunas remontan al siglo IX, como “Robin el decapitador”, y toman forma de baladas escritas en los siglos XV y XVI, como La gesta de Robyn Hode, Robin Hood y el fraile de Curtal y Robin y el monje. Que sepamos, no existió ningún personaje de carne y hueso que pudiera ser el auténtico Robin. Se dice que el mote de “Robehod” solía darse a los maleantes, o que “Robin Hood” era un seudónimo usado por los ladrones, pero no hay nada seguro, las teorías proliferan y la leyenda perdura.
El héroe también ha sido una fuente de inspiración para el cine. Robin ha protagonizado más de treinta largometrajes y series de televisión, empezando por la adaptación de Ivanhoe, en 1913, seguida por las películas de Douglas Fairbanks (Robin Hood, 1922), Errol Flyn (Las aventuras de Robin Hood, 1938), Sean Connery y Audrey Hepburn (Robin y Marian, 1976) y Kevin Costner (Robin Hood, príncipe de los ladrones, 1991), y series tan populares como “Robin Hood” (1953), de Patrick Troughton, para BBC, “Robin de Sherwood” (1984) y la más reciente “Robin Hood” (2006), por destacar unas cuantas.
A pesar de su popularidad, las aventuras de Robin en la pantalla no suelen cambiar mucho. La historia se centra alrededor del malvado sheriff de Nottingham, el retorcido Guy de Gisburne, y de la doncella en apuros encarnada por lady Marion. Siempre se presenta a Robin como un noble que lo ha perdido todo o como un galante granuja con los brazos en jarras que da su merecido a los ricos y ayuda a los pobres.
LA ELABORACIÓN DE LOS ORIGENES...
Durante el rodaje de American Gangster con Ridley Scott, el productor Brian Grazer le propuso a Russell Crowe que protagonizara una nueva entrega de Robin Hood. Brian Grazer tenía ganas de colaborar nuevamente con el intérprete, con el que ya había trabajado en dos exitosas películas, Una mente maravillosa, por la que Russell Crowe ganó un Oscar, y Cinderella Man, el hombre que no se dejó tumbar. Ambos estaban de acuerdo en que la leyenda debía enfocarse de un modo distinto, para explicar los orígenes del legendario arquero al servicio del rey Ricardo Corazón de León. Era importante contar con un telón de fondo histórico para contar esta aventura llena de acción.
Brian Grazer decidió desarrollar y producir el proyecto. “Las películas acerca de héroes me inspiran”, reconoce el productor. “La historia de Robin Hood me atraía especialmente porque trata de un hombre que no tiene nada, excepto una causa justa y la voluntad de llevarla a buen término”.
“A través de la película, explicamos quiénes son el sheriff de Nottingham, lady Marion y su suegro, qué ocurría en el norte de Inglaterra con los poderosos barones, y quién controlaba el país en aquella época”, sigue diciendo Brian Grazer. “Al final de la película también se sabe quién es Robin. En realidad, acaba donde empiezan las otras películas que se han hecho acerca del personaje”.
El actor estaba muy interesado en desarrollar la leyenda desde otro ángulo. Reconoce que la atracción que siente por el mítico personaje empezó hace mucho. Pero el actor puso una condición: “Dije que haría ROBIN HOOD siempre y cuando fuese una visión nueva. Es una de las historias más perdurables del idioma inglés, y hay que respetarla. Partí de la base de que si íbamos a revivir a Robin Hood, debíamos olvidarnos de todo lo que habíamos visto. Tendría que ser diferente de todo lo anterior”.
Russell Crowe y Brian Grazer sabían que sólo había una persona que podía dirigir la película, Ridley Scott. “Necesitábamos a un director capaz de controlar un proyecto de esta envergadura”, explica el productor. “A alguien empeñado en buscar la autenticidad, interesado en el tema, la época y los acontecimientos políticos e históricos del momento. Todo eso es lo que cautiva a Ridley. Si rodábamos la película, debía ser la versión “gladiador” de ROBIN HOOD”.
Con Ridley Scott a bordo, ROBIN HOOD tomó impulso. Los tres cineastas compartían la misma idea: descubrir cómo un hombre de humilde cuna podía convertirse en paladín del pueblo, y decidieron explicarlo contando la historia en un contexto histórico específico.
Para plasmar la visión en el papel, los tres cineastas recurrieron a Brian Helgeland. Después de hablar con Ridley Scott, comprendí que para él lo más interesante era “humanizar la leyenda”.
El guionista dice: “Ridley quería contar una versión de “Robin Hood” que diera más importancia al hombre que al mito. Todos conocemos la leyenda y sabemos que es una exageración de lo que realmente pudo ocurrir”.
Ridley Scott dice: “Todo el mundo dice que Robin Hood robaba a los ricos para dárselo a los pobres, pero nos pareció importante escoger un periodo del medievo durante el que el pueblo pasara hambre por culpa del total descuido de la corona”.
Un punto clave en el guión de Brian Helgeland es la Carta Magna, firmada en 1215 después de que los barones se alzaran contra el rey Juan. En muchos aspectos, este momento señala el nacimiento de Inglaterra y la liberación de la población anglosajona del yugo de los reyes normandos. “La Carta Magna tiene un lugar en la película”, explica Brian Grazer, “no sólo vista históricamente, sino cinematográficamente”.
Para preparar el papel, Russell Crowe leyó más de treinta libros acerca de Robin Hood y sobre los siglos XII y XIII.
CORDEROS Y LEONES: EL REPARTO DE UNA AVENTURA DE ACCIÓN...
El hecho de que Cate Blanchett se uniera al reparto, tiene mucho que ver con un humilde sello postal. A principios de 2009, Russell Crowe y Cate Blanchett participaron en un acto en Sídney donde se presentaba una serie de sellos australianos dedicados a ellos. Mientras estaban en el escenario, el actor se dio cuenta de que había encontrado a su Marian.
Russell Crowe recuerda: “El porte, la forma en que se movía… ¿Cómo no había pensado en ella antes? Cate es una actriz espléndida, fuerte y voluntariosa. Siempre busca la autenticidad del personaje. Controla a la perfección sus emociones y puede convertir un pequeño gesto en una afirmación genial”.
Ridley Scott estaba de acuerdo en que Cate Blanchett era la Marion ideal para la película: “El papel de Cate es muy importante en esta historia. Los dos personajes forman una pareja perfecta cinematográficamente hablando”.
La actriz nos dice por qué decidió unirse al proyecto: “Russell y Ridley han hecho varias películas que van directamente al punto sensible de la historia, y me gusta”. Se sentía atraída por la leyenda: “El poder del bosque es el centro del mito de Robin Hood. Siempre oímos hablar del poder del Estado, de la Iglesia. La regla de la naturaleza es gran antídoto”.
Los cineastas empezaron a desarrollar la relación al estilo “Petrucho y Catalina” que nace entre lady Marian y Robin cuando este regresa a Nottingham. Russell Crowe explica: “La relación entre los dos contiene ciertos elementos shakespearianos, sobre todo de ‘La fierecilla domada’”.
El papel de Marian evolucionó con el guión. Al contrario que en las encarnaciones previas del personaje en versiones anteriores, no es una débil doncella en apuros que deja su destino en manos de los hombres.
BOSQUES Y TORRES: LOS DECORADOS NATURALES...
El rodaje de ROBIN HOOD empezó en abril de 2009. El productor Brian Grazer explica que el director fue rebautizado poco tiempo después: “Empezamos a llamarle ‘el general’. Durante el rodaje, Ridley Scott parece un general llevando a sus tropas al combate. John Ford era así, y hubo otros, pero no cabe duda de que Ridley es un gladiador”.
LA RECONSTRUCCIÓN DEL SIGLO XIII...
Uno de los colaboradores habituales de Ridley Scott, el diseñador de producción Arthur Max, se encargó de la gigantesca tarea que suponía la reconstrucción de la Inglaterra medieval, recreando con exactitud la vida en los pueblos y ciudades, así como la grandeza de los castillos de entonces.
Scott y Max se basaron en piezas de museos y bibliotecas, en pueblos reconstruidos en Inglaterra y en Dordoña, Francia, y en algunos pueblecitos de los Pirineos españoles para tener una visión de la arquitectura medieval.
Una importante fuente de inspiración fueron los cuadros de Brueghel el Joven y el Viejo, que destilan la dureza de aquellos tiempos. Aunque no correspondan exactamente a la época, aportaban una base visual para ROBIN HOOD.
Uno de los decorados de mayor importancia era el pueblo de Nottingham. Se decidió construirlo desde cero, para lo que se escogió una propiedad privada en Surrey, la finca Hampton, con numerosos robles centenarios y preciosas colinas, además de un bosque de pinos, un riachuelo y una marisma. “Edificamos más de 50 edificios para el pueblo de Nottingham”, explica el diseñador de producción. “La mayoría están hechos de adobe, cañas, madera y tejados de paja”. Los edificios principales se construyeron alrededor de la plaza central.
El equipo de Arthur Max construyó un molino con rueda de madera que funcionaba, además de unos muros ruinosos que sirvieron de continuidad para otro decorado situado a unos 20 minutos. Obsesionados por la autenticidad, plantaron y cuidaron una huerta durantes meses. Por exigencias del guión, gran parte de las construcciones debían arder al final. “No todo el pueblo”, especifica Arthur Max, “pero sí bastantes edificios. Debíamos tener mucho cuidado, porque la mayoría estaban entre los robles centenarios. Fue un incendio controlado, cuidadosamente preparado”.
Los incendios eran temidos en el medievo, y los hombres de Godfrey usaban el fuego como arma cuando saqueaban los pueblos, por lo que el equipo técnico tuvo que ocuparse de numerosos incendios para ser fieles al guión. Esta parte del rodaje transcurrió sobre todo en Bourne Woods, en Surrey, un bosque donde pudieron levantar enormes decorados.
Arthur Max agradeció poder construir el castillo francés y el campamento inglés para las primeras secuencias de la película en el mismo lugar. “Nos basamos en un castillo francés auténtico, próximo al lugar donde se erigía el castillo de Chalouse”, dice. “Decidimos construirlo cerca del estudio porque el paisaje era maravilloso. Muchos castillos de esa época se encuentran ahora rodeados de casas, y queríamos que estuviese aislado. Después se mejoró digitalmente”.
Con una altura de 19 metros desde el pie de la colina hasta la cima de la torre más alta, el castillo se construyó con andamiaje y argamasa. Se hicieron moldes de las decoraciones de castillos ingleses de la época. Asimismo, un especialista estuvo presente durante la construcción para asegurar que resistiría a la fuerza del viento y que la colina no se colapsaría bajo el peso de la estructura.
Dentro de los estudios Shepperton se reconstruyeron distintas partes de Londres y, sobre todo, la Torre de Londres tal como era a finales del siglo XII y principios del XIII. El prado lleno de malas hierbas de los estudios Shepperton se convirtió en el Londres medieval en cuestión de meses. “Primero creamos la topografía idónea”, explica el diseñador de producción. “Cavamos un foso y creamos las calles”. Para que la Torre de Londres fuera más impresionante, se construyó sobre una plataforma a una altura de 1,20 metros por encima de los otros edificios.
“Nos basamos en lo poco que queda de la Torre de Londres de esa época, el Barbican Gate”, sigue diciendo Arthur Max. “El muro de piedra es una copia del Castillo Carnavon, en Gales, quizá el más intacto de toda Inglaterra. Recreamos fragmentos y el resto es obra de los efectos digitales”.
El interior, construido en los platós de los estudios Shepperton, es igual de impresionante. Los interiores de Peper Harow, la morada de la familia Loxley, también fueron recreados en los estudios. Está basada en una granja fortificada del siglo XIII que el equipo de localizaciones visitó en Shropshire. Por razones prácticas, era más fácil construirla en un plató que intentar rodar en Shropshire.
LAS SECUENCIAS DE BATALLA...
La recreación del medievo fue una tarea muy difícil para todo el equipo de ROBIN HOOD. Aunque para Ridley Scott, con su experiencia de décadas, no hay nada imposible, ni siquiera rodar con el maestro de la fotografía John Mathieson en una de las playas más abiertas de Gran Bretaña con el peor tiempo posible.
Utilizar entre cinco y doce cámaras a la vez, permitió a Ridley Scott y a John Mathieson obtener un máximo de imágenes con un mínimo de tomas. Sólo así el director puede obtener la energía característica que imprime a sus películas. Un rodaje con cámaras múltiples también es mucho menos cansado para los actores, algo crucial en una película que requiere un gran esfuerzo físico. Consciente de que a menudo llevarían trajes pesados e incómodos, y de que se rodaría en condiciones meteorológicas adversas, Ridley Scott decidió que cada toma debía ser válida.
A mitad del rodaje, el equipo se trasladó a Gales, a la playa de Freshwater, en West Pembrokeshire, para rodar la épica batalla donde se detuvo al rey Felipe y a los franceses en su intento de invadir Inglaterra. Fueron necesarias 1.500 personas, entre actores y equipo, para sacar adelante estas escenas.
Se usaron nueve cámaras estándares, una steadicam, una Wescam y un helicóptero para conseguir lo que tenían en mente Ridley Scott y John Mathieson.
El rodaje de la escena suponía grandes retos. El primero, y probablemente el mayor, fue hacer desembarcar al ejército francés en la ventosa costa de Pembrokeshire. Los primeros días de rodaje, las olas eran tan grandes que hasta los estómagos más endurecidos se rendían al mareo. Fue necesario construir un muelle portátil para conseguir rodar las tomas requeridas.
El rodaje en la playa duró dos semanas durante las que un calor aplastante dejaba paso a tormentas torrenciales. La marea subía un metro por minuto, obligando a 1.500 personas y 150 vehículos a trasladarse regularmente.
LA PREPARACIÓN DE LOS SOLDADOS: EL ENTRANAMIENTO FÍSICO...
Russell Crowe es un experto jinete, pero se sumergió en un duro programa de entrenamiento para convertirse en un consumado arquero vestido con una pesada cota de malla. Gran parte de su entrenamiento tuvo lugar en Australia, donde cazaba descalzo en el bosque. “Es necesario que las características del personaje sean parte del actor”, dice. “Si vas a usar arco y flechas, más te vale saber manejarlos porque las circunstancias nunca son perfectas”.
El actor es un perfeccionista. Descubrió que el tiro con arco es mucho más difícil de lo que parece. “Hay que dar en el blanco, pero se dispara corriendo, bajo la lluvia”, explica. “Durante bastante tiempo, creo que disparé unas 200 flechas diarias para aprender”. Más o menos lo que hace un arquero preparándose para los Juegos Olímpicos.
Al igual que su coprotagonista, Cate Blanchett decidió no usar un doble siempre que fuera posible. La actriz recuerda: “Ridley me dijo: ‘¿Te apetece hacer las escenas difíciles?’ Era un reto, no podía contestarle: ‘No, verás, no me apetece mucho’. Me gusta montar a caballo y, además, son monturas acostumbradas a rodar, muy dóciles. Lo pasé realmente bien”.
Pero la actriz sabía que iba a arrepentirse en unas cuantas ocasiones.
TÚNICAS Y COTAS DE MALLA: VESTIR AL REPARTO...
Otra colaboradora habitual de Ridley Scott, la diseñadora de vestuario Janty Yates, tuvo que enfrentarse a un reto de enorme envergadura. “Ridley y yo nos entendemos”, dice. “En cada película que hago con él, aprendo más gracias a su genialidad, su visión y su creatividad”.
Cuando vemos a “Robin Hood” por primera vez, es un arquero al servicio del rey Ricardo; lleva pantalones de cuero y una loriga de láminas de metal, la herencia familiar con los símbolos de la Carta de Foresta.
“Al hacerse pasar por Loxley, está resplandeciente con la cota de malla, el tabardo, el yelmo y la capa”, explica Janty Yates. “Luego, cuando llega a Nottingham, teníamos libertad total, ya que se apropia de la ropa del fallecido Loxley. El azul le queda muy bien a Russell, y diseñamos una magnífica túnica bastante larga de ante azul y gris. En esa época no se cambiaban mucho de ropa y es lo que lleva la mayoría del tiempo, cuando no está en una batalla”.
La enorme atención prestada a los detalles del vestuario es tan importante como la que se da al decorado. La diseñadora explica: “La calidad, la textura, muy parecida a la de un cuadro, que exige Ridley, aporta otra dimensión, y el vestuario contribuye en gran medida a crear esa textura”.
El proceso empezó en Italia, donde Janty Yates compró “millones de metros de tela”, desde pieles, a distintos tipos de lino y sedas. “Ridley tiene predilección por las sedas que reflejan la luz”, dice. “Las usamos mayormente para los trajes de la realeza y de la nobleza. Pero también le gusta la textura del lino y la llamada seda de Matka, mucho más gruesa, más burda. Le encantan las texturas, cualquier cosa con carácter y que parezca tener cien años. Hay mucho contraste en los trajes para marcar la separación entre los campesinos y los nobles”.
Ya había trabajado con el director en una película aproximadamente de la misma época: “Es casi el mismo periodo que El reino de los cielos”, dice Janty Yates. “Pero entonces sólo diseñamos trajes militares y unos pocos para la nobleza. En esta película, el abanico es mucho mayor”.
Aunque era habitual en el medievo, la ropa en forma de T no favorece mucho en la pantalla, explica la diseñadora: “Reconozco que hemos hecho trampa. Hemos acentuado la forma de cada actor y del personaje al que interpreta. Siguen pareciendo sacos, porque es lo que se llevaba entonces, pero con un poco de forma”.
GALERÍA DE FOTOS
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