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SINOPSIS
Tras romper con su pareja, Vicente (76) lleva la vida que le gusta en Maspalomas: su día a día lo pasa tumbado al sol, de fiesta y buscando el placer. Un accidente inesperado le obliga a regresar a San Sebastián, y reencontrarse con su hija, a quien abandonó años atrás. Vicente tendrá que vivir en una residencia donde se verá empujado a volver al armario y a ocultar una parte de sí mismo que creía resuelta. En este nuevo entorno, Vicente deberá preguntarse si aún está a tiempo de reconciliarse con los demás…y consigo mismo...
INTÉRPRETES
NAGORE ARAMBURU, ZORION EGUILEOR, KANDIDO URANGA, JOSÉ RAMÓN SOROIZ, CRISTINA YÉLAMOS, KEPA ERRASTI
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VOLVER AL ARMARIO...
La idea de escribir el guion de Maspalomas nació cuando Jose Mari leyó en un artículo de prensa que era bastante habitual que personas homosexuales que habían vivido con relativa normalidad su condición sexual, optaran por “volver al armario” en el ocaso de sus vidas, coincidiendo con su ingreso en una residencia de ancianos. Este hecho se hace especialmente descorazonador si hablamos de una generación que tuvo que lidiar con una situación mucho más complicada antes de “dar el paso”. Como persona a la que le costó mucho salir del armario, no es de extrañar que este hecho le llamara poderosamente la atención: ¿cómo una persona puede llegar a renunciar a aquello que tanto le costó conquistar?
Tal vez, y en el fondo, lo que ocurre es que aquello que creíamos conquistado, en realidad no lo estaba, o al menos no al 100%. Seguramente, en la mayoría de los casos, siempre queda algo en el armario. Y es que para una amplia mayoría de homosexuales sigue suponiendo un esfuerzo constante, no ya “hacer valer”, sino tan solo “hacer saber” tu condición sexual. En cada nuevo trabajo, en cada nuevo contexto, con cada nueva persona que conoces, cuesta trabajo tener que “dar explicaciones” y a veces optas por la comodidad que supone decir “es que no las tengo por qué dar”. Un argumento que, pese a ser cierto, en muchos casos no oculta más que miedo. El miedo a no ser aceptado.
Arrancamos este proyecto pensando que hablaríamos de un hombre que al ingresar en una residencia “vuelve al armario” pero en realidad no es que vuelvas al armario, es que nunca terminas de salir. Porque según cómo sea ese nuevo contexto al que te enfrentas, te puede costar más o menos esfuerzo volver a salir. E incluso se puede dar el caso en que decidas directamente no salir. Y ésta es precisamente la historia que nos interesaba contar.
IDENTIDAD BORRADA...
Pero también puede ocurrir que decidas no hacer pública tu condición sexual no por miedo, sino por falta de motivación. ¿Qué ocurre cuando el sexo deja de formar parte de tu vida? ¿Es necesario que manifieste mis preferencias sexuales cuando muchos consideran que estoy más cerca de ser un ser asexuado?
Y es que parece que a partir de cierta edad, a ojos de mucha gente, el sexo deja de existir.
Nada más lejos de la realidad. Muchos estudios demuestran que la actividad sexual existe en un porcentaje elevado de personas mayores. Y sin embargo actuamos como si esto no existiera.
Si dejamos de lado el arquetipo del “viejo verde”, damos por hecho que los ancianos son seres asexuados de la misma manera que, de partida, muchos dan por hecho que una persona es heterosexual. Dependerá de ti explicar o no al mundo que eres un anciano con impulsos sexuales, del mismo modo que dependerá de ti explicar que eres una persona homosexual. Vivimos en una sociedad que de partida te marca una identidad estándar, y la mayoría te va a presuponer esa identidad. Y si hablamos de una residencia para gente mayor, este carácter homogeneizador se hace aún más evidente.
En los últimos años, se han dado pasos, por parte de algunas residencias, hacia un modelo residencial en el que se tiene más en cuenta el proyecto de vida del residente, como muchos trabajadores venían ya reclamando. Pero aún hay un largo camino que recorrer, y la crisis del coronavirus no ha hecho más que evidenciar lo que desde ciertos estamentos del sector se venía denunciando hace tiempo: una carencia de atención a los ancianos como personas con voluntad propia, que son tratados más como niños a los que hay que enseñar lo que les conviene. Identidad borrada
En este sentido la residencia de esta película se convierte en una suerte de metáfora del sistema. Un sistema que homogeniza la identidad de todos, porque es más fácil movernos en generalidades, sobre todo si éstas nos hacen la vida más cómoda. El sistema (la residencia) te dirá que lleves pantalones de chándal o camisetas de algodón, porque da por hecho que a estas alturas no tienes ningún interés por ir guapo, o le es más cómodo pensar así, con el fin de facilitar los trabajos de lavandería. Por lo tanto, y volviendo a la historia de Vicente, la pregunta que nos surge es ¿cómo reivindicar tu condición sexual en un lugar donde tal vez primero debas reivindicar tu identidad, así, a secas?
RETRATO DE UN PUNTO DE VISTO ÚNICO...
En conclusión, esta es una película que pretende reflexionar sobre los confinamientos psicológicos (y físicos), sobre las identidades borradas, sobre lo difícil que resulta reivindicarte en algunos entornos cuando no sabes por dónde empezar y sobre lo fácil que puede ser perder lo ya conquistado. Y todo ello a través del retrato de un personaje.
Para ello, hemos optado por el punto de vista único; nos hemos propuesto acompañar en todo momento a nuestro protagonista, Vicente y será a través de él que iremos desplegando todos los temas que nos interesan.
Hemos tratado de buscar una subjetividad para intentar hacer entender al espectador la violencia estructural que ciertos contextos pueden ejercer sobre nuestro protagonista.
Pero más allá de generar esta empatía, también nos interesa esta subjetividad para ver cómo el resto de los personajes que rodean a Vicente se nos presentan herméticos, cada uno dentro de su propio armario figurado. Así, por ejemplo, solamente llegaremos a intuir la vida de una hija que se nos muestra tan cerrada como lo será Vicente para los demás.
IMPORTANCIA DEL CONTEXTO...
En el retrato de Vicente, era de vital importancia dibujar con tino los dos entornos principales en los que lo veremos desenvolverse: Maspalomas y la residencia. Dos contextos muy diferentes y que condicionarán, cada uno a su modo, el devenir de nuestro personaje. El contraste que se genera entre ambos entornos era un elemento imprescindible para contar esta historia. Del primero era importante captar, casi con interés antropológico, la atmósfera de libertad que un personaje como Vicente puede respirar. Del segundo nos interesaba centrarnos en lo que hay de procedimental y alienador en una residencia y cómo esto puede afectar a nuestro protagonista, pero intentando no caer en el sensacionalismo ni en tópicos. No se trata de una “residencia del mal”; sus trabajadores, intentan hacer su trabajo lo mejor que pueden. El problema, seguramente, no está en ellos, ni siquiera en la propia residencia, sino en un sistema que está por encima de todo y de todos, y del que todos somos víctimas y responsables.
En mitad de este clima, casi parece una broma del destino que, de pronto, y sin previo aviso, irrumpa un misterioso virus que nos obligue a todos a confinarnos, como si de golpe y porrazo todos volviésemos a nuestro armario particular, un armario donde reina el miedo y donde las redes sociales se convierten de pronto en nuestra ventana al mundo. Una ventana que nos da una falsa ilusión de libertad. Como ocurre con esas aplicaciones para ligar que Vicente utilizará para comunicarse con el mundo. Pero ¿no son acaso estas ventanas las que pueden provocar que nos acomodemos en esos armarios? ¿No nos estarán confinando cada vez más en el fondo del armario? Hemos dejado de salir a ligar a los bares. Cada vez estamos menos presentes en el mundo real y más presentes en el mundo virtual. ¿Seremos cada vez menos visibles, menos palpables y acabaremos convirtiéndonos en un mero flujo de datos que navega por las redes bajo la promesa del anonimato? Todas estas cuestiones no atañen únicamente al colectivo homosexual, sino a la sociedad en su conjunto.
GALERÍA DE FOTOS
https://www.cineymax.es/estrenos/fichas/112-m/184759-maspalomas-2025#sigProId118f4403e4











