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Basado en el libro Tiddler the storytelling fish. Escrito por Julia Donaldson e ilustrado por Axel Scheffler, los creadores de El caracol y la ballena, El Grúfalo, Bill y Janet, entre otras historias que encontrará en el catálogo de Rita & Luca Films.
La versión en castellano (Pezqueñín, el pequeño aventurero) y en catalán (Peixet, el petit aventurer) ha sido publicada en España por la editorial Bruño, que forma parte del grupo Anaya y que cuenta con un amplio catálogo de literatura infantil y juvenil de calidad.
La historia gira en torno a Tiddler, un pequeño pez con una gran imaginación que inventa historias increíbles... quizá demasiado para ser creíbles. A menudo llega tarde a clase porque se ha perdido en sus cuentos, pero un día estos relatos serán la clave para reencontrarse con su casa. Lejos de censurar la fantasía, Pezqueñín, el pequeño aventurero es un homenaje a imaginar, contar historias y ver el mundo con ojos nuevos.
Según la propia autora Julia Donaldson, este cuento representa uno de los momentos creativos más brillantes de su trayectoria: «Fue un flash de inspiración, el hecho de que el Tiddler encontrara el camino de vuelta siguiendo sus propias historias esparcidas por el mar. Aquí el mensaje es cuenta historias, inventa, imagina».
Cuando las historias se convierten en brújulas emocionales...
En Pezqueñín, el pequeño aventurero, el protagonista no tiene fuerza ni grandeza. No destaca por ser el más rápido ni el más valiente. Su único superpoder es la imaginación. En un mundo que a menudo premia la lógica y la eficacia, Pezqueñín desafía las reglas y se contagia al poder de las historias para hacer frente a las dificultades.
En lugar de castigarlo por “inventarse cosas”, la película presenta una mirada revolucionaria: la fantasía no es evasión, sino una herramienta poderosa de supervivencia y aprendizaje. Cuando Tiddler se pierde lejos de casa, son sus propias historias —aquellas que otros peces han escuchado y recordado— las que le ayudan a reconstruir el camino de regreso. Así, el filme nos muestra cómo el acto de compartir relatos crea vínculos, deja huella y construye comunidad.
Este enfoque conecta con las teorías educativas contemporáneas que defienden el juego simbólico y la narrativa como formas fundamentales de expresión infantil.
Cuando un niño cuenta un cuento inventado, proyecta sus temores, deseos y emociones. Pezqueñín, el pequeño aventurero, entiende este lenguaje y lo eleva con ternura, humor y poesía visual.
El mar, con su inmensidad y misterio, es el escenario perfecto para hablar de esa libertad de imaginar. Cada animal marino con el que Tiddler se encuentra representa un nuevo oído, una nueva oportunidad para transmitir el relato. Como una cadena de confianza, la historia se propaga y acaba convirtiéndose en guía, como una brújula hecha de palabras.
El mensaje está claro: contar historias no sólo es un juego, es una manera de crecer, de superar obstáculos y de encontrar el camino. Y quizá por eso Pezqueñín, el pequeño aventurero resuena tanto con pequeños y mayores. Porque, al fin y al cabo, todos necesitamos historias para no perdernos.