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LOS TIGRES
INFORMACIÓN
Titulo original: Los Tigres
Año Producción: 2025
Nacionalidad: España
Duración: 109 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 12 años
Género: Thriller
Director: Alberto Rodríguez
Guión: Rafael Cobos, Alberto Rodríguez
Fotografía: Pau Esteve
Música: Julio de la Rosa
FECHA DE ESTRENO
España: 31 Octubre 2025
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Walt Disney Pictures


SINOPSIS

Habla del fin de las capacidades de un hombre casi anfibio, alguien que está llegando a entender que su tiempo se ha acabado y que no es especial ni distinto, sino uno más. Alguien que de pronto ha de transformarse para comprender a los demás y poder sobrevivir en el mundo que le rodea y que no entiende, fuera del agua...

INTÉRPRETES

ANTONIO DE LA TORRE, BÁRBARA LENNIE, JOAQUÍN NÚÑEZ, JOSÉ MIGUEL MANZANO BAZALO 'SKONE', SILVIA ACOSTA

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NOTAS DEL DIRECTOR...
    “Los Tigres” es la novena película que ruedo. La sexta que escribo junto a Rafael Cobos. Cada película que hemos hecho ha supuesto un viaje, un descubrimiento, una aventura. Esta tiene el mundo del buceo profesional como telón de fondo, un universo completamente desconocido para nosotros antes de que empezáramos a escribir. Hemos aprendido todo lo que hemos podido sobre ese fascinante mundo de los que trabajan bajo el agua en puertos, barcos, pantanos o en fondos cenagosos con visibilidad cero.
  Viven siempre al filo de la navaja. Son una extraña mezcla entre astronautas, fontaneros, soldadores, albañiles... Es un universo rico y muy interesante.
  “Los Tigres” ha sido una película con un rodaje muy complejo en el que ha participado un equipo estupendo con el que llevo haciendo películas desde hace mucho tiempo. Les tengo que estar muy agradecido a todos por su implicación. También a todo el equipo subacuático que nos hizo entender lo lejos que quedaban nuestras ideas de cómo había que hacer las cosas.
  Estoy también muy agradecido a la valentía que ha tenido la producción para abordar esta película.
Apostamos desde el principio por hacer una película en el mar. Esa es toda una decisión. Rodar a mar abierto en superficie y bajo el agua, ha sido aprender a montar en bicicleta de nuevo. El mar tiene unas normas, las de un rodaje en tierra no sirven. Ha sido una película muy difícil de rodar, muy física para todos y cada uno de los miembros del equipo.
  “Los Tigres” es una película de personajes con una trama muy sencilla. Eso sí, personajes especiales, enfrentados a esa extraña escala en la que se encuentra un ser humano cuando bucea frente a un petrolero de 300 metros. Personajes que se juegan a diario la vida, que descienden sesenta o setenta metros para trabajar unos minutos: cerrar una llave o soldar una pieza. Cuidar de que Bárbara Lennie, Antonio de la Torre, y el resto del elenco estuviesen protegidos y concentrados en sus personajes era mi tarea fundamental. Dirigirles ha sido muy fácil. Creo que ambos han hecho uno de sus mejores trabajos.
  Eran el corazón de la película.
“Los Tigres” siempre ha sido un thriller. Lo fue desde la primera vez que asistimos a una inmersión en alta mar, aún documentándonos para escribir. Los buzos y los marineros hacían bromas aquí y allá. De repente, el buzo entra en el agua y todo se tensa. Todo el mundo queda en silencio, concentrado y serio.
  Todos saben en superficie que hay alguien bajo el agua cuya vida depende de los que están arriba, de ellos. La tripulación queda suspendida en esa incertidumbre hasta que el buzo se quita el casco ya en cubierta. En ese momento regresan las bromas, todo se relaja. La tensión de una inmersión, aunque sea rutinaria, supone siempre un impasse, una espera inquietante. La vida de los buzos es de por sí un thriller. Un desafío continuo.

NOTAS DEL DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA...
  Prácticamente nadie sabe qué es un buzo comercial ni en qué consiste su trabajo. Nuestros protagonistas lo son. Así que teníamos que mostrar al espectador no solo ese mundo desconocido en el que se desenvuelven sino también las particularidades de este trabajo tan duro, tan peligroso, pero visualmente tan espectacular. Necesitábamos transmitir la dureza de su día a día y hacerlo de un modo que fuera lo más real posible.
  La película se desarrolla en tres partes: la terrestre, la marina y la subacuática. El primer gran reto creo que fue encontrar una narrativa que hiciera que estos tres mundos fueran uno solo. Intentamos que la cámara se moviera de la misma forma, independientemente del medio en el que nos encontráramos. Y lo mismo con la luz. Buscamos una luz realista y dura que diera unidad a la película. Desde el sol que cae a plomo sobre ellos en el barco a mar abierto, a la oscuridad de las profundidades del pantano donde tan solo la luz de la antorcha les marca el camino, a las formas imposibles de los fluorescentes de la petroquímica al atardecer.
  El rodaje de “Los Tigres” nos ha permitido adentrarnos en el mundo subacuático de una forma en la que creo que ninguno de nosotros lo habíamos hecho antes. Casi una quinta parte de la película sucede bajo el agua. Son secuencias complejas. Era fundamental para la historia mostrar en pantalla lo que es estar trabajando completamente solo, a 40 metros de profundidad. Y para ello, necesitábamos que lo que rodáramos fuera de verdad en la mayor medida posible. Esto, en la práctica, suponía que una misma secuencia había que rodarla hasta en cinco localizaciones diferentes: empezando en la superficie del mar abierto en Mazagón; pasando por el tanque de agua exterior o interior de los estudios de Ciudad de la Luz en Alicante; luego, a 40 metros de profundidad en la monoboya de Algeciras; para terminar junto al casco de un petrolero en las costas de Huelva.
  Gracias a Erick Börjeson, operador de cámara subacuática (DOP), al etalonaje de Noémie Dulau y a los Efectos visuales (VFX) de Twin Pines y The Lone Pine Post, creo que conseguimos que las densidades, colores y visibilidades de mares, pantanos y piscinas parecieran una, y sientas, como espectador, la angustia de estar quedándote sin tiempo de inmersión bajo las tripas de un gran petrolero.

NOTAS DE LOS PRODUCTORES...
  Alberto Rodríguez es uno de los directores más reconocidos de su generación. Sus películas combinan potentes universos visuales con historias de enorme calado dramático y dimensión social.
  La habilidad de Rodríguez para crear historias cautivadoras rodadas con riesgo y precisión le ha valido un amplio reconocimiento, tanto del público como de la crítica especializada nacional e internacional, habiendo sido nominado al Goya a la mejor dirección un total de cinco veces.
  Rafael Cobos es el guionista con el que colabora habitualmente Alberto Rodríguez desde que cruzaron sus trayectorias con “7 vírgenes”. Las seis películas que han escrito juntos hasta esta han recibido sendas nominaciones a los Goya, ganando el correspondiente a mejor guion original por “La Isla Mínima” y mejor guion adaptado por “El hombre de las mil caras”.
  Ambos forman un tándem único para el cine español, capaces de ofrecernos historias que funcionan como engranajes perfectos, con tramas sólidas y personajes interesantes y profundos que surgen de entornos cercanos y reconocibles y, por lo tanto, repletos de verdad, con un ojo siempre puesto en el público.
  En esta ocasión combina dos entornos extraordinarios. Por un lado, uno de los últimos rincones vírgenes con playas interminables, instalaciones de la refinería petrolífera, ruinas del polo químico, enormes extensiones de cultivos y asentamientos chabolistas de temporeros. Un paisaje de belleza salvaje donde colisionan lo natural y lo industrial. Un entorno repleto de contradicciones. Y por otro, las profundidades marinas, con el rodaje subacuático más exigente jamás rodado en nuestro país. La búsqueda de la iconografía del oficio de los buzos comerciales especializados en reparar enormes cargueros y petroleros, con sus trajes estancos, sus cascos despresurizados, y todos los elementos físicos a su alrededor: grandes cadenas, boyas, válvulas y enormes mangueras y conductos, que constituyen todo el entramado que provee de toneladas de crudo a la refinería cada día. Rodado tanto en estudios como en localizaciones en mar abierto, ha sido el mayor reto de esta película. Imágenes poderosas, con escalas desproporcionadas que muestran la pequeñez del ser humano frente a la enormidad de los gigantescos petroleros y todos los elementos del puerto industrial. En este impresionante escenario, Antonio de la Torre y Bárbara Lennie tienen la oportunidad de desplegar lo mejor de sus talentos.
  Antonio, con un personaje con dobleces, con grandes fortalezas y debilidades que ya no puede seguir ocultando, arrojando la profundidad y la verdad que solo el actor malagueño es capaz de imprimir en sus trabajos.
  Y Bárbara, una de las actrices más versátiles del cine español, que por primera vez se pone bajo la dirección de Alberto Rodríguez con el personaje de Estrella, una mujer dotada de una sensibilidad oculta, una inteligencia y una valentía que por fin salen a la luz.
  En el apartado técnico, Rodríguez vuelve a reunir a su equipo habitual, profesionales con una brillante trayectoria cinematográfica y numerosos reconocimientos, como Pau Esteve (Goya a mejor fotografía por “Caníbal”), Pepe Domínguez del Olmo (Goya a mejor dirección artística por “Modelo 77”), Fernando García (ganador de dos Goya a mejor figurinista por “Modelo 77” y por “La Isla Mínima”), José M. G. Moyano (Goya a mejor montaje por “La Isla Mínima” y “Modelo 77”), Yolanda Piña (Goya a mejor maquillaje por “Modelo 77”), Daniel de Zayas (Goya al mejor sonido por “Tres días”) y Julio de la Rosa (Goya a mejor música original por “La Isla Mínima”).
  Para recrear el fascinante y desconocido mundo del buceo industrial se ha sumado al equipo técnico el operador de cámara subacuática Eric Börjesson, la diver supervisor Abigail Borg, los diver coordinators Luciano Ellul y Eduardo O´Kean, buzo industrial profesional que ha sido asesor y guía fundamental durante el rodaje, enriqueciendo con sus experiencias reales el guion y ayudando a componer los dos personajes principales.

EL RETO DEL RODAJE SUBMARINO...
  Alberto quería conseguir un realismo total para todas las imágenes de la película. Y todos los entornos relacionados con el mar son de una extrema complejidad para rodar ficción, ya que las variables climatológicas son muy grandes. Si además de rodar en superficie, ruedas en entorno subacuático, a todas estas variables hay que añadir las corrientes y la visibilidad del agua. Esto todo hace un puzle complejísimo para poder acometer las tareas. Para ello, tuvimos que estudiar muy detenidamente todo el plan de rodaje y fraccionamos el rodaje en tres bloques principales: 1) el rodaje en tierra, 2) el rodaje en superficie acuática y 3) el rodaje subacuático. Cada una de estas fracciones tuvo su estructura de rodaje independiente, su tiempo, recursos y equipo particular.
  El rodaje en tierra fue un rodaje tradicional en cuanto a procedimientos y se realizó íntegramente en la provincia de Huelva. El rodaje en superficie acuática constituye todo aquello que sucedía en las distintas embarcaciones de la película: petroleros, remolcadores, zodiacs, Taylor, etc. Todo se rodó en embarcaciones reales y principalmente se rodó en mar abierto, con toda una logística de embarcaciones de apoyo y drones para poder captar todos los momentos y puntos de vista necesarios que requería la historia. La gran mayoría de estos planos se rodaron en la costa de Huelva y solo una pequeña parte de los planos se rodaron en el tanque exterior de la Ciudad de la Luz en Alicante. Tuvimos la oportunidad de contar con un petrolero de 300 metros de eslora durante 10 días a nuestra disposición, y esto facilitó gran parte del trabajo. Contamos con la colaboración de la Autoridad Portuaria de Huelva y diversas empresas y trabajadores especializados en la gestión de todo el trabajo con los petroleros en Huelva, así como del asesoramiento de nuestro coordinador marítimo, Alex López Estacio, y todo su equipo.
  Para el rodaje subacuático, lo primero fue buscar un equipo de profesionales especializado en rodajes subacuáticos. Contratamos los servicios de Eric Börjesson, un DOP sueco-español con una larga trayectoria en rodajes subacuáticos, para planificar las necesidades visuales; y también contratamos a la empresa maltesa Divemed con Abigail Borg a la cabeza y todo su equipo para coordinar todas las necesidades logísticas bajo el agua. Hay que entender que el agua es un entorno completamente distinto y todos los trabajadores del set –atrecistas, eléctricos, asistentes de cámara, etc.– deben ser buzos.
  Además, hay toda una serie de medidas de seguridad específicas para trabajar en este entorno, lo que hace que los equipos sean realmente numerosos y el rodaje muy técnico y laborioso.
  Lo siguiente fue dibujar mediante storyboard y animáticas todas las secuencias subacuáticas de la película, y a partir de aquí, estudiar cada plano y establecer una jerarquía por cada tipo de plano y determinar unidades diferentes de rodaje. Por un lado, los planos más amplios, los planos generales, eran aquellos que iban a dar más verdad a la película, y lo ideal era rodarlos en mar abierto, pero también tenía el hándicap de la visibilidad. Establecimos la bahía de Algeciras y las lagunas de Ruidera como sets de rodaje para estos planos y tuvimos que estudiar las fechas en las que la visibilidad era mejor. Se articularon distintas semanas de rodaje para rodar planos generales, y el resultado fue un éxito. En un segundo bloque estarían los planos más cortos con especialistas, donde el control de la luz y el atrezo debían estar bajo nuestro control absoluto. Estos planos se rodaron en los tanques de agua de la Ciudad de la Luz. Y en un tercer bloque, planos con los actores que requerían aún más cuidado y logística, que también realizamos en las piscinas de la Ciudad de la Luz.
  Todo este puzle de planos en distintos emplazamientos y fechas se ensambló con el extraordinario trabajo de Twin Pines y The Lone Pine Post en los efectos visuales y Luciérnaga en la homogeneización de la luz. Además, otra de las particularidades del entorno subacuático es su universo sonoro. Gran parte del diseño de sonido que compone las secuencias son grabaciones reales bajo el agua realizadas por el equipo de Dani de Zayas que luego, de manera envolvente y asombrosa, ha diseñado Gabriel Gutiérrez, al mando de Menos 12DB.

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