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LA HISTORIA DE ON F ALLING...
   ON FALLING es el primer largometraje de la escritora y directora escocesa de Screen International Scottish Rising Star, Laura Carreira. Laura nación en Portugal y ahora vive en Edimburgo, donde estudió dirección de cine en el Edinburgh College of Art.
  Carreira ha explorado el mundo del trabajo en sus cortometrajes anteriores RED HILL (ganador del Premio New Visions en el Festival Internacional de Cine de Edimburgo y nominado al BAFTA Escocia) y THE SHIFT (que se estrenó en Venecia 2020). La alienación laboral moderna es un tema que ha querido trabajar de una manera más profunda en su primer largometraje ON FALLING.
  La directora explica: “Mis cortos dejaron por el camino muchas ideas que en las que sentí que no podía entrar por completo en ese momento, y esta película terminó convirtiéndose en la acumulaciónb de esas ideas incumplidas. Uno de mis cortos exploró nuestra relación con el trabajo y el otro la inseguridad financiera de la economía colaborativa. Quería que esta película fuera una continuación de esos temas, pero esta vez para mirar más de cerca el impacto existencial en el individuo.
  ¿Qué nos hace vivir de esta manera?”
Y añade: “El trabajo es un tema universal, pero rara vez se representa en el cine. Nuestro sentido del yo está tan entrelazado con él que ha pasado casi desapercibido. Cada vez que conocemos a alguen, una de las primera preguntas que hacermos es: ‘¿En qué trabajas?’ El trabajo domina nuestras conversaciones”.
  Como inmigrante portuguesa en Escocia, Carreira entiende este mundo desde dentro. Cuenta: “Mi época de estudiante fue un momento difícil financieramente y, al mismo tiempo, me enfrenté a cómo era el mundo laboral: fue un shock. Conseguí mi primer trabajo en un café en unos grandes almacenes y definitivamente no era lo que imaginaba que sería un trabajo. Había demasiadas contradicciones: se sentía agotador, limitado e irracional, dedicar tantas horas solo para obtener lo mínimo, y ni siquiera lo suficiente para sentirte seguro. Creo que en ese momento el futuro se volvió más limitado y de alguna manera un poco aterrador para mi, y desde entonces he estado tratando de hacer películas que reflejen eso”.
  La película fue abordada por primera vez por Mário Patrocínio de BRO Cinema, con sede en Lisboa, productor portugués, después de ver el primer cortometraje de Laura. El equipo quedó impresionado por los temas y la visión única de su primer borrador de ON FALLING. Patrocínio dice: “Vi el primer corto de Laura en 2019 cuando BRO Cinema buscaba nuevos talentos. Vimos de inmediato que esta podría ser una colaboración creativa a largo plazo, y algo que podría conducir a algo especial y singular en términos de narración”.
  En el Reino Unido, los cortos de Laura también habían llamado la atención del productor de Sixteen Films, Jack Thomas-O’Brien, y pensó que era una buena combinación para el estpíritu de Sixteen Films, la productora londinense de renombre mundial dirigida por el cineasta Ken Loach, la productora Rebecca O’Brien y el guionista Paul Laverty. La compañía buscaba nuevos cineastas con los que trabajar, con fuertes identidades cinematográficas y proyectos estimulantes: Laura encajaba perfectamente. Thomas-O’Brian, que ha trabajado con Sixteen Films desde 2015, explica: “Sixteen Films se creço hace unos 20 años principalmente como una forma de facilitar el trabajo de dirección de Ken Loach, el trabajo de producción de Rebecca O’Brien y su colaboración a largo plazo con el escritor Paul Laverty. Con Ken reduciendo su ritmo en la dirección (¡seguirá en la lucha política durante muchos años!), llevamos un tiempo planteando cuál será el próximo paso de la empresa.
  Continúa: “Laura y yo nos conocimos justo al comienzo de la pandemia, cuando Sixteen Films se sentaba a pensar en el tipo de proyectos que nos gustaría emprender después de la jubilación de Ken. Sus cortos se sentían perfectos, y su primer borrador de ON FALLING era realmente potente. La historia de una migrante que trabaja en un gran centro de distribución con un contrato de cero horas, refleja directamente de muchos de los temas que Ken y Paul han explorado en su trabajo. Solo un par de meses después de conocernos, el cortometraje de Laura THE SHIFT fue seleccionado en la selección principal de cortometrajes de Venecia, y desde entonces nunca miramos hacia atrás”.
  El productor portugués Patrocínio añade: “Trabajar con el equipo de Sixteen Films ha sido un viaje y una experiencia increíble.
Todo comenzó durante los tiempos de COVID y todos pudimos superar todos los desafíos de esos tiempos y hacerlo realidad.
  Estoy orgulloso de que, con todas las complejidades, pudieramos estar presentes paso a paso desde el comienzo del proceso creativo de Laura, para crear las mejores condiciones posibles y el mejor marco de trabajo para que se desarrollara la historia, y para encontrar los socios adecuados para apoyar la visión de Laura para esta película”. ON FALLING se desarrolló durante tres años y la aprte principal del rodaje de cinco semanas comenzó en octubre de 2023. La película obtuvo financiación del BFI Film Fund, BBC Film, Screen Scotland y la agencia cinematográfica nacional de Portugal, ICA. Los productores ejecutivos son Rebecca O’Brien de Sixteen Films; Luis Campos, Ana Paula Catarino, Clarice Laus y Bia Tafner de BRO Cinema; Ama Ampadu del BFI; Claudia Yusef y Kristin Irving de BBC Film; y Kieran Hannigan y Sean Greenhorn de Screen Scotland.
  En la línea con la forma en que Sixteen Films ha trabajado en el pasado, particularmente en las películas de Loach, el elenco es una mezcla de actores profesionales y no profesionales, estos últimos incluyen a muchas personas con experiencia vivida de los entornos presentados en la película. Carreira dice: “Lara Manwaring, nuestra directora de casting, hizo un trabajo increíble al encontrar personas que realmente trabajan como recolectores. Encontrar a todos y luego verlos transformar los personajes que había escrito fue un proceso muy gratificante”.
  La actriz portuguesa Joana Santos, mejor conocida por el drama ganador del Emmy Internacional LAÇOS DE SANGUE, asume
el papel de Aurora. Santos, que ha trabajado tanto en teatro como en cine, nos cuenta: “Aurora no es muy sociable; Su trabajo
como recolectora no solo es bastante solitario sino también extenuante, lo que la deja con poco tiempo para confraternizar con
otras personas. También le cuesta hacer amigos, es tímida y está en su propio mundo a pesar de su amabilidad y de búsqueda
de la felicidad”.
  Santos se sumergió en la cultura escocesa para comprender el nuevo entorno de Aurora. La actriz recuerda: “No hablo inglés con fluidez, pero entré de cabeza, di lo mejor de mí y trabajé duro. De hecho, no creía que obtendría el papel... pero afortunadamente me equivoqué. Me mudé a Glasgow durante dos meses, y esto fue muy útil para el proceso. Estar sola en un país que no conoces y cuyo idioma no hablas con fluidez es muy desafiante y, a veces, aterrador. Fue definitivamente una experiencia de trabajo inmersiva e influyó en la forma en que interpreté al personaje”.
  Carreira recuerda: “Quería que la actriz que interpretara a Aurora fuera alguien que se acercara a este personaje desde un lugar compasivo. La forma en que Joana habló sobre Aurora vino de un lugar muy amable y se sintió crucial.
  “Lo que también me encantó de trabajar con Joana fue cómo abordó el papel. Quería conocer el mundo de su personaje, y yo le transmití todo lo que pude de mis conversaciones con los recolectores, mi investigación, etc., pero ella se apropió del personaje.
  Trato de ser clara sobre mis intenciones con cada escena que filmamos, pero estoy abierta a no saber todo sobre los personajes que escribo. Joana era muy buena para sentirse cómoda con esas incógnitas”.
  Santos también fue ayudado por una serie de ensayos con los otros actores. Otros miembros del elenco incluyen a los actores profesionales Inês Vaz, Neil Leiper y Leah MacRae, así como a los recién llegados Piotr Sikora y Jake McGarry. Laura luchó por encontrar tiempo para ensayar con cada uno de los más de 50 miembros del elenco. “Los ensayos fueron importantes para los actores profesionales y no profesionales. Improvisábamos y probábamos variaciones, y luego volvía al guión y hacía cambios para reflejar lo que habíamos descubierto o descartado. Para los no profesionales, esto fue especialmente útil porque las actuaciones se sintieron más reales cuando trajeron sus propias experiencias de vida y sus propias palabras a las escenas”.
  Santos también revela: “Laura y yo visitamos un almacén y nos entrenaron para ser recolectores reales, luego vi toneladas de videos de recolectores en YouTube, lo cual fue muy importante porque hizo que todo fuera más fácil más adelante en el set; Ya tenía una idea de lo que Laura esperaba de un recolector, así que solo tuvimos que trabajar en la coreografía de cada escena”.
  La película se rodó durante cinco semanas en Glasgow y Edimburgo, y Santos lo recuerda como un rodaje “intenso”: “Pero fue un período muy feliz porque Laura tiene el don de guiarte a un lugar tranquilo en medio del caos”.
  Carreira construyó una comunidad segura a su alrededor con un equipo experimentado que también incluía al director de fotografía Karl Kürten, la editora Helle le Fevre (THE SOUVENIR), la diseñadora de peluquería y maquillaje Kat Morgan (THE OUTRUN); la diseñadora de vestuario Carole K Millar (THE ANGELS’ SHARE); la directora de casting Lara Manwaring (LYNN+LUCY); el diseñador de producción Andy Drummond (LIMBO) y el ingeniero de sonido Olivier Blanc (COLOR OUT OF SPACE).
  Carreira afirma: “La principal directriz para todos los colaboradores fue intentar no sobreinterpretar la realidad y no exagerarla, para que la película mantuviera una sensación de realismo. Era importante que la realidad material de la película conformara las decisiones creativas que tomamos, y eso influyó en todos los aspectos de la película, desde las decisiones de producción hasta rodar todo lo posible en orden cronológico, trabajar con actores no profesionales o utilizar localizaciones reales. Mi productor, Jack Thomas-O’Brien, desempeñó un papel muy importante al permitirnos asumir esos riesgos. Tenía confianza para hacerlo por su experiencia trabajando de forma similar con Ken Loach”.
  Detrás de la cámara, el director de fotografía alemán Kürten trabajó anteriormente con Carreira en sus dos cortos. “Después de haber trabajado juntos durante muchos años, tenemos una gran confianza en el trabajo del otro”, dice. “A través del proceso de filmación, Laura y yo encontramos un nuevo lenguaje cinematográfico común en el que teníamos mucha sinergia estética. Lo que realmente aprecio de Laura es su visión clara y su capacidad para comunicar las ideas”.
  El director añade: “Karl y yo nos fijamos en la rutina de Aurora y en los espacios que habita a diario para encontrar elementos que pudieran influir en nuestro estilo visual. Una de las primeras ideas fue transmitir la sensación de repetición y uniformidad en la vida cotidiana del personaje, por ello que decidimos que los planos debían repetirse, como si la cámara también tuviera una rutina y su perspectiva sobre Aurora no cambiara. Karl también sugirió utilizar principalmente una sola lente a lo largo de la película, así que intentamos seguir ese principio, cambiando de lente sólo en entornos más sociales o en momentos concretos en los que queríamos marcar un cambio visual.”
  Carreira continúa: “Transmitir sensorialmente su experiencia de soledad nos parecía importante, así que elegimos una relación de aspecto que pareciera más opresiva, la encuadramos de frente y en el centro del encuadre, y normalmente desde una distancia muy similar que resulta algo incómoda. También pensamos en la cuestión de la profundidad: en muchas imágenes Aurora simplemente tiene paredes detrás de ella. Todos esos elementos resonaban con el personaje. Aurora no se siente cómoda sentada sola, siente el peso de su aislamiento, siente la exposición… nos pareció relevante encontrar formas de mostrar eso”.
  Sobre el lenguaje visual de ON FALLING, Kürten explica: “El objetivo visual de ON FALLING es combinar autenticidad y estética.
Con una cámara en mano de estilo documental, seguimos a Aurora como si miráramos por encima de su hombro. Queremos que la cámara permanezca con ella y experimente su entorno. Con la perspectiva de Aurora en mente, el objetivo es capturar visualmente su viaje emocional a lo largo de la película haciendo uso de ángulos de cámara y movimientos que reflejen su estado.
  Nuestro proceso se centró en una puesta en escena que encajara con nuestro planteamiento narrativo, creada en exteriores junto con los actores. Esto supone solemos dedicar mucho tiempo a preparar y ensayar nuestros planos largos”.
  A medida que avanza la historia, Aurora es filmada menos de frente y más de perfil, y el director explica: “Es un personaje que no revela del todo lo que está viviendo a los que la rodean, así que me pareció importante no dejar que la cámara la expusiera tanto como antes.”
  Hay ciencia detrás de esta mirada. Carreira explica: “Durante la investigación me topé con un estudio sobre cómo la escasez afecta a la percepción visual del mundo; en cierto modo, tu cerebro te obliga a centrarte más en lo que te falta. Pensé que debía encontrar una forma de trasladar esto a la película y empecé a llamarlos los momentos de hiperfocalización”.
  El equipo de sonido tenía unas instrucciones similares. “Lo mismo se aplicó al sonido: durante el montaje con Helle le Fevre y durante el montaje de sonido, con la diseñadora de sonido Inês Adriana, nos fijábamos en qué aspectos de la escena y de los temas podíamos dirigir nuestra atención a través del sonido. La cacofonía de las redes sociales, la música pop en el coche, las conversaciones de otras personas en la sala de profesores, todo eso parecían mundos de los que Aurora no formaba parte, pero podía sentir su presencia a través del sonido”, explica el guionista y director.
  Trabajar en estrecha colaboración con el diseñador de producción Andy Drummond y el director de localizaciones Gavin Luna también fue clave para encontrar los mundos tan específicos de ON FALLING. “Hicimos una gran búsqueda pero fue imposible encontrar almacenes de la escala que necesitábamos que nos permitieran rodar, así que acabamos ‘construyendo’ el centro de cumplimiento a partir de modelos que encontramos, de unos cinco almacenes reales diferentes”, dice Carreira.
  Para el piso compartido de Aurora, la directora tenía recuerdos vívidos de sus propias habitaciones alquiladas en sus primeros días en Edimburgo. “Eran unos pisos grandes, bastante bonitos, pero reestructurados para alojar el mayor número posible de dormitorios.Por lo general, las paredes eran de color beige y el propietario, poco inspirado, los decoraba a bajo precio. Así que buscamos pisos compartidos de verdad y empezamos a recopilar un montón de listados online de viviendas compartidas que se convirtieron en nuestras referencias visuales.”
  El diseñador de producción Andy Drummond añade: “Laura, Karl y yo compartíamos imágenes de películas, fotografías, obras de arte y pinturas para ponernos de acuerdo sobre el tono y la estética de la película. También elaboré visuales en perspectiva (dibujos a lápiz) que mostraban cómo me imaginaba cada localización”.
  Como diseñadora de peluquería y maquillaje, Kat Morgan también tuvo en cuenta la crudeza y el realismo: “El peinado y el maquillaje son sencillos. Los personajes tienen problemas económicos, así que el objetivo de los distintos looks era que su aspecto fuera tangible y real, y que el maquillaje pareciera natural”.
  La diseñadora de vestuario Carole K Millar completó el aspecto de los personajes de forma auténtica: “Es una película de estilo documental, así que queríamos que pareciera real y basada en la ropa que llevaría la gente que trabaja en los centros de distribución.
  A partir de la investigación que habíamos llevado a cabo, creamos unos tableros que mostraban el aspecto que queríamos que tuvieran los trajes de los personajes, basándonos en lo que se lleva en las fábricas, los centros de distribución y los almacenes.
  Todos en el equipo conseguimos algo de dinero y fuimos a las tiendas de caridad y a las tiendas vintage y encontramos lo que pudimos, porque queríamos ropa que estuviera usada. No queríamos ropa demasiado nueva”.
  Carreira afirma: “Fue desalentador llegar al plató, ya que nunca había trabajado con un equipo tan grande, pero fue increíble ver cómo se unía el equipo. Todo el mundo fue muy solidario y generoso, incluso con un periodo de rodaje intenso”.
  La posproducción corrió a cargo de Loudness, una de las principales casas de posproducción de Portugal. El equipo se alojó allí durante los procesos de sonido y color, supervisados por el reputado mezclador de sonido Branko Neskov.
  Tras rodar ON FALLING con Carreira, Thomas-O’Brien está convencido de que la directora es un nuevo y apasionante talento del cine mundial. “Lo que más me sorprendió de Laura fue su confianza real en su oficio, inspirada no sólo por las películas de las que tomábamos como referencias y su profundo conocimiento de ellas, sino también por su capacidad para tomar esas referencias y hacerlas suyas... Ya estamos hablando de las próximas películas que queremos hacer juntos y estamos realmente entusiasmados con la idea de llevar ON FALLING a festivales y audiencias de todo el mundo.”
  La directora lo resume así: “Vivimos de una manera que nos hace sentir aislados e impotentes. Pero todos compartimos estos dolores, estos sentimientos, y hay poder en darse cuenta de ello. Es difícil hablar de ellos cuando están tan mezclados de juicios y autocompadecimientos, cuando se nos dice que debemos solucionar nuestros dolores mirando hacia dentro. Pero creo que deberíamos empezar a mirar fuera de nosotros mismos, y sólo puedo esperar que esta película invite al público a hacerlo”.

ENTREVISTA A LA DIRECTORA...
¿Cómo surgió la idea de ON FALLING?...
Hace unos años empecé a leer sobre los centros de distribución y había algo en el trabajo de un recolector que me pareció simbólico de los grandes problemas actuales del trabajo y del capitalismo tardío. Los recolectores trabajan 10 horas al día, casi siempre solos, recogiendo sin descanso los artículos pedidos por Internet. Caminan kilómetros y kilómetros por pasillos repletos de artículos, siguiendo las instrucciones de un escáner que les dicta cuánto tiempo tienen para recogerlos. En el Reino Unido, una gran parte de los trabajadores de almacén son emigrantes y me pareció que era una historia que podía contar. Resonaba con mis propias experiencias cuando me trasladé de Portugal a Escocia. Ser emigrante te permite ver las cosas desde un prisma específico.
En algún momento me di cuenta de que no quería que la película tratara sólo de un trabajo mal pagado, o de cómo te microgestiona un algoritmo sin rostro a través de un escáner, o de cómo la empresa para la que trabajas gana miles de millones y apenas paga impuestos. El problema es que todo el trabajo bajo el capitalismo está diseñado de esta manera y define cómo vivimos, cómo nos valoramos unos a otros y cómo nos valoramos a nosotros mismos.

¿Qué investigación hiciste y cómo inspiró el guión?...
Una gran parte de mi proceso de escritura consistió en hablar con personas que trabajaban en centros de distribución y preguntarles sobre su rutina y sus vidas; esto influyó mucho en la película. La soledad era un tema recurrente: en el trabajo y fuera de él. Muchas personas dijeron que esperaban que el trabajo fuera físicamente exigente, pero no esperaban que fuera tan difícil para su salud mental. También estaba claro lo difícil que era tener una vida fuera del trabajo: muchos decían que estaban demasiado agotados para hacer nada cuando terminaba su trabajo. Ese fue quizá el elemento que más me marcó de estas conversaciones. Tenía la sensación de que la gente estaba atrapada. No se trataba sólo de que el trabajo fuera duro e inseguro, el sueldo no era suficiente o los jefes insoportables; era que había una sensación abrumadora de que acaso un trabajo diferente podría no solucionarlo. Esto es revelador. Tanto de la visión que uno tiene del mundo como de su sentido de la posibilidad.
Algunos aspectos de estas conversaciones, y algunas de las increíbles personas que conocí, acabaron influyendo en los personajes que pasaron a formar parte de la película. Por supuesto, también influyeron en algunos de los momentos más ligeros; un comentario muy común de los recolectores fue la sorprendente cantidad de juguetes sexuales que recogían a diario. Otros decían que intercambiaban artículos para divertirse. Los que socavaban así el sistema parecían ser más felices, creo que les daba cierta sensación de control.

¿Visitó algún centro de distribución?...
Asistí a una visita guiada a un centro de distribución. Los visitantes miraban a los trabajadores como si estuvieran en un zoo. Una auténtica desconexión. Acabó inspirando una de las escenas de la película. Durante un tiempo me costó decidir cómo terminar la película, pero una semana varios recolectores se pusieron en contacto conmigo para contarme cómo habían vivido los apagones en sus almacenes y cómo, por primera vez, la gente empezaba a conocerse, a jugar, a averiguar los nombres de los demás. Inmediatamente supe que así era como me gustaría terminar la película.

Cuéntanos más sobre los personajes de tu película...
El personaje principal de la película es Aurora, que trabaja como recolectora y lucha por llegar a final de mes. La seguimos durante una semana. El personaje no sólo experimenta escasez económica, sino escasez en otros aspectos de su vida necesarios para que una vida se sienta completa. Para mí son consecuencias de nuestro actual sistema económico.
Aurora es reservada y le cuesta comunicar su situación, por lo que quise evitar retratarla de forma que pareciera explotada o sensacionalista. No pide ayuda a nadie porque no es una persona que se considere pobre o desgraciada. Recuerdo haber leído sobre algunas personas que acuden a los bancos de alimentos y a veces sienten que no deberían estar allí, como si no cumplieran los requisitos. Tienen la sensación de que otras personas lo pasan peor. Son otros los que viven la pobreza, no ellos: eso es Aurora.
Las vidas de los personajes que la rodean son más pasajeras, personas de las que sólo tenemos vislumbres, como Aurora. Aurora consigue conectar brevemente con ellos, pero nunca llega a entablar una relación verdadera.
Cuando me mudé a Escocia por primera vez, me encontré viviendo y trabajando con otros emigrantes, y quise reflejar esa experiencia. La sensación es de estar de paso. Todo el mundo intenta averiguar qué hacer con su vida.

¿Cómo elegiste el elenco de la película?...
Encontramos a Joana Santos tras un casting realmente intenso en Portugal con la directora de casting Lara Manwaring y el director de casting portugués Diogo Camões. Los tres pasamos semanas viendo más de 500 candidatos.
Joana Santos destacó enseguida, había algo en su presencia y en sus ojos que parecía poco común. Conocimos a muchos actores increíbles, pero enseguida supe que quería trabajar con ella. También encontramos a Inês Vaz en ese proceso, su energía y su presencia se parecían mucho a cómo me había imaginado a Vera, así que en cuanto vi la cinta de su audición, sentí que había encontrado al personaje.
Después de elegir a Aurora y Vera, Lara Manwaring y yo nos pusimos a buscar a todos los demás: unos 55 papeles hablados, el mayor casting que habíamos hecho, tanto ella como yo.
El personaje de Kris fue probablemente el actor más difícil de encontrar. Recibimos cintas de toda Europa y también buscamos actores en Escocia, pero no fue fácil. Por aquel entonces empezaba el Fringe de Edimburgo y yo soy un gran fan del clown absurdo, así que empecé a buscar espectáculos para ir a ver y surgió el de Piotr Sikora. Le invitamos al casting y era muy bueno. Tenía un porte muy amable, lo que me parecía importante para su personaje.
Todos los personajes con los que Aurora se relaciona son cruciales para crear un mundo real, así que queríamos contar con el mayor número posible de nacionalidades diferentes, porque eso reflejaba la realidad de Escocia. Muchas las interacciones se sienten transitorias, desde compañeros de piso a dependientes, así que buscamos a mucha gente.
Primero buscamos actores en el Reino Unido y encontramos gente increíble, pero desde el principio quise contar con ente que no hubiera actuado nunca, así que hicimos un gran llamamiento para encontrar personas escocesas.

¿Se sintió cómoda la actriz portuguesa Joana Santos rodando su primer papel en inglés?...
Recuerdo que, al principio, el idioma preocupaba un poco a Joana. Su lengua materna es el portugués, así que la presión de tener que hablar en inglés no siempre fue fácil. Sin embargo, al final conseguí convencerla de que me encantaba cómo se tropezaba con las frases o cómo luchaba a veces por encontrar las palabras adecuadas. Para mí, había algo que se parecía a las ansiedades y dificultades de expresión de Aurora. Sentía que era parte de su deseo de comunicarse y establecer vínculos con los demás, que acababa sufriendo casi de ansiedad interpretativa. Eso también influyó en la forma en que trabajamos el aspecto físico de Aurora, nos pareció correcto que fuera un poco torpe, que se sintiera un poco incómoda con su propio cuerpo cuando estaba sola y rodeada de otros. Los instintos de Joana dieron en el clavo a la hora de transmitirlo, ya que ella no se parece en nada a Aurora en ese aspecto.

¿Cómo te iniciaste en el cine?...
De pequeña pensaba que quería ser actriz, así que mis padres me metieron en clases de teatro y más tarde entré en un instituto especializado en artes y estudié cine. Fui a la Cinemateca Portuguesa en Lisboa, y descubrí accidentalmente las películas de John Cassavetes. Me abrieron las puertas del cine. Me encantaba la ambigüedad de sus personajes, el caos: como adolescente, tú mismo te ves reflejada de ese caos. Estaba obsesionada con MINNIE Y MOSKOWITZ.
Mientras estudiaba, Portugal estaba en plena crisis financiera y uno de mis profesores mencionó el Edinburgh College of Arts (ECA) como un buen lugar para estudiar cine, y así es como he acabado en Escocia. En la universidad, mi visión del cine volvió a cambiar. Conseguí mi primer trabajo y me costaba compaginar el trabajo con la universidad. Poco a poco me fui interesando en el tema del trabajo dentro y fuera de la creación, reflexionando sobre cómo determina nuestras vidas.
Descubrí el trabajo de los hermanos Dardenne y de Ken Loach: contaban historias de personajes enclaustrados en sus circunstancias y sus trabajos fueron fundamentales para mí.
Empecé a intentar filmar documentales sobre el trabajo, pero enseguida me di cuenta de que a la mayoría de las empresas no les gustaba la idea de que se hicieran películas sobre sus empleados. La ética y la dinámica del documental no me permitían hacer las películas que quería. Unos años más tarde descubrí que la ficción me daba la libertad de explorar por fin los temas que me interesaban sin poner en peligro el sustento de nadie y sin el control de jefes y directivos.

¿Cómo crees que ON FALLING representa el tipo de películas que quieres hacer a lo largo de tu carrera?...
Nos gusta creer que tenemos libertad individual para vivir nuestras vidas de la manera que elijamos, pero cada vez más nos damos cuenta de que eso podría ser una mentira. Miramos nuestras vidas y nuestras opciones son en realidad bastante limitadas. Quería que ON FALLING tocara eso, para tratar de describir lo que se siente vivir dentro de este sistema irracional. El trabajo es una de las partes fundamentales de nuestras vidas que no miramos con claridad, así que quiero seguir haciendo películas sobre él.
Si miro las películas que me han ofrecido más esperanza (y algunas, por supuesto, fueron extremadamente tristes), identificaron algo que estaba sintiendo pero que me costó articular. Me hicieron sentir menos solo. Este es el tipo de películas que quiero hacer, películas que intentan tocar los sentimientos de vivir en el capitalismo tardío y que ofrecen una perspectiva que nos empuja a mirar más allá de nosotros mismos cuando se nos pide que hagamos exactamente lo contrario.

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