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NOTA DE LA DIRECTORA...
   LA MEMORIA INFINITA es mi quinta película, pero es sobre todo una invitación a ver y vivir una gran historia de amor de 25 años, entre Augusto, periodista y Paulina, actriz.
  Ambos cruzan el tiempo social y político de Chile, ambos son actores activos de su época. Augusto en su libro ‘Chile, la memoria prohibida’ dice que “necesitamos reconstruir nuestra memoria emocional”. La misma que él conserva en su batalla diaria por no olvidar, y que le lleva a recordar lo más importante en su vida: quién es Paulina y lo que siente hacia ella. Cuando filmé esta historia no sentí el olvido sino todo lo contrario: la fuerza de la memoria que perdura gracias al amor. Es una historia sobre la permanencia. La película nos remite a lo que queda cuando todo parece que se difumina, pero no…Gracias a ellos aprendí que no hay cánones sobre qué es ser pareja, ni una sola forma de vivir una relación. Gracias a ellos empecé a recordar lo que es esencial.

NOTA DEL PRODUCTOR...
  Trabajar junto a Maite ha sido un privilegio y honor. Más aún con esta maravillosa historia de amor y memoria, que desde un inicio ha despertado el interés mundial recibiendo el Gran Premio del Jurado en Sundance y siendo seleccionada oficialmente en Berlín. En su recorrido, nos hemos percatado que su relato, más allá del género, despierta interés no solo en Chile sino que a nivel mundial, estrenándose en más de 65 países, algo inédito para un documental chileno. Como productores, vivimos este tipo de fenómeno con Una mujer fantástica que obtuvo el premio Goya a Mejor Película Iberoamericana y , posteriormente el Oscar a Mejor Largometraje Internacional.

ENTREVISTA A LA DIRECTORA...
¿Cómo llegaste a Augusto y Paulina y su historia? ¿Qué te hizo querer llevar su historia a una película?...
Ellos son personajes públicos y reconocidos en Chile por muchos años. Un día, me contrataron para hacer una presentación en una universidad donde Paulina era directora de la Escuela de Teatro. Mientras hacía la presentación, me di cuenta de que Augusto estaba en la sala. Él ya tenía Alzheimer, y vi cómo ella lo hacía parte de su trabajo y de su vida, él no estaba simplemente esperando en la casa. Él la estaba acompañando en el trabajo y ella lo dejaba participar, interrumpir, no se avergonzaba, incluso disfrutaba de tenerlo ahí. Nunca había visto a una persona con demencia tan integrada a un entorno, y a la vida de su cuidadora. Se veía que ella realmente gozaba estar con él.

¿Creciste viendo a Augusto en las noticias? ¿Era un reconocido reportero en Chile?...
Cuéntanos sobre su carrera y su impacto.
Augusto fue un periodista muy importante, y su trabajo tuvo lugar en dos etapas diferentes de la historia de Chile. Durante la dictadura tuvo un rol importante al ser parte de Teleanálisis, un noticiero clandestino que daba cuenta de lo que pasaba en el país, cuando la televisión abierta y los medios de comunicación no cubrían lo que ocurría. Él junto a otros compañeros periodistas salían a la calle a registrar todo lo que pasaba, entrevistaban a la gente, y esas cintas las distribuían de manera clandestina en todo el país. Esas imágenes son hoy el principal archivo que existe del período de dictadura en Chile. Él estaba a cargo de generar lo que es hoy la memoria visual de un país, es muy importante en nuestra historia. Durante el retorno a la democracia, estuvo a cargo de todos los programas culturales de Televisión Nacional de Chile (televisión pública), como conductor, productor y guionista. Estuvo a cargo de dos crónicas, la de la historia de este país y la crónica de la creación artística local.

¿Conocías a Paulina y su trabajo cuando crecías? Cuéntanos sobre su carrera y su impacto...
Paulina es una actriz conocida, de teatro, cine y televisión. Es famosa y reconocida también políticamente. Fue la primera Ministra de Cultura en Chile cuando se creó ese Ministerio. Su pasión por la cultura y el arte me llamaban la atención. Es inspirador cómo ella se dedicó luego a cuidar a su pareja. Porque es una mujer con una gran carrera y reconocimiento que toma la decisión de a veces dejar de lado el trabajo por acompañar, cuidar y amar.

¿Cuándo empezaste a filmar y cuánto tiempo duró la filmación? ¿Cómo funcionó la filmación cuando llegó COVID-19? ¿Cómo se capturaron algunos de los momentos más íntimos entre ellos? ¿Qué tamaño tenía tu equipo? Habla sobre tu técnica de filmación...
Esta es la primera vez que hago una película que me conmueve en cada momento.
Tuve la suerte de acompañar a Augusto y Paulina en los últimos 4 años de su vida.
Éramos un equipo pequeño de tres personas: yo, el director de fotografía y el sonidista (que coincidentemente había trabajado con Augusto en varios programas de televisión hace algunos años).Intencionalmente queríamos ser un equipo pequeño. Necesitábamos serlo para respetar su privacidad, no ser intrusivos. El director de fotografía había trabajado con Augusto en sus programas de TV, por lo que se conocían muy bien hace muchos años.
En el proceso de seguirlo, Paulina también tomó la cámara para grabar, registrando momentos muy íntimos que yo jamás habría visto, que jamás habría tenido acceso, por ejemplo, en la mitad de la noche. Además, filmó durante la crisis de COVID-19, donde no era seguro que estuviéramos allí, y ella compartió ese material con nosotros. Gabriela Mistral, una gran poeta chilena, decía que “sólo aquello a lo que prestamos atención, para poder ver su singularidad es que entonces nos compromete y nos lleva a responder”. Paulina al tomar la cámara nos invita a poner atención, y a darnos el tiempo de entrar en su intimidad, solo podemos amar aquello a lo que prestamos atención.
Y en el pasado, Augusto también solía filmar su vida familiar, entonces los materiales se mezclan y entrecruzan, haciéndonos testigos de 25 años de amor incondicional. Tuvimos la suerte de no solo filmar, sino que también de tener acceso a años de material que filmaron mutuamente.

La película muestra a Augusto en algunas situaciones en las que no parece ser muy consciente de dónde está y de lo que sucede a su alrededor. ¿Puedes hablarnos del proceso de obtener el consentimiento para filmar? ¿Hubo algo fuera de los límites?...
Augusto fue quien convenció a Paulina de hacer esta película. Cuando yo les hablé a ambos sobre este documental, ella tenía dudas y él nos decía, “yo no tengo problemas en mostrar mi fragilidad, he hecho tantos documentales, que por qué no voy a querer que me graben en esta situación”. Él siempre estuvo consciente de la presencia de la cámara y fue una decisión conjunta de ellos seguir filmando cuando yo ya no podía por el COVID-19. Fue Paulina, los hijos de Augusto y el mismo Augusto quienes decidieron hacer este registro, y todos se sienten muy cómodos y orgullosos con el resultado de la película. Es casi como un álbum de recortes de Augusto que vive y respira.

Al igual que “El agente topo”, LA MEMORIA INFINITA trata sobre el envejecimiento. ¿Qué es lo que te interesa de este tema?..
Creo que me interesa asumir la normalidad del decaimiento y la vejez, ver la belleza en la fragilidad y explorar con normalidad la finitud y la muerte. Es el paso del tiempo. Nadie nos ha enseñado a envejecer y a morir, a mí me interesa observarlo, normalizarlo. Quiźas le puede traer confort a alguien que está lidiando con ese miedo.
LA MEMORIA INFINITA es ante todo una historia de amor, cómo se vive el amor en la fragilidad, cómo ser pareja cuando ya no hay una memoria íntegra. Yo gozaba cuando filmaba esta historia porque no la vivía desde el concepto de perder a alguien, no sentía la pérdida de memoria, sino que disfrutaba y admiraba con envidia lo que tenían ellos, una relación que yo no he vivido, y que no había visto a mi alrededor. Un amor donde lo importante no es lo que fueron, sino lo que son hoy, y que se tienen el uno al otro.

¿Cuál fue el mayor desafío de realizar LA MEMORIA INFINITA?...
Creo que lo más complejo fue la incertidumbre, de no saber hasta dónde y cuánto tiempo filmar, o si íbamos a continuar, qué teníamos que hacer durante la pandemia, etc. Era una película que no sabía con certeza cuándo estábamos grabando, cuándo íbamos a terminar, cómo iba a terminar o cómo podíamos terminar. Y lo más difícil era el montaje, entender cómo se armaba este rompecabezas, cómo el montaje también representaba el punto de vista de cómo estábamos entendiendo la memoria, cuánto de su pasado mostrar, cómo construir su identidad individual y de pareja, en el pasado, presente y futuro, cómo representar una memoria infinita. Este rompecabezas de la memoria, en el que las piezas se entrecruzan, se relacionan y te mueven de un lado a otro, sin una narración tradicional, sino más bien sensorial y afectiva, fue lo más difícil de ejecutar.

Augusto habló sobre la importancia de la memoria para permitir que Chile llegue a un acuerdo con el período de Pinochet. ¿Cómo el recuerdo de esa época ha seguido moldeando/evolucionando la sociedad chilena?...
Este año se cumplen 50 años del golpe de estado en Chile. La historia nunca olvida los hechos históricos, vivimos en sociedades que se preocupan hoy de esas conmemoraciones, de recordar para no repetir. El tema es qué pasa con la verdad psíquica, versus la verdad histórica. Augusto tiene Alzheimer y hay ciertos hechos de esa historia de su país, ciertos eventos dolorosos que jamás olvida, el cuerpo no olvida, el dolor persiste, muchas veces es difícil avanzar con ese dolor. Se aprende a vivir con la pena en el cuerpo y desde ahí se conmemora. Como decía Nietzsche: "se graba a fuego lo que se quiere que permanezca en la memoria: solo lo que no deja de doler se queda en la memoria”. No puede dejar de doler para que sigamos rememorando.
Creo que lo que le pasa a Augusto es decidor de cómo convive la historia con la psiquis, él mismo lo dice en la película.

En la película muestras clips de Augusto de hace unas décadas defendiendo la “memoria” como un arma potente contra las fuerzas del autoritarismo y el período de Pinochet en particular. ¿Cómo es la memoria una herramienta poderosa hoy? Háblenos sobre su importancia a nivel micro y macro...
El concepto de memoria es amplio. Creo que esta película muestra lo queda cuando todo se olvida, los residuos. La identidad de alguien que nunca se pierde, que hasta el final tiene un tono que lo caracteriza, que jamás olvida ciertos dolorosos eventos históricos y que ama incluso cuando parece que no recuerda. El cuerpo recuerda, es una película sobre lo que queda…

¿Qué te enseñaron Augusto y Paulina?...
Paulina dice que para evolucionar como sociedad todos tenemos que cuidar a alguien alguna vez en nuestra vida. Hay algunos que han cuidado demasiado, y otros muy poco. Cuidar no garantiza la gentileza y delicadeza, aquí vi, gentileza, amor y delicadeza. Con ellos aprendí que no hay cánones sobre qué es ser pareja ni una sola forma de vivir una relación.

¿Qué esperas que el público se lleve de LA MEMORIA INFINITA?...
Me gustaría que pensemos en cómo integrar a las personas que suelen estar aisladas. A pesar de que Augusto tenía Alzheimer, por mucho tiempo estuvo relativamente bien, porque él y Paulina eran muy sociables y fue así hasta que llegó COVID-19. Quiero pensar en sociedades que integren a enfermos y cuidadores. Y quiero que con esta película tal como es, el público se quede admirado de contemplar y comprender el verdadero amor.

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